Capítulo 16 1:54La huida del rey Limhi y de su pueblo Los lamanitas capturaron a muchos de los nefitas que no habían huido con el rey Noé. Los lamanitas se los llevaron y les dieron tierras, pero les hacían pagar tributos muy altos. Mosíah 19:15. Los nefitas nombraron a Limhi como su nuevo rey. Limhi era hijo del rey Noé, pero no era inicuo como su padre, sino que era un hombre justo. Mosíah 19:17, 26. El rey Limhi trató de hacer la paz con los lamanitas, pero éstos continuaron vigilando a los nefitas y siendo crueles con ellos. Mosíah 19:27–28; Mosíah 21:3. Un día el rey Limhi vio a unos desconocidos fuera de la ciudad e hizo que los encarcelaran. Los desconocidos eran nefitas de Zarahemla. Mosíah 21:23–24. El líder de ellos era Ammón. El rey Limhi se llenó de gozo al verlo porque sabía que Ammón podría ayudar a su pueblo a escapar de los lamanitas. Mosíah 7:13–15. El rey Limhi reunió a su pueblo y les recordó que la iniquidad de ellos era la razón por la que los lamanitas los tenían cautivos. Mosíah 7:17, 20. Les dijo que se arrepintieran, que confiaran en Dios y obedecieran los mandamientos. De ese modo, Dios les ayudaría a escapar. Mosíah 7:19, 33. Los nefitas se enteraron de que los lamanitas que vigilaban la ciudad por lo general se emborrachaban por la noche. Mosíah 22:6. Esa noche, el rey Limhi envió más vino a los guardias como regalo. Mosíah 22:10. El rey Limhi y su pueblo pudieron salir en silencio por donde estaban los guardias borrachos y huyeron. Mosíah 22:11. Ammón guió al rey Limhi y a su pueblo por el desierto hasta la tierra de Zarahemla, donde se les dio la bienvenida. Mosíah 22:13–14.