Unidad 5: Día 1
Abraham 3
Introducción
Antes de que Abraham fuese a Egipto, el Señor le habló, tanto por el Urim y Tumim como cara a cara, y lo instruyó sobre las estrellas y los planetas. El Señor mandó a Abraham que declarase a los habitantes de Egipto lo que había aprendido; también le mostró muchas otras cosas, incluso el concilio de los cielos y cómo el Padre Celestial seleccionó a Jesucristo para que fuera el Salvador del mundo.
Abraham 3:1–21
El Señor le enseña a Abraham sobre el orden de las estrellas
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Escribe las siguientes declaraciones en tu diario de estudio de las Escrituras. Después, dedica un momento para anotar algunas maneras de completar la primera declaración. Deja un espacio para completar la segunda declaración más adelante en la lección.
El mundo me dice que soy grandioso si…
Los verdaderos atributos de la grandeza incluyen…
Abraham 3 contiene el relato de la instrucción del Señor a Abraham sobre las estrellas (véanse los versículos 1–18), la cual ayudó a Abraham a entender la grandeza de los hijos de Dios y de Sus creaciones (véanse los versículos 19–28). Abraham recibió esta revelación por medio del Urim y Tumim, un instrumento que se da a los videntes para ayudarlos a recibir revelación y traducir idiomas. A medida que estudies esta revelación, determina lo que el Señor le enseñó a Abraham sobre la verdadera grandeza.
Abraham 3:4–13 nos enseña lo que Abraham aprendió sobre los planetas y las estrellas. Por ejemplo, un día de Kólob equivale a mil años de la Tierra (véase el versículo 4). El Señor también le mostró Sus creaciones a Abraham y le hizo una importante promesa. Lee Abraham 3:14 para averiguar lo que el Señor le prometió a Abraham. En este contexto, la promesa de descendencia incontable es una promesa de divinidad, la cual incluye posteridad eterna.
Lee Abraham 3:16 para determinar la razón por la que Kólob es la más grande de todas las estrellas. Al estudiar este versículo, recuerda que el Señor definió Kókaubeam como estrellas en Abraham 3:13.
Mira el “Facsímile del Libro de Abraham, Núm. 2”. Este facsímile era parte de una colección de papiros egipcios que algunos de los santos de Kirtland, Ohio, compraron a un comerciante de antigüedades. El facsímile contiene figuras simbólicas relacionadas con los planetas y las estrellas y con el plan de salvación del Señor. Aparte de las explicaciones que dio el profeta José Smith, no tenemos revelación adicional de los profetas modernos sobre el facsímile.
Lee Abraham 3:19, 21 para saber lo que Abraham aprendió sobre Jesucristo. Una verdad que Abraham aprendió es que Jesucristo es el más grandioso y el más inteligente de todos los hijos del Padre Celestial.
Fíjate en la palabra inteligente en el versículo 19. En las Escrituras, la palabra inteligencia a menudo se refiere a la luz y la verdad. Obtenemos inteligencia al obedecer los mandamientos de Dios, por lo que cuanto más obedientes seamos, mayor puede ser nuestra inteligencia. (Véase D. y C. 93:28, 36). Jesús es el más parecido y semejante al Padre Celestial por causa de la luz y la verdad que ha recibido mediante Su perfecta obediencia.
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Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: El saber que Jesucristo es el más inteligente, u obediente, de todos los hijos de nuestro Padre Celestial, ¿cómo te puede ser útil para ejercer fe en Él?
Abraham 3:22–28
El Señor le muestra a Abraham el concilio de los cielos
Piensa en una ocasión en la que aprendiste o descubriste algo nuevo sobre ti mismo. Por ejemplo, tal vez hayas descubierto un nuevo talento o un interés en alguna afición particular.
Abraham 3:22–23 nos enseña que el Señor le enseñó a Abraham más acerca de sí mismo mientras le mostraba la visión del concilio de los cielos que tuvo lugar antes de la creación de la Tierra. Lee Abraham 3:22–23 para averiguar lo que Abraham aprendió acerca de sí mismo. (Abraham 3:22–23 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para poder localizarlo fácilmente).
¿Te fijaste a quiénes vio Abraham reunidos en el cielo? En el versículo 22, la palabra inteligencias se refiere a los hijos de Dios procreados en espíritu. Abraham aprendió que él era un espíritu grande y noble. Una importante doctrina que aprendemos de estos versículos es que el Padre Celestial escogió a Sus hijos nobles y grandes antes de que nacieran para que llegaran a ser líderes y gobernantes sobre la Tierra.
¿Qué fue lo que hizo que estos hijos de Dios procreados en espíritu llegaran ser nobles y grandes? La grandeza de estos espíritus se debía a su disposición a ser obedientes al Padre Celestial y a seguir a Jesucristo en su vida preterrenal.
Al leer la siguiente declaración, marca palabras y frases que indiquen que tú también fuiste escogido o preordenado en la vida preterrenal para cumplir ciertas responsabilidades sobre la Tierra:
“En el mundo preterrenal de los espíritus, Dios designó a ciertos espíritus para que cumplieran misiones específicas durante la vida terrenal. A eso se le llama preordenación…
“La doctrina de la preordenación se aplica a todos los miembros de la Iglesia, no sólo al Salvador y a Sus profetas. Antes de la creación de la tierra, a las mujeres fieles se les dieron ciertas responsabilidades y los varones fieles fueron preordenados a ciertos deberes del sacerdocio. Aunque no recuerdes esa época, ciertamente acordaste cumplir importantes tareas al servicio de tu Padre” (Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio [2004], págs. 147–148).
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Vuelve a leer Abraham 3:22–23 y luego contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: El saber que fuiste escogido en la vida preterrenal para “cumplir importantes tareas al servicio de tu Padre [Celestial]”, (Leales de la Fe, pág. 148), ¿cómo puede influir en tus decisiones y acciones en la vida terrenal?
Piensa en algunas de las cosas que podrían impedir que una persona cumpliera en la vida terrenal las tareas para las cuales Dios la preordenó o escogió.
Piensa en cómo completarías la siguiente afirmación: La prueba de la vida es…
Estudia Abraham 3:24–25 para saber cuál es la prueba de la vida. La palabra probaremos es este pasaje quiere decir poner a prueba. Basándote en lo que has aprendido de los versículos 24–25, completa el siguiente principio: La prueba de la vida es determinar si .
Recuerda que esta prueba comenzó en nuestra vida preterrenal, o en nuestro “primer estado”. En las Escrituras se refiere a nuestra decisión, como espíritus, de ser obedientes a los mandamientos de Dios y a seguir Su plan como guardar nuestro primer estado. Lee Abraham 3:26 para conocer la bendición que el Padre Celestial planeó dar a cada uno de Sus hijos, procreados en espíritu, que guardaran su primer estado.
“…les será añadido” (Abraham 3:26) significa que a aquellos que escogieron seguir el plan del Padre Celestial en la vida preterrenal se les dio la oportunidad de recibir un cuerpo físico. Aquellos que se rebelaron contra el plan del Padre Celestial y no guardaron su primer estado no recibirían un cuerpo físico ni tendrían la oportunidad de alcanzar ningún reino de gloria.
El segundo estado se refiere al tiempo que hay entre nuestro nacimiento terrenal y el juicio final. Para guardar nuestro segundo estado, debemos aceptar y vivir el evangelio de Jesucristo, incluyendo el obedecer todo lo que el Padre Celestial nos manda hacer.
Utiliza Abraham 3:26 para completar el siguiente principio: Si hacemos todo lo que el Padre Celestial nos manda hacer, entonces .
Piensa en las siguientes preguntas: ¿Qué cosas estás haciendo con las cuales tu Padre Celestial está complacido? ¿En qué cosas específicas podrías mejorar a fin de ser más obediente a todos los mandamientos del Padre Celestial?
Al leer Abraham 3:27–28, piensa en quiénes fueron los dos espíritus que respondieron a la pregunta del Padre Celestial.
Jesucristo fue el primero de esos espíritus que respondió, y Lucifer (o Satanás) fue el segundo. El Padre Celestial escogió a Jesucristo para ser nuestro Salvador y dar un ejemplo de rectitud a todos los hijos de Dios. Por el contrario, Lucifer se rebeló contra el plan del Padre Celestial y persuadió a muchos de los hijos de Dios a no seguir el plan del Padre. Por cuanto Satanás y sus seguidores no guardaron su primer estado, fueron expulsados del cielo y perdieron la oportunidad de recibir un cuerpo. Por lo tanto, no pueden progresar hacia la gloria eterna.
Ahora que has estudiado Abraham 3, completa la segunda frase que escribiste en tu diario al principio de la clase: Los verdaderos atributos de la grandeza incluyen…
Piensa en las maneras que te puedes acercar más al Padre Celestial y a Jesucristo mediante la obediencia a Sus mandamientos.
Dominio de las Escrituras: Abraham 3:22–23
Para personalizar una parte de Abraham 3:22–23 reemplaza el nombre de Abraham en el versículo 23 por tu propio nombre. Después memoriza la última parte de este pasaje: “[Tu nombre], tú eres uno(a) de ellos; fuiste escogido(a) antes de nacer”.
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Cuando puedas recitar la frase de memoria, busca a un familiar o a un amigo y utiliza Abraham 3:22–13 para explicarle lo que el Señor le enseñó a Abraham sobre la vida preterrenal. Explica que cada uno de nosotros aceptó servir al Padre Celestial de algún modo antes de nacer. Después recítale la frase que memorizaste. Para completar esta asignación, escribe tu experiencia en tu diario de estudio de las Escrituras.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Abraham 3 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: