Voces de los Santos
Si me esfuerzo, podré reunirme nuevamente con mis antepasados fallecidos
Es nuestra responsabilidad compartir nuestra felicidad, bendiciones y promesas con las personas que no tuvieron la oportunidad de obtenerlas.
La obra del templo y de historia familiar tiene un propósito muy importante y es ayudar a salvar las almas de las personas que ya están al otro lado del velo. Muchos de nuestros antepasados murieron sin conocer y aceptar el Evangelio de Jesucristo; por eso es que se nos ha dado la oportunidad de rescatar las almas de nuestros seres queridos.
Debemos tomarnos el tiempo de investigar y agregar a nuestros antepasados al árbol familiar. Una vez que completemos la información de nuestros seres queridos ya fallecidos, debemos efectuar las ordenanzas en el templo. Es nuestra responsabilidad hacerlo.
Me llena de gozo saber más de mis antepasados, gozo que he compartido con miembros de mi familia que aún viven. Es muy gratificante y llena mi alma realizar las ordenanzas por los miembros de mi familia ya fallecidos.
Saber que si me esfuerzo día a día podré reunirme nuevamente con ellos, tal como con mi abuela materna. Mi madre y mi abuela, en su momento, tendrán la oportunidad de estar juntas de nuevo. No sé cómo explicar los sentimientos de gratitud que nacen en mí al pensar que alguien a quien amas tanto estará muy feliz.
Cuando ayudamos a nuestros antepasados, no solo los beneficia a ellos, sino que también a nosotros. Les invito a todos a llenarse de felicidad, bendiciones y las promesas que Dios nos da cuando trabajamos en la obra del templo y de historia familiar.