Instituto
CAPITULO 49: ‘LA RELIGION PURA Y SIN MACULA’


49

“LA RELIGION PURA y SIN MACULA”

Map Chp. 49

Tesalónica

Atenas

Corinto

Filipo

Samotracia

Asón

Troas

Pérgamo

Tiatira

Filadelfia

Sardis

Efeso

Laodicea

Creta

MAR MEDITERRANEO

Iconío

Listra

Derbe

Chirpe

Cae

Jerusalén

Epístola de Santiago a los cristianos que vivían en el mundo greco-romano. Escrita por Santiago, el hermano del Señor, desde Jerusalén, aprox. en el año 50-51 (Santiago)

Jaime

Las pruebas son un privilegio. Pedir sabiduría a Dios

1:1–7

Dios no tienta a nadie para que obre mal

1:8–18

“Sed hacedores de la palabra”

1:19–27

Cometemos pecado si mostramos favoritismo

2:1–9

Toda la ley debe ser obedecida

2:10–13

“La fe sin obras es muerta”

2:14–26

El lenguaje controlado ayuda a la perfección

3:1–12

La envidia y las contiendas son del diablo

3:13–18

El origen de la guerra y de las luchas

4:1–3

Identificando a los enemigos de de Dios

4:4–6

Llegando a ser un amigo de Dios

4:7–12

¿Qué es el pecado?

4:13–17

Advertencia para los ricos

5:1–6

Esperar con paciencia la venida del Señor

5:7–11

Los ancianos [élderes] ungen y sanan a los enfermos

5:12–20

Comentario Interpretativo

(49-1) Tema

La epístola de Santiago no tiene un tema en el sentido usual, como lo tienen las epístolas a los Romanos, Efesios o Gálatas. No toma una idea central para luego desarrollarla y exponerla en una forma sistemática. Pero esta epístola tiene un propósito general que podía ser considerado como el tema. En ella Santiago parece estar mostrando que una vez que aceptamos el evangelio y tenemos fe, se espera que demostremos la realidad de esa fe en nuestra norma de vida cotidiana. El libro se caracteriza por una serie intercalada de pequeños sermones que demuestran que los santos no solamente deben conocer la palabra de Dios sino que deben vivirla.

(49-2) Fecha y lugar desde donde fue escrita

En las Epístolas Generales (Jlamadas así porque no iban dirigidas a un grupo determinado), de las cuales la de Santiago es una, resulta difícil la aserción respecto a la fecha y al lugar desde donde fueron escritas. Santiago, por ejemplo, no da indicio alguno en cuanto al lugar desde donde ha sido escrita. Muchos han supuesto que debe haber sido desde Jerusalén, siendo que es el lugar donde él residía, pero eso es sólo una suposición.

En cuanto a la fecha, sabemos en base a lo dicho por el historiador Josefa, que después de muchos años de dirigir prominentemente a la iglesia en Jerusalén, Santiago fue llevado ante el Sanedrín, sentenciado a muerte y ejecutado mediante lapidación en el año 62. (Véase de Josefa, The Life and Works of Flavius Josephus, Antiquities of the Jews, 20, 9, 1.) Eso, naturalmente, significa que la carta fue escrita antes de esa fecha. Aunque no se puede asegurar con certeza, el tono de la carta (por ejemplo, no hay mención de la controversia judío-gentil) podría sugerir que fue eSf:rita al principio de la historia de la Iglesia, probablemente alrededor de los años 50 ó 51. Este hecho, si es cierto, la convertiría en una de las primeras epístolas del Nuevo Testamento.

(49-3) Paternidad literaria

No hay duda en cuanto al hecho de que esta carta fue escrita por alguien llamado Santiago. El problema radica en determinar a cuál Santiago se refiere. Algunos suponen que el autor de la carta es el hermano de Juan e hijo de Zebedeo, a quien el Señor llamó al apostolado al comienzo de su ministerio (Mateo 10:2). El, junto con Pedro y Juan, constituían la primera presidencia de la iglesia primitiva. Este Santiago, sin embargo, fue el primer mártir apostólico de la iglesia. Fue muerto a espada, (probablemente decapitado) por Herodes en una ola de persecución contra la iglesia (Hechos 12:1, 2). la mayoría de los eruditos indican que su ejecución tuvo lugar en el año 44, cinco o seis años antes del Gran Concilio de Jerusalén. Considerando estos hechos, algunos creen que la epístola de Santiago fue escrita por Santiago, el hermano del Señor.

(49-4) Información

Como se dijo anteriormente, la epístola de Santiago es de carácter general. No fue enviada a ninguna rama o grupo de ramas en especial, más bien parece haber sido dirigida a todos los santos. Este sentimiento de generalidad es recalcado por la falta de referencias personales, saludos personales o mención de noticias como resulta tan típico en las epístolas de Pablo. la introducción es muy breve y no hay un final formal. Pero aunque esto parezca ser una desventaja, superficialmente, en realidad esta falta de aplicación concreta en cuanto a tiempo o lugar da a la carta una universalidad que la ha hecho de valor perdurable a través de los siglos.

Santiago dirigió su carta a las “doce tribus que están en la dispersión” (Santiago 1:1) Muchos eruditos, careciendo de un concepto del Israel espiritual en contraste con el Israel por descendencia de sangre, suponen que Santiago escribió a los cristianos judíos solamente. El élder McConkie, sin embargo, sugiere que Santiago escribió específicamente a los santos que llegarían a ser parte de Israel, aunque en un tuturo lejano.

“Santiago —religioso por naturaleza, entrenado en el judaísmo estricto de la época, convertido después de la resurrección del Señor y muerto como mártir— tomó sobre sí la sorprendente responsabilidad de escribir una epístola a los santos en la dispensación del Cumplimiento de los Tiempos.

“Pablo escribió a los santos de su época y si su doc- 432 trina y consejo nos bendice a los de años posteriores, tanto mejor. Pero Santiago se dirigió a aquellos de las doce tribus esparcidas de Israel que pertenecían a la Iglesia; esto es, a un pueblo que tenía que ser recogido, que recibiría el evangelio, que ingresaría al redil de Cristo. Si sus palabras tuvieron importancia para el pequeño núcleo de santos de Judá y Benjamín que se unieron a la Iglesia en el meridiano de los tiempos, tanto mejor” (McConkie, DNTC, 3:243).

(49-5) Santiago 1:2. ¿Debemos tener gozo cuando tenemos “diversas pruebas”?

José Smith hizo el siguiente cambio para la Versión Inspirada: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en muchas aflicciones“ (Santiago 1:2, Versión Inspirada, traducción libre.)

(49:6) Santiago 1:5, 6. “Si alguno…tiene falta de sabiduría”

“…este versículo por sí solo ha tenido el mayor impacto y el efecto de mayor alcance sobre el género humano, que cualquier otra frase escrita por cualquiera de los profetas de todos los tiempos. Bien se podría decir que el acto que coronó el ministerio de Santiago no fue su martirio por el testimonio de Jesús, sino su declaración, guiado por el Espíritu Santo, de estas sencillas palabras que condujeron a la apertura de los cielos en los tiempos modernos.

“Y bien se podría agregar que todo investigador de la verdad revelada se encuentra, en algún momento en el curso de su indagación o búsqueda, en el lugar en el que se encontró José Smith. El debe dirigirse al Todopoderoso y obtener sabiduría de Dios mediante revelación si es que quiere obtener un lugar en esa senda recta y angosta que lleva a la vida eterna” (McConkie, DNTC, 3:246-47).

(49-7) Santiago 1:10. ¿Por qué los ricos deben regocijarse en ser humillados?

“’Que los santos de buena condición, que se ven privados de sus bienes por causa de su adherencia al evangelio, también se regocijen pues las riquezas del del mundo son huidizas y no pueden compararse con las riquezas de la eternidad. O que se regocijen cuando, mediante pruebas, se ven humillados en el espíritu y dejan de confiar en aquellas cosas que se marchitan y mueren al calor del día’” (McConkie, DNTC, 3:248).

(49-8) Santiago 1:14. La forma en la que obra Satanás

Al describir al hombre que se deja influir por su propia lujuria, Santiago elige dos palabras que son vívidas y descriptivas de la forma en que Satanás obra sobre los hombres. la primera es atraído y era un término que se usaba en la caza y describía lo que el cazador hacía para llamar la atención de la pieza que quería cazar, para hacerla salir de su refugio en la espesura y poder llevarla a un lugar en el que estaban las trampaso Y la palabra seducido es traducida de una que era usada en la pesca y quería decir “cebar, o pescar mediante un cebo o carnada”. ¡Cuán atinada es la descripción, pues las concupiscencias de la carne están dirigidas a sonsacamos de la verdadera seguridad, de la rectitud protectora, para convertirnos en víctimas del cazador o del pescador maligno.

(49-9) Santiago 1:27. ¿Qué es la religión pura?

“Esto puede interpretarse en el sentido de que la persona que es religiosa se acuerda de los desafortunados y hay en ella un espíritu interno que la impele a hechos bondadosos y a llevar una vida sin tacha; que es justa y verídica; que no tiene, como dice Pablo, más alto concepto de sí que el que debe tener; que es cariñosa, paciente en la tribulación, diligente, de buen ánimo, ferviente en espíritu, hospitalaria, misericordiosa; que aborrece lo malo y se allega a lo que es bueno. la posesión de tal espíritu y sentimientos es señal verdadera de que la persona es religiosa por natu raleza.

“Las ordenanzas y requisitos exteriores de la Iglesia no son sino ayudas necesarias —mas no obstante indispensables— a la vida espiritual interior. la Iglesia misma, la organización, reuniones, ordenanzas, requisitos, son ayudas únicamente, pero muy necesarias, a la práctica de la religión verdadera; son ayos para dirigirnos por el camino de eterna luz y verdad” (Doctrina del Evangelio, Volumen 1, Curso de estudio para los quórumes del Sacerdocio de Melquisedec 1970-71, pág. 127).

(49-10) Santiago 2:25. ¿Quién fue Rahab?

Tanto Santiago como Pablo citan a la ramera Rahab como un ejemplo de verdadera fe tomado del Antiguo Testamento (Hebreos 11:31). Ella era habitante de Jericó en la época en que los ejércitos de Israel, bajo la dirección de Josué, se aproximaban a la Tierra Prometida (Josué 2:1-24.) Josué envió dos hombres a Jericó como espías, para enterarse de la fuerza de la ciudad. Rahab los recibió y los escondió cuando el rey los anduvo buscando. luego los ayudó a escapar de la ciudad. Por eso, ella y su familia fueron perdonados cuando el resto de Jericó fue destruido, y ella vivió el resto de su vida en Israel. (Véase Josué 6:22-25.) En la genealogía del Salvador se menciona a una Rahab (Véase Mateo 1:5.) Siendo que en las Escrituras no se menciona a ninguna otra mujer con ese nombre, la mayoría de los eruditos suponen que se trata de la misma persona.

(49-11) Santiago 3:8. la importancia de dominar la lengua

“Ahora pienso en el control personal. Muchos de los casos que examino comenzaron con apetitos y temperamentos sin control, los que a menudo llevaron a la crueldad, tanto mental como física. Cuando se está de mal humor la lengua puede ser venenosa. El apóstol Santiago dijo: ‘es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal’ (Santiago 3:8). Eso es solamente en forma potencial, pero a menudo resulta real. la lengua, con la cual decimos nuestras oraciones y expresamos nuestra fidelidad, a veces es usada para herir a quienes más amamos. “los niños que juegan con cometas, halan a sus aves de alas blancas; no podemos hacer eso cuando hacemos volar a las palabras’.

“Una pareja de varios años de matrimonio se vio envuelta en una violenta discusión a la hora del desayuno, en la granja. Posteriormente, durante el día, se dirigieron al pueblo en su carro, tirado por un par de hermosos caballos, para vender sus verduras y huevos. Mientras los caballos trotaban, Mary dijo: ‘John, ¿por qué no podemos andar juntos como lo hacen estos caballos? Ellos no regañan ni pelean.’ John dijo: ‘Mary, podríamos hacerlo si entre nosotros hubiera solamente una lengua.’

“¡Oh, las cosas desagradables que decimos a quienes amamos!

“’Tenemos palabras amables para los desconocidos

y sonrisas para el huésped ocasional,

mientras que a menudo los nuestros

reciben el tono amargo

aunque es a ellos a quienes más amamos!’”

(Hugh B. Brown en CR, oct. 1954, pág. 16).

(49-12) Santiago 4:4. ¿Qué es un “amigo del mundo”?

“El uso del vocablo ‘mundo’, en este sentido, se define en las Escrituras cuando se habla del ‘fin del mundo’ haciendo referencia a la destrucción de la maldad que hay en el mundo. (Véase José Smith 1:4.)

“El mundo al cual los apóstoles Santiago y Juan y el Maestro hacen referencia es el sistema moral y espiritual que es hostil a Dios cuyo propósito es llevarnos a pensar que nosotros y la humanidad en general no necesitamos de El. Es una sociedad que en toda época ha funcionado y funciona sobre principios erróneos, partiendo de deseos egoístas, de motivos impropios, de normas indignas, de valores falsos. los que no aceptan la revelación de Dios mediante sus profetas, han enunciado numerosas filosofías partiendo de su limitado razonamiento humano y aparentemente piensan que pueden encontrar felicidad y la satisfacción de sus almas ignorando el plan de salvación dado por Dios” (Harold B. lee, CR, oct. de 1968, pág. 59).

(49-13) Santiago 4:7. ¿En que forma resistimos al diablo de manera que huya de nosotros?

“El apóstol Santiago dio esta receta para vencer: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Para abandonar lo malo, transformar la vida, cambiar la personalidad, ahormar el carácter o volver a ahormarlo, necesitamos la ayuda del Señor, y podemos estar seguros de recibirla si cumplimos con nuestra parte. El hombre que depende fuerSECCION temente de su Señor se convierte en el amo de sí mismo y puede efectuar cualquier cosa que emprenda, sea obtener las planchas de bronce, construir un barco, vencer algún vicio o conquistar una transgresión profundamente arraigada.

“Aquel que es más fuerte que Lucifer, aquel que es nuestra fortaleza y nuestra fuerza, puede sostenernos en épocas de grave tentación. Aun cuando el Señor jamás apartará a uno del pecado o de las manos de los tentadores por medio de la fuerza, El ejerce su Espíritu para inducir al pecador a que él mismo lo realice con ayuda divina. y al hombre que se somete a la dulce influencia e instancias del Espíritu, y hace cuanto esté en su poder para conservarse en una actitud de arrepentimiento, se le garantizan protección, poder, libertad y gozo” (Spencer W. Kimball, El Milagro del Perdón, pág. 175).

(49-14) Santiago 4:17. “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”

“El pecado es la transgresión de la ley divina, tal como ella es dada a conocer mediante la conciencia o por revelación. El hombre peca cuando viola su conciencia, cuando va en contra de la luz y del conocimiento, no de la luz y conocimiento que ha venido a su prójimo, sino que ha venido a él mismo. Peca cuando hace lo contrario a lo que sabe que es correcto. Hasta ese punto comete desatinos. Uno puede sufrir dolorosas consecuencias por el mero hecho de cometer desatinos, pero no se puede cometer pecado sin saber obrar mejor o por encima de los hechos que son pecado. Uno debe tener una conciencia antes de poder ir contra ella (Whitney, Saturday Night Thoughts, pág. 239).

(49-15) Santiago 5:16. ¿Debemos confesar nuestros pecados unos a otros?

“La confesión de sus pecados mayores a la autoridad pertinente de la Iglesia es uno de los requisitos estipulados por el Señor. Estos pecados incluyen el adulterio, la fornicación, otras transgresiones sexuales y otros pecados de gravedad comparable. Este procedimiento de la confesión asegura el debido control y protección para la Iglesia y sus miembros, y encauza los pies del transgresor por la vía del arrepentimiento verdadero.

“Muchos ofensores en su vergüenza y orgullo han desahogado su conciencia, provisionalmente por lo menos, con una pocas oraciones en silencio al Señor y se han convencido a sí mismos de que aquello fue suficiente confesión de sus pecados. “Pero yo he confesado mi pecado a mi Padre Celestial —insistirán en decir— y es todo cuanto se necesita.” Esto no es verdad cuando se trata de un pecado mayor. En este caso se requieren dos clases de perdón para traer la paz al transgresor: la primera, de las autoridades correspondientes de la Iglesia y del Señor, y la segunda, del Señor mismo.

“Cuando uno ha ofendido a otro en una seria transgresión, o por haberle causado daños de menor magnitud, él, el agresor, el que causó la ofensa, pese a la actitud de la otra parte, debe reparar el error inmediatamente, confesando al ofendido y haciendo cuanto esté en su poder para allanar la dificultad y establecer nuevamente buenos sentimientos entre las dos partes” (Kimball, El Milagro del Perdón, págs. 179, 186).

(49-16) Santiago 5:17. ¿Elías o Elías el Profeta?

El nombre y el título de Elías a menudo confunden, siendo que se puede referir a un oficio, función o persona. (Véase de McConkie, Mormon Doctrine, págs. 219-22) Surge una mayor confusión por el hecho de que el nombre griego del famoso profeta del Antiguo Testamento, Elías el Profeta, es también Elías. En este versículo Santiago obviamente se está refiriendo a Elías el Profeta puesto que él tuvo el poder de detener las lluvias durante tres años y medio como una advertencia para Israel. (1 Reyes 17; 18.)

(49-17) Santiago 5:19, 20. El poder salvador de la obra misional

“Toda persona que está iniciando el largo viaje para emanciparse de la esclavitud del pecado y la maldad hallará consuelo en el concepto expresado por Santiago. Podríamos ampliarlo un poco y recordarle al transgresor que cada testimonio que dé, cada oración que ofrezca, cada sermón que predique, cada pasaje de las Escrituras que lea, toda ayuda que proporcione para estimular y elevar a otros—todas estas cosas lo fortalecen a él y lo elevan a un nivel más alto.

La causa motriz correcta para efectuar la obra misional, de la clase que sea, así como para prestar servicio alguno en la Iglesia es, desde luego, el amor por el prójimo; pero como en todos los casos, este servicio surte su efecto secundario en la propia vida de uno. Por tanto, al convertirnos en instrumentos en las manos de Dios para cambiar la vida de otros, nuestra propia vida no puede menos que ser elevada. Difícilmente se puede ayudar a otro a llegar a la cumbre del monte sin escalarlo uno mismo” (Kimball, El milagro del Perdón, pág. 205).

PUNTOS A CONSIDERAR

SANTIAGO IDENTIFICO MUCHOS ASPECTOS PRACTICOS DE LA APLlCACION DEL EVANGELIO

El joven presidente del quórum de élderes se sento perplejo durante algunos momentos y, entonces, empezó su explicación al obispo ya que se sentía preocupado por el hermano Miller: durante los últimos tres meses él no había completado su asignación de orientación familiar, y cuando se le pidió ayuda en una asignación del programa de bienestar se rehusó. El presidente explicó que el problema no era de apostasía yeso es justamente la razón por la que se sentía perplejo. El hermano Miller le había dicho que no hacía las cosas que se le había pedido porque lo distraerían de sus estudios. El dijo que había comprado algunos libros de la Iglesia y quería usar su tiempo para aprender el evangelio. Para él no había nada más importante que eso. El joven miró al obispo. “No estoy seguro en cuanto a qué tengo que decirle y temo que su actitud empeore. El hermano Miller me dijo que no va a venir más a la reunión del sacerdocio porque él sabe más del evangelio que cualquiera de los hermanos que están allí.”

¿Conoce el hermano Miller, realmente, el evangelio? Si ustedes fueran el obispo, ¿qué consejo le darían al presidente del quórum de élderes? ¿Hay algunas cosas que podrían señalar en la epístola de Santiago que podrían ser útiles al hermano Miller? Consideren cada una de las lecturas siguientes en su posible aplicación a este relato.

(49-18) Si tienen falta de sabiduría, pidan con fe a Dios (Santiago 1:5-7)

Es significante que el profeta José haya seguido el consejo de Santiago y que haya recibido el gran fundamento de su testimonio por parte de Dios mismo. El puso el libro al lado y fue a la fuente. Ustedes deberían tener experiencias semejantes en su vida, en las que se dirijan a Dios para recibir el testimonio supremo y las respuestas. Es bueno aceptar el testimonio de otros: de los padres, maestros, amigos y aun de los profetas; pero es privilegio de cada uno saber por sí mismo. Entonces el testimonio estará basado en la roca sólida de la revelación personal y esta es la gran fortaleza de la Iglesia.

“Pero tal vez la razón principal del crecimiento de la Iglesia sean los testimonios individuales de la divinidad de esta obra, a medida que van multiplicándose en el corazón de cada uno de los miembros de la Iglesia…en el corazón de los miembros fieles de la iglesia donde vibra la convicción de que ésta es en verdad la iglesia y el reino de Dios sobre la tierra” (Harold B. Lee, “Fortaleced las estacas de Sión, Liahona, octubre de 1973, pág. 37).

(49-19) “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8)

En la Iglesia hay muchos que todavía no han hecho un compromiso pleno con el Señor y su Iglesia. Buscan estar en el mundo y ser del mundo y también de la Iglesia. Tal curso de acción es imprudente. “Escogeos hoy,” son las palabras de Josué (Josué 24:15). Jesús dijo: “No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24). Llega un momento cuando debemos tener en cuenta el precio del discipulado; el precio es dedica- ción y consagración plena y no hay otra forma. Si, con las mayores decisiones de la vida constantemente deambulamos entre alternativas y hacemos decisiones imprudentes solamente de acuerdo a la urgencia del momento, nuestra vida será Dbstaculizada por compromisos y será inestable en todos nuestros caminos.

(49-20) La concupiscencia personal es la fuente de la tentación (Santiago 1:13-15)

En estos tiempos modernos muchos evaden la responsabilidad de sus propias acciones y culpan a la herencia, a la sociedad o al diablo como causantes de todos sus problemas. A pesar de lo significativo que son estos factores, Santiago identifica la raíz original del pecado diciendo que es la lujuria personal o el deseo intenso y enfermizo de todo aquello que es contra la ley. Nada viene a ser tentación a menos que haya un deseo de ello. No se trata de que nuestros deseos sean necesariamente malos en sí mismos, sino que nuestra responsabilidad es refrenar nuestras propias pasiones no sea que se conviertan en inclinaciones que invariablemente lleven hacia el pecado (Alma 38:12). De este modo ejercemos nuestro libre albedrío y debemos aceptar la responsabilidad si nuestras decisiones nos conducen hacia el pecado.

(49-21) No mostrar parcialidad en la injusticia (Santiago 2:4)

Desde tiempo inmemorial los hombres han mostrado parcialidad en la injusticia. La única aristocracia que cuenta para el Señor es la de la rectitud. El que hace su voluntad es favorecido de Dios (1 Nefi 17:35). Los hombres a menudo carecen de buenas razones para establecer sus distinciones. Si uno muestra prejuicio por cualquiera de las siguientes razones, tiene que examinar su vida (lean las Escrituras para aclarar):

Color de la piel (2 Nefi 16:33)

Oportunidad de aprendizaje (3 Nefi 6:12)

Valor de la vestimenta (Santiago 2:2-5)

Situación económica (Alma 32:5)

Herencia nacional [origen] (Mateo 3:8-10; 2 Nefi 26:33)

Exclusividad religiosa (Alma 31:12-18)

Estas son solamente algunas de las cosas indignas

por las cuales los hombres muestran parcialidad.

¿Pueden pensar en otras?

(49-22) El pecado de la levedad. (Santiago 4:9)

A los santos se les ha dicho que “reposen en vuestra mente las solemnidades de la eternidad” (D. y C. 43:34) El profeta José declaró que la levedad (Liviandad de pensamientos) no va de acuerdo con los llamados de Dios (José Smith 2:28). Esto no debe ser interpretado en el sentido de que no hay lugar para la diversión o risa, pues Brigham Young dijo que “la gente debe tener tanto diversión como religión” y que “todo gozo puro era de los cielos y para los santos” (Clarissa Young Spencer, Brigham Young at Home, págs. 148-49). Pero la risa descontrolada o la frivolidad son ofensivas para Dios (D. y C. 88:69).

(49-23) Sed hacedores de la palabra, no tan sólo oidores (Santiago 1:22)

Algunas de las denuncias más severas hechas por el Señor iban dirigidas a los hipócritas, aquellos que predican pero no practican. Como miembros de la verdadera iglesia del Señor nuestra profesión de fe es elevada. Somos “llamados para ser santos” (Romanos 1:7). Deberíamos ser la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte, de manera que todos los hombres vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios (Mateo 5:14, 16). A veces sucede lo contrario. Somos reconocidos por lo que no hacemos en lugar de serlo por lo que hacemos. las revelaciones indican que los santos llegarán a ser una fuerza tan positiva para hacer el bien que los del mundo se verán constreñidos a reconocer el poder de Dios en nosotros (D. y C. 105:32). Esto puede suceder solamente si hacemos lo que oímos. “No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). ¿Cuál creen ustedes que sea el problema del hermano Miller? ¿Cómo creen que se sentirá Dios hacia un individuo que pasa todo su tiempo estudiando el evangelio y que no tiene tiempo para amar a sus semejantes? Tal vez deseen considerar lo que el Salvador enseñó en 2 Nefi 31:14 concerniente a aquellos que saben mucho pero que no lo aplican para elevar a otros. ¿Se dan cuenta de que el estudio es importante siempre que el objetivo sea aplicar en la vida de uno la información obtenida y usarla para servir a los demás?

Consideren el caso de Lucifer. El conoce las Escrituras y probablemente es un teólogo excelente en ese sentido. Pero sigue siendo el diablo por causa de lo que hace. Por lo tanto, es por lo que uno hace que se convierte en un ser, o diabólico, o semejante a Cristo. Al escoger hacer lo que hizo el Salvador uno se vuelve como El yeso significa que finalmente llegará a ser perfecto. Por lo tanto, siguiendo las enseñanzas de Santiago uno está en el camino práctico hacia la perfección.

LAS ENSEÑANZAS DE SANTIAGO PUEDEN EQUIPARARSE CON LAS DEL SERMON DEL MONTE COMO MODELO

HACIA LA PERFECCION

El élder Bruce R. McConkie ha escrito que Santiago estableció “la operación práctica de las doctrinas enseñadas por su Hermano Mayor (Jesucristo)” (DNTC, 3:243). la vida celestial es práctica para el santo vuelto a nacer porque el evangeiio de Cristo es “el poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16) El discípulo está ciertamente, mediante la gracia del Salvador y por su propia voluntad “enteramente preparado para toda obra buena” a fin de que “el hombre de Dios sea perfecto” (2 Timoteo 3:17.)

“El Señor dijo ‘Sedvosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto’(Mateo 5:48). Estaoración resume todo lo que Jesús enseñó en cuanto ala misión de la vida y el destino del hombre. Pareceun dicho duro, y muchos han sentido que establece unatarea más allá de toda posibilidad de realización yque no vale la pena intentarlo; creen que proyectaun ideal sumamente irreal que lo hace de pocovalor. Podría haber alguna validez en esta objeción, sila vida va a ser considerada solamente en términos dela probación mortal. Para comprender el valortotal de la amonestación, tenemos necesidad de un entendimiento más amplio de la obra de la vida.

“Elpresidente Brigham Young aportó algo de luz encuanto a eso en uno de sus sermones. Después de citar el pasaje, dijo: “Si…el pasaje que he citado noestá expresado según nuestro entendimiento, podemos alterar la forma de decirlo en esta forma ‘Sed tan perfectos como podáis’pues eso es todo lo que podemos hacer.

“’Cuando hacemos todo lo que podemos hacer en la esfera y lugar que ocupamos aquí, somos justificados en la justicia, rectitud, misericordia y juicio que van delante del Señor del cielo y de la tierra. Quedamos tan justificados como los ángeles que van delante del trono de Dios. El pecado que se imputará sobre toda la posteridad de Adán y de Eva es que no actuaron tan bien como sabían hacerlo’ (JD 21:129).

“Eso coloca a la amonestación de ser perfectos en una base práctica. Queda entonces a nuestro alcance y posibilidad de logro…

“Esta interpretación introduce el principio de que no se espera que logremos todo en esta vida, lo que se espera es que seamos seres en progreso, creciendo hacia nuestro destino final. Pero aquel principio de ninguna forma nos excusa de hacer lo mejor que popodamos ni de adquirir todo el conocimiento que tenemos capacidad de adquirir y la oportunidad de asimilar a medida que vamos avanzando” (Albert E. Bowen, CR abril de 1951, págs. 122-123).

En su exposición de la religión pura y sin mácula, Santiago establece un modelo de perfección sorprendentemente semejante al dado por Jesús en el Sermón del Monte; de hecho, es tan semejante que uno se pregunta si no habrá estado presente cuando el Salvador lo expresó.

Examinen este bosquejo y evalúen su propio progreso hacia la perfección mediante la aplicación del evangelio de Jesucristo

Pattern for Perfection

NORMA PARA LA PERFECCION

ENSEÑANZAS DE SANTIAGO

SERMON DEL MONTE

Mateo 5:48; 6:33; 7:11

Mateo 5:38-47

Mateo 5:38-47

Mateo 5:10-11

(Nota: En el relato del Sermón del Monte dado a los nefitas, el Salvador manda específicamente que la gente siga a los profetas. Véase 3 Nefi 12:1.)

Mateo 5:4

(Nota: Esta bienaventuranza está incluida en la Versión Inspirada pero no en otras versiones de la Biblia; véase también Mat. 6:5-15; 3 Nefi 12:2)

Mateo 6:5-15

Mateo 6:19-21

Mateo 5:33-37

Mateo 5:27-30

Mateo 5:11, 12

(Nota: La Versión Inspirada de estos versículos aclara que el Salvador habla de la remisión de pecados).

Mateo 7:21, 24-27

Mateo 7:7-11

ENSEÑANZAS DE SANTIAGO

Santiago 1:4, 1

Santiago 2:8

Santiago 1:27

Santiago 5:10

Santiago 5:14, 15

Santiago 5:16

Santiago 5:1–5

Santiago 3:2

Santiago 4:2-4

Santiago 1:22–25

Santiago 1:12

Santiago 1:4–7

La perfección es después e todo lo que podemos hacer, un don de Dios.

La caridad, el amor puro de Cristo, es esencial para la perfección.

El servicio es una señal de perfección.

Los verdaderos profetas nos ayudan a ir hacia la perfección mediante el ejemplo y el precepto.

Las ordenanzas del evangelio son esenciales para la perfección.

La oración es una senda vital para la perfección.

Las riquezas de la vida pueden hacernos pobres ante Dios.

El control de la lengua es básico en el proceso hacia la perfección.

La concupiscencia es destructiva para el alma y debe ser vencida

Todos los pecados deben ser abandonados o no hay esperanza de perfección.

Las pruebas de la vida nos preparan para la perfección.

La roca de la perfección es hacer lo que el Señor ordena.

Recibimos aquello que va de acuerdo a los deseos de nuestro corazón.

Y así, ciertamente, el evangelio de Cristo es “la religión pura y sin mácula”. Tiene como meta la perfección de todos los que sigan su camino.