¿Cómo puedo ayudar a los demás a aprender acerca de nuestro Padre Celestial?
Muchas personas tienen una percepción de la Deidad que difiere mucho de Su verdadera naturaleza o no tienen el concepto de Dios. Al tener la plenitud del Evangelio podemos ayudar a los demás a entender la verdadera naturaleza del Padre Celestial y de su relación con Él.
Prepararse espiritualmente
Estudie con espíritu de oración los siguientes pasajes de las Escrituras y demás recursos. ¿Qué cree que será más útil para los jóvenes a los que enseña?
Alma 18:24–40; 22:4–23 (Ammón y Aarón enseñan acerca de Dios a los reyes lamanitas)
Alma 30:12–15, 37–53 (Korihor contiende con Alma acerca de la existencia de Dios)
“Dios es nuestro amoroso Padre Celestial”, Predicad Mi Evangelio, 2004, págs. 31–32
“Dios el Padre”, Leales a la Fe, 2004, págs. 62–64
Relacionar conceptos
Dedique los primeros minutos de cada clase a ayudar a los jóvenes a relacionar lo que están aprendiendo en otros lugares (tales como el estudio personal, seminario, otras clases de la Iglesia o experiencias con los amigos). ¿Cómo puede ayudarles a ver la relevancia del Evangelio en la vida cotidiana? Las siguientes ideas pueden ayudarle:
-
Pida a los jóvenes que compartan algo que hayan aprendido hace poco acerca de la Trinidad. ¿Qué dudas tienen? ¿Cómo pueden ayudarse los unos a los otros a encontrar respuestas a sus preguntas?
-
Invite a los jóvenes a escribir por un minuto lo que creemos acerca del Padre Celestial (si fuera necesario, consulte “Dios es nuestro amoroso Padre Celestial”, en Predicad Mi Evangelio, págs. 31–32; o “Dios el Padre” en Leales a la Fe, págs. 62–64). Invite a algunos de ellos a compartir lo que escribieron. Pídales que compartan alguna experiencia que hayan tenido en la cual hablaron sobre sus creencias acerca de Dios con alguien que tenía creencias diferentes (o usted podría compartir una experiencia propia). ¿Qué aprendieron de esa experiencia?
Aprender juntos
Cada una de las actividades siguientes ayudará a los jóvenes a aprender a explicar a los demás sus creencias en cuanto a Dios. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:
-
Como clase o en grupos pequeños, analicen Alma 30:12–15, 37–53. Pida a algunos jóvenes que busquen las razones por las que Korihor no creía en Dios y pregunte a los demás las razones por las que Alma sí creía en Él. ¿Saben los jóvenes de algunas personas que tienen opiniones similares a las de Korihor? Invítelos a considerar cómo pueden ayudar a un amigo que no esté seguro de la existencia de Dios. Dedique algún tiempo a ayudar a los jóvenes a planificar qué podrían hacer en esa situación. ¿Qué experiencias pueden compartir? ¿Cómo pueden dar testimonio de forma apropiada?
-
Invite a la mitad de la clase a leer Alma 18:24–40 y pida a la otra mitad que lea Alma 22:4–23. ¿Qué es lo que aprenden acerca de la enseñanza en los ejemplos de Ammón y Aarón? ¿Qué hicieron Ammón y Aarón para ayudar a Lamoni y a su padre a entender la naturaleza de Dios? ¿Por qué ambos, Ammón y Aarón, comenzaron preguntando a Lamoni y a su padre sobre sus creencias acerca de Dios? Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido y que analicen cómo podrían aplicarlo cuando tengan la oportunidad de explicar a los demás sus creencias acerca de Dios.
-
Con la autorización del obispo, invite a uno o más conversos a ir a la clase y compartir lo que creían acerca de Dios antes de unirse a la Iglesia y cómo el aprender acerca del Evangelio restaurado cambió sus creencias o influyó en ellas. Invite a los jóvenes a buscar pasajes de las Escrituras que apoyen la nueva comprensión que los conversos obtuvieron acerca del Padre Celestial.
Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido ç. ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Comprenden cómo ayudar a los demás a aprender acerca del Padre Celestial? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Valdría la pena dedicarle más tiempo a ese tema?
Invitar a los jóvenes a actuar
Pregunte a los jóvenes qué se sienten inspirados a hacer a raíz de lo que aprendieron hoy y aliéntelos a actuar de acuerdo con esos sentimientos. Busque la guía del Espíritu al considerar con espíritu de oración las maneras de hacer un seguimiento.