Unidad 31: Día 4
Nahúm 1–Zacarías 2
Introducción
Esta lección abarca las enseñanzas de cinco profetas. Nahúm profetizó en cuanto a la caída de Nínive, la ciudad capital de Asiria. Habacuc hizo preguntas al Señor en cuanto al castigo de los inicuos. El Señor contestó sus preguntas y él alabó al Señor. Sofonías profetizó acerca de los desastres que acompañarían a la caída de Judá. Por medio de los profetas Hageo y Zacarías, el Señor exhortó a los judíos a que reedificaran el templo de Jerusalén, y les prometió grandes bendiciones si obedecían.
Nahúm
Nahúm profetiza en cuanto a la caída de Nínive, la ciudad capital de Asiria
Imagina que las flechas de la ilustración representan los males y los peligros que nos amenazan en nuestros días.
Bajo las flechas, haz una lista de algunos de los males y los peligros que podrías estar enfrentando o que podrías enfrentar en el futuro.
Fíjate en la frase “profecía de Nínive” en Nahúm 1:1 Eso se refiere a un mensaje de destrucción pronunciado contra Nínive, la ciudad capital de Asiria Para ese entonces, el ejército asirio había destruido el Reino del Norte de Israel, y estaba planeando conquistar el Reino del Sur de Judá. El pueblo de Nínive ya se había arrepentido una vez, cuando Jonás les predicó; sin embargo, más de cien años después, en la época de Nahúm, el pueblo de Nínive se había vuelto inicuo de nuevo.
Lee Nahúm 1:1–8 y busca palabras o frases que describan la naturaleza de Dios, incluyendo Su ira y Su poder.
Fíjate en la frase “Jehová es tardo para la ira” en el versículo 3. Eso indica que el Señor había ofrecido al pueblo de Nínive suficiente tiempo para arrepentirse. Debido a que escogieron permanecer en la iniquidad, Su justicia caería con juicio sobre ellos.
Según Nahúm 1:7, ¿qué será el Señor para aquellos que confíen en Él?
Podrías marcar “fortaleza” en el versículo 7. Una fortaleza es un fuerte o edificio fortalecido que proporciona una fuerte defensa contra fuerzas atacantes. En la ilustración al comienzo de la lección, dibuja una fortaleza alrededor de la figura para que sea una protección contra las flechas.
Un principio que podemos aprender en Nahúm 1:7 es que el Señor es una fortaleza en días problemáticos, y conoce a los que confían en Él.
Lee la siguiente declaración del élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, y considera escribirla en tus Escrituras junto al versículo 7: “Confiar quiere decir obedecer voluntariamente desde el principio sin saber el fin (véase Proverbios 3:5–7)” (“La confianza en el Señor”, Liahona, enero de 1996, pág. 13).
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras:
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Contesta la siguiente pregunta: ¿En qué formas has sido testigo de que el Señor bendice a aquellos que confían en Él?
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Establece una meta que te ayude a mostrar mejor tu confianza en el Señor.
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En Nahúm 1:9–14, aprendemos que Nahúm profetizó que Nínive sería destruida por su iniquidad.
Lee Nahúm 1:15 para saber lo que Nahúm les recordó a los judíos que hicieran.
Como está registrado en Nahúm 2–3, Nahúm vio que la caída de Nínive sería desoladora. Esas profecías en cuanto a la destrucción de Nínive se pueden comparar a la destrucción de los inicuos en los últimos días durante la segunda venida del Señor.
Habacuc
Habacuc se maravilla del poder del Señor y de la destrucción futura de Jerusalén
El profeta Habacuc podría haber vivido en algún momento entre la caída del Reino del Norte de Israel (721 a. de J.C.–722 a. de J.C.) y la destrucción de Jerusalén (587 a. de J.C.). Otros profetas durante esa época podían haber incluido a Jeremías, Sofonías y Lehi, así como a otros. En Habacuc 1–2 esta registrado que Habacuc aprendió que el Señor usaría una nación inicua (los babilonios, también conocidos como los caldeos) para destruir el reino de Judá. Eso preocupaba a Habacuc, y le preguntó al Señor por qué usaría un pueblo inicuo para destruir a Su pueblo escogido. El Señor contestó con bondad y le alentó a ser paciente, asegurando a Habacuc que con el tiempo, los inicuos caldeos también serían castigados.
Habacuc 3 contiene una oración de alabanza al Señor. Lee Habacuc 3:17–19 para averiguar lo que Habacuc aprendió de su diálogo con el Señor. Las ciervas pueden desplazarse fácilmente en terrenos rocosos y desnivelados.
Fíjate en que, como Habacuc, a quien le preocupaba la situación del mundo y la dificultad de sus propias circunstancias personales, nosotros también nos podemos regocijar en la bondad y la misericordia del Dios de nuestra salvación.
Sofonías
Sofonías profetiza acerca de la destrucción de Jerusalén como una sombra de la Segunda Venida
Encierra en un círculo uno de los siguientes acontecimientos. Después, en el espacio disponible, explica lo que harías para prepararte para ese acontecimiento.
Prueba en la escuela |
Audición |
Prueba o partido deportivo |
Bendición patriarcal |
Salir con alguien del sexo opuesto |
Actuación |
Misión |
Conferencia general |
La segunda venida de Jesucristo es un acontecimiento para el que nos debemos preparar. ¿Por qué es importante cómo nos preparamos para la segunda venida del Salvador?
Es probable que el profeta Sofonías viviera durante la época de Habacuc, Jeremías, Lehi y otros profetas, y se unió a ellos para advertir al reino de Judá de su destrucción inminente. Las profecías de Sofonías también se aplican a los últimos días y advierten de las calamidades que vendrán antes de la segunda venida del Salvador.
En Sofonías 1 se registra la descripción que hizo el Señor de la destrucción que espera a los judíos porque “se apartan de en pos de Jehová” (Sofonías 1:6). Cuando el Señor invitó a Sus convidados a ir a Él antes del “día de Jehová” (Sofonías 1:7), ellos estaban vestidos con “vestido extranjero” (Sofonías 1:8). En ese contexto, el “vestido extranjero” seguramente significaba ropa que se usaba para propósitos idólatras, por lo que estarían mostrando indiferencia hacia Jehová, poniendo sus costumbres extranjeras por encima de su lealtad a Dios.
Lee Sofonías 1:14–15 para saber cómo describió Sofonías el día de la destrucción de Jerusalén. Esos versículos también describen el gran día de la segunda venida del Señor.
Lee Sofonías 2:1–3 para saber lo que el Señor aconsejó que hicieran los judíos antes del día de la destrucción.
Fíjate en cómo se usa la palabra antes en el versículo 2. En el versículo 3, podrías marcar lo que podemos hacer antes del día de la Segunda Venida para escondernos o protegernos de los juicios del Señor.
Si es posible, pregunta a alguien de tu familia lo que piensan que significa ser manso.
El presidente Gordon B. Hinckley dijo lo siguiente en cuanto a la mansedumbre: “La mansedumbre implica un espíritu de gratitud en lugar de una actitud de autosuficiencia; un reconocimiento de un gran poder superior a uno mismo; un reconocimiento de Dios y una aceptación de Sus mandamientos” (“‘With All Thy Getting Get Understanding’”, Ensign, agosto de 1988, págs. 3–4).
Un principio que aprendemos de esos versículos para ayudarnos a prepararnos para el día de la segunda venida del Señor es que al buscar al Señor, al buscar la rectitud y al buscar la mansedumbre, podemos estar protegidos de daño en el día de Su juicio.
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo piensas que podemos buscar la rectitud y la mansedumbre?
Piensa en las siguientes cualidades y marca qué nivel te darías (1 = nunca, 2 = a veces, 3 = a menudo, 4 = casi siempre, 5 = siempre). El crecimiento espiritual es un proceso gradual y, como nadie es perfecto, es de esperar que en algunas cualidades te adjudiques mejor puntaje que en otras.
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Soy manso y humilde de corazón (véase Mateo 11:29).
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Confío en el Señor para recibir ayuda.
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Estoy sinceramente agradecido por las bendiciones que he recibido de Dios.
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Agradezco la guía de mis líderes y maestros de la Iglesia.
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Procuro ser sumiso a la voluntad del Señor, sea cual sea.
En Sofonías 2:4–3:7 se halla la profecía de Sofonías de que el Señor destruiría varias naciones inicuas. Una destrucción similar llegará a todos los inicuos en el día del juicio de Dios antes de la segunda venida de Jesucristo.
Lee Sofonías 3:8 para saber lo que el Señor aconsejó que hicieran los justos para prepararse para la Segunda Venida. Si lo deseas, marca lo que encuentres.
¿Qué crees que significa esperar en el Señor?
El élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo lo siguiente en cuanto a esperar en el Señor:
“En las Escrituras, la palabra esperar significa tener esperanza, aguardar y confiar. Tener esperanza y confianza en el Señor requiere fe, paciencia, humildad, mansedumbre, conformidad, guardar los mandamientos y perseverar hasta el fin.
“Esperar en el Señor significa plantar la semilla de la fe y nutrirla ‘con gran diligencia y paciencia’ [Alma 32:41].
“Significa orar como lo hizo el Salvador, a Dios, nuestro Padre Celestial, diciendo: ‘Venga tu reino. Hágase tu voluntad’ [Mateo 6:10; Lucas 11:2]. Es una oración que ofrecemos con toda nuestra alma, en el nombre de nuestro Salvador Jesucristo.
“Esperar en el Señor significa meditarlo en nuestro corazón y ‘reci[bir] el Espíritu Santo’ para saber ‘todas las cosas que deb[emos] hacer’ [2 Nefi 32:5]… “Esperar
en el Señor significa permanecer ‘firmes en la fe’ [Alma 45:17] y ‘seguir adelante’ con fe, ‘teniendo un fulgor perfecto de esperanza’ [2 Nefi 31:20]” (“Esperamos en el Señor: Hágase tu voluntad”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 72).
Piensa en algunas maneras en que podemos mostrar que esperamos y anticipamos la segunda venida del Señor.
Lee Sofonías 3:17–20 y averigua lo que el Señor prometió a aquellos que esperan en Él. Podrías marcar lo que encuentres.
Un principio que podemos aprender de esos versículos es que si esperamos en el Señor, Él nos librará de nuestros pesares, aflicciones y cautiverio.
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Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras acerca de alguien que conozcas que haya sido librado de sus pesares, aflicciones o cautiverio al esperar en el Señor.
Hageo; Zacarías 1–2
Hageo y Zacarías exhortan y alientan al pueblo a reedificar el templo
Ubica los nombres de Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo y Zacarías en el diagrama “Los reinos de Israel y Judá en un vistazo” en la lección de 1 y 2 Crónicas (Unidad 21: Día 1). Determina el periodo de tiempo general en el que vivieron esos profetas.
Nahúm, Habacuc y Sofonías eran profetas en Judá antes de que los judíos fueran llevados cautivos a Babilonia. Después de que los judíos llegaron a Jerusalén, pusieron un gran esfuerzo por reconstruir el templo, la ciudad, sus hogares y sus vidas. Sin embargo, debido a la oposición de los samaritanos y su propia apatía, dejaron de trabajar en el templo durante varios años (Esdras 4:1–5, 24).
En ese momento, Hageo comenzó a profetizar al pueblo. Lee Hageo 1:8 y busca lo que el Señor instruyó a las personas que hicieran. La palabra casa en ese versículo se refiere al templo.
¿Qué significa “Meditad bien sobre vuestros caminos”? ¿Cómo puedes tú meditar sobre tus caminos?
En respuesta al llamado del Señor de edificar, los judíos, dirigidos por Zorobabel y Josué, continuaron edificando el templo. Después de casi un mes de trabajo, su progreso era lento. Lee Hageo 2:4 para saber cómo el Señor alentó al pueblo.
¿Cómo piensas que las palabras del Señor en ese versículo ayudaron al pueblo?
El Señor también alentó a los judíos por medio del profeta Zacarías. Como está registrado en Zacarías 1–2, Zacarías profetizó que habría paz en la tierra para que se pudiera reconstruir el templo. También profetizó que en los últimos días, Judá se reuniría en Jerusalén y que el Señor moraría en medio de Su pueblo.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Nahúm 1–Zacarías 2 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: