Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Puedo ser puro y recto


Lección 38

Puedo ser puro y recto

Objetivo

Despertar en los niños el deseo de ser puros y rectos.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie 3 Nefi 27:27; Mormón 1:1–4, 13–17; 2:1, 16–19 y Doctrina y Convenios 100:16.

  2. Prepárese para ayudar a los niños a cantar “Escojamos lo correcto” (Canciones para los niños, pág. 82), cuya letra figura al final del manual.

  3. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar del Libro de Mormón y de Doctrina y Convenios para cada niño, si le fuera posible.

    2. Un salero y un pimentero (llenos), si le fuera posible.

    3. El escudo y el anillo HLJ.

    4. La lámina 3–34, Mormón hace un compendio de las planchas (62520 002, Las bellas artes del evangelio 306).

  4. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

Mormón era puro y justo

Actividad para despertar el interés

Muestre el salero y el pimentero que llevó a la clase. En seguida, vierta algo de la sal en la mano y muéstrela a la clase. Explique que tiene en la mano sal pura, o sea, que está limpia porque no contiene nada más que sal.

Vierta cierta cantidad de pimienta sobre la sal que tiene en la mano y explique que la sal ya no es pura porque tiene otra cosa que no es sal. Cuando una persona permite que le entren en la mente pensamientos malos o crueles, ya no es pura, sino que es como la mezcla de la sal y la pimienta. Ponga de relieve que la persona pura se esfuerza en todo momento por tener pensamientos buenos y por hacer actos de bondad.

Relato de las Escrituras

Explique que usted les hablará de un personaje del Libro de Mormón que era puro y recto. Cuente el siguiente relato con sus propias palabras:

Cuando Mormón era jovencito, se le reconoció como persona excelente. Tenía sólo diez años de edad y se le dijo que cuando creciera y se hiciera hombre, debía encargarse de las planchas de Nefi, donde se encontraba registrada la historia de los nefitas. Además, se le dijo que observara a la gente entre la cual vivía, de manera que cuando llegara a los veinticuatro años de edad, escribiera sobre las planchas la historia de su pueblo. Haga comprender a los niños cuán importante era esa responsabilidad.

• ¿Qué cualidades piensan ustedes que poseía Mormón a los diez años de edad, que le valieron el ser escogido para ser el siguiente encargado de llevar los registros? ¿Qué clase de niño creen que era Mormón? (Dé a los niños la oportunidad de analizar la respuesta. Para ello, lea Mormón 1:1–2 y hágales comprender que Mormón era aplicado en los estudios, que “empezaba a adquirir alguna instrucción en la ciencia de [su] pueblo”; que era “un niño serio” y “presto para observar”, lo que quiere decir que era muy observador y que aprendía muchas cosas. Explique que Mormón amaba a nuestro Padre Celestial y obedecía los mandamientos, por lo que se conservó puro y justo. Nuestro Padre Celestial sabía que podía confiarle a Mormón los escritos que estaban grabados en las planchas de Nefi.)

Explique que cuando Mormón tenía quince años de edad, tuvo una experiencia maravillosa: El Señor Jesucristo lo visitó (véase Mormón 1:15).

• Supongamos que ustedes fueran Mormón, ¿qué creen que habrían sentido al estar en la presencia de Jesucristo?

• ¿De qué manera era Mormón puro y recto? (Podría escribir las respuestas en la pizarra.)

Ponga de manifiesto que la mayoría de la gente de la época de Mormón era muy malvada (véase Moroni 1:13–14), pero Mormón deseaba que se arrepintieran de sus pecados y fueran bautizados para que fueran rectos y felices (véase Mormón 3:2). Mormón les decía que se arrepintieran, pero ellos no le prestaban atención.

• ¿Cómo piensan que se habrá sentido Mormón por el hecho de ser uno de los pocos que se esforzaban por ser rectos?

Muestre la lámina 3–34, Mormón hace un compendio de las planchas.

Destaque que Mormón escribió la historia de su pueblo en planchas de metal, tal como se le había mandado. También puso en orden las historias que otras personas habían escrito.

• ¿Dónde se encuentra la historia que escribió Mormón?

Exponga el ejemplar del Libro de Mormón y señale el nombre Mormón en el título. En seguida explique que el libro lleva el nombre de Mormón porque él fue quien organizó los registros y los cuidó, y porque era una persona recta.

Podemos ser puros en pensamiento, palabra y hechos

Análisis de pasajes de las Escrituras

• ¿Cómo podemos ser puros?

Para responder a esta pregunta, lea a los niños la siguiente declaración de Jesucristo, tal como está registrada en 3 Nefi 27:27: “ … ¿qué clase de hombres habéis de ser? En verdad os digo, aun como yo soy”.

• ¿Qué clase de personas debemos ser?

Explique a los niños que todo lo que Jesucristo pensó, dijo e hizo era bueno, y para llegar a ser como Él, debemos esforzarnos por pensar, decir y hacer las mismas cosas que Jesús pensaría, diría y haría. Cuando tengamos la tentación de hacer algo malo, debemos preguntarnos: “¿Qué quiere Jesús que yo haga?” Esto puede ayudarnos a mantenernos puros y virtuosos.

Escudo y anillo HLJ Muestre a los niños el escudo y el anillo HLJ y recuérdeles que estos objetos pueden ayudarles a recordar que deben hacer lo que Jesús desea. Si ellos escogen siempre hacer lo correcto, se mantendrán al margen de los malos pensamientos y de las malas acciones y, de ese modo, se conservarán puros y rectos.

Canción

Ayude a los niños a cantar o a repetir la letra de la canción “Escojamos lo correcto”.

Relato

Cuente el siguiente relato de una niña que hizo lo justo, aun cuando le resultó difícil hacerlo:

Cuando Delia y su familia se unieron a la Iglesia, el tío preferido de la niña se enfadó tanto con ellos que se negó a visitarlos por casi un año. Cuando por fin fue a verlos, invitó a Delia a acompañarles a él y a su familia a una excursión en la que escalarían montañas, por lo que Delia estaba muy contenta.

Partieron rumbo a las montañas y comenzaron a subir. En el segundo día, a Delia se le cayó la cantimplora, y con el golpe se rompió. Picaba el sol, y la chica, con la boca seca por la sed, comenzó a disminuir la marcha, quedándose cada vez más y más atrás del grupo; ¡deseaba tanto un trago de agua!

Al llegar a un punto, vio que los demás bebían refrescos enlatados. Ella caminó más de prisa para beber algo.

Al acercarse al grupo, uno de ellos la llamó y le dijo:

—Acá tienes un refresco, Delia.

Pero la niña se dio cuenta de que lo que le daba era una lata de cerveza. Al principio, Delia sólo pensaba en la sed que tenía, pero le habían enseñado el evangelio, había sido bautizada y sabía que no debía beber cerveza. Otra vez le acosó la sed; ella quería hacer lo correcto. Desde que se había bautizado se había estado esforzando por hacer lo justo y había orado para poder guardar los mandamientos. Ahora necesitaba ayuda para ser fuerte y resistir la tentación.

—Yo no tomo cerveza. Por favor, ¿no tienes otra cosa que puedas darme de beber? —dijo Delia mirando a la persona fijamente a los ojos.

Por un momento su tío Juan pareció enojarse, pero luego le dijo:

—Delia es mormona, démosle otra cosa para que beba.

Y entonces agregó:

—Delia, lo siento.

La niña se sintió complacida al haber cumplido con los mandamientos.

Análisis

• ¿Qué hizo Delia para permanecer pura y recta?

• ¿Cómo piensan que se sintió Delia después de haber escogido lo correcto?

• ¿De qué manera fue Delia un buen ejemplo para su tío?

Relatos y análisis

Diga a los miembros de la clase que les contará tres casos de niños que deseaban ser puros y rectos en pensamiento, palabra y hechos:

  1. Cuando los nuevos vecinos se mudaron a la casa contigua, Ricardo se hizo amigo del niño de su edad llamado Tito. Jugaban juntos casi todos los días. En una ocasión en que se hallaban jugando a la pelota al aire libre con unos amiguitos del vecindario, Tito se enojó porque su equipo iba perdiendo el juego y comenzó a gritar malas palabras a los del otro equipo. Al oírle, los chicos se alejaron, pues no quisieron seguir jugando con él. Entonces Ricardo se acercó a su nuevo amigo y le explicó que los padres de todos los niños que habían estado jugando les habían enseñado que es indebido decir malas palabras; además, le hizo notar que a ninguno de ellos le gustaba oír esa clase de palabras. Ricardo le dijo a Tito que si quería jugar sin decir malas palabras, iría a pedirles a los demás niños que volvieran para seguir con el juego.

    • ¿De qué modo demostró Ricardo que era puro y recto? (No diciendo malas palabras y tratando de enseñar a su nuevo amiguito que no es correcto decir malas palabras.)

    • ¿Por qué es malo decir malas palabras y tomar el nombre de Dios en vano? (Haga resaltar el hecho de que nuestro Padre Celestial y Jesucristo desean que hablemos con amabilidad y cordialidad, que no desean que empleemos Sus nombres con enojo y que nos han dado un mandamiento respecto a esto que dice: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano”. Las personas que juran o reniegan diciendo malas palabras dan un mal ejemplo; los juramentos y palabrotas podrían llevarnos a tener pensamientos que no son buenos y hacernos experimentar malos sentimientos.)

  2. Un día en que Carlos jugaba afuera, un niño les llamó a él y a varios de sus amigos a un rincón del patio de recreo. El niño que les había llamado tenía unos cigarrillos en el bolsillo e invitó a los demás a fumar. Los chicos se miraron unos a otros desconcertados, sin saber qué hacer. Por último, Carlos habló y dijo que no quería fumar y que, por lo tanto, se negaba a hacerlo. Los demás niños fueron del mismo parecer y tampoco quisieron fumar.

    • ¿De qué modo demostró Carlos que era puro y recto? (Se negó a fumar.)

    • ¿De qué forma se beneficiaron los demás niños?

    • ¿Qué hubieran hecho ustedes, de haber estado allí?

  3. Gerardo se encontraba en casa de su amigo mirando unas revistas. En la revista que estaba mirando su amigo había unas fotografías indecentes y éste quería que Gerardo las mirara. Gerardo se sintió muy incómodo cuando vio la clase de fotografías que había en la revista; él sabía que Jesucristo no las miraría. Gerardo dijo que no deseaba hacerlo y sugirió salir a jugar.

    • ¿En qué forma fue Gerardo justo? (Se negó a mirar la revista con fotografías indecentes.)

    Destaque que hay algunas revistas, libros, películas y programas de televisión que no son buenos y que pueden inculcarnos pensamientos malos. Haga hincapié en la importancia de conservar la mente pura, llena de pensamientos rectos, como Gerardo.

Análisis

Explique que las películas y los programas de televisión que vemos pueden influir en nuestro modo de actuar, ya que pueden inculcarnos ideas que no se nos ocurrirían si no los viéramos. Esas ideas pueden ser buenas o malas, según la clase de programa que sea.

• ¿Alguna vez han hecho de cuenta que son un personaje que hayan visto en una película o en la televisión?

Explíqueles que eso es imitar a alguien. Por lo general, es divertido imitar a alguien que uno considere el héroe o la heroína de una película.

• ¿Hay películas y programas de televisión que no debemos ver? (Sí, los hay.)

• ¿Hay buenas películas y buenos programas de televisión? (Sí, los hay.)

Pida a los niños que nombren algunos de sus favoritos, y dígales que piensen en el héroe de la película o del programa de televisión que les guste más. Luego pídales que contesten las siguientes preguntas:

  • ¿Obedece ese héroe la ley en todo momento?

  • ¿Usa ese héroe lenguaje limpio y puro?

  • ¿Actúa ese héroe en forma recta en todo momento?

  • ¿Se viste y actúa con modestia?

Diga que si han contestado que no a alguna de esas preguntas, quizás debieran buscar una persona o un personaje más recto como héroe.

Sugiera a los niños que hablen con sus padres con respecto a las películas y los programas de televisión que quieren ver. Ponga de relieve que si están viendo un programa que no es bueno, pueden cambiar de canal, apagar la televisión o salir del teatro donde estén mostrando la película.

Recuerde a los niños que el Espíritu Santo puede ayudarnos a distinguir entre lo bueno y lo malo. Si tenemos un mal sentimiento o nos sentimos incómodos en cuanto a algo en particular, eso quiere decir que el Espíritu Santo nos está diciendo que eso es malo para nosotros.

Resumen

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio de la importancia de conservar puros y rectos nuestros pensamientos, vocabulario y acciones. Podría contar a los niños una experiencia en la que se haya conservado puro y recto a pesar de haber sido tentado a hacer lo contrario. Haga comprender a los niños que el verdadero gozo proviene de ser rectos, aun cuando sea difícil serlo.

Inste a los niños a que cuando tengan dificultad para saber lo que es justo, piensen siempre en lo que Jesucristo desearía que ellos pensaran, dijeran e hicieran.

Pasaje de las Escrituras

Lea Doctrina y Convenios 100:16 a la clase, y explique que nosotros somos el pueblo que nuestro Padre Celestial ha levantado para que sea puro y recto.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Señale que Jesucristo desea que seamos como Mormón, aun cuando los que nos rodeen no sean personas rectas. Use el cartel del Artículo de Fe 13 y ayude a la clase a repetir todos al unísono la primera parte del artículo, hasta la palabra “hombres”. Explique que ser benevolente significa ser bondadoso y que ser honrados, verídicos y castos quiere decir ser puros y rectos.

    Exhorte a los niños a recordar este Artículo de Fe.

  2. Explique que si ellos y sus padres determinan de antemano los programas que pueden ver en la televisión, les será más fácil evitar los que sean malos.

    Mencione a los niños varios programas de televisión o películas y pídales que digan si el verlos significaría que han escogido lo correcto.

  3. Repita con los niños la letra del siguiente poema:

    Mi cuerpo es un templo que siempre he de cuidar,

    Mi espíritu en él morará y limpio debe estar.

    He de guardar mi templo sin deshonor también;

    Así mis pensamientos, aun cuando no se ven.

    Seré sin egoísmo, consuelo impartiré,

    Mis hechos siempre dignos, en cuanto viviré.

    Me da todas las cosas mi Padre Celestial,

    Le mostraré que lo amo guardándome del mal.

    Dos ojos tengo para ver belleza y verdad:

    Dos labios para pronunciar palabras de bondad.

    Yo trataré de usarlos con fe y devoción.

    Mis gracias doy al Padre por darme este don.

    Intercambie ideas con los niños acerca de qué pueden hacer

    para tener pensamientos y un vocabulario sanos y puros.