Capítulo 26 1:52El pueblo de Ammón Los hijos de Mosíah enseñaron el Evangelio a los lamanitas; miles de ellos se arrepintieron y se unieron a la Iglesia. Alma 23:4–5. Esos lamanitas que se unieron a la Iglesia se pusieron el nombre de anti-nefi-lehitas, o pueblo de Ammón; eran personas buenas y trabajadoras. Alma 23:17–18; Alma 27:26. Los lamanitas que no se arrepintieron se enojaron con el pueblo de Ammón y se prepararon para luchar contra ellos. Alma 24:1–2. El pueblo de Ammón sabía que los lamanitas inicuos irían a matarlos, pero decidieron que no pelearían contra ellos porque ya se habían arrepentido de haber matado. Alma 24:5–6. Enterraron sus armas profundamente en la tierra y prometieron a Dios que nunca volverían a matar. Alma 24:17–18. Cuando los lamanitas inicuos llegaron y empezaron a matarlos, ellos se postraron en la tierra y oraron. Alma 24:21. Al ver que el pueblo de Ammón no peleaba en contra de ellos, muchos de los lamanitas inicuos dejaron de matarlos. Alma 24:23–24. Los lamanitas se arrepintieron de haber matado; arrojaron sus armas al suelo y se unieron al pueblo de Ammón. No querían volver a pelear. Alma 24:24–27. Más lamanitas llegaron para destruir a los del pueblo de Ammón, quienes se negaron a pelear y muchos fueron muertos. Alma 27:2–3. Ammón, que no deseaba que el pueblo al que amaba fuese destruido, oró para suplicar ayuda. El Señor le dijo que tomara a su pueblo y saliera de esa tierra. Alma 27:4–5, 10–12. Los nefitas de Zarahemla dieron a Ammón y a su pueblo la tierra de Jersón y los protegieron. Se hicieron amigos. Alma 27:22–23.