Unidad 14: Día 2
Deuteronomio 1–13
Introducción
Aproximadamente 40 años después de que el Señor sacó a los israelitas de Egipto, Moisés les habló en los llanos de Moab, al este del río Jordán y de la tierra prometida. A fin de preparar a los israelitas para entrar en la tierra prometida, Moisés les enseñó la importancia de recordar y obedecer al Señor. También repitió el mandato de quitar de la tierra prometida a los cananeos y todos los elementos relacionados con su adoración de dioses falsos.
Deuteronomio 1–6
Moisés le enseña a Israel acerca de la importancia de recordar al Señor y obedecerlo
Aunque los acontecimientos relacionados con el éxodo de los israelitas de Egipto y sus experiencias mientras eran conducidos a la tierra prometida se registraron en los libros de Éxodo y de Números, también se mencionan varias veces en el libro de Deuteronomio. La palabra deuteronomio significa “repetición de la ley”.
Si fueras Moisés, ¿qué experiencias les pedirías a los israelitas que recordaran? ¿Por qué?
Busca en Deuteronomio 6:12–15; 8:2–3, 11–18; 9:7–8 algunas razones por las que Moisés, al enseñar a los israelitas, mencionó repetidamente los acontecimientos relacionados con el éxodo y la manera en que fueron guiados en el desierto. Podrías marcar lo que encuentres.
Lee Deuteronomio 4:9 para averiguar lo que los israelitas debían hacer para no olvidar la influencia del Señor en sus vidas.
La frase “guárdate y guarda tu alma con diligencia” (Deuteronomio 4:9) significa que debían tener cuidado y ser diligentes. Un principio que aprendemos de ese versículo es que si no somos diligentes, entonces podemos llegar a olvidar las ocasiones en las que hemos visto la influencia del Señor en nuestra vida.
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Completa las siguientes actividades en tu diario de estudio de las Escrituras:
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Contesta la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los peligros de olvidar la influencia del Señor que hemos visto en nuestra vida?
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Reflexiona en las experiencias que muestran la influencia del Señor en tu vida o en la vida de alguien que conozcas. Escribe una o dos oraciones que describan dos de esas experiencias.
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¿Alguna vez sentiste o te dijeron que los mandamientos y las normas del Señor limitan tu libertad o tu capacidad de divertirte? A medida que continúes estudiando Deuteronomio, busca las razones por las que el Señor nos ha dado mandamientos y normas.
En Deuteronomio 5, Moisés les repitió los Diez Mandamientos a los hijos de Israel. Lee Deuteronomio 6:3–5 y busca otro mandamiento que Moisés declaró a los israelitas. Jesús se refirió a éste como “el primero y grande mandamiento” (Mateo 22:38).
Según el versículo 3, ¿cuál sería el resultado si los israelitas obedecían ese mandamiento? (Si lo deseas, marca lo que encuentres.)
Al leer Deuteronomio 6:6–9, presta atención a lo que Moisés enseñó que los israelitas debían hacer con los mandamientos de Dios.
¿De qué manera crees que el seguir esas instrucciones habría ayudado a los israelitas a tener cuidado y ser diligentes para no olvidarse de los mandamientos de Dios?
De acuerdo con las instrucciones que se encuentran en los versículos 8–9, los judíos establecieron costumbres que consisten en el uso del Shemá, la mezuzá y los tefilín (o filacterias). La palabra Shemá proviene de una palabra hebrea que significa “escuchar”, y procede del comienzo de las instrucciones de Moisés que están registradas en Deuteronomio 6:4: “Escucha, oh Israel”. En su totalidad, el Shemá consiste en Deuteronomio 6:4–9; Deuteronomio 11:13–21; y Números 15:37–41, en ese orden. Los judíos devotos los recitan diariamente como oración vespertina y matutina. Muchos judíos escriben esas mismas referencias sobre un trozo de pergamino y colocan éste en un pequeño receptáculo llamado mezuzá (la palabra hebrea para jamba de puerta), el cual luego ubican en el lado derecho del marco de la puerta de sus casas. Los tefilín, también llamados filacterias, son pequeñas cajas de cuero que se llevan sobre la frente y en la parte interior del bíceps del brazo no dominante, con la caja apuntando hacia el corazón. En esas cajas se colocan trozos de pergamino con algunos de los mismos pasajes del Shemá. En la época de Jesucristo, el mal uso de esa tradición llevó a las personas a ser orgullosas y a “[ensanchar] sus filacterias” (Mateo 23:5).
Lee Deuteronomio 6:24 y 10:12–13, y presta atención a lo que Moisés dijo acerca del propósito de los mandamientos de Dios.
De esos versículos aprendemos que los mandamientos que Dios nos da son siempre para nuestro bien.
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Piensa en uno de los mandamientos que alguien podría pensar que limita nuestra libertad o nuestra capacidad de divertirnos. En tu diario de estudio de las Escrituras, explica de qué manera el mandamiento que elegiste es para nuestro bien. Si lo deseas, registra tu testimonio de cómo sabes que los mandamientos que Dios nos da son siempre para nuestro bien.
Deuteronomio 7–13
Moisés da instrucciones a Israel de que quiten a los cananeos y sus elementos de adoración, y que guarden los mandamientos de Dios
Una trampa de lazo es un dispositivo que tiene por objeto atrapar los animales que la pisan. ¿De qué manera es el cebo de la trampa semejante a las tentaciones que experimentamos?
En Deuteronomio 7, Moisés enseñó a los israelitas lo que debían hacer para superar las trampas que existían en la tierra prometida en la forma de prácticas inicuas que podían llegar a resultar atrayentes o tentadoras para los israelitas. Las personas que ya vivían en la tierra prometida participaban en terrible iniquidad e idolatría, e incluso sacrificaban a sus niños inocentes a sus dioses falsos (véase Deuteronomio 12:30–31). A medida que estudies Deuteronomio 7, busca verdades que puedan ayudarte a superar las tentaciones a las que te enfrentes.
Lee Deuteronomio 7:1–6, 16, 25–26 para averiguar lo que el Señor mandó a los israelitas que hicieran con el pueblo de la tierra de Canaán y con los elementos relacionados con su adoración de dioses falsos.
Si los israelitas no obedecían esos mandamientos, se apartarían del convenio que habían hecho de servir sólo al Señor. Entonces, perderían el poder y la protección del Señor y serían destruidos.
Deuteronomio 7:2 se entiende mejor al tener en cuenta pasajes de las Escrituras anteriores. El Señor les había mandado a los israelitas que fueran respetuosos con los extranjeros y los advenedizos y que no los oprimieran (véase Éxodo 22:21; Levítico 19:33–34), a menos que éstos practicaran la idolatría, hicieran sacrificios a otros dioses, realizaran otras acciones inicuas relacionadas que corrompieran al pueblo del convenio del Señor, o si rehusaban la oferta de paz de los israelitas (véase Deuteronomio 20:10–17). Si eran completamente malvados, como lo habían sido las personas de Sodoma y Gomorra, entonces su destrucción era la única alternativa para proteger a las generaciones futuras y a los hijos de Israel (véase 1 Nefi 17:32–37).
En Deuteronomio 7:6, Moisés les recordó a los israelitas que eran “pueblo santo para Jehová [su] Dios”. La palabra santo significa que algo ha sido apartado para propósitos sagrados. La expresión pueblo santo se refiere a quienes son apartados o escogidos para servir a Dios a fin de lograr Sus propósitos para la salvación de Sus hijos.
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Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué manera las palabras de Moisés en Deuteronomio 7:6 podrían haber ayudado a los israelitas a comprender la importancia de quitar de la tierra prometida todas las influencias inicuas?
Un verdad que aprendemos de Deuteronomio 7:6 es que para ser el pueblo del Señor, debemos eliminar y evitar las influencias de nuestro entorno inmediato que puedan conducirnos al pecado. Aunque no seamos capaces de eliminar todas las fuentes de tentación de nuestra vida, el Señor nos bendecirá cuando procuremos quitar de nuestro entorno inmediato cualquier iniquidad que podamos y desarrollar autodisciplina para evitar otras influencias que puedan conducirnos al pecado.
La siguiente lista describe varias trampas espirituales que, si las dejamos permanecer en nuestra vida, pueden conducirnos a quedar atrapados en el pecado. Agrega dos trampas adicionales que recuerdes:
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Una película con contenido inmoral en tu casa o en un dispositivo portátil.
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Amigos que fomentan conductas que implican desobedecer al Señor.
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Acceso a las drogas y al alcohol.
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Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: Para ser el pueblo del Señor, ¿por qué es importante que eliminemos o evitemos la influencia de las trampas que se han mencionado?
Si tienes alguna influencia en tu entorno inmediato que pueda conducirte al pecado, aplica ese principio para eliminar lo que puede eliminarse y evitar lo que no.
En Deuteronomio 8–13 leemos cómo Moisés continuó haciéndoles acordar a los israelitas acerca de sus experiencias en el desierto y les repitió la importancia de obedecer los mandamientos de Dios. Les advirtió nuevamente acerca de las consecuencias que sufrirían si no expulsaban por completo a las otras naciones de la tierra prometida ni destruían los elementos relacionados con la adoración de dioses falsos.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Deuteronomio 1–13 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: