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Plantar los convenios en el corazón de la juventud
Dos mujeres jóvenes experimentaron servir como testigos en los bautismos que se hacen en el templo por personas que han muerto. Al participar de estas nuevas responsabilidades, aprendieron que el Señor confía en ellas para sacar adelante Su obra de salvación al otro lado del velo.
En octubre de 2019, el presidente Russell M. Nelson anunció una nueva norma relacionada con los testigos que participan en las ordenanzas de bautismos que se realizan en capillas y templos, así como los sellamientos vicarios o de personas vivas.
Dos semanas después de esta noticia, el obispado del Barrio Villa Hermosa, de la Estaca Guatemala Ciudad Villa Hermosa, planificó una visita de la juventud al Templo de la Ciudad de Guatemala para hacer bautismos vicarios.
Al hacer los preparativos, el obispado puso en acción las palabras del presidente Nelson, al asignar a Andrea U. y a Angie E. para ser testigos de los bautismos vicarios que realizarían ese día.
De esa experiencia, Angie recuerda haber estado nerviosa al principio, aunque después pudo sentir paz y la guía del Espíritu Santo. “Sé que estos nuevos ajustes son inspirados por el Señor y nos ayudarán a poder tener un crecimiento espiritual. Sobre todo, nos ayudarán a sentir gozo de ayudar a nuestros antepasados”, explicó.
De esa primera experiencia, en la que asumió el papel de testigo, le quedó grabado un mensaje que escuchó de voz de una obrera del templo. “Nos dijo que al ser testigos éramos como los ojos del Señor, y esas palabras me hicieron saber que es importante y eterno lo que hacemos en el templo”.
De igual forma, Andrea pudo obtener su propio testimonio de la obra vicaria y la importancia de la asignación que les han dado a los niños, jóvenes y mujeres.
“El ser testigo en el templo fue una experiencia agradable. Al empezar me puse nerviosa por la responsabilidad, pero hice una oración en mi mente y supe que el Señor confía en mí y que Él sabía que yo lo podía hacer bien. Me sentí cerca de mi Salvador y tuve la confirmación del Espíritu Santo, que me decía que lo que yo estaba viviendo era un momento sagrado”, testificó.
Sobre estos cambios, el presidente Nelson explicó que “cualquier ajuste realizado a las ordenanzas y/o procedimientos no cambian la naturaleza sagrada de los convenios que se realizan. Los ajustes permiten que los convenios se planten en el corazón de las personas que viven en circunstancias y tiempos distintos”.
Para plantar convenios en el corazón de la juventud, los líderes del Barrio Villa Hermosa tienen la meta de realizar visitas mensuales al templo.