Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
El diezmo


Lección 42

El diezmo

Objetivo

Fortalecer el deseo de cada niño de pagar el diezmo.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Doctrina y Convenios 119:3–4 y Malaquías 3:10.

  2. Prepárese para ayudar a los niños a repetir la letra del verso “Mis diezmos al Señor daré”.

  3. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de la Biblia y de Doctrina y Convenios.

    2. Obtenga una fotográfia o lámina del templo más cercano a ustedes.

    3. Un recibo y un sobre de diezmo y otras ofrendas para usted y para cada uno de los niños.

    4. Un lápiz para cada niño.

    5. Diez monedas del mismo valor.

    6. Una botella.

    7. Diez manzanas (u otra fruta) u objetos.

    8. La lámina 3–26, Un niño paga el diezmo, la lámina 3–62, El Templo de Portland, Oregon (62617); la lámina 3–68, Personas trabajando en la historia familiar, y la lámina 3–69, Misioneros haciendo obra proselitista (62611).

  4. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

La ley del diezmo

Actividad para despertar el interés

Exponga las diez manzanas (u objetos) de modo que todos puedan verlas.

• Si yo fuera a darles estas diez manzanas a ustedes y luego les pidiera que me devolvieran sólo una, ¿estarían dispuestos a dármela? Levanten la mano si estarían dispuestos a hacerlo.

• ¿Quién fue el creador de las manzanas?

• ¿Quién creó la tierra?

Presentación por el maestro

Ponga de relieve el hecho de que tanto este mundo como todo lo bueno que hay en él nos lo han dado nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Ellos nos aman y nos cuidan. Podemos demostrarles nuestro agradecimiento y reconocimiento por Su amor y bondad al obedecer Sus mandamientos y hacer nuestra parte por ayudar a fortalecer la Iglesia.

Explique que la lección de hoy trata de un mandamiento importante. Cuando obedecemos este mandamiento, contribuimos al crecimiento y progreso de la Iglesia.

Pida a los niños que escuchen con atención mientras usted les lee Doctrina y Convenios 119:3–4.

• ¿De qué mandamiento vamos a hablar? (Del diezmo.)

• ¿Qué es el diezmo?

Lección práctica

Repase el concepto de que el diezmo significa un décimo. Muéstreles las diez monedas.

• Si una persona ganara todo este dinero, ¿cuánto debería pagar de diezmo?

Pida a uno de los niños que saque una de las monedas en representación del diezmo.

Explique que nuestro Padre Celestial y Jesucristo han pedido a todos los miembros que den a la Iglesia la décima parte del dinero que ganan, lo cual es el diezmo. Por motivo de que todo lo que tenemos proviene de un modo u otro de nuestro Padre Celestial, el pago del diezmo es, en realidad, devolver sólo una décima parte a nuestro Padre Celestial. El diezmo pertenece a nuestro Padre Celestial, y no debemos negárselo.

La forma en que se paga el diezmo

Actividad

Muestre un sobre de diezmos y donativos y proceda a hacer un repaso de la forma de pagar el diezmo. Indique en qué sitio determinado del centro de reuniones se encuentran los sobres y los formularios de diezmos y donativos. Por lo general, se encuentran cerca de la oficina del obispo. El sobre y el formulario mencionados se usan para pagar el diezmo. Entregue a cada uno de los niños un sobre y un formulario para el pago del diezmo y un lápiz. Muéstreles en qué lugar deben anotar el nombre de ellos y la cantidad del diezmo que se pague.

Explíqueles que cuando paguen el diezmo, deben completar el formulario, poner el dinero en el sobre y sellarlo, escribir el nombre en el sobre donde se indica, y entregarlo al obispo o a uno de sus consejeros.

Pida a los niños que escriban sus nombres respectivos en el frente del sobre de diezmos.

Destaque que es muy importante entregar al obispo una décima parte de todo el dinero que ganemos o recibamos y pagar así el diezmo.

• Muchos de ustedes habrán pagado el diezmo. ¿Quisieran contarnos lo que experimentaron al hacerlo?

El diezmo se utiliza para ayudar al crecimiento de la Iglesia de Jesucristo

Láminas y análisis

Muestre la lámina 3–26, Un niño paga el diezmo, y explique lo que se hace con los diezmos después que el obispo los recibe: el dinero se cuenta y se envía a las Oficinas Generales de la Iglesia. Entonces, los líderes lo usan en diferentes formas para ayudar al crecimiento de la Iglesia, como por ejemplo, para la construcción de templos y centros de reuniones, para comprar materiales de estudio para nosotros y para los seminarios a fin de ayudarnos a aprender el evangelio.

Diga a los niños que usted les va a mostrar lo que los líderes de la Iglesia hacen con el dinero del diezmo, o sea, la décima parte que pertenece al Señor. Tome una de las diez manzanas y córtela en tantos pedazos como sea necesario para que cada uno de los niños reciba uno, y pídales que lo coman. A continuación explique que del mismo modo, el diezmo que nosotros pagamos puede ayudar a muchas personas.

Nuestro diezmo se pone junto con el diezmo de otros miembros de la Iglesia para ayudar a la Iglesia en todo el mundo. El diezmo vuelve a nosotros de muchas formas.

Mencione los puntos que se indican a continuación, y a medida que los vaya mencionando, muestre las láminas correspondientes:

  1. El dinero de los diezmos se usa para pagar la construcción y la conservación de las capillas, los templos y otros edificios de la Iglesia.

  2. Parte del dinero de los diezmos se usa para llevar a cabo la historia familiar y la obra del templo.

  3. Parte del dinero de los diezmos se usa para mantener a los misioneros en el campo misional.

Explique que el dinero de los diezmos también se usa para muchas otras cosas, como por ejemplo los programas de los seminarios e institutos. Pagar el diezmo es un privilegio y una bendición. Es agradable saber que el dinero que pagamos por concepto de diezmos se usa para el crecimiento de la Iglesia.

Relato

Pida a los niños que presten atención al relato que les narrará sobre cómo se empleó el diezmo de una persona para el crecimiento de la Iglesia.

El hermano Wilson era pionero y tenía una yunta de bueyes con los que araba la tierra de su granja.

En una ocasión en que llegó el momento de pagar su diezmo, el hermano Wilson se dio cuenta de que no tenía suficiente dinero. Naturalmente, no deseaba pagar menos de la décima parte; quería pagar su diezmo como debía ser, un diezmo íntegro.

Por último, decidió que daría el predilecto de sus bueyes en calidad de diezmo, aun cuando ello significaba que se quedaría sólo con uno.

El hermano Wilson dio el mejor de sus bueyes al obispo, y éste le dio el recibo de su diezmo. En realidad, este hermano sintió tristeza al separarse de su buey preferido, pero lo hizo porque amaba a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo.

Con frecuencia, el hermano Wilson pensaba en el buey que había entregado en calidad de diezmo; se preguntaba cómo lo usarían para ayudar a la Iglesia. Entonces un día fue a la ciudad de Salt Lake City donde se estaba construyendo el templo. Al llegar al sitio de la construcción, reparó en un par de magníficos bueyes que arrastraban pesados bloques de piedra. Se interesó tanto en contemplar cómo trabajaban los bueyes que se acercó más hacia ellos para verlos mejor. Para su sorpresa y gran agrado, reconoció al instante a uno de los animales, viendo que era nada menos que su viejo y favorito buey. Muy grande fue la alegría que sintió el hermano Wilson al ver que el buey que había dado en calidad de diezmo servía para la edificación del templo.

Desde ese momento en adelante, el pagar el diezmo hizo sentir al hermano Wilson aún más feliz, pues al hacerlo siempre pensaba en las muchas formas en que éste se usaba para ayudar a la Iglesia.

Especifique que aun cuando habitualmente no vemos de qué manera se usa nuestro diezmo, como lo vio el hermano Wilson, sabemos que se emplea para contribuir al crecimiento y progreso de la Iglesia.

Paguemos nuestro diezmo con buena voluntad

Verso

Enseñe a los niños la letra del verso “Mis diezmos al Señor daré”.

Mis diezmos al Señor daré con obediencia fiel, Pues sé que le complace ver mi gran amor por Él. Pagando el diezmo expresaré mis gracias al Señor. Las bendiciones que me da son muestras de su amor.

• ¿Quién está complacido cuando pagamos el diezmo? (Nuestro Padre Celestial y Jesucristo.)

• ¿Qué le demostramos a nuestro Padre Celestial cuando pagamos el diezmo? (Le demostramos que le queremos mucho y que estamos agradecidos por todo lo que Él nos da.)

Pida a los niños que repitan las primeras dos líneas del verso. Destaque que cuando pagamos nuestro diezmo, le demostramos a nuestro Padre Celestial que le queremos mucho. Haga hincapié en el hecho de que cuando pagamos el diezmo nuestro Padre Celestial y Jesucristo se complacen mucho, especialmente si lo pagamos con una buena disposición.

Cuando pagamos el diezmo somos bendecidos

Lectura de pasajes de las Escrituras

Diga a los niños que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos han prometido bendecirnos si pagamos el diezmo.

Lea Malaquías 3:10.

• ¿Qué piensan ustedes que quiere decir este pasaje cuando dice que nuestro Padre Celestial nos promete abrir las ventanas de los cielos y bendecirnos?

Explique que los que pagan el diezmo reciben bendiciones. El presidente Heber J. Grant, uno de los profetas de los últimos días, dijo que seremos bendecidos con un mayor conocimiento y con una mayor capacidad para obedecer los mandamientos (véase Conference Report, abril de 1925, pág. 10). Otros profetas de los últimos días también nos han dicho que si pagamos el diezmo, prosperaremos. Prosperar quiere decir ser bendecidos con cosas materiales como alimentos y abrigo.

• ¿Quieren ustedes recibir esas bendiciones?

Ponga de relieve el hecho de que nuestro Padre Celestial bendice a todos los que pagan el diezmo. Diga a los niños que su Padre Celestial les ama y que aunque Él no los bendiga a todos por igual, si ellos pagan el diezmo Él los bendecirá con lo que sea mejor para ellos.

Destaque que debemos ser fieles, pagar un diezmo íntegro y confiar en nuestro Padre Celestial.

Resumen

Juego

Ayude a los niños a disponer las sillas en un círculo o pídales que se sienten en el suelo formando un círculo para llevar a efecto el juego de la botella. Coloque la botella en el centro del círculo y hágala girar. El niño al que señale la botella al detenerse debe decir si lo que usted lee es verdadero o falso. A continuación, ese niño hará girar la botella.

Si contara con el tiempo suficiente, podría repetir el juego.

Lea las declaraciones que se encuentran a continuación. Si el niño a quien señale la botella no contesta correctamente, pida al resto de los niños que le corrijan.

  1. Pagar el diezmo es un mandamiento. (Verdadero.)

  2. Diezmo significa un quinto. (Falso. Diezmo quiere decir un décimo.)

  3. Pagamos nuestro diezmo a la Iglesia. (Verdadero.)

  4. El dinero de los diezmos se utiliza para construir edificios de la Iglesia. (Verdadero.)

  5. El diezmo se usa para mantener a los misioneros, imprimir libros y ayudar a las obras de historia familiar y del templo. (Verdadero.)

  6. No importa si no pagamos nuestro diezmo. (Falso.)

  7. Cuando pagamos el diezmo, nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos bendicen. (Verdadero.)

Testimonio del maestro

Termine la lección expresando su testimonio con respecto a las bendiciones que se reciben por pagar el diezmo. Inste a los niños a hacer siempre lo correcto y pagar el diezmo con una buena disposición.

Volantes

Después de haber terminado la Primaria, devuelva a los niños sus sobres de diezmo.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Ayude a los niños a preparar un lugar especial donde puedan guardar el dinero del diezmo por separado del resto de su dinero. Podría ser una caja, un frasco o un sobre. Dígales que cada vez que ganen dinero, deben retirar primero que nada la suma correspondiente al diezmo y colocarla en el lugar especial que hayan escogido.

  2. Invite al secretario del barrio o al secretario financiero del barrio a visitar la clase y explicar qué se hace con los diezmos después que el obispo o el presidente de rama los recibe.

  3. Muestre el videocasete “Las ventanas de los cielos”, que se encuentra en Curso Básico, Videocassette, Enseñanzas de temas y puntos (53178 002).

  4. Prepare una hojita de papel para cada uno de los niños. Escriba de un lado “De nuestro Padre Celestial”, y del otro “Mío”. Entonces dé a los niños la oportunidad de dibujar nueve objetos (monedas, manzanas, etc.) del lado del papel que les corresponde a ellos y un objeto del lado de la hojita donde diga “De nuestro Padre Celestial”.