Unidad 16: Día 3
Jueces 10–21
Introducción
Cuando los hijos de Israel se arrepintieron de sus pecados, el Señor siguió levantando jueces para librarlos de sus opresores. Uno de esos jueces, Sansón, fue bendecido con una increíble fortaleza física, pero no llegó a lograr su llamado divino debido a sus decisiones egoístas.
Jueces 10–21
El Señor llama a otros jueces, incluyendo a Sansón, para liberar a los israelitas de sus enemigos
¿Alguna vez has pensado en las cosas que al Padre Celestial le gustaría que lograras en tu vida?
-
En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de algunas cosas que al Padre Celestial le gustaría que lograras en tu vida.
Como hijo de Dios, tienes un potencial divino, y con la ayuda del Padre Celestial, puedes alcanzar todo lo que Él desea para ti. Conforme estudies Jueces 10–21, busca verdades que te ayuden a entender lo que te podría impedir que logres alcanzar lo que el Padre Celestial desea para ti.
En tu estudio de Jueces 1–3, aprendiste que los israelitas pasaron continuamente por un ciclo de pecado, aflicción, arrepentimiento y liberación.
En Jueces 10–12, leemos en cuanto a cómo continuaron con ese ciclo. Después de que los israelitas comenzaron a adorar a dioses falsos de nuevo, les afligieron sus enemigos, los amonitas. Cuando los israelitas se volvieron al Señor, Él levantó a un juez llamado Jefté para librarlos de sus enemigos.
Lee Jueces 13:1 para ver lo que los israelitas hicieron después de ser librados.
¿Qué tipo de líder piensas que los israelitas necesitaban para ayudarles a romper el ciclo del pecado y la liberación, y a librarse de sus enemigos?
Lee Jueces 13:2–5 para descubrir las características especiales del nuevo líder que el Señor mandaría para que ayudara a los israelitas.
Fíjate en que ese nuevo líder iba a ser nazareo. Recordarás que los nazareos eran hombres que hacían un juramento o convenio de dedicarse a Dios por un periodo de tiempo. Durante el periodo de su juramento, los nazareos prometían no beber vino, tocar ninguna cosa muerta o cortarse el cabello (véase el Diccionario de la Biblia en inglés, “Nazarite”). A veces a Cristo se le llamaba nazareno (véase Mateo 2:23), que significaba que era de la ciudad de Nazaret, no que fuera nazareo.
Vuelve al diagrama “El ciclo del pecado y la liberación en el libro de los Jueces”, y piensa cómo podría bendecir a los israelitas tener un líder cuya vida estuviera dedicada a Dios. ¿Cómo podría un líder así ayudar a los israelitas a romper el ciclo del pecado para que pudieran ser libres de sus enemigos de forma permanente?
En Éxodo 13:6-23, leemos que el ángel se volvió a aparecer a la mujer y a su esposo y les repitió el mensaje en cuanto a su hijo. Busca el nombre de su hijo, el nuevo líder israelita, en Jueces 13:24.
Lee Jueces 14:1–3 para aprender lo que Sansón deseaba cuando llegara a ser adulto.
¿Qué deseaba Sansón?
Basándote en lo que has aprendido en cuanto a los mandamientos de Dios sobre con quién se debían o no se debían casar los israelitas, ¿qué tenía de malo ese deseo?
El Señor había mandado a los israelitas que no se casaron con aquellos que no eran parte del pueblo del convenio de Dios, pues esos matrimonios resultarían en pecado y destrucción (véase Deuteronomio 7:3–4). ¿Qué aprendemos de Jueces 14:1–3 en cuanto a Sansón y su deseo de seguir al Señor?
-
Escribe la siguiente declaración incompleta en tu diario de estudio de las Escrituras: Si ponemos nuestros propios deseos por encima de la voluntad del Señor, entonces… Al continuar aprendiendo en cuanto a las decisiones de Sansón, piensa en cómo podrías completar este principio. Cuando acudan a tu mente ideas sobre cómo terminar la declaración, escríbelas en ese ejercicio en el diario.
Lee Jueces 14:5–6 para ver lo que hizo Sansón cuando viajaba para casarse con una mujer filistea. Piensa en cuanto a lo que esos versículos nos enseñan acerca de la fuerza física de Sansón. De acuerdo con el versículo 6, ¿cuál era la fuente de la fuerza física de Sansón?
Hoy en día, cuando decimos que alguien tiene el Espíritu del Señor, normalmente nos referimos a alguien que es fiel y obediente y, por tanto, está cerca de Dios. Sin embargo, al referirse a Sansón, la frase parece reconocer simplemente la increíble fuerza física de Sansón (véanse Jueces 14:6, 19; 15:14), que venía como un don de Dios. Las Escrituras dan crédito al Señor, la verdadera fuente del don de Sansón, diciendo que “el espíritu de Jehová cayó sobre él”, pero eso no significa necesariamente que el Señor indujera o aprobara las acciones de Sansón. A veces, Sansón usaba su don de fuerza de la manera correcta, y otras veces no.
En Jueces 14:7–15 aprendemos que Sansón regresó a Timnat, donde descubrió que las abejas habían hecho un panal dentro del cadáver del león al que él había matado. Sansón usó esa experiencia para formar un acertijo para desafiar a los filisteos. Cuando los filisteos no pudieron descubrir la respuesta al acertijo, amenazaron a la esposa de Sansón y la convencieron para que obtuviera la respuesta de él. Eso condujo a una serie de conflictos entre Sansón y los filisteos.
-
Termina la siguiente asignación en tu diario de estudio de las Escrituras para descubrir lo que motivaba las acciones de Sansón. A continuación se encuentran resúmenes de decisiones que Sansón tomó, como se explican en Jueces 14–15. Después de leer los versículos que corresponden a cada resumen, escribe en tu diario de estudio de las Escrituras la emoción o el deseo que consideres que motivó a Sansón a escoger de la manera que lo hizo.
-
Jueces 14:16–20; 15:1–2. Después de que la esposa de Sansón reveló la respuesta del acertijo a los filisteos, Sansón se separó de ella.
-
Jueces 15:1–5. Cuando Sansón descubrió que su suegro, que era filisteo, dio la mujer de Sansón a otro hombre, Sansón quemó la cosecha de los filisteos.
-
Jueces 15:6–8. Los filisteos procuran vengarse de Sansón y queman a su esposa y a su suegro. Sansón responde y ataca a los filisteos “con gran mortandad” (Jueces 15:8).
-
Jueces 15:10–16. Los filisteos fueron contra Sansón para aprehenderlo y hacer con él como él les había hecho a ellos. Sansón respondió: “Yo les he hecho como ellos me hicieron” (Jueces 15:11). Él mató a mil filisteos más.
-
Al leer los versículos de la asignación, ¿te fijaste en las palabras enojo en Jueces 14:19 y vengaré en Jueces 15:7? Reflexiona en cuanto a cómo las decisiones de Sansón de actuar con enojo y buscar venganza le afectaron a él y a su familia. De ese relato aprendemos que la ira y la venganza nos llevan a tomar decisiones que nos lastiman a nosotros y a los demás.
Lee Jueces 16:1 para buscar evidencia de que Sansón continuó poniendo sus deseos egoístas por encima de la voluntad del Señor.
En Jueces 16:2–14 leemos que continuó el patrón de conflicto y venganza entre Sansón y los filisteos. Los filisteos decidieron sobornar a una mujer filistea llamada Dalila para que descubriera la fuente de la fuerza física de Sansón. Esperaban usar esa información para vencer a Sansón. En tres ocasiones diferentes, Dalila intentó persuadir a Sansón para que le revelara la fuente de su fuerza, pero él le mintió cada vez.
Lee Jueces 16:15–20 para determinar lo que sucedió cuando Dalila habló con Sansón una cuarta vez en cuanto a la fuente de su fuerza. En el versículo 20, marca por qué Sansón perdió su fuerza.
El cabello de Sansón no era la fuente de su fuerza. Él perdió la bendición de su fuerza porque “Jehová ya se había apartado de él” (Jueces 16:20). Su fuerza física era un símbolo de la relación que tenía con Dios por medio de su convenio; Dios era la fuente de esa fuerza. Cuando quebrantó sus convenios mediante acciones inapropiadas, con el tiempo Sansón perdió su fuerza.
No se sabe por qué el Señor le permitió a Sansón retener su don de fuerza física durante un tiempo mientras actuaba de manera inapropiada. En Doctrina y Convenios 3:4, Dios advirtió que “aun cuando un hombre reciba muchas revelaciones, y tenga poder para hacer muchas obras poderosas, y sin embargo se jacta de su propia fuerza, y desprecia los consejos de Dios, y sigue los dictados de su propia voluntad y de sus deseos carnales, tendrá que caer e incurrir en la venganza de un Dios justo”. Parece que ese era el caso de Sansón.
De la experiencia de Sansón, aprendemos el siguiente principio: Si quebrantamos nuestros convenios con el Señor, entonces Él apartará Su Espíritu de nosotros.
-
Cuando el Señor apartó Su Espíritu de Sansón, éste perdió su don de fuerza física. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué bendiciones o destrezas podríamos perder cuando el Espíritu del Señor no está con nosotros?
En Jueces 16:21–27 se habla de cómo los filisteos capturaron a Sansón, lo dejaron ciego y lo pusieron como esclavo. Con el tiempo, llevaron a cabo una celebración afirmando que su dios había entregado a Sansón en sus manos. Durante la celebración, Sansón le pidió a un joven que lo llevara a los pilares principales del edificio para que se pudiera apoyar sobre ellos.
Lee Jueces 16:28–30 para conocer el propósito de la oración de Sansón al Señor. Según el versículo 28, ¿por qué quería Sansón matar a los filisteos del edificio?
Recuerde que el Señor había llamado a Sansón para que dedicara su vida a Él a fin de que el Señor pudiera librar a los israelitas de los filisteos. Vuelve a fijarte otra vez en el diagrama “El ciclo del pecado y la liberación del libro de los Jueces”.
En Jueces 17–21 aprendemos que, después de la muerte de Sansón, los israelitas continuaron pecando contra el Señor y sufrieron aflicciones de parte de sus enemigos.
“En los capítulos finales de Jueces el escritor se volvió de los relatos de los héroes de Israel a dos incidentes que ilustran cuán bajo era el nivel de la religión y la moral en los días en que Israel se apartó de su convenio con el Señor y cada uno ‘hacía como mejor le parecía’ (Jueces 17:6; 21:25).
“Las historias de Micaía el levita y la migración danita, en los capítulos 17 y 18, y el relato de la violación de la concubina en Gabaa con el castigo consiguiente de los benjaminitas, en los capítulos 19–21, son ejemplos de los peores días de Israel. En estos relatos nada muestra que los israelitas estuvieran haciendo lo que era recto” (El Antiguo Testamento: Manual para el alumno, Génesis–2 Samuel, Manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983, pág. 247).
Aunque Sansón mató a muchos filisteos, no ayudó a los israelitas a volverse al Señor y abandonar sus pecados, lo cual era necesario para que ellos de verdad fueran librados de sus enemigos (véase D. y C. 3:4). El élder Mark E. Petersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó acerca de la vida malgastada de Sansón:
“Sansón era fuerte físicamente, pero aún así era débil. ¿Cuánto importó la fortaleza de su gran físico cuando la tentación estuvo ante él?…
“Sansón estaba bajo convenio; era un siervo de Dios, apartado para hacer la obra del Señor. Se había comprometido a edificar el reino de Dios. En muchas maneras, era un fracaso en la vida…
“Un compromiso después de otro se fueron añadiendo a su debilidad de propósito. Su deseo de ser como otros hombres lo cegaba ante su responsabilidad y quitaba valor ante sus ojos a la santidad de sus convenios. Cuanto más se debilitaba su resolución, más se hundía en las cosas mundanas hasta que al fin se rindió por completo” (Your Faith and You, 1953, págs. 243–245).
Acude a la declaración incompleta que escribiste en tu diario de estudio de las Escrituras para la asignación 2 de esta lección. Basándote en lo que aprendiste del ejemplo de Sansón, completa la declaración en tu asignación del diario de estudio de las Escrituras y escribe cómo se aplica a lograr tu propio potencial divino.
-
Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cómo consideras que la vida de Sansón habría sido diferente si hubiera procurado hacer la voluntad del Señor en lugar de la suya propia.
Si procuramos la voluntad del Señor en todo lo que hacemos, Él nos ayudará a alcanzar nuestro potencial divino y a lograr la obra que Él nos ha llamado a hacer.
Escribe en una hoja de papel algo que harás hoy que te ayudará a alcanzar tu potencial divino y a lograr lo que el Padre Celestial querría que hicieras. Lleva esa hoja de papel contigo durante el día como un recordatorio de tu meta.
-
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Jueces 10–21 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: