Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Los mandamientos nos ayudan a hacer lo correcto


Lección 3

Los mandamientos nos ayudan a hacer lo correcto

Objetivo

Que los niños comprendan que nuestro Padre Celestial nos ha dado mandamientos con el fin de ayudarnos a escoger lo correcto.

Preparación

  1. Estudie, con la ayuda de la oración, Mosíah 2:22.

  2. Haga una copia para cada niño de la página titulada “Señales de tránsito” (que figura al final de la lección.)

  3. Prepare una búsqueda del tesoro sencilla en la que los niños tengan que seguir pistas o referencias, señales con indicaciones o pequeños trozos de papel que indiquen el camino a seguir para encontrar el tesoro; éste podría ser un ejemplar del Libro de Mormón, un cuadro o fotografía o un anillo HLJ.

  4. Prepárese para cantar con los niños la canción “Escojamos lo correcto” (Canciones para los niños, pág. 82). La letra aparece al final del manual. También prepárese para cantar la canción “Siempre obedece los mandamientos” (Canciones para los niños, pág. 68).

  5. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar del Libro de Mormón para cada niño que sepa leer. Pida a los niños que sepan leer que ayuden con esta lección.

    2. Tiza, pizarra y borrador (u otra superficie en la que se pueda escribir.)

    3. La lámina 3-3, La existencia premortal; la lámina 3-4, Un niño con su balón de fútbol.

  6. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

Los mandamientos son una guía para que hagamos lo correcto

Actividad para despertar el interés

Permita que los niños encuentren el tesoro valiéndose de las indicaciones que usted haya preparado.

Presentación por el maestro

Diga a los niños que imaginen que usted les encomienda ir a casa de una persona en busca de algunos papeles importantes que usted necesita. Explíqueles que dicha persona vive lejos y que nadie puede acompañarles para mostrarles el camino.

• ¿De qué podrían valerse para hallar el camino que conduce hasta la casa de la persona indicada?

• Si el camino estuviera marcado con señales y flechas, ¿podrían seguirlo? Dígales que cuando nuestro Padre Celestial nos envió a la tierra, nos encomendó una tarea muy importante. Él desea que hallemos el camino que nos conducirá nuevamente a Su presencia.

Lámina

Muestre a la clase la lámina 3-3, La existencia premortal.

• ¿Dónde vivíamos antes de nacer en esta tierra? (Con nuestro Padre Celestial.)

• ¿Por qué salimos de la presencia de nuestro Padre Celestial para venir a la tierra?

Explique a los niños que salimos de la presencia del Padre Celestial para obtener un cuerpo de carne y hueso y aprender a escoger lo correcto.

Presentación por el maestro

Explique que cuando nuestro Padre Celestial proyectó que nos alejáramos de Su lado para venir a esta tierra, tuvo la intención de que todos volviéramos a vivir con Él. Sabía que tendríamos que escoger volver a Él y que el escoger lo correcto nos haría sentir felices.

Entonces, para ayudarnos a escoger lo correcto, nos dio mandamientos.

• ¿Qué son los mandamientos? (Lo que nuestro Padre Celestial nos ha indicado que hagamos.)

• ¿Cuáles son algunos de los mandamientos?

Haga destacar que los mandamientos son como las señales de tránsito que nos ayudan a encontrar la senda que debemos seguir; nos indican el camino a seguir para regresar a nuestro Padre Celestial.

Canción

Canten o digan la letra de la canción “Siempre obedece los mandamientos”:

Siempre obedece los mandamientos,

tendrás gran consuelo y sentirás paz.

Dios te promete Sus bendiciones

si eres justo en tus acciones:

Él te dará consuelo y paz.

Actividad

Muestre el cartel “Señales de tránsito” que habrá preparado. Brevemente, lea o diga algo acerca de cada uno de los pasajes de las Escrituras o de las ilustraciones de las señales de tránsito. Explique que usted les leerá una anécdota y que ellos habrán de decidir qué mandamiento les sirve de ayuda para escoger lo correcto. Explique el significado de cualquier palabra difícil que los niños no entiendan, y dígales que todos tomarán turnos para señalar los mandamientos que indican el camino correcto.

A continuación figuran las anécdotas que se sugieren:

  1. Después de la escuela, van caminando a casa con un amigo. Este les dice que si le acompañan a la tienda, les comprará caramelos. Su mamá les ha indicado que al terminar la escuela se vayan siempre directo a casa, y ustedes le han prometido que así lo harán. Pero este amigo insiste diciéndoles que llegar a casa un poco más tarde no es nada malo. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

  2. Nota al maestro: Sírvase adaptar la siguiente anécdota a las circunstancias de su localidad y de los niños de su clase.

    Realizando quehaceres especiales para sus padres, ustedes han logrado ahorrar algo de dinero para comprarse una pelota. Una juguetería tiene una liquidación de pelotas, pero todavía no cuentan con el dinero suficiente para comprarla, a menos que saquen dinero prestado del que tienen guardado para pagar el diezmo. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

  3. Es tarde por la noche y acaban de regresar a casa con su familia. Están cansados y se apresuran para ir a acostarse. Pero entonces recuerdan que todos han olvidado decir la oración familiar. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

  4. Su mejor amigo les invita al cine a ver una película en domingo. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

  5. Mientras están jugando con sus amigos, se acerca al grupo un niño que les ha dicho malas palabras y que ahora les dice que él también quiere jugar. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

  6. Están reunidos con sus amigos y algunos de ellos les instan a tomar una bebida alcohólica que uno de ellos llevó de la casa. ¿Qué mandamiento les ayudará a escoger lo correcto?

Elogie a los niños por sus buenas respuestas.

Cuando escogemos lo correcto, sentimos una gran satisfacción con nosotros mismos

Análisis

Diga a los niños que el escoger lo correcto y hacer lo justo les hará sentir una gran satisfacción interior.

Repase las seis anécdotas mencionadas anteriormente haciendo más preguntas. Por ejemplo, las siguientes preguntas y análisis podrían surgir de las dos primeras anécdotas.

  1. ¿Cómo creen que se sentirían si se fueran directamente a casa como su madre les ha indicado, en lugar de ir a la tienda con su amigo?

    Se divertirían jugando con su amigo, pero aun cuando estuvieran disfrutando, sentirían una inquietud interior por no haber cumplido con la promesa hecha a su madre. Aun cuando les resulte difícil escoger lo correcto y hacer lo que Jesucristo les ha indicado que hagan, si lo hacen, sentirán una gran satisfacción y se sentirán a gusto consigo mismos.

  2. ¿Cómo se sentirían si compraran una pelota con el dinero del diezmo? ¿Se sentirían a gusto jugando con la pelota?

Si bien sería divertido jugar a la pelota con los amigos, ustedes no se sentirían contentos consigo mismos por no haber tenido la fortaleza de escoger pagar el diezmo, como nuestro Padre Celestial nos lo ha mandado.

Repase las otras anécdotas del mismo modo. Ponga de relieve el sentimiento de satisfacción y alegría interior que experimentan los niños cuando obedecen un mandamiento del Señor, especialmente cuando hay que hacer un esfuerzo para lograrlo. Haga notar que ese buen sentimiento proviene del Espíritu Santo que les hace saber que nuestro Padre Celestial está complacido con ellos.

Hágales notar que lo que sienten cuando escogen lo incorrecto es, por lo general, un sentimiento de vacío interior y de enojo. Es muy posible que ese sentimiento también provenga del Espíritu Santo haciéndoles saber que deben arrepentirse y hacer lo justo.

Lámina y relato

Muestre la lámina 3-4, Un niño con su balón de fútbol.

Dígales que presten atención al relato que les narrará en seguida para que se enteren de lo que sintió Julio al escoger lo correcto:

Cuando Julio recibió un balón de fútbol, regalo de su tía María, el niño se preguntó cómo lo habría comprado, dado que ella no contaba con mucho dinero. Pero el niño sabía que ella se sentiría muy triste si él no lo aceptaba.

—Gracias, tía —le dijo sonriendo. ¿Por qué me regalas esto a mí?

—Porque me ayudas mucho —le dijo la tía—. No sé qué haría sin ti. Me limpias el jardín y me ayudas con los mandados. Sólo te pido que siempre recuerdes la razón por la cual te lo he regalado. Ahora ve a jugar.

Mientras jugaba con el balón en la acera, Julio pensaba en lo que la tía le había dicho. “Sólo te pido que siempre recuerdes la razón por la cual te lo he regalado”, había dicho la tía.

A Julio le gustaba muchísimo jugar al fútbol, y era muy buen jugador. Decía que cuando fuera grande, le encantaría jugar en el seleccionado de su país, Brasil. La tía María lo sabe, pensó. Quizás ésa sea la razón por la que me regaló el balón.

Poco después, Antonio se acercó a jugar con Julio, y no tardaron en integrarse al juego otros niños del vecindario, suficientes para jugar un partido de fútbol.

De pronto, Julio se fijó en un niño más pequeño que ellos que los observaba jugar desde la cerca.

—Oye —le dijo Antonio—. Mira, ahí viene Pablo. ¡No lo dejes jugar! Él siempre lo echa todo a perder. Si juega con nosotros, ¡perderemos!

Era cierto que Pablo no era buen jugador, pero Julio sabía lo mucho que le gustaba jugar.

—¿Puedo jugar? —le preguntó Pablo a Julio.

• ¿Qué habrían hecho ustedes?

Julio no le contestó de inmediato. Dirigió una rápida mirada a la ventana de la casa de su tía, por la cual la había visto mirándoles jugar; allí estaba, y se notaba preocupada, a la espera de la respuesta de Julio.

Entonces el niño recordó lo que ella le había dicho: “Sólo te pido que siempre recuerdes la razón por la cual te lo he regalado”. Volvió a mirar a su tía María. Siempre había hecho lo posible por ayudar a su tía y pensó que quizás eso era lo que ella le había querido decir: que siguiera ayudando y siendo generoso.

Julio volvió la mirada hacia Pablo y le dijo:

—Claro que puedes jugar, —-y entonces añadió—: Antonio es un buen jugador y él te ayudará a aprender más sobre el juego.

Antonio miró a Julio y, sonriendo, dijo:

—Seguro, ¡lo haré con mucho gusto! ¡Todos te enseñaremos!

Al empezar nuevamente a jugar, Julio miró hacia la ventana de su tía. Ella le sonrió, y entonces el niño se dio cuenta del porqué su tía le había regalado el balón nuevo de fútbol. (Véase Sherrie Johnson, “La pelota de fútbol”, Liahona, noviembre de 1973, págs. 27–28.)

Análisis

• ¿Qué sintió Julio después de haber decidido dejar jugar al otro niño? (Sintió alegría y satisfacción dentro de sí.)

• ¿Qué hubiera sucedido si no hubiese dejado jugar al otro niño? (Habría experimentado un sentimiento de desagrado y Pablo también se habría sentido triste.)

• ¿Hizo Julio lo que nuestro Padre Celestial y Jesucristo deseaban que hiciera?

Explique que en esta tierra tenemos que tomar muchas decisiones antes de poder volver a vivir con nuestro Padre Celestial; que las decisiones que tomemos nos harán sentir contentos o descontentos con nosotros mismos; que el escoger obedecer los mandamientos siempre nos hará sentir complacidos y felices.

Resumen

Anillo y escudo HLJ

Muestre a los niños el escudo HLJ y recuérdeles que su anillo HLJ respectivo les servirá para recordar escoger lo correcto.

Volante y análisis

Entregue a cada niño una copia del cartel “Señales de tránsito” y lean todos juntos las instrucciones que figuran en las señales de tránsito. (Para los niños más pequeños, explique las señales y lo que cada una de ellas significa.)

Dígales que no siempre es fácil escoger lo correcto, y que a veces podemos cometer errores. Los mandamientos de nuestro Padre Celestial nos ayudarán a encontrar el camino recto que debemos seguir y nos ayudarán, asimismo, a tener buenos sentimientos, por lo cual sabremos que hemos escogido lo correcto. También nos servirán para que algún día volvamos a vivir con nuestro Padre Celestial; entonces nos sentiremos felices de haber escogido hacer lo justo.

Sugiérales que lleven sus hojas con las referencias a su casa y que lean los versículos del Libro de Mormón con su familia; aconséjeles que guarden dichas hojas a fin de que las referencias que se mencionan les recuerden algunos de los mandamientos.

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio de la importancia de leer el Libro de Mormón; de que, si lo estudian, les ayudará a escoger siempre hacer lo justo.

Canción

Cante con los niños “Escojamos lo correcto”.

Pida al niño que va a dar la última oración que dé gracias a nuestro Padre Celestial por darnos mandamientos que nos ayudan a escoger lo justo.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Ate un cordel, una cinta, o una cuerda de un objeto a otro en el salón de clase (por ejemplo de la puerta a una silla, de una lado a otro de la habitación). Luego pida a los niños que tomen turnos para atravesar el salón de clase con los ojos cerrados, con la guía del cordel. Si lo desea, podría darles una recompensa cuando lleguen al final del cordel. Explique que tal como el cordel los guía a través del salón de clase, del mismo modo los mandamientos nos conducen de regreso a la presencia de nuestro Padre Celestial.

  2. Cuente brevemente el relato del sueño de Lehi que se encuentra en 1 Nefi 8–11 (lea especialmente 1 Nefi 8:9–10; 11:1–25). Explique que la barra de hierro representa la Palabra de Dios y que el árbol de la vida representa el amor de Dios. Analicen por qué sentimos el amor de Dios cuando cumplimos Sus mandamientos.

  3. Prepare una hoja de papel lo suficientemente grande para cubrir la lámina 3–5, Adán y Eva enseñan a sus hijos. Corte la hoja de papel en nueve partes iguales y pegue cada una de ellas con cinta adhesiva, cada una en su lugar, a fin de cubrir toda la lámina. Luego diga a los niños que debajo de las hojitas de papel hay un mensaje muy importante, y que cada vez que ellos mencionen un mandamiento que obedezcan porque sus padres u otra persona adulta se los haya enseñado, usted les permitirá despegar una de las hojitas de papel y tratar de descifrar el mensaje. Una vez que los niños hayan despegado las nueve hojitas de papel, analicen cómo los padres, los maestros u otros líderes pueden ayudar a los niños a aprender a obedecer los mandamientos de Dios.