Unidad 18: Día 2
1 Samuel 18–24
Introducción
Saúl nombró a David líder de sus ejércitos, pero se enojó y sintió celos por causa del éxito de David y trató de matarlo. Al huir de Saúl, David fue a varios lugares, y él y los hombres que se unieron a él recibieron la ayuda de varias personas. Al estar escondido en una cueva, David tuvo la oportunidad de matar a Saúl, pero eligió dejarlo vivir.
1 Samuel 18
Conforme David actúa con sabiduría y es bendecido por Jehová, Saúl se vuelve cada vez más celoso
Piensa en alguna ocasión en la que tú, o alguien que conozcas, tomaron malas decisiones por causa del enojo o los celos. Esos sentimientos de enojo o de celos, ¿cómo afectaron la forma en que veías todo lo demás?
Al estudiar 1 Samuel 18, busca los principios que puedan ayudarte a tomar decisiones sabias en lugar de decisiones basadas en el enojo o los celos.
En 1 Samuel 18:1–5, aprendemos que después de que David derrotó a Goliat, él y Jonatán, el hijo de Saúl, se hicieron muy amigos. También aprendemos que Saúl puso a David al mando de su ejército. Jonatán pudo haberse puesto celoso por el éxito de David y porque éste había sido seleccionado para ser el siguiente rey. Sin embargo, en lugar de sentir celos, Jonatán se regocijó por los éxitos de David. Cuando Jonatán le transfirió a David su manto, sus otras ropas, su espada y su arco, estaba reconociendo que apoyaba a David como el siguiente rey (véase 1 Samuel 23:16–17).
Lee 1 Samuel 18:6–9 para averiguar cómo se sentía Saúl cuando David tenía éxito en las batallas.
La frase “desde aquel día Saúl miró con recelo a David”, en el versículo 9, se refiere a los crecientes celos y enojo de Saúl hacia David. Lee 1 Samuel 18:10–11 para saber lo que hizo Saúl por causa de sus celos y su enojo. (Observa cómo la Traducción de José Smith cambia la frase en el versículo 10 de “el espíritu malo de parte de Dios” a “el espíritu malo que no era de parte de Dios” [véase 1 Samuel 18:10, nota b al pie de página]).
Según 1 Samuel 18:10–11, ¿a qué tentación cedió Saúl por causa de sus celos y su enojo con David?
De ese relato aprendemos el siguiente principio: Cuando sentimos celos y enojo, permitimos que entre la influencia del adversario en nuestra vida.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Por qué piensas que los celos y el enojo permiten que la influencia del adversario entre en nuestra vida?
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Los celos y el enojo, ¿cómo afectan nuestros hechos y nuestras decisiones?
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En la siguiente declaración, subraya las razones que dio el élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, por las que no debemos sentir envidia cuando otras personas reciban bendiciones:
“…habrá ocasiones en nuestra vida cuando otra persona reciba una bendición inesperada o algún reconocimiento especial. Ruego que no nos sintamos heridos, y desde luego que no sintamos envidia cuando la buena fortuna le llegue a otra persona. El que otro reciba no nos quita nada a nosotros. No estamos en una carrera el uno contra el otro para ver quién es el más rico o el que tiene más talento o es el más hermoso o incluso el más bendecido. La carrera en la que realmente estamos es contra el pecado, y con seguridad la envidia es uno de los más universales.
“Más aun, la envidia es un error que continúa indefinidamente. Obviamente sufrimos un poco cuando nos sobreviene un infortunio a nosotros, ¡pero la envidia exige que suframos por toda la buena fortuna que les sobreviene a todos los que conocemos!… Entonces, la primera lección de la viña del Señor: codiciar, poner mala cara o procurar la desdicha de otros no mejora su posición; ni el degradar a otros eleva la auto imagen de ustedes. Por tanto, sean bondadosos y estén agradecidos de que Dios es bondadoso. Es una forma feliz de vivir” (véase “Los obreros de la viña”, Liahona, mayo de 2012, págs. 31–32).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, explica cómo te puede ayudar el consejo del élder Holland en los momentos en que tal vez sientas envidia o enojo hacia los demás. Escribe también lo que harás para evitar sentirte celoso(a) o envidioso(a) del éxito de otras personas para que puedas ser fortalecido(a) contra la tentación.
Lee 1 Samuel 18:12–16, y averigua cómo se comportaba David mientras Saúl sentía celos y enojo.
Quizás te sería útil saber que la frase “él salía y entraba delante de ellos”, en el versículo 16, significa que David dirigió a las tropas en sus diferentes batallas.
¿Qué piensas que signifique la frase “David se conducía prudentemente” (1 Samuel 18:14)?
Lee Alma 37:35, y averigua lo que Alma le enseñó a su hijo acerca de actuar con sabiduría (prudencia).
De acuerdo con lo que Alma le dijo a su hijo, ¿cuál es una forma de conducirse con sabiduría o prudencia?
¿Cuáles fueron los resultados de que David se condujera con prudencia y guardara los mandamientos de Jehová? Completa el siguiente principio basándote en lo que leíste en 1 Samuel 18:14: Cuando nos conducimos prudentemente, Jehová…
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cuándo has visto a alguien (como un amigo o hermano) conducirse con sabiduría o prudencia en una situación difícil? ¿Qué lecciones aprendiste?
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¿Qué puedes hacer para conducirte con prudencia o sabiduría en tu vida diaria?
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En 1 Samuel 18:17–27 aprendemos que Saúl ideó un plan para que se diera muerte a David. Le ofreció a David a una de sus hijas en matrimonio si mataba a cien filisteos. Saúl tenía la esperanza de que David fuera muerto en la batalla, pero éste fue victorioso y se casó con Mical, la hija de Saúl. Lee 1 Samuel 18:28–30, y averigua las diferencias entre las decisiones de Saúl y las de David.
1 Samuel 19–22
David recibe ayuda cuando huye de Saúl
Si alguien te estuviera persiguiendo para hacerte daño, ¿qué harías? ¿En dónde te esconderías? ¿En quién confiarías para que te ayudara?
En 1 Samuel 19:1–17 aprendemos que Saúl mandó a su hijo Jonatán y a todos sus siervos que mataran a David. Jonatán, siendo un amigo recto, avisó a David de los planes de su padre y persuadió a Saúl a prometer que no mataría a David. Sin embargo, después de que David regresó victorioso de otra batalla con los filisteos, los celos de Saúl volvieron, y trató en repetidas ocasiones de matar a David.
Lee 1 Samuel 19:18 para determinar a quién acudió David en busca de ayuda al huir.
¿Por qué piensas que David eligió acudir al profeta Samuel?
En 1 Samuel 19:19–22:23 aprendemos que Saúl siguió tratando de matar a David. Le tenía tantos celos que mató a unos sacerdotes que le habían dado pan. David siguió huyendo de Saúl, y muchas personas le ayudaron a eludirlo.
1 Samuel 23–24
David derrota a los filisteos y elige no matar a Saúl
Lee la siguiente situación:
Un compañero de estudios continuamente te ridiculiza y te denigra. Esa persona también trata de volver a tus amigos en tu contra. Un día descubres la manera de vengarte de esa persona o de tomar represalias contra ella.
Como seguidor de Jesucristo (Jehová), ¿cómo debes responder a la oportunidad de vengarte? ¿Por qué?
Al estudiar 1 Samuel 23–24, busca un principio que te pueda guiar cuando te sientas tentado(a) a tomar represalias contra otra persona.
En 1 Samuel 23 aprendemos que cuando Saúl se enteró de que David estaba en Keila, mandó de nuevo a sus hombres a capturar a David, pero éste y sus hombres huyeron al desierto. Saúl y sus hombres persiguieron a David, pero cuando el rey supo que el ejército de los filisteos había invadido su tierra otra vez, abandonó su persecución de David y fue a pelear contra los filisteos.
Lee 1 Samuel 24:1–3 para averiguar la situación en que se encontró David cuando Saúl reanudó la persecución.
¿Cómo te habrías sentido si hubieras estado en la situación de David y te hubieras dado cuenta de que el hombre que había estado tratando de matarte era vulnerable y estaba en la cueva donde estabas escondido(a)?
Lee 1 Samuel 24:4–7 para saber lo que hizo David.
David cortó la orilla del manto de Saúl, o sea, el símbolo de su autoridad (véase 1 Samuel 24:4, nota a al pie de página). También indicaba que David había estado lo suficientemente cerca de Saúl para hacerle daño, y había elegido no hacerlo.
¿Qué nos enseña acerca de David su frase “que yo no extienda mi mano contra él [Saúl], porque es el ungido de Jehová” (1 Samuel 24:6; véase también 1 Samuel 24:10)?
Si tú hubieras estado en la situación de Saúl, ¿cómo te habrías sentido al darte cuenta de que David te había perdonado la vida?
Lee 1 Samuel 24:8–15, y averigua quién dijo David que era el juez entre él y Saúl.
¿Quién dijo David que era el juez entre él y Saúl?
De ese relato aprendemos esta verdad: Ya que el Señor es un juez perfecto, no necesitamos buscar venganza contra los que nos han hecho daño.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cuál podría ser el peligro de que tratemos de juzgar a los demás?
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¿Qué podemos aprender del principio anterior acerca de no buscar venganza contra los que nos han hecho daño?
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¿Hay alguien en tu vida que te ha hecho daño? Si lo hay, deja que el Señor sea el juez de tu situación en lugar de que busques venganza contra esa persona. Por medio de la oración puedes recibir ayuda del Señor para vencer cualquier deseo que tengas de buscar venganza. (Nota: La venganza es un esfuerzo personal por ver a otros sufrir como consecuencia del sufrimiento que aparentemente nos causaron. Buscar venganza es diferente de buscar justicia. El dejar que el Señor juzgue no significa que no debamos buscar ayuda cuando se necesite. Las víctimas de abuso sexual o físico deben buscar ayuda de sus padres y obispos e informar del abuso o maltrato a las autoridades correspondientes.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado 1 Samuel 18–24 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: