Unidad 1: Día 1
Introducción al Antiguo Testamento
Introducción
Al comenzar tu estudio del Antiguo Testamento, esta lección te ayudará a aprender cómo se originó la Biblia. Esta lección también puede ayudarte a comprender más acerca de Jesucristo, el Dios del Antiguo Testamento, y algunos de los principales temas del Evangelio que se entretejen a lo largo del Antiguo Testamento.
La Primera Presidencia ha declarado lo siguiente con respecto a qué versión de la Biblia en inglés deben utilizar los Santos de los Últimos Días: “Aunque otras versiones de la Biblia puedan ser más sencillas de leer que la versión del rey Santiago, en lo referente a cuestiones doctrinales la revelación de los últimos días prefiere la versión del rey Santiago por encima de otras traducciones al inglés” (“First Presidency Statement on the King James Version of the Bible [Declaración de la Primera Presidencia concerniente a la versión del rey Santiago de la Biblia]” Ensign, agosto de 1992, pág. 80).
Profetas, apóstoles y escritores inspirados preservaron la palabra de Dios
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En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de todos los milagros que han ocurrido a lo largo de la historia del mundo que puedas recordar en 60 segundos.
El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, describió uno de esos milagros. Al leer su declaración, subraya el milagro que describió:
“Mis hermanos y hermanas, ¡la Santa Biblia es un milagro! Es un milagro que los 4.000 años de historia sagrada y secular de la Biblia fueran registrados y preservados por los profetas, apóstoles y clérigos inspirados …
“No es casualidad ni coincidencia que tengamos la Biblia en la actualidad. El Espíritu indujo a hombres rectos a registrar tanto las cosas sagradas que vieron como las inspiradas palabras que hablaron y oyeron. Otras personas devotas estuvieron prestas a proteger y a preservar esos registros” (“El milagro de la Santa Biblia”, Liahona, mayo de 2007, pág. 80).
¿En qué sentido consideras que la Biblia es un milagro?
Lee el primer párrafo de la entrada correspondiente a “Biblia” en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Al leer, busca lo siguiente (si lo deseas, puedes marcar lo que encuentres):
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¿Qué significa la palabra Biblia?
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¿Quién es responsable de haber escrito la Biblia?
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¿Cómo sabían qué debían escribir?
Observa la siguiente cronología y encierra en un círculo el nombre de la persona o las personas que piensas que escribieron el primer libro de la Biblia. (Todas las fechas son aproximadas.)
Abre tu Biblia en Génesis 1 y lee el título para ver quién escribió el libro de Génesis.
Aunque Moisés escribió acerca de la Creación, la caída de Adán y Eva y la vida de los primeros profetas, la mayor parte de sus escritos contiene información y revelación de su propia vida. Lee Moisés 1:40 en la Perla de Gran Precio y busca una manera mediante la cual Moisés aprendió acerca de acontecimientos tales como la Creación y la Caída, que ocurrieron miles de años antes de la época de Moisés.
Los escritos de Moisés y de otros escritores inspirados han sido una bendición para los hijos del Padre Celestial en todas las épocas. El élder M. Russell Ballard habló acerca de cómo nosotros, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nos sentimos con respecto a ese sagrado libro: “Amamos la Biblia y las demás Escrituras. … [Creemos] en la Biblia como la palabra revelada de Dios; éste es uno de los pilares de nuestra fe, un poderoso testimonio del Salvador y de la influencia constante de Cristo en la vida de quienes le adoran y le siguen” (“El milagro de la Santa Biblia”, Liahona, mayo de 2007, pág. 82).
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Escribe la siguiente verdad en tu diario de estudio de las Escrituras: La Biblia contiene la palabra de Dios. Medita en experiencias que hayas tenido al leer o estudiar la Biblia (o al escuchar y aprender relatos de la Biblia) y escribe algunos pasajes de las Escrituras o relatos de la Biblia que te han ayudado a saber que la Biblia contiene la palabra de Dios.
La Biblia se compone de dos partes principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. La palabra testamento significa acuerdo o convenio. Además de la doctrina y de la información histórica, el Antiguo Testamento contiene el acuerdo o convenio que Dios hizo con Sus hijos mientras ellos esperaban anhelosamente la venida del Mesías, Jesucristo. El Nuevo Testamento contiene un registro del ministerio y de la expiación de Jesucristo, así como las enseñanzas y el ministerio de Sus apóstoles, y registra nuevamente el convenio de Dios con Su pueblo. Entre los años 300 y 400 d. C., los líderes cristianos decidieron qué libros incluir en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento y los combinaron para formar la Biblia que conocemos hoy.
Jesucristo es el Dios del Antiguo Testamento
¿A quién se refieren los siguientes nombres o títulos: Ungido, Creador, Libertador?
Esos son algunos de los títulos de Jesucristo. Al estudiar el Antiguo Testamento, aprenderás a reconocer otros nombres y títulos que se refieren a Jesucristo. Esos títulos pueden ayudarnos a recordar la doctrina de que Jesucristo es el Dios del Antiguo Testamento. Lee los siguientes pasajes de las Escrituras y señala los nombres o títulos que se refieren a Jesucristo. Escribe los nombres o títulos en el espacio que se ha proporcionado.
Lee Génesis 2:4, y fíjate en el título “Jehová Dios”. Más adelante en el Antiguo Testamento, cuando se habla del SEÑOR (nótese que está con mayúscula) por lo general se refiere a Jehová. Jehová es el nombre del Jesucristo preterrenal, quien es el Dios de Israel. (Véase 1 Nefi 19:10; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Jehová”; scriptures.lds.org).
Una breve reseña de los temas principales del Antiguo Testamento
¿Puedes acordarte de alguna ocasión, quizás cuando eras pequeño, en que te hayas separado de tu familia y te hayas perdido en un lugar desconocido? ¿Cómo te sentiste durante la separación?
Desde que Adán y Eva fueron expulsados del Jardín de Edén, los hijos del Padre Celestial han vivido en un estado caído y se encuentran física y espiritualmente separados de Dios.
Medita en las preguntas siguientes: ¿De qué manera nos hace saber el Padre Celestial que no hemos sido olvidados? ¿Cómo nos ayuda el Padre Celestial a encontrar el camino que nos conducirá de regreso a Él?
Una de las maneras que el Padre Celestial nos ayuda a saber que no hemos sido olvidados y que podemos volver a Él es al llamar a profetas. Las bendiciones de tener profetas es uno de los temas principales del Antiguo Testamento. Piensa en lo que hacen los profetas para ayudarnos a regresar a nuestro Padre Celestial.
Al estudiar el Antiguo Testamento, verás muchos ejemplos de la siguiente doctrina: Dios llama a profetas a predicar el Evangelio y administrar Sus ordenanzas y convenios.
Lee la sección “Ordenanzas y convenios” del documento Doctrinas básicas que se encuentra en el material preliminar de este manual. En los espacios a continuación, utiliza tus propias palabras para escribir la definición de ordenanza y convenio.
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Ordenanza:
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Convenio:
Lee lo que el presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, enseñó acerca de uno de los propósitos de los convenios, y marca lo que, según él, los convenios nos dan la oportunidad de hacer.
“El Padre Celestial siempre ha ayudado a Sus hijos al proporcionarles convenios y darles a Sus siervos el poder para llevar a cabo ordenanzas. …
“…Todo convenio que hacemos con Dios es una oportunidad para acercarnos más a Él” (“Making Covenants with God” [Charla fogonera de la Universidad Brigham Young, 8 de septiembre de 1996], págs. 2–3; speeches.byu.edu).
La importancia de las ordenanzas y los convenios es otro tema importante que aparece en todo el Antiguo Testamento. Al estudiar el Antiguo Testamento, verás ejemplos de cómo nuestro Padre Celestial invita a Sus hijos a hacer convenios con Él y guardarlos (véase Génesis 17:1–8; Éxodo 34:27–28).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de algunas ordenanzas a las que se relacionen convenios. Escribe algunas ideas en cuanto a cómo las ordenanzas en las que has participado y los convenios que has hecho te han ayudado a acercarte más a Dios.
Lee Génesis 17:1–2 y determina quién concertó un convenio con Dios.
Abraham concertó un convenio con Dios en el que se le mandó: “…anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).
¿Cuál fue el resultado de que Abraham hiciera ese convenio? Lee Doctrina y Convenios 132:29 e indaga cuál fue el resultado de que Abraham hiciese convenios con Dios y los guardase. Marca lo que encuentres.
Al igual que Abraham, nosotros podemos hacer convenios con Dios y guardarlos. Si somos fieles a nuestros convenios, entonces Dios nos bendecirá tanto en esta vida como en la eternidad.
El Antiguo Testamento también incluye ejemplos de lo que sucede cuando las personas eligen quebrantar sus convenios. Lee Deuteronomio 29:25–28 y busca lo que sucedería al pueblo del convenio de Dios si eligiera quebrantar sus convenios.
Si lo deseas, escribe esta verdad junto a esos versículos: El pueblo del convenio de Dios fue esparcido porque quebrantó sus convenios con Él.
Aun cuando el pueblo del convenio de Dios se apartó de Él y fue dispersado, Dios prometió que no los olvidaría. Lee Ezequiel 36:24–28 para saber qué es lo que el Señor prometió hacer por Su pueblo esparcido si se arrepentía y se volvía a Él. Marca lo que encuentres.
Medita en cuanto a cómo podrías relacionar a ti mismo(a) las palabras del Señor que se encuentran en estos versículos.
De estos versículos aprendemos que Dios ha prometido recoger a Su pueblo del convenio. El término recoger no sólo hace referencia a una congregación física del pueblo del Señor, sino también a la condición espiritual de ser congregados con el Señor. Nos congregamos con Él al recibir las ordenanzas y los convenios sagrados y al adorar al Señor en la Iglesia, en los templos, en el hogar y en la vida cotidiana. A través de nuestro programa de misioneros de tiempo completo y de la responsabilidad que cada miembro de la Iglesia tiene de compartir el Evangelio con los demás, se brinda la oportunidad de recibir esas ordenanzas y convenios a cada vez más personas en todo el mundo. Los profetas de todas las épocas han reunido a su pueblo a fin de construir templos donde pudiesen gozar de las ordenanzas y los convenios del Señor.
Piensa en las ocasiones que has podido ayudar a alguien a congregarse con el Señor. ¿Qué sentimientos experimentaste al hacerlo?
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Piensa en personas que conoces y que actualmente no son activos o no son miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe un plan sobre cómo las invitarás a asistir contigo a la Iglesia, a seminario o a otras actividades de la Iglesia.
Al estudiar el Antiguo Testamento este año, obtendrás una mayor comprensión de que la Biblia contiene la palabra de Dios y de que puede ayudarte a acercarte más al Salvador Jesucristo. También obtendrás un mayor aprecio por algunos de los temas que se enseñan con tanta eficacia en este libro de las Escrituras, que incluyen los profetas, los convenios y las ordenanzas, y el esparcimiento y el recogimiento de Israel.
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Para comenzar tu estudio del Antiguo Testamento hoy, dedica los próximos 10 minutos a leer Moisés 1 en la Perla de Gran Precio. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe las reflexiones y las preguntas que tengas al estudiar este capítulo. (El libro de Moisés es parte del libro de Génesis que se encuentra en la traducción inspirada de la Biblia del profeta José Smith, a la que dio comienzo en junio de 1830.)
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado la lección “Introducción al Antiguo Testamento” y la he terminado el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: