Unidad 15: Día 2
Josué 1–2
Introducción
El libro de Josué comienza donde termina Deuteronomio, cuando los israelitas acampaban al lado este del río Jordán, listos para entrar en la tierra prometida. Después de que Moisés fue trasladado y llevado de entre los israelitas, el Señor dio instrucciones a Josué de que guiara a los hijos de Israel a la tierra prometida. El Señor le aseguró a Josué que estaría con él. Josué preparó a los israelitas para cruzar el río Jordán y organizó su partida. Envió dos espías a Jericó. Ahí, Rahab salvó a los espías de que fuesen capturados y a cambio ellos prometieron preservarla a ella y a su familia de la destrucción que estaba por venir.
Josué 1:1–9
El Señor da instrucciones a Josué de que guíe a Israel a la tierra prometida y promete que estará con él
Imagina que recibes una llamada telefónica de tu obispo o presidente de rama para pedirte que des un discurso este domingo en la reunión sacramental. ¿Qué sentimientos podrías tener con respecto a esa invitación?
Algunas personas podrían experimentar sentimientos de nerviosismo o temor por hablar frente a otras personas. ¿Cuáles son algunas cosas que el Señor nos pide hacer a las que algunos miembros de la Iglesia les podrían temer? Conforme estudies Josué 1–2, localiza las verdades que te pueden ayudar cada vez que sientas temor de hacer lo que Dios te pide.
Lee Josué 1:1–4 para determinar lo que el Señor le mandó hacer a Josué.
Medita qué pudo haber sido atemorizante acerca de esa tarea. Por ejemplo, si hubieras estado en el lugar de Josué, ¿cómo te habrías sentido al tomar el lugar de Moisés como líder de un grupo tan grande de personas o al tomar la responsabilidad de llevar a tu pueblo a la batalla?
Lee Josué 1:5–7, 9 para encontrar las promesas o instrucciones del Señor que podrían haber ayudado a Josué. ¿Qué instrucción ves que se repite en esos versículos? (Podrías marcar esa instrucción.)
¿Qué promesa del Señor podría haber ayudado a Josué a esforzarse y ser valiente (específicamente en los versículos 5 y 9)?
De esos versículos aprendemos que cuando el Señor está con nosotros, podemos ser fuertes y de buen ánimo.
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En tu diario de estudio de las Escrituras, contesta dos de las siguientes preguntas o todas ellas:
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¿Cómo podemos cumplir con las palabras “esfuérzate y sé valiente” cuando el Señor está con nosotros?
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¿Qué podemos hacer para invitar al Señor a estar con nosotros?
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¿En qué ocasiones has sentido que el Señor estuvo contigo y te dio fortaleza o valor para hacer algo difícil?
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En Josué 1:7 vemos que a Josué se le dijo que no se apartara de la ley de Dios ni a la derecha ni a la izquierda (en otras palabras, debía guardar los mandamientos de Dios con exactitud). Lee Josué 1:8 para determinar qué le habría ayudado a Josué a hacer eso. Marca lo que encuentres.
El “libro de la ley” probablemente se refiere a los cinco libros de Moisés a los que Josué tenía acceso (Génesis–Deuteronomio). Meditar en las Escrituras significa estudiarlas y reflexionarlas.
Además de meditar en las Escrituras, ¿que más le mandó el Señor a Josué que hiciera, según lo que dice en el versículo 8? Marca lo que encuentres.
De acuerdo con el versículo 8, ¿qué prometió el Señor si Josué meditaba en las Escrituras y vivía de acuerdo con las enseñanzas que se encuentran en ellas?
Podrías escribir el siguiente principio en tu ejemplar de las Escrituras: Si meditamos en las Escrituras a diario y vivimos de acuerdo con las enseñanzas que se encuentran en ellas, entonces prosperaremos y tendremos éxito.
¿Qué piensas que debió haber significado para Josué que prosperara y todo le saliera bien en su situación? ¿Qué podría significar para ti que todo te saldrá bien?
A medida que reflexiones esas preguntas, lee la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson, y subraya el tipo de éxito que proviene de meditar en las Escrituras todos los días y vivir de acuerdo con sus enseñanzas: “El Señor no le estaba prometiendo riquezas materiales, ni fama, sino que su vida prosperaría en rectitud y tendría éxito en aquello que es más importante en la vida: la búsqueda de la verdadera felicidad. (Véase 2 Ne. 2:25.)” (“El poder de la palabra”, Liahona, julio de 1986, pág. 74).
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Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo el meditar en las Escrituras y el vivir de acuerdo con sus enseñanzas te ha ayudado a prosperar en rectitud y a tener éxito para encontrar la verdadera felicidad?
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Considera cómo el meditar en las Escrituras y el vivir de acuerdo con sus enseñanzas puede ayudarte con un desafío o problema por el que estés pasando en estos momentos. En tu diario de estudio de las Escrituras escribe una meta para mejorar tu estudio diario de las Escrituras. Podrías pedir a algún miembro de tu familia o amigo que te ayude a lograr tu meta.
Josué 1:10–18
Josué prepara a los israelitas para cruzar el río Jordán
¿Si el profeta te pidiera que dejaras a tu familia por cierto tiempo y quedaras expuesto a la adversidad y quizás al peligro, irías?
Recuerda que a las tribus de Rubén, de Gad y a la mitad de la tribu de Manasés se les concedieron sus heredades de tierra al oriente del río Jordán bajo la condición de que los hombres ayudarían a las tribus restantes de Israel a luchar para obtener sus heredades al poniente del río (véase Números 32). EnJosué 1:10–15 vemos que Josué les recordó a los hombres de esas tribus acerca de ese acuerdo.
Lee Josué 1:16–18 para averiguar cómo respondieron los hombres de esas tribus a Josué. Podrías marcar su respuesta.
¿Por qué crees que esos hombres estaban dispuestos a seguir el consejo de Josué y su dirección?
Josué 2
Josué envía espías a Jericó, donde son protegidos por Rahab y prometen preservar a su familia
Antes de que el pueblo de Israel entrara en la tierra prometida, Josué envió dos espías al otro lado del río Jordán, a la ciudad de Jericó. Jericó fue la primera ciudad del lado poniente del río Jordán que a los israelitas se les mandó conquistar.
Josué 2:1–8 relata que el rey de Jericó se enteró de los espías israelitas y envió hombres a capturarlos. Una ramera llamada Rahab salvó a los espías de ser capturados al esconderlos en el terrado de su casa.
Lee Josué 2:9–11 para averiguar lo que Rahab dijo a los dos espías israelitas.
¿De quién testificó Rahab?
No obstante el pasado de Rahab como ramera, dos de los autores del Nuevo Testamento la describieron como una mujer que mostró fe en el Señor y fue bendecida por brindar refugio a los espías israelitas (véase Hebreos 11:31; Santiago 2:25).
En Josué 2:12–16 leemos que Rahab pidió a los dos espías que hicieran un juramento de que el ejército israelita le perdonaría la vida a ella y a su familia por haber salvado a los espías. Lee Josué 2:17–21 para conocer la respuesta de los espías. (Es probable que el “cordón de grana” [Josué 2:18] se refiere a algún tipo de tela o cuerda hecha de hilo rojo. Es serviría para que el ejército reconociera la casa de Rahab.)
Después de hacer ese juramento con Rahab, los dos espías descendieron por la ventana de Rahab, salieron de la ciudad y escaparon de regreso al otro lado del río Jordán para informar a Josué.
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Para concluir con tu estudio de esta lección, elige a una de las siguientes personas o grupos de personas: Josué; los hombres de las tribus de Rubén, de Gad y de Manasés; los espías; Rahab. En tu diario de estudio de las Escrituras, resume en algunas frases cómo esa persona o grupo de personas demostró fe en el Señor.
Un principio que aprendemos de los ejemplos de esas personas o grupos de personas es que podemos demostrar nuestra fe en el Señor por medio de nuestras acciones.
Para demostrar tu fe en el Señor puedes actuar conforme a las verdades que has aprendido hoy.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Josué 1–2 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: