Unidad 6: Día 4
Génesis 25-27
Introducción
Antes de que Abraham muriera, confirió todo lo que tenía a Isaac. La esposa de Isaac, Rebeca, dio a luz a hijos gemelos llamados Esaú y Jacob. Esaú vendió su primogenitura a Jacob, y más adelante Isaac otorgó a Jacob la bendición de la primogenitura, que incluía las bendiciones del convenio de Abraham.
Génesis 25:1–18
Abraham da todo lo que tiene a Isaac
Génesis 25:1–18 habla acerca de los últimos años de Abraham sobre la tierra, su muerte, y la muerte del hijo de Abraham y Agar, Ismael. Antes de que Abraham muriera, contrajo matrimonio con una mujer llamada Cetura, quien le dio seis hijos. En las Escrituras se hace referencia a Cetura como una concubina (véase 1 Crónicas 1:32). La palabra concubina se usa para describir a las mujeres del Antiguo Testamento que, en la época y la cultura en la que vivían, estaban legalmente casadas a su esposo, pero tenían una posición social inferior. Esa posición inferior podría significar que ellas y sus hijos no recibirían el mismo tipo de herencia que las esposas de más alta posición y sus hijos.
Lee Génesis 25:5–6 para averiguar lo que Abraham dio a sus hijos antes de morir.
Isaac recibió más que los otros hijos de Abraham debido a su primogenitura. Un hijo que poseía la primogenitura no sólo heredaba las tierras y posesiones del padre, sino también la posición del padre como patriarca y líder espiritual de la familia (véase el diccionario de la Biblia en inglés, “Birthright”). Entonces el hijo era responsable de utilizar esos recursos para proveer para las necesidades de la familia. La “primogenitura pasaba de padre a hijo, el cual a menudo era, aunque no siempre, el hijo mayor. La rectitud era un factor más importante que el hecho físico de ser el primogénito” (El Antiguo Testamento, Génesis–2 Samuel: Manual para el alumno, [Manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983], pág. 65). La primogenitura que Isaac recibió de Abraham también incluía las bendiciones y responsabilidades del convenio de Abraham.
Génesis 25:19-34
Esaú vende su primogenitura a Jacob
Piensa en tu dulce favorito. Si alguien te ofreciera un pequeño mordisco ahora, o todo lo que pudieras comer después de esperar una hora, ¿qué escogerías? ¿Por qué?
Al estudiar las elecciones de alguien que cambió una posesión valiosa por algo de mucho menos valor aunque inmediato, busca principios que te puedan guiar en situaciones parecidas.
Lee Génesis 25:20–21 para aprender cómo bendijo el Señor a Isaac y a su esposa Rebeca. Al leer, podría resultar útil saber que la palabra estéril significa que no podía tener hijos.
Después de que Rebeca quedó encinta, sintió una lucha dentro de su vientre que le preocupó. Lee Génesis 25:22–23 y averigua lo que hizo Rebeca cuando sintió esa lucha.
El Señor le dio a Rebeca información importante en cuanto a los dos niños que tendría. La frase “el mayor servirá al menor” en Génesis 25:23 indica que, con el tiempo, el hijo menor heredaría la primogenitura en lugar del hijo primogénito.
Lee Génesis 25:24–28 y busca los nombres y las características de los dos hijos que nacieron a Rebeca y a Isaac. Podrías marcar lo que encuentres (Fíjate que en Génesis 25:27, nota al pie b, el significado hebreo de quieto significa “entero, completo, perfecto, sencillo”. Se usaron palabras parecidas para describir a Noé [veáse Génesis 6:9] y a Abraham [veáse Génesis 17:1]; éstas nos ayudan a comprender más claramente qué tipo de hombre era Jacob).
Recuerda que Esaú habría heredado naturalmente la primogenitura porque era el primogénito. Lee Génesis 25:29–31 y averigua lo que Jacob le pidió a Esaú a cambio de una porción de guiso. Podría resultar útil saber que “guisó Jacob un potaje” (Génesis 25:29) significa que hizo un guiso o sopa.
¿Qué piensas que habrías hecho si estuvieras en el lugar de Esaú? Lee Génesis 25:32–34 para ver lo que Esaú escogió hacer.
Si lo deseas, marca la frase “menospreció Esaú la primogenitura” en Génesis 25:34. Eso indica que Esaú trató la primogenitura como si tuviera muy poco significado o valor.
Génesis 26
El Señor guía y bendice a Isaac
En Génesis 26 se nos dice que el Señor guió a Isaac y lo bendijo tanto espiritual como temporalmente. Al destacar la bendición de Isaac, este capítulo nos ayuda a comprender lo que Esaú perdió cuando vendió su primogenitura a Jacob.
Lee Génesis 26:2–5, 12–14 para averiguar en qué formas bendijo el Señor a Isaac.
“Bajo el orden patriarcal, el derecho o herencia del primogénito se conoce como primogenitura. Eso generalmente incluye la herencia de tierras, así como la autoridad para presidir…
“…El linaje en sí no garantiza las bendiciones… pero esas oportunidades se brindan al primogénito del linaje selecto. Hay varios ejemplos en las Escrituras del que fue primogénito y que pierde su primogenitura debido a que no era justo, y ese puesto se da a otra persona, tal como en el caso de Esaú (Génesis 25:24–34; 27)” (Diccionario de la Biblia en inglés, “Birthright”).
Esaú perdió bendiciones no solamente por su elección de vender su primogenitura, sino también por otras malas decisiones que tomó. Lee Génesis 26:34–35 para saber qué otras decisiones tomó Esaú que lo privaron de bendiciones.
Observa que en Génesis 26:34 se dice que Esaú se casó con hijas de los heteos. Los heteos eran personas que no creían en Dios y que en vez de ello adoraban ídolos. Isaac y Rebeca se entristecieron porque las decisiones de matrimonio de Esaú hicieron que le fuera más difícil a él, a sus esposas y a sus hijos recibir las bendiciones del convenio de Abraham, incluyendo el convenio del matrimonio eterno que se requiere para que recibamos la vida eterna y lleguemos a ser como nuestro Padre Celestial.
¿Cómo fue la decisión de Esaú de casarse con mujeres heteas parecida a la decisión que tomó de vender su primogenitura?
Medita en cuanto a lo que Esaú perdió por centrarse en los placeres temporales y mundanos (Si hubiese permanecido fiel, Esaú podría haber heredado la bendición de la primogenitura). Completa el siguiente principio basándote en lo que aprendemos de las decisiones de Esaú y sus consecuencias: Si valoramos los placeres temporales y mundanos más que las bendiciones eternas, entonces .
Debido a los convenios que hemos hecho como miembros de la Iglesia de Jesucristo, a nosotros también se nos prometen bendiciones si nos mantenemos fieles.
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Completa lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras:
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Enumera algunos placeres temporales o mundanos que quizás seas tentado a valorar más que las bendiciones eternas.
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Escoge uno de la lista y explica cómo el procurar ir en busca de ello podría hacer que perdieras bendiciones.
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Génesis 27
Isaac bendice a Jacob para que presida a sus hermanos
Aunque Esaú había perdido la primogenitura mediante su infidelidad, su padre, Isaac, aún tenía la responsabilidad de otorgar la bendición de primogenitura a uno de sus hijos. En Génesis 27:1–33 aprendemos que la intención de Isaac era dar la bendición de la primogenitura a Esaú. Recuerda que anteriormente, Rebeca se había enterado, por medio de la revelación, que Jacob iba a recibir la primogenitura (véase Génesis 25:23). Rebeca dio instrucciones a Jacob de acercarse a Isaac, que era ciego, y presentarse como si fuera Esaú para que Jacob pudiera recibir la bendición de la primogenitura. Jacob llevó a cabo ese plan con renuencia y recibió la bendición.
Isaac, al enterarse que había otorgado la bendición de la primogenitura a Jacob sin darse cuenta, podría haber anulado la bendición y maldecido a Jacob, pero no lo hizo.
Lee Génesis 27:33 para saber qué dijo Isaac después de que se dio cuenta de que había otorgado la bendición de la primogenitura a Jacob en vez de a Esaú.
Las palabras de Isaac que declaraba que Jacob “será bendito” (Génesis 27:33) indican que se había llevado a cabo la voluntad del Señor, y que la bendición de la primogenitura se había dado a la persona que el Señor quería. Debido a que el Espíritu del Señor lo dirigía, Isaac sabía que le había dado la bendición al hijo correcto. De este relato aprendemos que el Señor puede llevar a cabo Su voluntad a pesar de la debilidad de Sus siervos.
Medita en cuanto a cómo esa verdad se aplica a situaciones en la Iglesia en nuestros días. El presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, enseñó:
“…ha habido veces en que los miembros o líderes de la Iglesia simplemente cometieron errores. Puede que se hayan dicho o hecho cosas que no estaban en armonía con nuestros valores, principios o doctrina.
“Supongo que la Iglesia sólo sería perfecta si la administraran seres perfectos. Dios es perfecto y Su doctrina es pura; pero Él obra por medio de nosotros, Sus hijos imperfectos; y la gente imperfecta comete errores…
“Ésta es la manera como ha sido siempre y como será hasta el día perfecto cuando Cristo mismo reine personalmente sobre la tierra.
“Es triste que algunos hayan tropezado debido a los errores cometidos por los hombres; pero, a pesar de ello, la verdad eterna del Evangelio restaurado que se encuentra en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no ha sido manchada, menoscabada ni destruida.
“…Ésta es la Iglesia de Jesucristo. Dios no permitirá que Su Iglesia se salga de su curso señalado ni que fracase en cumplir con su destino divino” (“Vengan, únanse a nosotros”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 22–23).
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Contesta la pregunta siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué piensas que es importante saber que el Señor puede llevar a cabo Su voluntad a pesar de la debilidad de Sus siervos?
Estudia Génesis 27:34–38 y busca palabras y frases que indiquen cómo se sintió Esaú después de que se enteró que las bendiciones de la primogenitura se habían dado a Jacob en lugar de a él.
Basándote en la respuesta de Esaú al perder sus bendiciones, termina el siguiente principio: Poner los deseos mundanos o inmediatos por encima de las prioridades eternas con el tiempo llevará a .
Al igual que Esaú, quizás no experimentemos pesar ni remordimiento de inmediato por nuestras malas decisiones y pecados. Sin embargo, todas las malas decisiones que se toman se pueden superar mediante la fe en Jesucristo y el arrepentimiento. Recuerda que “si has pecado, cuanto más pronto te arrepientas, más pronto comenzarás tu camino de regreso y encontrarás la paz y el gozo que vienen con el perdón” (Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, pág. 28).
En Génesis 27:39–46 se explica que Esaú recibió una bendición de Isaac. Sin embargo, por la ira que sintió al haber perdido la bendición de la primogenitura, Esaú decidió matar a Jacob. Rebeca instruyó a Jacob a viajar a Harán, donde estaría a salvo de Esaú.
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La siguiente cita del élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, te puede ayudar a recordar algunos de los principios que has aprendido durante tu estudio de Génesis 25–27. En tu diario de estudio de las Escrituras, explica cómo te puede ayudar esta declaración a tomar decisiones justas. Escribe esta declaración en una hoja de papel y ponla en un lugar donde la puedas ver a menudo.
“Piensa en la perspectiva futura, no sólo en lo que sucederá hoy o mañana. No renuncies a lo que más anhelas en la vida por algo que ahora crees desear” (“Jesucristo, nuestro Redentor”, Liahona, julio de 1997, pág. 66).
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Génesis 25–27 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: