Lección 44
“… así también haced vosotros con ellos”
Objetivo
Enseñar a los niños a respetar a todas las personas y, asimismo, las cosas ajenas.
Preparación
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Con espíritu de oración, estudie 3 Nefi 14:12 y Éxodo 20:15.
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Prepare masa de sal de la siguiente manera: Mezclar 2 tazas de harina, una taza de sal, una cucharada de aceite y 3/4 taza de agua (se podrían agregar 4 gotas de colorante al agua). Amasar la mezcla hasta que esté blanda y suave. Agregar 1 cucharada de agua o de harina, según sea necesario).
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Prepárese para cantar o repetir con los niños la letra de la canción “Escojamos lo correcto” (Canciones para los niños, pág. 82), cuya letra figura al final del manual.
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Materiales necesarios:
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Un ejemplar de la Biblia y del Libro de Mormón.
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El escudo y anillo HLJ.
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Tiza, pizarra y borrador.
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Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desea llevar a cabo.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a un niño que ofrezca la primera oración.
Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.
“… así también haced vosotros con ellos”
Actividad para despertar el interés
Explique a los niños que una posesión o pertenencia es algo que es de ellos, como un libro, un juguete, dinero o una prenda de vestir. Una posesión valiosa sería algo que a ellos les guste mucho o que estimen en forma muy especial; no tiene necesariamente que costar mucho dinero, dado que aunque no sea de gran valor material, puede tener un significado especial para ellos, ya sea por el lugar de donde procede o por la persona que se los dio.
Entregue a cada niño una bolita de masa de sal y pídales que le den la forma de alguna de sus pertenencias que sea muy preciada para ellos. Déles unos minutos para que lo hagan.
Compartir
Pida a los niños que muestren lo que hayan creado y que digan la razón por la que significa tanto para ellos.
• ¿Cómo creen que se sentirían ustedes si alguien, sin pedir permiso, tomara esa posesión de ustedes, se la llevara o la destruyera?
Coloque las creaciones de los niños sobre la mesa o en otro lugar especial para utilizarlas más adelante en la lección.
Análisis
• Si alguien les pidiera prestada su posesión, ¿cómo les gustaría que la tratara?
• Si ustedes la perdieran, ¿qué les gustaría que hiciera la persona que la encontrara?
Explique que tal como deseamos que los demás traten con cuidado y respeto los objetos que nos pertenecen, también otras personas tienen pertenencias que son importantes para ellas y desean que las tratemos con cuidado y respeto.
Escudo o anillo HLJ y análisis de pasajes de las Escrituras
Diga a los niños que Jesucristo nos enseñó la manera de tratar a las demás personas y las cosas que les pertenecen. Exponga el escudo o el anillo HLJ y explique que las enseñanzas de Jesucristo en cuanto a ese tema se encuentran en las Escrituras. Pídales que escuchen con atención mientras usted lee 3 Nefi 14:12, hasta donde dice con ellos.
Analice con los niños el significado de este versículo. Ayúdeles a comprender que debemos tratar a todas las personas de la misma forma en que quisiéramos que ellas nos trataran. Explíqueles que a veces a esto se le llama “la regla de oro”, que dicho en forma sencilla quiere decir: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” (o “Haz con los demás lo que quieres que hagan contigo”).
Pida a los niños que repitan varias veces la regla de oro. Recalque que el tratar a los demás de la misma manera que quisiéramos que nos trataran incluye el respetar las cosas ajenas, o sea, todo lo que pertenezca a los demás, de la misma forma que deseamos que ellos respeten las nuestras.
Respetamos las pertenencias de otras personas cuando no hurtamos
Análisis de pasajes de las Escrituras
Aclare que nuestro Padre Celestial nos ha dado el mandamiento de respetar a nuestros semejantes y de respetar también lo que les pertenece.
Lea Éxodo 20:15 y pida a los niños que expliquen este pasaje de las Escrituras.
Explique que la frase “no hurtarás” significa “no robarás”.
Haga notar que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos han dado el mandamiento de no robar. También las leyes de los diversos países estipulan que es malo robar o tomar algo ajeno. Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, creemos en obedecer estas leyes del mismo modo que obedecemos los mandamientos de nuestro Padre Celestial y Jesucristo.
Artículo de Fe
Ponga de relieve que el Artículo de Fe 12 establece nuestra creencia con respecto a las leyes. Pida a los niños que repitan las siguientes partes de dicho Artículo de Fe: “Creemos en … obedecer … la ley”.
Relatos y análisis
Cuente a los niños el relato a continuación sobre dos jovencitas que tuvieron que tomar una decisión difícil:
(Nota para el maestro: Adapte este relato a lo que se acostumbre en su país.)
Juana y Susana deseaban comprar goma de mascar de una máquina que vende automáticamente. Pusieron la moneda en la ranura correspondiente y le dieron vuelta al botón para que cayera la goma de mascar. Pero, para su sorpresa, en lugar de un solo paquete de goma de mascar cayeron varios. Y como si eso hubiera sido poco, también cayó la moneda que habían puesto en la ranura de la máquina.
• ¿Qué habrían hecho ustedes si les sucediera algo así?
Diga a los niños que a continuación les contará lo que le sucedió al élder Sterling W. Sill, quien llegó a ser Autoridad General, y que este relato ayudará a contestar esa pregunta. Cuente lo siguiente con sus propias palabras:
“[El élder Sill] viajaba conduciendo su coche por la carretera. Como sintió sed, se detuvo ante una estación de gasolina y se dirigió a la máquina automática de bebidas gaseosas. Insertó la moneda de diez centavos en la ranura, apretó el botón correspondiente y salió la botella de refresco, pero por alguna falla del mecanismo, la máquina le devolvió la moneda. Él la tomó y se la guardó en el bolsillo, y mientras volvía a su coche, se dijo: ‘Qué más da … de todos modos cobran demasiado por los refrescos’. Pero no llegó hasta el automóvil porque una voz suave y apacible vibró en su oído haciéndole una pregunta muy interesante. La pregunta era: ‘¿En verdad te vas a calificar de ladrón por unos pocos centavos?’ (Véase Hartman Rector, hijo, “Get Up and Glow”, Brigham Young University Speeches of the Year, Provo, 5 de enero de 1971, pág. 6.)
• ¿Qué creen ustedes que hizo el élder Sill?
Después que los niños expresen su opinión, dígales que el élder Sill volvió hacia la máquina y se disponía a poner la moneda en la ranura, cuando se dio cuenta de que se enfrentaba a otro problema:
• ¿Qué creen que hubiera sucedido si volvía a poner la moneda en la máquina? (Saldría otro refresco, y quizás la máquina le devolvería la moneda otra vez.)
Haga notar que eso habría empeorado las cosas.
• ¿Qué hubieran hecho ustedes?
Explique que el élder Sill sabía que la moneda no le pertenecía a él, puesto que la había cambiado por una bebida gaseosa; por lo tanto, fue en busca del encargado de la estación de servicio y le dio el dinero.
• ¿Qué piensan ustedes que Juana y Susana hicieron con las gomas de mascar y el dinero? (Explique que las niñas buscaron al dueño de la tienda y le explicaron lo que había sucedido en vez de quedarse con la goma de mascar y el dinero.)
Destaque que tanto Juana como Susana y el élder Sill escogieron hacer lo correcto: escogieron obedecer el mandamiento de nuestro Padre Celestial y Jesucristo y la ley del país de no robar.
Ponga de relieve el hecho de que no debemos quedarnos con nada que no nos pertenezca.
Mostramos respeto por los objetos ajenos cuando los devolvemos
Análisis
• Si perdieran algo que les pertenece, ¿qué desearían que hiciera la persona que lo encontrara? (Que lo devolviera.)
Relato
Sonia iba camino a la escuela cuando de pronto vio algo que brillaba en el césped, junto a la acera. Como le llamó la atención, se agachó para ver mejor y vio que era una cadenita de oro. ¡Era preciosa! La levantó y mientras la admiraba, pensó: Esta cadenita es exactamente igual a la que le regalaron a María para su cumpleaños. Se la guardó en el bolsillo y se dio prisa para llegar al colegio.
Cuando comenzaron las clases, María estaba ausente. Mucho más tarde entró en el salón de clase con los ojos rojos e hinchados por haber llorado.
A la hora del almuerzo, la niña le contó a Sonia la razón por la que había llegado tarde a la escuela; le contó que había perdido su cadenita de oro en tal lugar, o sea, en el mismo donde Sonia la había encontrado, y que la había buscado inútilmente. Sonia no dijo ni una palabra, pues pensó: No le diré que yo la tengo. Yo la he encontrado, así que es mía.
Por la tarde, la maestra anunció que María había perdido su cadenita de oro y pidió a todos los alumnos que ayudaran a la niña a buscarla después de terminadas las clases.
Aquella tarde, Sonia fue la última en salir del colegio. Sentía una gran inquietud interior, pues sabía lo triste que estaba María. También sabía que la cadenita le pertenecía a María, aun cuando ella la había encontrado. Pensaba en cuánto le hubiera gustado que María le devolviera la cadenita si las cosas hubieran sido al revés. Entonces, sin esperar más, se fue corriendo en busca de María y le devolvió la cadenita.
Análisis
• ¿Qué decidió hacer Sonia?
• ¿Cómo creen que se sintió Sonia después de devolverle la cadenita de oro a María?
• ¿Qué harían ustedes si encontraran algo ajeno?
Debemos tratar con respeto la propiedad ajena
Análisis
• ¿Qué sentirían ustedes si alguien estropeara o destruyera a propósito algo que les pertenece?
Explique que siempre debemos tratar de devolver a su dueño cualquier cosa que encontremos. Tampoco debemos dañar ni estropear a propósito lo que pertenezca a otras personas. Tome en la mano una de las creaciones de masa de sal y demuestre a los niños la forma de tratarla con cuidado. Pásela de un niño a otro a fin de que practiquen cómo tratarla con cuidado.
Relato y análisis
Cuente con sus propias palabras el relato que aparece a continuación:
Alfredo y Aldo fueron a jugar a un terreno baldío contiguo al granero del señor Gutiérrez. Alfredo comenzó a lanzar piedras y desafió a Aldo a una competición entre los dos para ver cuál podía lanzarlas más lejos. Después que lanzaron unas cuantas, Alfredo lanzó una que fue a dar contra un costado del granero del señor Gutiérrez. En tono de burla le dijo a su amigo:
—Apuesto que tú no le das al granero.
Entonces Aldo tomó impulso para lanzar una piedra.
• ¿Qué decisión creen ustedes que tomó Aldo?
• ¿Qué podría decirle Aldo a Alfredo? (Busquemos otro blanco al cual tirar.)
Pida a los niños que piensen en un buen final para este relato en el cual Aldo haga lo que debe hacer. A continuación, pida a uno o a varios niños que terminen la anécdota.
Canción
Explique que el élder Sill, Sonia y Aldo escogieron hacer lo correcto. En seguida, pida a los niños que se pongan de pie y canten o repitan la letra de la canción “Escojamos lo correcto”.
Análisis
Pida a los niños que mencionen otras maneras de demostrar respeto por la propiedad o las pertenencias de otras personas. Podrían mencionarse las sugerencias que vienen a continuación:
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No caminar en el césped de los jardines de otras personas ni jugar allí sin pedirles permiso.
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No hacer nada que destruya o arruine la propiedad ajena, tal como escribir o dibujar en paredes o muros.
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Jugar con cuidado con juegos y juguetes.
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No usar nunca ninguna cosa que no sea nuestra sin pedir permiso.
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No estropear ni destruir a propósito nada ajeno.
Resumen
Recalque que Jesucristo enseñó que debemos tratar a los demás de la misma manera que nos gustaría que nos trataran. Para seguir las enseñanzas de Jesucristo, no tomaremos ninguna cosa que le pertenezca a otra persona y devolveremos a sus dueños lo que hallemos; cuando pidamos algo prestado, lo trataremos con respeto, de modo que no se estropee ni se destruya. Recuerde a los niños que a este mandamiento que Jesucristo nos ha dado se le llama “la regla de oro”.
Volante y actividad en la pizarra
Pregunte a los niños si se acuerdan del modo sencillo de expresar la “regla de oro”. Si los niños saben leer, escríbalo con letra de molde en la pizarra o léalo lentamente. A continuación, repítanlo todos juntos. Devuelva a los niños las creaciones de masa de sal.
Testimonio del maestro
Exprese su testimonio de la importancia de tratar a los demás como Jesucristo desea que lo hagamos. Si lo desea, cuénteles alguna experiencia en la que alguien le haya tratado con gentileza y explique a los niños cómo se sintió usted. Inste a los niños a tratar a los miembros de su familia y a sus amigos como ellos desean que los traten a ellos.
Pida a un niño que ofrezca la última oración.
Actividades complementarias
Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.
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Pida a los niños que hagan la representación de situaciones como las siguientes:
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En la calle, frente a su casa, encuentran una billetera (cartera) con una gran suma de dinero. ¿Qué deben hacer con ella? (Pida a los niños que hagan la representación de lo que podrían hacer para encontrar al dueño de la billetera.)
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Llegan a casa después de haber estado jugando en la casa de un amigo y se dan cuenta de que tienen uno de los juguetes de él en el bolsillo. ¿Qué deben hacer con él?
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Están jugando con un amigo y accidentalmente rompen el vidrio de la ventana del vecino. ¿Qué deben hacer?
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Han estado jugando afuera con un amigo y tienen los zapatos sucios de barro. Al entrar en la casa de su amigo, dejan una estela de barro en el piso. ¿Qué deben hacer?
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Usando cuadritos de papel de colores y estambre, enseñe a los niños a hacer collares (véase la ilustración de más abajo). Luego dígales que esos collares les recordarán que deben tratar a los demás como ellos desean ser tratados.