“Lección 7 — Material de preparación para la clase: La naturaleza y el propósito eternos del género”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 7 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro
Lección 7 — Material de preparación para la clase
La naturaleza y el propósito eternos del género
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que nuestro género, que en esta y en las siguientes lecciones se utiliza para referirnos a nuestro sexo biológico al nacer (a menos que se indique lo contrario), “en gran medida […] define quiénes somos, por qué estamos aquí en la tierra, y qué debemos hacer y llegar a ser” (“El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, pág. 51). A medida que estudies el material de esta lección, considera cómo el plan de salvación del Padre Celestial puede ayudarte a entender mejor la importancia de tu identidad y propósito eternos como hijo o hija de padres celestiales.
Nota: El género es un tema delicado para muchas personas. El propósito de estos materiales es ayudarte a entender la doctrina del Padre Celestial en cuanto al género y a explorar cómo se aplica a las diversas circunstancias de nuestro mundo actual. Busca la ayuda del Espíritu para entender los mensajes que Dios desea para ti a medida que estudies.
Sección 1
¿Cómo puede fortalecerse mi comprensión del género a medida que entiendo mejor el plan del Padre Celestial?
La proclamación sobre la familia declara: “Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos. El ser hombre o el ser mujer es una característica esencial de la identidad y del propósito premortales, mortales y eternos de la persona” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org).
El término género puede tener diferentes significados para diferentes personas. Como se explica en el manual de la Iglesia: “El significado que se pretende dar a la frase el ser hombre o mujer en la proclamación sobre la familia corresponde al sexo biológico en el momento de nacer” (Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 38.6.23).
El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo de nuestra creación:
Est[a creación del hombre y la mujer] se hizo espiritualmente en la vida premortal, cuando vivías en la presencia de tu Padre Celestial. Antes de venir a la tierra, ya eras hombre o mujer (“El gozo de vivir el gran plan de felicidad”, Liahona, enero de 1997, pág. 83).
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó además que la “creación binaria [del hombre y la mujer] es esencial para el Plan de Salvación” (en “General Conference Leadership Meetings Begin”, 2 de octubre de 2019, newsroom.ChurchofJesusChrist.org).
Comprender que somos hijos de padres celestiales puede ayudarnos a entender mejor el plan de Dios para nosotros y ayudarnos a ver mejor la importancia de nuestro género en ese plan.
Estudia a fin de prepararte para la clase
Lee Génesis 1:26–27 y piensa en lo que significa ser creado a imagen de nuestros padres celestiales.
Considera por qué el género es esencial en el plan del Padre Celestial. Estas son algunas verdades en las que podrías reflexionar:
El matrimonio eterno de un hombre y una mujer es esencial para llegar a ser como nuestros padres celestiales. La naturaleza de la vida eterna, es decir, la exaltación, es la continuación de las familias por la eternidad. Ese potencial solo se puede alcanzar “mediante los poderes creadores inherentes a la combinación de un hombre y una mujer unidos en un matrimonio eterno (véase Doctrina y Convenios 132:19)” (Dallin H. Oaks, en “General Conference Leadership Meetings Begin”).
“Por designio divino, se necesitan tanto el hombre como la mujer para traer hijos a la tierra y para proporcionar el mejor entorno para la crianza y el cuidado de los hijos” (David A. Bednar, “El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, pág. 52; véase también Génesis 1:28).
El Padre Celestial inviste a hombres y mujeres con capacidades distintas para ayudarles a cumplir con estas y otras responsabilidades divinas en Su plan. Los hombres y las mujeres se necesitan mutuamente para progresar y alcanzar todo su potencial eterno. Como el élder Bednar enseñó:
La naturaleza del espíritu del hombre y la naturaleza del espíritu de la mujer se complementan y se perfeccionan mutuamente y, por tanto, se ha dispuesto que progresen juntos hacia la exaltación […].
Por razones divinas, el espíritu de los hombres y el de las mujeres son diferentes, singulares y complementarios […].
A fin de llevar a cabo el plan de felicidad se necesitaba la combinación singular de facultades espirituales, físicas, mentales y emocionales tanto de hombres como de mujeres. Solos, ni el hombre ni la mujer podrían cumplir con los propósitos de su creación […].
Del mismo modo que las características singulares tanto del hombre como de la mujer contribuyen a la plenitud de la relación matrimonial, esas mismas características son vitales para la crianza, el cuidado y la enseñanza de los hijos (“El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, págs. 51–52).
El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, la hermana Ruth L. Renlund, también enseñaron:
Los espíritus masculinos y femeninos fueron creados para complementarse el uno al otro. Por esa razón, la identidad sexual no cambia en las eternidades, ya que proporciona el fundamento del máximo don que el Padre Celestial puede dar: Su tipo de vida (“Los propósitos divinos de la intimidad sexual”, Liahona, agosto de 2020, pág. 14).
Medita a fin de prepararte para la clase
Considera la función del género desde una perspectiva eterna. ¿Cómo puede el Plan de Salvación ayudarte a entender que “el ser hombre o el ser mujer es una característica esencial de la identidad y del propósito premortales, mortales y eternos de la persona”? (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”).
Sección 2
¿Cómo puedo entender mejor las preguntas en cuanto al género?
Tal vez hayas notado que en nuestros días hay muchas ideas diferentes sobre el género y la identidad. Algunas personas separan el término género del sexo biológico; pueden hablar de su identidad de género, lo cual puede referirse a la percepción interior de una persona de su género, aun cuando esta sea diferente de su sexo biológico (ten en cuenta que eso es diferente de la orientación sexual, que implica la atracción física, emocional y sexual hacia los demás. La orientación sexual se va a tratar en la siguiente lección).
La noción de la persona de ser hombre o mujer puede estar influenciada por la cultura, las normas sociales y la crianza. Por esas y otras razones, los estereotipos rígidos de género a veces pueden causar confusión a algunas personas e incluso pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, algunas personas podrían preocuparse de que sus intereses y habilidades no coincidan con algunas de las expectativas culturales y sociales de su sexo biológico. Eso no significa necesariamente que haya incongruencia entre su sexo biológico y su identidad de género. Es importante recordar que hay una serie de elementos que constituyen nuestra identidad individual completa, entre ellos, nuestra identidad divina, nuestro sexo biológico, dones, aptitudes, deseos y elecciones.
Aun cuando entendamos verdades eternas sobre el género, las realidades complejas de nuestra vida pueden resultar en preguntas o circunstancias difíciles. Piensa en lo siguiente:
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Por razones que no se entienden plenamente, algunas personas, en algún momento de su vida, “tienen sentimientos de falta de congruencia entre su sexo biológico y su identidad de género. Como resultado de ello, tal vez se reconocen como personas transgénero. La Iglesia no tiene una postura sobre las causas por las que las personas se reconocen como personas transgénero (Manual General, 38.6.23).
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Algunas personas pueden sentirse incómodas o frustradas con las expectativas culturales y sociales relacionadas con su sexo biológico.
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Como se indica en el Manual General: “En ocasiones extremadamente raras, un bebé nace con genitales que no son claramente masculinos ni femeninos” (38.7.7). A eso a menudo se le llama intersexualidad. Esa circunstancia, y cómo la tratan los padres o los asesores médicos, puede afectar o no la identidad de género de la persona.
Como menciona una publicación de la Iglesia sobre el tema, las personas que se identifican como transgénero “enfrenta[n] desafíos complejos”. “[S]on tan merecedores del amor cristiano como cualquiera de los hijos de Dios y se les debe tratar con sensibilidad, bondad y compasión” (“Transgénero: Comprenderse a usted mismo, ¿Encajo como miembro de la Iglesia?”, LaIglesiadeJesucristo.org). En lugar de permitir que la falta de entendimiento o el juzgar injustamente dicte la forma en que interactuamos con los demás, podemos “intentar ver a los demás con una mirada similar a la de Cristo” (“Transgénero: Apoyar a otras personas, ¿Qué puedo hacer para mostrar amor a la manera de Cristo?”, LaIglesiadeJesucristo.org).
Medita a fin de prepararte para la clase
¿Cómo puedo ser más considerado y sensible al tratar el tema del género con los demás y al considerar las complejas realidades de otras personas que pueda conocer o con las que pueda entrar en contacto?
Sección 3
¿Qué sucede si tengo preguntas sobre mi identidad de género?
Si tienes preguntas sobre tu género o experimentas sentimientos de incongruencia de género, sabe que tu Padre Celestial y tu Salvador te aman; Ellos siempre están a tu lado para lo que necesites. Considera cómo Jesucristo y Su evangelio pueden ayudarte y fortalecerte. Los recursos sobre transgénero publicados por la Iglesia comparten estas importantes verdades y recordatorios:
El Salvador comprende perfectamente nuestras circunstancias particulares. Como seres mortales, nuestra comprensión es limitada. Podemos declarar como Nefi que “s[abemos] que ama a sus hijos; sin embargo, no s[abemos] el significado de todas las cosas” (1 Nefi 11:17) (“Transgénero: Comprenderse a usted mismo, ¿Entiende realmente el Salvador por lo que estoy pasando?”, LaIglesiadeJesucristo.org).
No todos a tu alrededor serán perfectos en expresar amor, compasión o sensibilidad. En el mundo de hoy, es fácil sentirse ofendido o causar ofensas. Los desafíos importantes pueden hacernos vulnerables a ofensas no intencionadas debido a palabras inapropiadas o comentarios erróneos. Como miembros de la Iglesia, todos estamos aprendiendo y creciendo (“Transgénero: Comprenderse a usted mismo, ¿Encajo como miembro de la Iglesia?”, LaIglesiadeJesucristo.org).
La hermana Michelle D. Craig, Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, también enseñó:
Los Santos de los Últimos Días vienen en muchas formas y tamaños, pero “todos son iguales ante Dios” [2 Nefi 26:33] […]. No importa quiénes son o con qué estén lidiando, están invitados a la mesa del Señor (“La capacidad espiritual”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 21).
Ten la tranquilidad de que todas las bendiciones del Evangelio están al alcance de cualquiera que elija obedecer los mandamientos de Dios. Tú “puede[s] hacer promesas a Dios y cumplirlas” y “caminar en Su luz y participar en Su Iglesia”, ya sea que experimentes o no sentimientos de incongruencia de género (“Transgénero: Comprenderse a usted mismo, ¿Cómo puedo contribuir al reino del Señor?”, LaIglesiadeJesucristo.org).
El manual de la Iglesia menciona que “[l]as personas transgénero que no procuren la transición médica, quirúrgica ni social al género opuesto, y sean dignas, pueden recibir llamamientos de la Iglesia, recomendaciones para el templo y las ordenanzas del templo” (Manual General, 38.6.23). (Nota: “[L]a transición social […] abarca cambiar el modo de vestir y la apariencia, o cambiar el nombre o los pronombres, con el fin de presentarse de manera distinta al sexo que se tenía al nacer” [Manual General, 38.6.23]). Si desea entender más, hable con su obispo o presidente de rama.
Aunque no va en contra de las normas ni la doctrina de la Iglesia, el etiquetarte públicamente como transgénero podría limitar tu capacidad de alcanzar tus metas eternas. El presidente Oaks aconsejó:
Ten cuidado de cómo te defines a ti mismo […]. La única cualidad que debe caracterizarte es que eres hijo o hija de Dios. Ese hecho trasciende todas las demás características (“How to Define Yourself”, New Era, junio de 2013, pág. 48).
Lo más importante es que cada uno de nosotros es un hijo de Dios con el potencial de alcanzar la vida eterna. Todas las demás etiquetas […] son temporales o triviales en términos eternos. No decidan ponerse etiquetas o verse a sí mismos en términos que pongan límites a una meta que podrían esforzarse por alcanzar (“¿A qué conducirá esto?”, Liahona, mayo de 2019, pág. 62).
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió la siguiente certeza:
[T]odos tienen dones; todos tienen talentos; todos pueden contribuir al desarrollo del plan divino en cada generación […]. Muchos de ustedes hacen todo lo posible; y cuando los que llevan las cargas más difíciles de la mortalidad levantan su voz en defensa del plan de Dios para exaltar a Sus hijos, todos estamos listos para apoyarlos. Con confianza testificamos que la expiación de Jesucristo ha previsto, y al final compensará, todas las privaciones y pérdidas para aquellos que se vuelvan a Él. Nadie está predestinado a recibir menos que todo lo que el Padre tiene para Sus hijos (“El porqué del matrimonio, el porqué de la familia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 52–53).
Medita a fin de prepararte para la clase
¿De qué manera las enseñanzas de esta lección y la fe en Jesucristo pueden ayudarte a ti o a alguien que conozcas a tratar preguntas sobre el género?