Unidad 18: Día 3
1 Samuel 25–31
Introducción
Los capítulos 25–31 de 1 Samuel continúan el relato de la huida de David del celoso rey Saúl y concluyen con la muerte de Saúl. Mientras estaban en el desierto, los hombres de David le pidieron provisiones a un hombre rico llamado Nabal, el cual insultó a los hombres de David y rehusó ayudarles. David tenía la intención de matar a Nabal y a sus siervos, pero Abigail, la esposa de Nabal, intercedió y calmó a David, quien le perdonó la vida a Nabal. Después de continuar en el desierto, David le perdonó la vida a Saúl otra vez y huyó al territorio de los filisteos. Cuando Saúl no pudo recibir la guía de Jehová, le pidió ayuda a la adivina de Endor con respecto a la guerra con los filisteos. Los amalecitas atacaron la parte del reino filisteo a donde habían huido David y su ejército con sus familias. David y su ejército rescataron a sus familias y conquistaron a los amalecitas. Tres de los hijos de Saúl murieron en la batalla contra los filisteos, y Saúl tomó su propia vida.
1 Samuel 25
Abigail calma a David y salva a su esposo Nabal y a los hombres de su casa
¿Has hecho alguna vez una hilera de fichas de dominó y has observado cómo el tumbar la primera ficha de manera que caiga sobre la siguiente crea una reacción entre todas las fichas que al final afecta a la última ficha de la hilera? El efecto de la caída de la primera ficha de dominó, ¿cómo podría compararse con las buenas decisiones que tomamos en la vida?
Conforme estudies 1 Samuel 25, busca un principio que se relacione con los efectos de tus buenas decisiones en las personas que te rodean.
En 1 Samuel 25:1 aprendemos que Samuel el profeta murió y todos los israelitas se reunieron para llorar su muerte. Después de que Samuel fue sepultado, David y sus hombres fueron al desierto. Un hombre llamado Nabal también estaba en el desierto en ese momento, esquilando sus ovejas.
Lee 1 Samuel 25:2–3, y escribe una corta descripción de Nabal:
En 1 Samuel 25:4–9 descubrimos que David se enteró de que Nabal, que era rico, estaba cerca esquilando sus ovejas, así que envió a diez de sus siervos a pedirle provisiones para sus hombres.
Lee 1 Samuel 25:10–11 en busca de la forma en que Nabal reaccionó ante los siervos de David. Después lee 1 Samuel 25:12–13 para averiguar lo que David planeaba hacerle a Nabal.
En 1 Samuel 25:14–17 aprendemos que uno de los siervos de Nabal le dijo a Abigail, la esposa de Nabal, cómo el esposo de ella había tratado mal a los hombres de David. Los siervos también le dijeron a Abigail cómo David y sus hombres habían protegido a los siervos de Nabal y que nunca habían tratado de tomar ninguno de los animales de Nabal.
Lee 1 Samuel 25:18–19 para saber lo que Abigail decidió hacer después de enterarse de la forma grosera en que su esposo había tratado a los hombres de David.
En 1 Samuel 25:20–31 aprendemos que cuando Abigail se encontró con David en el desierto, se inclinó ante él y pidió que él aceptara los alimentos que ella le llevaba y que la culpara a ella de la conducta de su esposo. También le pidió a David que la perdonara y no buscara venganza contra su casa. ¿Qué nos enseñan esos hechos acerca del carácter de Abigail? ¿Por qué son similares los hechos de Abigail y lo que el Salvador hizo por todos nosotros?
Lee 1 Samuel 25:32–34, y determina cómo reaccionó David ante Abigail.
¿Notaste cómo los hechos de Abigail tuvieron resultados positivos para ella y su casa, así como para David? Del ejemplo de Abigail aprendemos que nuestras decisiones rectas nos pueden bendecir no sólo a nosotros sino también a otras personas que nos rodean.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cómo fueron similares los hechos de Abigail y la primera ficha de dominó que inicia la caída de toda la hilera de fichas?
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¿De qué forma has sido bendecido(a) porque tus compañeros eligieron tomar decisiones rectas?
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Haz un compromiso contigo mismo(a) de hacer elecciones rectas, y date cuenta de las bendiciones que reciben otras personas como consecuencia de esas elecciones rectas.
En 1 Samuel 25:36–44 aprendemos que Nabal murió poco después de enterarse de que Abigail había hecho las paces con David. Después de la muerte de Nabal, David mandó traer a Abigail, y se casó con ella. Ése es otro caso en el cual Jehová aprobó el matrimonio plural durante la época del Antiguo Testamento (véase D. y C. 132:1, 38–39).
1 Samuel 26–27
David perdona la vida de Saúl otra vez
En 1 Samuel 26–27 aprendemos que el rey Saúl se llevó a tres mil hombres al desierto para encontrar a David y matarlo. Una noche, cuando Saúl y sus hombres estaban dormidos en su campamento, David y uno de sus siervos fueron a donde dormía Saúl. El siervo de David quería matar a Saúl mientras dormía, pero David rehusó permitirle que lo hiciera. Más tarde, cuando el rey Saúl descubrió que David le había perdonado la vida de nuevo, dijo que ya no trataría de matarlo. David no le creyó a Saúl, así que se llevó a su familia a vivir entre los filisteos.
1 Samuel 28
Saúl busca la guía de la adivina de Endor
Previamente consideraste la forma en que las fichas de dominó pueden ilustrar los efectos de las elecciones rectas. ¿Cómo puede una elección injusta iniciar una serie de sucesos negativos?
Al estudiar 1 Samuel 28, busca un principio que se relacione con los efectos que tienen nuestras malas elecciones.
En 1 Samuel 28:1–5 aprendemos que el rey de los filisteos quería que David fuera a la guerra con él y fuera el capitán de la guarda personal (guardaespaldas). La frase “expulsado… a los encantadores y adivinos”, en el versículo 3, se refiere a que, cuando Saúl fue hecho rey, había expulsado a todos los que afirmaban tener poderes mágicos. En el versículo 5 se relata cómo Saúl les tenía miedo a los filisteos.
Lee 1 Samuel 28:6, y determina lo que ocurrió cuando Saúl oró.
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué impide que personas indignas como Saúl conozcan la voluntad de Dios?
En lecciones anteriores aprendiste que Saúl había desobedecido a Dios. Un principio que podemos aprender en ese relato es que cuando desobedecemos obstinadamente a Dios, nos separamos de Su fortaleza y de Su guía. (Si lo deseas, escribe esa verdad en el margen de tu ejemplar de las Escrituras junto a 1 Samuel 28:6).
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cuáles son algunas de las decisiones importantes que tendrás que tomar durante los próximos años?
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Al considerar esas decisiones importantes, ¿por qué es de vital importancia que no pierdas la fortaleza y la guía de Dios en tu vida?
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Si tú hubieras sido uno de los consejeros de Saúl, ¿qué le habrías dicho que debía hacer para recibir respuestas a sus oraciones?
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Lee 1 Samuel 28:7–10 en busca de lo que hizo Saúl cuando “Jehová no le respondió” (1 Samuel 28:6). (La frase “que tenga espíritu de adivinación”, en el versículo 7, se refiere a una persona que decía que podía hablar con los muertos; a veces se le llama clarividente, médium o espiritista.) Saúl eligió volverse a las fuentes inicuas que anteriormente había expulsado de Israel. Al buscar a la mujer de Endor, Saúl quebrantó el mandato de Dios de no volverse a los adivinos (véase Levítico 19:31).
En 1 Samuel 28:11–25 aprendemos que la mujer a la que consultó Saúl afirmaba que, en cumplimiento de la petición de Saúl, había conjurado al profeta Samuel de entre los muertos para que le hablara a Saúl. Le dijo a Saúl que él y sus hijos morirían al día siguiente en la batalla contra los filisteos. A pesar de lo que ella dijo, y aunque así sucedió, no es posible que una persona como ella pudiera conjurar a los espíritus de los siervos muertos de Jehová. Ella o fingió ver a Samuel o estaba bajo la influencia de poderes inicuos cuando le dio su mensaje a Saúl.
“Es innegable que ni una adivina ni ningún otro médium puede, por ningún medio disponible para ella, conjurar del mundo de los espíritus a un profeta. Podemos tener la plena certeza de que si Samuel estaba presente en aquella ocasión, no era debido al conjuro de la adivina. Samuel o vino a pesar de ella y no por causa de ella, o era algún otro espíritu que se hizo pasar por él” (Bible Dictionary, “Samuel”).
El presidente Joseph Fielding Smith explicó: “Se ha sugerido que en este caso Jehová envió a Samuel en el espíritu para que se comunicara con Saúl, para que él supiera de su muerte inminente; pero ese punto de vista no parece estar en armonía con las declaraciones del caso, las cuales se dan en las Escrituras y que informan los detalles. Si Jehová deseaba impartirle esa información a Saúl, ¿por qué no le respondió cuando Saúl le preguntó a través de los canales legítimos de la comunicación divina? Saúl lo había intentado todo y no había logrado obtener una respuesta. ¿Por qué Jehová haría caso omiso de los medios que él mismo estableció y enviaría a Samuel, que era un profeta, a revelarse a Saúl por un medio prohibido? ¿Por qué emplearía a una persona con espíritu de adivinación para ese fin, un medio que ciertamente había condenado con su propia ley?” (Answers to Gospel Questions, comp. de Joseph Fielding Smith Jr., 5 tomos, 1957–1966, tomo IV, págs. 108–109).
1 Samuel 29–31
Jehová le da instrucciones a David de salvar a su pueblo de los amalecitas
En tu diario de estudio de las Escrituras fíjate en la lista que creaste de las decisiones importantes que tomarás en los próximos años. Medita en las siguientes preguntas: ¿Cuáles son algunas de las consecuencias positivas que podrías recibir si tomas decisiones rectas? ¿Cuáles son algunas de las consecuencias negativas que podrías tener si tomas decisiones injustas?
En 1 Samuel 29:1–30:3 aprendemos que David y sus hombres estaban con los ejércitos de los filisteos cuando éstos marcharon a la batalla contra los israelitas. Muchos de los líderes filisteos no querían que David y sus hombres estuvieran en la batalla, así que el rey mandó a David y a sus hombres que regresaran a la tierra de los filisteos. Cuando regresaron a casa, se dieron cuenta de que los amalecitas habían destruido su ciudad y se habían llevado cautivas a sus familias.
Lee 1 Samuel 30:4, y determina cómo reaccionaron David y sus hombres ante esa tragedia.
Lee 1 Samuel 30:6–8 en busca de lo que hizo David durante ese tiempo de tragedia.
El pectoral del sumo sacerdote, en el cual estaban el Urim y el Tumim, estaba sujeto al efod (parte de la vestimenta del sumo sacerdote; véase Éxodo 28:26–30). Éstos eran medios aprobados para recibir revelación. David había pedido al sumo sacerdote que llevara el efod para preguntar a Jehová por medio del Urim y el Tumim, y obtuvo una respuesta inmediata.
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Para permitirte comparar este relato en el que David buscó la guía de Jehová con el intento de Saúl de recibir dirección divina en 1 Samuel 28, responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Qué aprendes de la experiencia de David en cuanto a recibir respuestas a preguntas?
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¿Qué principio nos puede enseñar ese relato acerca de invitar al Señor a dirigir nuestra vida?
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¿Cuándo has sentido al Señor dirigir tu vida? ¿Cómo influyó eso en ti y en los que te rodean?
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En 1 Samuel 30:9–31:13 aprendemos que David y su ejército conquistaron a los amalecitas y rescataron a sus familias. Después David compartió con su pueblo las provisiones del enemigo. La experiencia de David nos enseña que cuando somos fieles, invitamos al Señor a dirigir nuestra vida.
Mientras tanto, los filisteos fueron a la batalla contra los israelitas. Tres de los hijos de Saúl fueron muertos, entre ellos Jonatán. Cuando Saúl temía que los filisteos lo iban a matar en la batalla, tomó su propia vida.
“A pesar de que el terminar con la vida de uno sea incorrecto, una persona que comete suicidio tal vez no sea responsable de sus propios actos; sólo Dios puede juzgar en este asunto. El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo:
“Es obvio que no conocemos todas las circunstancias que hay detrás de cada suicidio; únicamente el Señor las sabe y Él es quien juzgará todas nuestras acciones aquí en la Tierra…’ (véase “Lo que sabemos y lo que no sabemos sobre el suicidio”, Liahona, marzo de 1988, pág. 18)” (Temas del Evangelio, “Suicidio”; LDS.org).
Considera el efecto que tendrán en ti y en las personas que te rodean las decisiones que estás tomando ahora. Escribe una meta que te ayude a tomar decisiones rectas para que el Señor te pueda dirigir.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado 1 Samuel 25–31 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: