¿Cómo puede el estudio de las Escrituras ayudarme a aprender acerca de nuestro Padre Celestial?
A lo largo de las épocas, los profetas han revelado verdades acerca de la naturaleza de Dios. A medida que estudiamos diligentemente sus testimonios en las Escrituras, podemos aprender acerca de los atributos del Padre Celestial y aumentar nuestra fe y nuestro testimonio. Cuanto mejor entendamos la naturaleza de nuestro Padre Celestial, mejor entenderemos nuestro potencial divino como Sus hijos espirituales.
Prepararse espiritualmente
Al estudiar con espíritu de oración las Escrituras y otros recursos, busque los pasajes o los enunciados que los jóvenes podrían usar para aprender más acerca de la naturaleza del Padre Celestial.
Omni 1:17; Mosíah 1:3–7; Alma 37:8–9 (Las Escrituras nos ayudan a entender la naturaleza de Dios)
D. y C. 1:37–39; 18:34–36 (En las Escrituras podemos escuchar la voz de Dios)
Guía para el Estudio de las Escrituras, “Trinidad”
D. Todd Christofferson, “La bendición de las Escrituras”, Liahona, mayo de 2010, págs. 32–35; véase también el video: La bendición de las Escrituras
Relacionar conceptos
Dedique los primeros minutos de cada clase a ayudar a los jóvenes a relacionar lo que aprenden en otros lugares (tales como el estudio personal, seminario, otras clases de la Iglesia o experiencias con los amigos). ¿Cómo puede ayudarles a ver la relevancia del Evangelio en la vida cotidiana? Las siguientes ideas pueden ayudarle:
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Invite a uno de los jóvenes de la clase a compartir con las jóvenes algo que haya aprendido acerca de la Trinidad en una reunión reciente de su cuórum del Sacerdocio Aarónico. Luego invite a una jovencita a compartir con los jóvenes algo que haya aprendido en su clase de las Mujeres Jóvenes.
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Pida a los jóvenes que reflexionen en la siguiente pregunta: “¿Qué les sucede a quienes no poseen Escrituras o no las estudian?”. Invítelos a buscar respuestas a esa pregunta mientras leen uno de los pasajes de las Escrituras que se sugieren en esta reseña o en la sección titulada “Las Escrituras ensanchan nuestra memoria” del discurso del élder D. Todd Christofferson “La bendición de las Escrituras” y pídales que compartan lo que hayan encontrado.
Aprender juntos
Cada una de las actividades siguientes ayudará a los jóvenes a comprender cómo utilizar las Escrituras para profundizar su comprensión de la Trinidad. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:
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Invite a los jóvenes a hacer una lista en la pizarra con algunas verdades que sepan de Dios. Pregúnteles cómo las aprendieron. Muéstreles cómo usar la Guía para el Estudio de las Escrituras con el fin de buscar pasajes de Escrituras que enseñen las verdades acerca de Dios que se hayan enumerado (por ejemplo, puede buscar “Amor” o “Sabiduría”). Invítelos a escribir en la pizarra las referencias que encuentren. Aliente a los jóvenes a compartir otras verdades adicionales que aprendan acerca del Padre Celestial al leer esos pasajes y escribirlas en la pizarra. ¿Por qué las Escrituras son importantes para ayudarnos a comprender a Dios?
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Seleccione un capítulo o un pasaje de las Escrituras y demuestre a los jóvenes lo que pueden aprender acerca de nuestro Padre Celestial en dicho capítulo. Por ejemplo, podría mostrarles cómo 1 Nefi 1 enseña acerca de Su gloria (véanse los versículos 8–9) y Su misericordia (véanse los versículos 14, 20). Conceda a los jóvenes el tiempo suficiente como para leer un capítulo o pasaje de las Escrituras y tomar nota de cualquier cosa que aprendan acerca del Padre Celestial durante su lectura. Tal vez desee sugerir los siguientes pasajes: Isaías 55; 2 Nefi 26:23–33; Mosíah 2:19–25; Doctrina y Convenios 1:17–39. Podrían hacerlo individualmente, en grupos o como clase. Invite a los jóvenes a compartir entre ellos lo que hayan descubierto.
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Invite a los jóvenes a leer individualmente “Trinidad” en la Guía para el Estudio de las Escrituras y a escribir algo que hayan aprendido acerca de Dios el Padre. Aliéntelos a buscar cualquier pasaje relacionado de las Escrituras que haga referencia a ello. Cuando todo el mundo haya terminado, invite a cada miembro de la clase a encontrar a alguien en la clase que haya escrito algo diferente y pídales que compartan los unos con los otros lo que aprendieron (incluyendo cualquier pasaje que hayan encontrado). Comparta cómo han llegado a conocer al Padre Celestial por medio de la lectura de las Escrituras e invite a algunos jóvenes a compartir sus propias experiencias.
Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Comprenden cómo el estudio de las Escrituras puede ayudarles a aprender acerca de nuestro Padre Celestial? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Valdría la pena dedicarle más tiempo a este tema?
Invitar a los jóvenes a actuar
Aliente a los jóvenes a utilizar lo que hayan aprendido hoy para su estudio personal de las Escrituras. En lecciones posteriores, invítelos a compartir alguna idea que hayan obtenido de su estudio acerca de nuestro Padre Celestial.