Lección 33
La Santa Cena nos hace recordar nuestros convenios
Objetivo
Que cada uno de los niños se dé cuenta de que el participar de la Santa Cena puede ayudarles a recordar su convenio bautismal.
Preparación
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Lea Moroni 4:3 y 5:2.
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Prepárese para ayudar a los niños a decir y aprender el Artículo de Fe 3.
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Materiales necesarios:
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Un ejemplar del Libro de Mormón.
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El escudo y el anillo HLJ.
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La lámina 3–13, El bautismo de un niño (62018); la lámina 3–59, La repartición de la Santa Cena (62021); la lámina 3–9, Jesús el Cristo (62572 002, Las bellas artes del evangelio 240).
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Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a un niño que ofrezca la primera oración.
Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.
La oración de la Santa Cena nos hace recordar nuestro convenio bautismal
Actividad para despertar el interés
Pida a los niños que escuchen con mucha atención. Si usted dice algo que ellos deben hacer o algo en lo que deben pensar durante la bendición y la repartición de la Santa Cena, ellos deben ponerse de pie. Por el contrario, si usted dice algo que ellos no deben hacer o algo en lo que no deben pensar durante la Santa Cena, deben inclinarse hacia adelante.
Lea las siguientes declaraciones, una a la vez, y dé tiempo a los niños para que respondan.
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Recordar que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos aman. (De pie.)
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Pensar en ir a un día de campo. (Inclinarse.)
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Recordar que Jesucristo sanó a los enfermos. (De pie.)
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Susurrar o hablar a los que estén cerca de nosotros. (Inclinarse.)
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Menearse y moverse en el asiento. (Inclinarse.)
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Ofrecer una oración a nuestro Padre Celestial. (De pie.)
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Hacer un dibujo o jugar con juguetes. (Inclinarse.)
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Recordar los relatos acerca de Jesucristo. (De pie.)
Actividad con lámina
Exponga la lámina 3–13, El bautismo de un niño, y la lámina 3–59, La repartición de la Santa Cena. Pida a los niños que piensen en la última vez que tomaron la Santa Cena y que procuren recordar lo que pensaron y lo que hicieron durante el servicio. En seguida, indíqueles que cada cual conteste para sí (no en voz alta) las siguientes preguntas:
• ¿Fuiste reverente durante la Santa Cena?
• ¿Pensaste en el Salvador durante la Santa Cena?
• ¿Prestaste atención a las palabras de las oraciones sacramentales?
Pasaje de las Escrituras y análisis
Pida a los niños que escuchen con atención mientras usted lee Moroni 4:3 en voz alta para ver si se dan cuenta de cuáles son las dos promesas que ellos hacen a nuestro Padre Celestial cuando toman la Santa Cena. Haga hincapié en las palabras claves, si fuera necesario, para ayudar a los niños a encontrar esas dos promesas.
Prometemos …
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Recordar siempre a Jesucristo. (Pida a un niño que exponga la lámina 3–9, Jesús el Cristo.)
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Obedecer los mandamientos. (Pida a un niño que exponga el escudo y el anillo HLJ. Repase con los niños lo que las letras HLJ representan.)
Inste a los niños a escuchar con atención las oraciones sacramentales todas las semanas de manera que se fijen bien en las dos promesas que hacen:
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Recordar siempre a Jesucristo.
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Obedecer los mandamientos.
Explique que esas son las mismas promesas que hacemos cuando nos bautizamos. A continuación, pida a los niños que repitan esas dos promesas en voz alta. Ponga de relieve que nuestro Padre Celestial confía en que guardemos las promesas que le hacemos y que nosotros sabemos que nuestro Padre Celestial siempre cumplirá con las promesas que Él nos ha hecho.
Destaque que no siempre es fácil recordar las promesas que hacemos; por eso, el tomar la Santa Cena todos los domingos y el escuchar las oraciones sacramentales nos ayuda a recordar que debemos cumplir con las promesas que le hemos hecho a nuestro Padre Celestial.
Artículo de Fe
Ayude a los niños a repetir el Artículo de Fe 3. Haga notar que volveremos a vivir con nuestro Padre Celestial y Jesucristo sólo si obedecemos Sus mandamientos.
Relato
Cuente el siguiente relato de Julio, un niño que supo estimar la importancia de la Santa Cena:
Julio vivía con sus padres en el campo, en una hacienda muy grande. El niño tenía un caballito que le pertenecía, y entre sus tareas se contaba la de ayudar a su padre a cuidar de los caballos de la hacienda. Pero sucedió que un día Julio tuvo un accidente: se cayó de su caballito y se hizo daño en la espalda. Después de revisarlo, el médico les dijo a Julio y a sus padres que él se recuperaría, pero que tendría que guardar cama durante muchas semanas.
Julio había sido bautizado miembro de la Iglesia sólo dos meses antes del accidente, ocasión en que había hecho el convenio con nuestro Padre Celestial de obedecer los mandamientos. El niño había recordado ese convenio cada vez que participaba de la Santa Cena, pues escuchaba con atención las oraciones sacramentales y se quedaba tranquilo y reverente en su asiento mientras se repartía la Santa Cena; cada vez que lo hacía, Julio prestaba especial atención a las palabras que le recordaban los convenios que había hecho: recordar siempre a Jesús y guardar Sus mandamientos. Julio sabía que cuando decía “amén” y tomaba la Santa Cena, ello quería decir que haría lo mejor que pudiera por guardar los convenios que había hecho con nuestro Padre Celestial.
Ahora que Julio tenía que guardar cama, no podría ir a la Iglesia ni tomar la Santa Cena. El niño echaba de menos los silenciosos y reverentes momentos en que se repartía la Santa Cena. No olvidaba cuán importante era que se le recordaran los convenios que había hecho y ciertamente deseaba contar con la compañía del Espíritu Santo. Entonces decidió preguntar a su obispo si era posible que le llevaran la Santa Cena a su casa, los domingos.
El obispo, complacido de saber que Julio no quería perder la oportunidad de tomar la Santa Cena y de su anhelo por recordar por medio de ella los convenios que había hecho con nuestro Padre Celestial y Jesucristo, hizo los arreglos necesarios para que dos poseedores del sacerdocio le llevaran la Santa Cena a Julio a su casa en la hacienda, todos los domingos.
• ¿Por qué creen que Julio echaba de menos el asistir a la Iglesia? (Deseaba tomar la Santa Cena.)
• ¿Por qué piensan que Julio deseaba participar de la Santa Cena? (Él deseaba recordar las promesas bautismales y la promesa de que podía tener la compañía del Espíritu de nuestro Padre Celestial.)
El recordar los convenios bautismales nos ayuda a obedecer las enseñanzas de Jesucristo
Ejemplos y análisis
Explique que si todos los días pensamos en Jesucristo, tendremos mayores probabilidades de recordar Sus enseñanzas y las promesas o convenios que hemos hecho de obedecerle. Pida a los niños que representen las siguientes situaciones y que den su opinión con respecto a cómo piensan que podrían resolverse cada una de ellas:
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Ana tiene una hermanita menor que se llama Jimena. Un día, llega a la casa una amiga de Ana para jugar con ella. Jimena desea jugar con ellas, pero Ana no. ¿Qué debe hacer Ana?
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¿De qué manera el recordar a Jesucristo le ayudaría a Ana a obedecer un mandamiento?
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¿Qué mandamiento obedecería ella?
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David se puso la camisa de su hermano sin pedirle permiso y la ensució. ¿Qué debe hacer David?
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¿De qué manera el recordar a Jesucristo ayudaría a David a obedecer un mandamiento?
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¿Qué mandamiento obedecería David?
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Iván encontró un auto de juguete tirado al frente de su casa. Tuvo ganas de quedarse con él, pero sabía que le pertenecía a su amigo José, que vivía en la misma calle. ¿Qué debe hacer Iván?
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¿De qué manera el recordar a Jesucristo ayudaría a Iván a obedecer un mandamiento?
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¿Qué mandamiento obedecería Iván?
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Gustavo va a salir a jugar con sus amigos. Su madre está limpiando la casa. Al momento en que Gustavo sale, observa que su mamá se ve muy cansada.
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¿De qué manera el recordar a Jesucristo ayudaría a Gustavo a obedecer un mandamiento?
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¿Qué mandamiento obedecería Gustavo?
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Felicite a los niños por sus buenas ideas.
Resumen
Recuerde a los niños que cuando nos bautizamos, prometemos recordar siempre a Jesucristo (sostenga en alto el dedo índice). También prometemos obedecer Sus mandamientos (sostenga en alto el dedo del medio, junto con el índice). Dígales que cuando ellos se miren las manos y vean el anillo HLJ, el ver los otros dos dedos junto al dedo donde, por lo general, se usan los anillos, puede servirles de ayuda para recordar las dos promesas que harán cuando sean bautizados.
Repase los relatos de las Escrituras de la lección 32 acerca de cuando Jesucristo bendijo y repartió la Santa Cena.
Testimonio del maestro
Exprese su testimonio a los niños de que Jesucristo nos ama y desea que le recordemos. Ínstelos a prepararse para los convenios que van a hacer cuando sean bautizados siendo reverentes durante la Santa Cena, pensando en la oración sacramental y recordando a Jesús. Recuérdeles que después que sean bautizados, cada vez que tomen la Santa Cena le estarán demostrando al Padre Celestial que desean cumplir con las promesas que le hicieron.
Pida a un niño que ofrezca la última oración.
Actividades complementarias
Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.
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Diga a los niños que deben ir a la reunión sacramental preparados para permanecer sentados en silencio durante la Santa Cena y pensar en lo mucho que nuestro Padre Celestial y Jesucristo los aman.
Enseñe a los niños el siguiente versito:
Los bracitos cruzaré, la cabeza inclinaré;
quietecito en mi asiento quedaré.
La oración sacramental en silencio escucharé
y mi pensamiento a Ti elevaré.
Diga el verso y luego repítalo con los niños, cruzando los brazos e inclinando la cabeza, según corresponda.
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¿Qué cruzamos? (Los brazos.)
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¿Qué inclinamos? (La cabeza.)
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Durante la Santa Cena, ¿debemos estar quietos y silenciosos o hacer ruido?
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¿En quién debemos estar pensando durante la bendición y repartición de la Santa Cena? (En Jesús.)
Vuelva a decir el verso, dejando que los niños completen las palabras que usted deje pendientes, haciendo, al mismo tiempo, los movimientos correspondientes hasta que los niños lo sepan bien. Entonces repítanlo todos juntos.
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Pregunte a los niños qué saben acerca de Jesucristo. Las siguientes son algunas cosas en las que pueden pensar durante la Santa Cena: Exponga la lámina 3–46, Jesús ora en Getsemaní, y diga a los niños lo que sucedió en ese jardín (véase Mateo 26:36–46). Busque la guía del Espíritu para enseñar a los niños sobre este sagrado acontecimiento.
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Entregue tijeras, pegamento y copias del volante que figura más abajo a los niños. Lea el título del volante con la clase y dé instrucciones a los niños de cortar por donde está la línea punteada y de poner las palabras en el orden correcto. Una vez que los niños hayan hecho esto, las palabras que deben colocar sobre las líneas en blanco deben leerse “recordar siempre a Jesús” y “obedecer los mandamientos”.