Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
El Señor ayuda a los misioneros


Lección 24

El Señor ayuda a los misioneros

Objetivo

Que los niños comprendan que Jesucristo ayuda a los misioneros a enseñar a las personas acerca de Su Iglesia.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Alma 17–19.

  2. Escoja a un misionero de su barrio que se encuentre en el campo misional o alguien a quien usted conozca a quien pueda enviarle una carta. Prepárese para ayudar a los niños a pensar en algo que escribir.

  3. Prepárese para decir el Artículo de Fe 7 y para cantar la canción “Llevaremos Su verdad al mundo” (Canciones para los niños, pág. 92).

  4. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar del Libro de Mormón.

    2. Una hoja de papel y un lápiz regular o de cera para cada alumno.

    3. Prepare una etiqueta como la de los misioneros.

    4. La lámina 3–50, Ammón defiende los rebaños del rey Lamoni (62535 002, Las bellas artes del evangelio 310).

  5. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior les dio una asignación, verifique si la hicieron.

Jesucristo ayudó a Ammón a ser un buen misionero

Actividad para despertar el interés

Pida un voluntario para que le ayude, y dígale que se ponga de pie al frente de la clase, mirando al resto de los niños.

• ¿Qué necesita (nombre del niño) para parecer un misionero?

Póngale la etiqueta con el nombre a cada niño, y dígales que esas etiquetas para los nombres son similares a las que usan, como distintivo, los siervos de Jesucristo. Recuérdeles lo sagrado que son los nombres de élder y hermana. Aun a las Autoridades Generales se les llama élderes.

Análisis

Pregunte a los niños cuántos de ellos tienen hermanos, hermanas, abuelos u otros familiares que se encuentren sirviendo en el campo misional o que hayan ido a la misión en el pasado, y déles la oportunidad de contar a la clase quiénes de sus parientes, amigos o miembros del barrio se encuentran en la misión y dónde, y déjeles hablar de ello. Es muy probable que deseen hablar de los padres de ellos que hayan ido a la misión en su juventud. De ser así, pregúnteles dónde sirvieron sus padres u otros familiares y qué hicieron mientras estaban en la misión.

Presentación por el maestro

Diga a los niños que Jesucristo ama a todos los habitantes de la tierra y desea que todos lleguemos a saber acerca de Su Iglesia verdadera. Él se siente feliz cuando los misioneros están dispuestos a enseñar la verdad a las gentes de todas partes.

Lámina y relato

Muestre la lámina 3–50, Ammón defiende los rebaños del rey Lamoni. Con sus propias palabras, cuénteles el siguiente relato de un joven llamado Ammón y de cómo llegó a ser un buen misionero (véase Alma 17–19).

Ammón era un príncipe nefita, uno de los hijos de un rey justo y bueno llamado Mosíah. Ammón escogió enseñar el Evangelio de Jesucristo a los lamanitas en vez de ser rey.

Ammón amaba a Jesucristo y deseaba servirle de la mejor manera posible, por lo que oró y ayunó para que el Espíritu Santo estuviera con él y le ayudara.

Cuando Ammón fue a la tierra de los lamanitas, éstos lo ataron y lo llevaron ante su rey porque pensaron que era enemigo de ellos. Entonces Ammón pidió ser siervo del rey. Esto le cayó bien al rey Lamoni, quien le permitió vivir.

Un día en que Ammón y algunos siervos del rey llevaban los rebaños para darles de beber, les salieron al encuentro algunos hombres enemigos del rey y les esparcieron los rebaños; y sucedió que los siervos del rey Lamoni sintieron un gran temor, pues sabían que el rey los haría matar si los rebaños eran robados o se perdían.

Cuando Ammón escuchó esto, dijo a los siervos que él les ayudaría. Les indicó entonces que reunieran los rebaños y que él se iba a encargar de los ladrones, porque sabía que el Espíritu estaría con él.

Cuando los ladrones vieron que Ammón se acercaba, no le tuvieron temor porque ellos eran muchos y Ammón estaba solo. Pero no sabían que el Señor ayudaba a Ammón. Éste empezó a arrojarles piedras con su honda y lo hacía con tanta fuerza que ellos se asombraron. Ellos también comenzaron a arrojarle piedras, pero no podían pegarle. Sí, el Espíritu le protegía.

Entonces, los ladrones se lanzaron contra Ammón con sus mazas (arma parecida a un mazo o garrote), pero Ammón recibió una fuerza tan grande del Señor que con su espada cortaba el brazo de todo el que levantaba la maza para matarlo. Así fue que los ladrones empezaron a asombrarse y tan grande fue el miedo que sintieron, que huyeron de él. Ammón pudo proteger los rebaños del rey Lamoni porque el Señor le ayudó.

Análisis

• ¿De qué manera ayudó el Espíritu a Ammón? (Le protegió de los ladrones y le dio la fuerza y el poder que necesitaba para derrotarlos.)

Ponga de relieve el hecho de que en la actualidad los misioneros no tienen necesidad de luchar cuerpo a cuerpo ni de combatir para enseñar a otras personas acerca de la Iglesia del Salvador. Ammón luchó contra los ladrones para proteger los rebaños del rey.

Explique que el rey Lamoni, cuando se enteró de lo que Ammón había hecho, estuvo dispuesto a escuchar a Ammón, porque sabía que Ammón le era un siervo fiel y que le diría la verdad. Ammón les habló al rey y a su gente acerca del Evangelio de Jesucristo.

Pasaje de las Escrituras

Lea la primera frase de Alma 18:33, o sea, las palabras que el rey Lamoni pronunció después de haber oído a Ammón.

Diga a los niños que la fe del rey Lamoni eran tan grande y tan firme que nunca más deseó hacer lo malo; creyó en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo y deseó seguir Sus enseñanzas. El rey se sintió tan feliz de saber del evangelio que empezó a enseñar a los habitantes de su pueblo todo lo que Ammón le había enseñado a él.

Pida a los niños que escuchen mientras usted lee Alma 19:35 para ver lo que sucedió por motivo de que el Espíritu ayudó a Ammón a ser un buen misionero.

El Espíritu también ayuda a los misioneros en la actualidad

Explique que así como Ammón fue un buen misionero de la Iglesia en su época, del mismo modo hay en la actualidad muchos misioneros que enseñan a gente de todo el mundo acerca de la Iglesia verdadera. El Espíritu les ayuda, tal como le ayudó a Ammón.

Canción

Canten o repitan la letra de “Llevaremos Su verdad al mundo” (Canciones para los niños, pág. 92).

De buenos padres que aman a Dios

nosotros como Nefi pudimos nacer,

y nos enseñan a comprender

que a Dios debemos obedecer.

Como el ejército de Helamán,

debemos obedecer.

Seremos misioneros del Señor

llevando al mundo verdad.

Al mundo la verdad.

Relato

Cuente el siguiente relato acerca de cómo el Espíritu ayudó a un misionero:

Un joven recibió el llamamiento de ir a una misión a Bolivia. Allí, lo enviaron a una zona donde muchas personas no deseaban escuchar acerca del evangelio. A pesar de que él y su compañero trabajaban arduamente, no tenían buenos resultados. Entonces, una noche, comenzó a llover muy fuertemente, y el pequeño río que corría cerca de la villa comenzó a crecer más que nunca. Como consecuencia, el único puente que unía la ciudad con la carretera principal fue arrastrado por las aguas del río. Esto causó una gran confusión en toda la región.

El joven misionero vio a unas personas que necesitaban ayuda, y sin vacilar, oró al Padre Celestial pidiéndole Su ayuda mientras se arrojó a las aguas para ayudarles. El Padre Celestial le ayudó a salvar la vida de muchas personas, a auxiliar a otras que estaban heridas y a ayudar a alimentar a otras que estaban hambrientas.

Por motivo del gran servicio que ese misionero prestó a la comunidad, los que en un principio no habían querido escucharles a él y a su compañero comenzaron a prestarles atención. Así aprendieron a quererle mucho y hasta se acercaron a la puerta de su casa; aceptaron su testimonio de Jesucristo y del evangelio que el profeta José Smith restauró. Y, en pocos meses, gracias a él, muchas personas se unieron a la Iglesia. (Véase F. Melvin Hammond, “You Can Make a Difference”, New Era, marzo de 1991, págs. 44–47.)

• ¿En qué forma ayudó nuestro Padre Celestial a ese misionero?

Diga a los niños que nuestro Padre Celestial y Jesucristo aman a los misioneros y que les ayudan para que enseñen a otras personas acerca de la Iglesia. Los misioneros ayunan y oran a menudo a fin de estar cerca de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo y de tener siempre la compañía del Espíritu.

Artículo de Fe

Explique que los miembros de la Iglesia, y especialmente los misioneros, reciben muy a menudo dones espirituales especiales. El Artículo de Fe 7 menciona algunos de esos dones.

Destaque las siguientes palabras:

“Creemos en el don de lenguas … [y en la] interpretación de lenguas.”

Relato

Dígales que el relato que les contará a continuación es un ejemplo de un misionero que recibió el don de lenguas. Explique que cuando el élder Kikuchi, que ahora es una Autoridad General de la Iglesia, era misionero, hablaba japonés y poco o nada de inglés. En seguida, cuente lo siguiente:

“Tras unirse a la Iglesia … el élder Kikuchi aceptó el llamamiento de servir como misionero … y, durante esa misión, tuvo lo que él considera una experiencia espiritual notable.

“ ‘Me encontraba más o menos a la mitad del tiempo de mi misión, sirviendo en Fukuoka, Japón, cuando el élder Gordon B. Hinckley, que acababa de ser llamado a ser Asistente de los Doce, visitó la misión. El élder Hinckley era el supervisor de todo el Oriente, y tuvimos una reunión para los misioneros.

“ ‘Por aquel tiempo, yo sólo sabía decir en inglés: buenos días, hola, ¿cómo está usted? y gracias, eso y nada más. Recuerdo que deseaba desesperadamente comprender lo que se decía en la reunión, pues sentía que reinaba en ella una gran espiritualidad. Sí, yo podía sentir el Espíritu del Señor, pero no entendía lo que hablaban’.

“El élder Hinckley expresó su testimonio y todos los demás misioneros también expresaron sus testimonios personales, menos el élder Kikuchi que había estado orando y suplicando fervientemente poder comprender lo que decían. Por último, el élder Hinckley se puso de pie y dijo que todos los élderes habían dado su testimonio con excepción de uno. Fue entonces que invitó al élder Kikuchi a hablar.

“ ‘Yo no sabía lo que él había dicho. Mi compañero me dio un suave codazo y me dijo lo que el élder Hinckley había dicho. Me puse de pie con un buen sentimiento, pero sentí como que me castañeaban los dientes, y me decía: Cuánto deseo entender y hablar inglés puesto que quiero ayudar al crecimiento de la Iglesia en el Oriente.

“ ‘Comencé a hablar en japonés, mi lengua materna, y dije una frase o dos. Entonces, de pronto, tuve una sensación extraña en la mente … y comencé a hablar en inglés. Después, todos me dijeron que yo había hablado en perfecto inglés, pero yo no entendí nada de lo que había dicho. Creo que expresé bien mi testimonio’. “Después de aquel testimonio, el élder Hinckley le prometió al joven misionero que sería bendecido. El élder Kikuchi ha dicho: ’Me dijo que el Señor me estaba preparando para algo mayor, para que ayudara a establecer Sión aquí (en el Oriente), en esta parte de la viña’ ” (Gerry Avant, “War’s Tragedies Lead to Gospel”, Church News, 29 de octubre de 1977, pág. 5).

• ¿De qué forma ayudó Jesucristo al élder Kikuchi en su misión?

• ¿Qué sentirían ustedes si hubieran estado en el lugar del élder Kikuchi y hubieran tenido esa experiencia?

Canción

Ayude a los niños a cantar o a repetir una vez más la letra de la canción “Llevaremos Su verdad al mundo”.

Resumen

Actividad escrita

Diga a los niños que ellos pueden brindar su apoyo a un misionero o una misionera escribiéndole una carta. Dígales el nombre del misionero que usted haya escogido o déles la oportunidad de que ellos escojan a uno del barrio que se encuentre en el campo misional. Explique que a los misioneros les gusta mucho recibir cartas y que también les agradaría que les dijeran que Jesucristo ayuda a los misioneros. Deje que los niños piensen lo que les gustaría escribir en la carta y escriban una con las ideas de todo el grupo. Si lo desea, podría pedirles que hagan un dibujo de ellos como misioneros y que lo lleven a casa o lo adjunten a la carta.

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio de que el Espíritu ayuda a los misioneros a enseñar el evangelio. Si lo desea, podría contar a los niños una experiencia personal en la que el Espíritu le haya ayudado a usted o a alguien a quien usted conozca a dar a conocer el evangelio a los demás.

Diga a los niños que durante la próxima semana sean misioneros hablándole a alguien sobre el evangelio o regalándole un ejemplar del Libro de Mormón. (Hable con el obispo o presidente de rama para ver si sería posible que sacaran fondos del presupuesto del barrio para ayudar con este proyecto a nivel de clase.)

Pida al niño que vaya a ofrecer la última oración que le dé gracias a nuestro Padre Celestial por ayudar a los misioneros a enseñar a los demás sobre la Iglesia verdadera.

Actividades complementarias

Elija algunas de las siguientes actividades que se ajusten mejor a sus niños. Puede realizarlas durante la lección o como repaso o resumen. Para ayuda adicional, vea “Período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Invite a la clase a un misionero que recientemente haya regresado del campo misional para que cuente experiencias en las que haya recibido ayuda durante la misión. (Si la persona no pertenece al barrio, asegúrese de obtener la autorización del obispo.)

  2. Canten o repitan la letra de la canción “Espero ser llamado a una misión” (Canciones para los niños, pág. 91), cuya letra figura al final del manual. Si a los niños les gusta esta canción, podría utilizarla varias veces durante la presentación de la lección.

  3. Hable con los niños acerca de la manera que pueden prepararse ahora para ser buenos misioneros. Hágales comprender que cuando escogen hacer lo correcto y son bondadosos con los demás, se están preparando para ser buenos misioneros. Exprese su testimonio de que si tratamos de hacer lo justo, nuestro Padre Celestial nos ayudará.

  4. Utilice la primera y la quinta estrofa de la canción “Historias del Libro de Mormón” (Canciones para los niños, págs. 62–63) ya sea para cantarlas o para representarlas con acciones y movimientos.

    Mi maestra enseña que el Libro de Mormón

    de los lamanitas hace una relación.

    Mucho ha sus padres se embarcaron de ultramar,

    el país por su fe a heredar.

    Misionero a los lamanitas era Ammón.

    Ser pastor del rey fue parte de ésta, su misión.

    Al llegar ladrones, las ovejas defendió

    y vivir la verdad predicó.

  5. Para los niños más pequeños, utilice el verso con movimientos “Jesús ama a todos”. Explique que a causa del amor que tiene por todos, desea que todos conozcan la Iglesia verdadera.

    Cristo ama a todos (usan la mano para indicar un niño pequeño),

    los pequeños y bebés (mecen a un bebé en los brazos),

    los altos y los bajos (alzan la mano en alto y después la bajan),

    A todos ama Él (abre los brazos hacia los lados).