Lección 30
Jesucristo nos ama a cada uno
Objetivo
Que cada niño sepa que Jesucristo ama y bendice a los niños de todas partes del mundo.
Preparación
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Con espíritu de oración, estudie Marcos 10:13–16 y 3 Nefi 17.
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Haga un volante como el que figura a continuación para cada uno de los niños:
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Haga las siguientes tiras de palabras:
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México
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Fidji
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Holanda
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Prepárese para señalar en el mapa los siguientes lugares geográficos:(a) su propio país, (b) Jerusalén, (c) las Américas, (d) Holanda (los Países Bajos), (e) Fidji y (f) México.
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Prepárese para enseñar la canción “Niños de todo el mundo” (Canciones para los niños, pág. 4).
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Materiales necesarios:
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Las siguientes figuras para recortar de niños vestidos en ropa nativa de su país para ilustrar los relatos: Un niño holandés (figura 3–7), una niña fidjiana (figura 3–8), dos niños mexicanos (figuras 3–9 y 3–10).
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La lámina 3–56, Jesús y los niños, (62467 002, Las bellas artes del evangelio 216); la lámina 3–57, Jesús bendice a los niños nefitas, y la lámina 3–58, Mapa del mundo, o un Globo terráqueo, si fuera posible.
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Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a un niño que ofrezca la primera oración.
Si en la clase anterior usted dio a los niños una asignación, verifique si la hicieron.
Jesucristo ama a todos los niños
Actividad para despertar el interés
Muestre la lámina 3–58, Mapa del mundo, señale el país donde ustedes viven, y diga a los niños que le gustaría enseñarles acerca de otros países del mundo. (Si uno de estos ejemplos fuera el país en el cual ustedes están viviendo, escoja otro país.)
Muestre la tira de palabras que dice “Holanda” y la figura 3–7, luego señale Holanda (los Países Bajos) en el mapa. Explique que la mayor parte del territorio de ese país estuvo una vez cubierta de agua; que los habitantes sacaron el agua con bombas y construyeron diques para evitar que el agua del mar volviese a cubrir el terreno. En un tiempo utilizaron molinos de viento para hacer marchar las bombas. Los holandeses son famosos en el mundo entero porque cultivan tulipanes y otras flores hermosas. En las regiones agrícolas y pesqueras, muchas personas usan zapatos de madera o zuecos llamados klompen. Esos zapatos son ruidosos, pero les protegen los pies de la humedad mucho mejor que los zapatos de cuero.
A continuación, muestre la tira de palabras que dice “Fidji” y la figura 3–8. Señale esas islas en el mapa. Explique que los niños de Fidji viven en una isla rodeada por el océano. Allí cultivan plátanos (bananas), cocos y caña de azúcar. El caliente clima tropical de esas islas es muy agradable. Hay quienes llaman a estas islas la tierra del bello amanecer, pero sus habitantes llaman a su país “las islas de la felicidad” porque les gusta mucho su isla natal.
Muestre la tira de palabras que dice “México” y las figuras 3–9 y 3–10. Señale México en el mapa y diga que allí también se habla español. Hace mucho tiempo, los mexicanos aprendieron a cultivar el maíz, el cual llegó a convertirse en su alimento más importante. Durante las nueve noches que preceden a la Navidad, amigos y vecinos se reúnen y representan el viaje a Belén de María y José; a esta fiesta popular se le llama “la fiesta de las posadas”. Después, los niños rompen una piñata. De ser necesario, dígales que una piñata es una figura hueca de un animalito o de un objeto o figura hecha de arcilla o de cartón y papel de color decorativo, la cual se llena de caramelos, frutas y juguetitos. Ésta se cuelga del techo o en alto para que los niños, con los ojos vendados y por turnos, procuren romperla con un palo. Entonces, al romperse, se esparcen los dulces y demás contenido para que los niños los recojan.
Explique que los niños que viven en esos países se parecen en algunas cosas y difieren en otras. Pero sea cual fuere su apariencia física y hagan lo que hagan, nuestro Padre Celestial y Jesús los aman a todos, tal como los aman a ustedes. Nuestro Padre Celestial y Jesús aman a todos los niños del mundo y velan por ellos.
Canción
Enseñe a los niños la canción “Niños de todo el mundo”, y pida que la canten o que repitan la letra una o dos veces.
En todo el mundo al ponerse el sol,
oran todos con gratitud a Dios,
dándole gracias en su forma especial;
dicen gracias, gracias en su forma especial.
“Thank you” “malo”, “wir danken dir”.
En todo el mundo se oyen, sí.
Dicen “tak”, otros “merci”,
“Kansha shimasu” es gracias.
Mi Padre en el cielo oye y los comprende bien.
El Padre los conoce. Los ama, ama, siempre Él.
Lámina y relato de las Escrituras
Muestre la lámina 3–56, Jesús y los niños, señale la ciudad de Jerusalén en el mapa, y explique que fue allí donde Jesús vivió cuando estuvo en la tierra. Narre entonces, con sus propias palabras, el relato de Jesús, Sus Apóstoles y los niños pequeños que se encuentra en Marcos 10:13–16 haciendo hincapié en los siguientes puntos:
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Una multitud de personas se había reunido alrededor de Jesús para oír Sus enseñanzas.
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Algunas personas deseaban llevar a sus hijos a Jesús para que Él los bendijera.
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Puesto que los Apóstoles estaban preocupados por el bienestar del Salvador, procuraron alejar de Jesús a esas personas.
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Jesús les dijo a los Apóstoles que dejaran a los niños acercarse a Él.
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Jesús demostró amor por los niños y los bendijo.
Lámina y relato de las Escrituras
Muestre la lámina 3–57, Jesús bendice a los niños nefitas, y señale el continente americano en el mapa del mundo. Con sus propias palabras, cuente el siguiente relato que se encuentra en 3 Nefi 17:
Después que Jesucristo fue crucificado y resucitó, visitó a los nefitas en el continente americano y les enseñó cosas muy importantes.
Cuando llegó el momento en que Jesús debía marcharse, las personas que estaban con Él comenzaron a llorar por motivo del inmenso amor que sentían por Él y porque podían percibir y sentir el amor que Él les tenía. Ellos deseaban que Jesús se quedara más tiempo.
Por motivo de la fe y los deseos de la gente, el Salvador se quedó más tiempo.
Entonces Jesús les dijo a los padres y a las madres que llevaran ante Él a sus hijos pequeñitos. Así lo hicieron, y los colocaron en el suelo alrededor de Jesús.
Él tomó a los pequeñitos en Sus brazos, uno por uno, y los bendijo. Entonces oró al Padre Celestial por esos niños.
Después de eso, dijo a los padres y a las madres de los niños: “Mirad a vuestros pequeñitos” (3 Nefi 17:23). Y sucedió que al levantar ellos la vista, vieron abrirse los cielos y al mismo tiempo vieron ángeles que descendían del cielo y que bajaban hasta rodear a aquellos pequeñitos.
Puntualice que Jesucristo ama y bendice a los niños que viven hoy en día en todo el mundo tal como amaba y bendecía a los niños de Jerusalén.
Jesucristo nos ama y nos bendice en la actualidad
Figuras y relato
Exponga las figuras de los niños vestidos con sus trajes típicos, y explique que usted desea que escuchen los relatos de niños de diferentes países del mundo y acerca de cómo fueron bendecidos por nuestro Padre Celestial y Jesucristo.
Ayude a uno de los niños a pegar con cinta adhesiva el niño holandés en el mapa, en el lugar donde se encuentra Holanda, y después narre el siguiente relato:
“John Roothoof, de once años de edad, vivía en Rottendam, Holanda. Había sido un niño feliz, que iba a la escuela y a la Iglesia, jugaba con sus amigos y hacía todas las cosas propias de un niño de su edad. Mas de pronto, sin advertencia alguna, una dolorosa enfermedad a los ojos hizo que perdiera la vista. Entonces ya no pudo ir a la escuela ni leer, y ni siquiera veía lo suficiente como para poder jugar con sus amigos. Todos los días eran oscuros y llenos de sufrimiento.
“En ese entonces les llegó la noticia a los santos holandeses de que el presidente Joseph F. Smith iría a visitarlos. John pensó mucho en el asunto, y por fin le dijo a su madre: ‘… Si me llevan a la reunión para que él pueda mirarme los ojos, creo que me voy a curar’.
“El domingo siguiente, al finalizar la reunión, el presidente Smith se paró en la parte de atrás de la pequeña capilla para saludar a la gente. La hermana Roothoof ayudó a John, que iba con los ojos vendados, a unirse al resto de las personas que deseaban hablar con su amado líder.
“El presidente tomó al niño ciego de la mano, y con gran ternura levantó los vendajes, mirándole los ojos doloridos. Después lo bendijo y le prometió que recobraría la vista.
“De regreso en su casa, la madre de John le quitó las vendas para poder lavarle los ojos, como los médicos habían mandado. Al hacerlo, el niño dio un grito de alegría: ‘¡Oh, mamá, tengo los ojos bien! ¡Veo perfectamente … hasta lo que está lejos! ¡Y no siento nada de dolor!’ ” (“El presidente Smith lo tomó de la mano …”, Liahona, febrero de 1974, pág. 21.)
• ¿Qué sucedió con John? (El Profeta lo bendijo para que volviera a ver, y nuestro Padre Celestial lo sanó.)
• ¿De qué manera nuestro Padre Celestial y Jesucristo demostraron Su amor por John?
Figuras y relato
Ayude a un niño a pegar con cinta adhesiva las figuras de los niños mexicanos. A modo de introducción al relato, explique que los nombres de los niños son Miguel y Tomás y que su mamá se ganaba la vida lavando ropa de otras personas:
“Un día ella [la madre] regresó muy desilusionada después de entregar la ropa. Había trabajado mucho, pero nadie le había pagado por ese día de labor, y no tenía dinero para comprar alimentos. Ella sabía que sus niños tenían hambre porque no habían comido nada desde la noche anterior, y su cena había consistido en compartir el poco pan que les quedaba. Miguel, el mayor de sus hijos, había compartido su porción con María, quien se había quedado con hambre y era aún muy pequeña para comprender que no había más pan. Tomás se dio cuenta de que su mamá no había comido nada y compartió el suyo con ella.
“Miguel y Tomás deseaban ayudar, y Miguel recordó lo que mamá les había contado acerca de Jesús cuando enseñaba a la gente a orar para pedir ayuda; y como ellos la necesitaban, se pusieron de rodillas para orar juntos. Después de orar, fueron a la panadería y le preguntaron al Señor Alonzo si podían hacerle algunos mandados; pero sin saber que los niños tenían tanta hambre, el señor les dijo que no, que no tenía ningún trabajo para ellos. [Los niños] siguieron buscando algo que hacer, y al anochecer habían ganado algo de dinero, pero no lo suficiente.
“Los dos niños decidieron volver a su casa y se sentían muy desilusionados. Mientras iban caminando, un hombre los pasó en una bicicleta. Este tropezó con un bache, lo que hizo que saltara algo de la canasta de la bicicleta. Miguel corrió para alcanzarlo y llamó, pero el hombre continuó su camino. Tomás recogió el paquete que se había caído. Era un pan fresco. Fueron rápidamente a la panadería y le dijeron al panadero lo que había sucedido. El señor Alonzo recordó quién era el hombre que había comprado el pan y dijo que le daría otro sin cobrárselo cuando fuera otra vez y agregó que, como el pan se había golpeado, lo iba a vender a mitad de precio. Entonces Miguel y Tomás contaron rápidamente el dinero que tenían y vieron que era suficiente para comprarlo. Así lo hicieron y se apresuraron para llegar a su casa.
“La mamá se sorprendió al ver el pan, y los niños le explicaron cómo su oración había sido contestada. Esa noche, una familia con grandes necesidades económicas se arrodilló para agradecer al Señor los alimentos que tenían para comer” (Andemos por los caminos del Señor, Parte B, Lección 4, pág. 25).
• ¿De qué manera bendijeron nuestro Padre Celestial y Jesucristo a Miguel y a Tomás? (Contestando sus oraciones.)
Presentación por el maestro
Explique a los niños que nuestro Padre Celestial y Jesucristo bendicen a todos los niños del mundo. La Iglesia verdadera de Jesucristo es la misma en todo el mundo. Especifique que los niños de la Iglesia tienen la oportunidad de ir a la Primaria donde cantan las mismas canciones y oyen las mismas lecciones en todo el mundo. Los niños de la Iglesia pueden ser bautizados cuando cumplen ocho años de edad vivan donde vivan. Pueden ser bautizados en una moderna pila bautismal, en las orillas de un lago helado, en un arroyo o en una laguna; pero su bautismo es siempre por inmersión, y lo lleva a cabo un hombre que posee el sacerdocio.
Resumen
Pasaje de las Escrituras y testimonio del maestro
Lea 2 Nefi 26:33 a los niños, comenzando con las palabras “… y él invita a todos ellos a que vengan a él …” En seguida, pida a los niños que, por turnos, digan cómo saben que Jesucristo los ama.
Exprese su testimonio de que nuestro Padre Celestial ama a todos los niños, sean quienes sean, vivan donde vivan, sin tener en cuenta la casa donde vivan, el color del cabello, de los ojos ni de la piel. Nuestro Padre Celestial desea que todos seamos felices y que, algún día, regresemos a vivir con él.
Canción
Pida a los niños que canten o repitan la letra de la canción “Niños de todo el mundo”.
Pida a un niño que ofrezca la última oración.
Volante
Conforme los niños salgan del salón de clase, entrégueles un volante “Jesucristo me ama”, e invítelos a que digan a los miembros de su familia lo que aprendieron acerca del amor que Jesús tiene por todos los niños en todas partes del mundo.
Actividades complementarias
Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.
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Lleve a la clase una botella vacía de un material blando. Pida a los niños que se sienten en el suelo, formando un círculo. Luego dígales que usted va a hacer girar la botella y que, cuando ésta se detenga, va a señalar a un niño en particular. Ese niño debe decir algo que le demuestre que Jesús le ama. Entonces, ese niño hace girar la botella. Trate de que todos los niños tengan la oportunidad de participar pidiéndoles a los que ya lo hayan hecho que se alejen un poquito del círculo.
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Para los niños mayores, podría analizar los siguientes principios que indican el amor que Jesucristo tiene por nosotros. Destaque que estas bendiciones están al alcance de todos nosotros, vivamos donde vivamos:
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Para guiarnos, Jesucristo nos dio mandamientos.
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Tenemos profetas que nos dirigen.
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Nos es posible arrepentirnos de nuestros errores por motivo de que Jesucristo pagó por nuestros pecados.
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Podemos recibir bendiciones del sacerdocio.
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Dé a los niños la oportunidad de que hagan y coloreen un dibujo de algo que ponga de manifiesto el amor que Jesucristo tiene por ellos (como por ejemplo, la familia, los árboles, las flores o los animales).
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Inste a los niños a hacer un acto de bondad por alguna persona durante la semana próxima y a que se preparen para contarle a la clase lo que hayan hecho. Si le fuera posible, podría recordárselos durante la semana.