¿Cómo puedo superar la duda con la fe?

En ocasiones, los miembros de la Iglesia tienen preguntas en cuanto al Evangelio. Es natural hacernos preguntas, y cuando fielmente buscamos la verdad, fortalecemos nuestro testimonio. Sin embargo, si empezamos a cuestionar con corazones incrédulos, es más difícil que el Espíritu del Señor pueda guiarnos. En nuestra búsqueda de respuestas, debemos elegir tener fe en lo que ya sabemos del Evangelio, comprometernos a vivir los mandamientos y continuar con la oración y el estudio de las Escrituras a diario. Al hacer estas cosas, el Padre Celestial nos ayudará a fortalecer nuestro testimonio.

Prepararse espiritualmente

Con oración, estudie las fuentes de recursos que se dan a continuación. ¿Qué recursos podría utilizar para enseñar a los jóvenes la manera de fortalecer la fe y analizar las preguntas difíciles? ¿Qué siente que debería compartir?

Marcos 5:35–36; 9:14–24; Juan 20:26–29; D. y C. 6:36 (No temáis)

Helamán 5:12 (Estableced vuestro fundamento sobre Cristo)

1 Nefi 15:24 (Apoyarse en las Escrituras)

Juan 7:17; Santiago 2:17–18, 22; 3 Nefi 14:7–8; Éter 12:6, 12 (Actuar en fe)

2 Nefi 2:11 (Oposición en todas las cosas)

D. y C. 46:10–14 (A algunos les es dado saber, a otros creer en sus palabras)

Quentin L. Cook, “Valientes en el testimonio de Jesús”, Liahona, noviembre de 2016, págs. 40–44.

M. Russell Ballard, “¿A quién iremos?”, Liahona, noviembre de 2016, págs. 90–92.

Vern P. Stanfill, “Elegir la luz”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 55–57.

L. Whitney Clayton, “Elijamos creer”, Liahona, mayo de 2015, págs. 36–39.

Jeffrey R. Holland, “Creo”, Liahona, mayo de 2013, págs. 93–95.

Música: “Oración de un niño”, Canciones para los niños, págs. 6–7.

Relacionar los conceptos

Durante los primeros minutos de cada clase, ayude a los jóvenes a relacionar lo que están aprendiendo en otros lugares, tales como el estudio personal, seminario, otras clases de la Iglesia o experiencias con sus amigos. ¿Cómo puede ayudarles a ver la relevancia del Evangelio en la vida cotidiana? Las siguientes ideas pueden ayudarle:

Explique que cada miembro de la Iglesia, incluso cada hombre y mujer joven, tiene que tener su testimonio personal del Evangelio. Invite a los jóvenes a compartir experiencias donde hayan aprendido la importancia de desarrollar sus propios testimonios. Explique que a medida que cada uno de nosotros va desarrollando su testimonio personal, va obteniendo la autosuficiencia espiritual.
Usted podría mostrar a los jóvenes una imagen muy cercana de un objeto conocido (tan de cerca que no se pueda reconocer al objeto) y pedirles que traten de adivinar lo que es. Luego, muéstreles el objeto. ¿De qué forma mejora nuestro entendimiento cuando tenemos la perspectiva correcta? Pida a los jóvenes que reflexionen acerca de lo que aprenden de esta demostración en cuanto a la importancia de tener una perspectiva eterna (para ver más sobre este tema, véase de Rafael E. Pino, “La perspectiva eterna del Evangelio”, Liahona, mayo de 2015, págs. 117–119). Al afrontar preguntas difíciles. ¿cómo pueden beneficiarse los jóvenes de tener una perspectiva eterna?

Aprender juntos

Cada una de las siguientes actividades permitirá a los jóvenes comprender la forma de buscar respuestas a preguntas difíciles por medio de la fe. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o varias actividades que resulten mejor para su clase:

Invite a los jóvenes a escribir lo que más les gusta del evangelio de Jesucristo y Su Iglesia. ¿Por qué están agradecidos por el Evangelio? Pida a los jóvenes que busquen en el discurso del élder M. Russell Ballard: “¿A quién iremos?”, algunas de las bendiciones del Evangelio que menciona el élder Ballard. Comparta de qué manera las verdades del Evangelio que resalta el élder Ballard han marcado una diferencia en su vida. ¿Cómo puede fortalecer nuestra fe el recordar las bendiciones del Evangelio?
Lleve a la clase tres piedras etiquetadas como las piedras de tropiezo que especifica el élder Quentin L. Cook en su discurso, “Valientes en el testimonio de Jesús”. Divida la clase en tres grupos y entregue a cada grupo una de las piedras. Pida a cada grupo que busque en el discurso del élder Cook para ver cómo esa piedra de tropiezo puede debilitar la fe, y que también den un ejemplo de cómo se debilita la fe cuando las personas permiten que esa piedra de tropiezo entre en su vida. Después, entregue a cada grupo un bloque o ladrillo y pídales que piensen en algo que edificaría su fe. Podrían leer Helamán 5:12 como parte del análisis.
Pida a un miembro de la clase que venga preparado para compartir el relato de Marcos 9:14–27, o léanlo como clase. Divida la clase en tres grupos y entregue a cada grupo una de las tres observaciones que el élder Jeffrey R. Holland hace sobre este relato en su discurso “Creo”. ¿Cómo pueden utilizar dichas observaciones cuando ellos, o alguien a quien conozcan, tengan preguntas difíciles o dudas sobre el Evangelio?
Divida la clase en grupos pequeños y entregue a cada grupo una copia del discurso del élder L. Whitney Clayton “Elijamos creer” o una copia del discurso del élder Vern P. Stanfill, “Elegir la luz”. Pida a cada grupo que lean una sección del discurso y resalten las partes que les parecen importantes y significativas. Invite a los jóvenes a que compartan lo que aprendieron por el Espíritu durante su estudio. ¿Cómo pueden ellos relacionar el relato de Sailor Gutzler o del viaje en bicicleta del élder Stanfill con el proceso de vencer la duda y seguir adelante con fe?
El presidente Boyd K. Packer enseñó: “un testimonio se encuentra al compartirlo” (véase “La lámpara de Jehová”, Liahona, octubre de 1983, pág. 34). ¿Cómo se fortalecen nuestros testimonios al expresarlos? Lea Juan 7:17, Éter 12:6, 12 y Santiago 2:17–18, 22 y analicen lo que enseñan estos pasajes en cuanto a actuar por fe. ¿De qué manera el actuar conforme a la creencia que ya tenemos muestra al Padre Celestial que estamos listos para recibir más luz y verdad?

Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Comprenden ellos mejor la manera en que pueden afrontar con fe las preguntas difíciles sobre el Evangelio? ¿Comprenden ellos mejor la forma en que pueden ayudar a otras personas a lidiar con tales preguntas? Si está preocupado por algún miembro de la clase, puede sugerirle en privado que hable con sus padres, con un líder de los jóvenes o con el obispo acerca de sus preguntas.

Invítelos a actuar

Podría alentar a los jóvenes a escribir una nota amigable a un miembro menos activo o a una persona que esté debatiéndose con preguntas.

También podría animarlos a que se comprometan a fortalecer el testimonio por medio de la oración y el estudio de las Escrituras diariamente.