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“LOS REINOS DEL MUNDO HAN VENIDO A SER DE NUESTRO SEÑOR”
El libro de Apocalipsis (la revelación de Juan) a las siete Ramas de la Iglesia…Escrito por el apóstol Juan, exiliado en la isla de Patmos, aprox. en el año 95 D.C. | |
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Apocalipsis | |
Todas las cosas creadas adoran al Señor |
4:1–11 |
El libro de los siete sellos |
5:1–14 |
Primer sello: Ministerio de Enoc |
6:1, 2 |
Segundo sello: Estallido de la guerra |
6:3, 4 |
Tercer sello: El hambre asoló la tierra |
6:5, 6 |
Cuarto sello: Muerte, infierno, guerra, hambre |
6:7, 8 |
Quinto sello: Muerte de los mártires cristianos |
6:9–11 |
Sexto sello: Señales de los tiempos |
6:12–17 |
Restauración del evangelio |
7:1 |
Elías sellará a 144,000 |
7:2–8 |
Los santos justos de todas las naciones son glorificados |
7:9–17 |
Séptimo sello: Fuego y desolación |
8:1–13 |
Guerra y plagas |
9:1–21 |
Juan ayudará a restaurar todas las cosas |
10:1–11 |
Jerusalén: Morirán allí dos profetas |
11:1–14 |
Cristo reinará sobre toda la tierra |
11:15–19 |
Satanás hace la guerra en el cielo y en la tierra |
12:1–17 |
Satanás manda en los rei nos de la tierra |
13:1–10 |
La iglesia del diablo obra milagros |
13:11–18 |
“El Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión” |
14:1–5 |
El evangelio restaurado por ministros angélicos |
14:6, 7 |
El tormento eterno espera a los malvados |
14:8–11 |
Los santos justos que mueran, descansarán |
14:12, 13 |
El Hijo del Hombre siega la tierra |
14:14–20 |
Los santos glorificados alaban a Dios para siempre |
15:1–4 |
Dios esparce plagas sobre los malvados |
15:5–8; 16:1–12 |
Las naciones se reúnen para el Armagedón |
16:13–16 |
Cristo viene, las islas huyen, las montañas dejan de ser |
16:17–21 |
La iglesia grande y abominable |
17:1–18 |
Babilonia la grande ha caído |
18:1–24 |
Comentario Interpretativo
(55-1) Apocalipsis 4:4. ¿Quiénes eran los veinticuatro ancianos [élderes] que rodeaban el trono de Dios?
(Leer D. y C. 77:5.)
(55-2) Apocalipsis 4:6. ¿Cuál es el significado del mar de vidrio?
(Leer en D. y C. 77:1 y 130:6-9)
(55-3) Apocalipsis 4:8. ¿Cuál es el significado de las alas y los ojos de las bestias?
(Leer D. y C. 77:4.)
(55-4) Apocalipsis 5:1. ¿Cuál es el significado del libro sellado con siete sellos?
“El libro que Juan vio representaba la historia verdadera del mundo: lo que el ojo de Dios ha visto, lo que el ángel que lleva la historia ha escrito; y los siete mil años, correspondientes a los siete sellos del volumen del Apocalipsis, son como siete grandes días durante los cuales la Madre Tierra cumplirá su misión mortal, trabajando seis días y descansando el séptimo, su período de santificación. Estos siete días no incluyen al período de la creación de nuestro planeta ni su preparación como morada para el hombre. Se limitan a la ‘existencia temporal’ de la tierra, esto es, al Tiempo, considerado aparte de la Eternidad…
“…De acuerdo a la cronología recibida, la cual se admite que es imperfecta, pero tiene cierto grado de veracidad, cuatro mil años, o cuatro de los grandes siete días dados a este planeta como el período de su ‘existencia temporal’, habían pasado antes de la crucifixión de Cristo; mientras que casi dos mil años han pasado desde entonces. Consecuentemente, la larga semana de la tierra está llegando a su final y estamos en la actualidad en la víspera del Sábado del Tiempo, o al final del sexto día de la historia humana. ¿No es un momento para pensar, una estación para meditar? ¡La mañana se desplegará sobre el Milenio, los mil años de paz, el Día de Reposo del Mundo!” (Whitney, Saturday Night Thoughts, pág. 12).
(55-5) Apocalipsis 5:13. ¿Cuán literalmente debemos interpretar la frase “todo lo creado”?
“Juan vio animales muy extraños en el cielo; vio en realidad todas las criaturas que allí había: todos los animales, aves y peces en el cielo, glorificando a Dios. ¿Cómo lo sabemos? (Véase Apocalipsis 5:13) ‘Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra y debajo de la tierra, y está en el mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás.
“Supongo que Juan vio allí seres de mil formas que habían sido salvos de diez mil veces diez mil tierras como ésta: animales extraños de los cuales ningún concepto tenemos; todos podrán existir en el cielo. El gran secreto fue mostrar a Juan lo que había en el cielo. Juan entendió que Dios se glorifica a sí mismo salvando todo lo que sus manos han hecho, sean animales, aves, peces u hombres; y El se glorificará a sí mismo con ellos.
“Alguien dirá: ‘No puedo creer en la salvación de los animales.’ Cualquiera que os dijere que esto no puede ser, también os dirá que las revelaciones no son ciertas. Juan oyó las palabras de los animales que glorificaban a Dios, y las entendió. Dios, que hizo las bestias, puede entender todo lo qUE éstas hablen. Los cuatro animales que Juan vio eran cuatro de los animales más nobles que habían cumplido la medida de su creación, y habían sido salvos de otros mundos, porque eran perfectos: eran como ángeles en su propia esfera. No nos es dicho de dónde vinieron, ni yo lo sé; pero Juan los vio, y los oyó alabando y glorificando a Dios” (Smith, Enseñanzas, págs. 353-354).
(55-6) Apocalipsis 6:2. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del primer sello?
“Estos acontecimientos que Juan vio eran relativos a alguien montado en un caballo blanco (el emblema de la victoria); que tenía un arco (armas de guerra); portaba una corona (la guirnalda o tiara del conquistador); e iba adelante conquistando y a conquistar (es decir, era victorioso en la guerra)…
“…es claro que los sucesos más trascendentes tenían que ver con Enoc y su ministerio. Y es interesante notar que lo que Juan vio no fue el establecimiento de Sión y su arrebato a las esferas celestes, sino las guerras sin parangón en las que Enoc, como general de los ejércitos de los santos ‘iba adelante conquistando y a conquistar’. De estas guerras nos cuentan nuestras Escrituras (véase en Moisés 7:13-17.)
“Ciertamente, nunca hubo un ministerio tal como el de Enoc y nunca un conquistador y general que lo haya igualado. ¡Cuán apropiado que cabalgase en un caballo blanco de la victoria en la visión apocalíptica de Juan!” (McConkie, DNTC, 3:476-78.)
(55-7) Apocalipsis 6:3, 4. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del segundo sello?
“¿Quién montaba el caballo bermejo, el caballo rojo de la guerra y del derramamiento de sangre y una espada, durante el segundo sello? Posiblemente fuese el diablo mismo, pues ciertamente ese fue su gran día de poder, un día de tan grande maldad que toda alma viviente (con excepción de ocho personas) fue encontrada digna de muerte por agua, maldad que hizo que el Señor Dios del Cielo hiciese venir el diluvio sobre los hombres.
“O si no fue Lucifer, posiblemente era un hombre sanguinario, o una persona representando a muchos guerreros asesinos, de los cuales no hay historia escrita. Baste decir que la era comprendida entre el año 3000 y 2000 A. C. fue una era de guerra y destrucción, siendo éstas las armas favoritas de Satanás para crear aquellas condiciones sociales en las que los hombres pierdan sus almas.
“De las maldades y abominaciones de la época de Noé, la palabra revelada dice: (leer Moisés 8:22, 28, 29.)” (McConkie, DNTC, 3:478.)
(55-8) Apocalipsis 6:4, 5. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del tercer sello?
“Como el hambre sigue a la espada, así los dolores de ella deben haber carcomido los vientres del pueblo del Señor durante el tercer sello. Desde el año 2000 al 1000 A. C., como en ninguna otra época de la historia de la tierra, el caballo negro del hambre influyó tanto sobre la historia de los tratos de Dios con su pueblo.
“En los primeros años de este sello, el hambre en Ur de Caldea fue tan severa que el hermano de Abraham, Harán, murió por esa causa, mientras que el padre de los fieles recibió el mandato de Dios de llevar a su familia a Canaán. (Abraham 1:29-30; 2:15.) De su lucha para obtener suficiente alimento para sobrevivir, Abraham dijo: [Leer en Abraham 2:17, 21].
“Esta búsqueda de sustento todavía sopesaba sobre el pueblo del Señor en los días de Jacob, quien envió a sus hijos a Egipto a comprar maíz de los graneros de José su hijo. En aquella época ‘hubo hambre en todos los países’, y fue solamente mediante la intervención divina que Jacob y los primeros integrantes de la casa de Israel fueron salvados del destino de Harán. (Gén. 41:53-57; 42; 43; y 44.) Y en los días de su viaje por el desierto, los millones de la descendencia de Jacob que habían seguido a Moisés al salir del cautiverio en Egipto, a fin de que no muriesen de hambre, fueron alimentados durante cuarenta años con maná del cielo. (Ex. 16.)
“…Ciertamente el tercer sello fue un milenio en el cual el hambre entre los hombres afectó el curso total de los tratos de Dios con su pueblo” (McConkie, DNTC, 3:479-80).
(55-9) Apocalipsis 6:6. “Dos libras de trigo por un denario”
Este extraño relato del precio del trigo y de la cebada nos parece desoncertante hoy en día, pero el conocimiento de las unidades monetarias y de las costumbres del tiempo de Juan nos ayuda a comprender mejor qué fue lo que la voz declaró. Los lectores de Juan con seguridad que lo entendieron claramente. Una medida (choenix en griego) era aproximadamente medio kilogramo y era la cantidad usual de la ración diaria. El denario era una pequeña moneda de plata acuñada en Roma. Aunque es difícil determinar el valor equivalente de la misma en la economía actual, se sabe que el denario era el jornal típico por un día de trabajo en aquellos tiempos. Así, gastar el jornal para comprar solamente alimento suficiente para una persona por un día, claramente indica que esos eran precios de escasez. Se podían comprar tres medidas (tres libras) de cebada por un denario, pero la cebada era inferior como grano para el sustento humano y generalmente se usaba solamente en tiempos de gran escasez.
El hecho de que el jinete tenía balanzas en su mano, sugiere que la escasez de alimento era tal que tenía que ser repartido con gran exactitud. El élder McConkie ha sugerido que la frase “no dañes el aceite ni el vino” significaba que se debía preservar suficiente como para que el hombre no pereciese enteramente en las condiciones de escasez de aquella época. (Véase de McConkie, DNTC, 3:480.)
(55-10) Apocalipsis 6:7, 8. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del cuarto sello?
“Durante el cuarto sello, desde el año 1000 A.C. hasta la venida de nuestro Señor, la muerte trató sin miramientos a las naciones de los hombres, y el infierno estaba a sus pies. Así, los muertos entre los infieles de esa época de sangre —por la espada, por el hambre, por la pestilencia o por las bestias salvajes— eran, luego de su muerte, arrojados al infierno. Este es el milenio de los grandes reinos y naciones cuyas guerras y traiciones atormentaron y se excedieron, una y otra vez, sobre la gente. Esa es también la época general en la que el propio pueblo del Señor guerreó entre sí y mandó prematuramente a la tumba, a un incontable número de sus propios hermanos” (McConkie, DNTC, 3:481).
(55-11) Apocalipsis 6:9-11. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del quinto sello?
“En lo que concierne al pueblo del Señor, los acontecimientos del quinto sello, (aquel período del nacimiento de nuestro Señor hasta el año 1000 de nuestra era), que son dignos de mención tenemos:
“1. El nacimiento en la tierra del Unigénito de Dios¡ su ministerio entre los hombres y el sacrificio expiatorio que efectuó derramando su propia sangre.
“2. El esparcimiento y perfección de la Iglesia que fue establecida por El a quien la Iglesia pertenece, y el increíble fanatismo entre los incrédulos que hizo que la aceptación del martirio fuese casi sinónima de la aceptación del evangelio.
“3. Y luego, naturalmente, el desvío total apartándose del cristianismo verdadero y perfecto, triste eventualidad que dio inicio a la larga noche de obscuridad apóstata sobre toda la faz de la tierra.
“La obra y ministerio de nuestro Señor aparecen explicados en todas partes de las Escrituras; los hechos relativos a la apostasía ocurrida después del meridiano de los tiempos y a la perversión de las verdades y de los poderes de salvación, también se relatan en otros escritos sagrados. De manera que nada más natural que encontrar al Señor revelando aquí, aquella porción del libro sellado que trata sobre la doctrina del martirio. Entre los santos antiguos el martirio era siempre una posibilidad presente, que ocupaba completamente sus pensamientos y sentimientos. Ellos sabían que por renunciar a todo y seguir a Cristo, podían, si el destino así lo decretaba, ser llamados a dar su vida por El que había dado la propia por ellos. En un sentido casi de invitación a la muerte, el meridiano de los tiempos fue la dispensación del martirio” (McConkie, DNTC, 3:482-83).
(55-12) Apocalipsis 6: 12-17. ¿Cuál es la interpretación de la apertura del sexto sello?
“Vivimos ahora durante los años finales del sexto sello, aquel período de mil años que comenzó en el año 1000 D.C. y que continuará hasta la noche del sábado del tiempo y justamente hasta el comienzo de la era sabática cuando Cristo reinará personalmente sobre la tierra, cuando todas las bendiciones del Gran Milenio serán esparcidas sobre este planeta. Esto, en consecuencia, es la era en que las señales de los tiempos serán mostradas y de hecho están en todas partes y pueden ser vistas” (McConkie, DNTC, 3:485-86).
En cuanto a otras referencias concernientes a las señales de los tiempos que afectarán a la tierra durante el sexto sello, véase D. y C. 88:87-91; 29:14-21; Isaías 13:9-11; Isaías 24:20; Mateo 24:29, 30.
(55-13) Apocalipsis 7:1-3. Los cuatro ángeles del sexto sello
“¿Podéis decirme dónde está el pueblo que será cobijado y protegido de estas calamidades y juicios que ahora están a nuestras puertas? Yo os lo diré. El Sacerdocio de Dios que honra su sacerdocio, y aquellos que son dignos de sus bendiciones, son los únicos que tendrán esta seguridad y protección. Ningún otro pueblo tiene el derecho de ser protegido de estos juicios. Ellos están a nuestras puertas; ni siquiera este pueblo escapará de ellos enteramente. Vendrán como los juicios de Sodoma y de Gomarra. Y nadie sino el sacerdocio estará a salvo de su furor. Dios ha detenido por muchos años a los ángeles destructores, no sea que ellos corten el trigo con la cizaña. Pero quiero deciros ahora, que esos ángeles han salido de los portales del cielo y están sobre la tierra esperando para volcar los juicios. Y desde este mismo día los juicios serán derramados. las calamidades y dificultades están aumentando en la tierra y hay un significado en estas cosas. Recordad esto y reflexionad sobre estos asuntos. Si cumplís con vuestro deber y yo con el mío, tendremos protección y pasaremos a través de las aflicciones en paz y seguridad. leed las Escrituras y las revelaciones. Ellas os confirmarán estas cosas” (Wilford Woodruff en The Young Woman’s Joumal, 5:512-13).
(55-14) Apocalipsis 7:2. ¿Quién es Elías y en qué forma se relaciona con el ángel del oriente?
Lean en D. y C. 77:9.
“Como se declaró previamente, la restauración del 488 Evangelio no ocurrió mediante un solo mensajero, sino que hay varios que vinieron y confirieron sus llaves de autoridad y poder. El nombre Elías es un título. Esto nos ha sido enseñado por el profeta José Smith. (Véase Enseñanzas, pág. 413-14.) ¿No es posible, por lo tanto, siendo que tantos profetas antiguos tuvieron que ver en la restauración, que al hablar de Elías que había de venir a restaurar todas las cosas, no tengamos la visión de varios Elías, en lugar de considerar a uno solo? El ángel con el sello dirige a cuatro ángeles que tienen en sus manos el destino del mundo, no para herir la tierra hasta que los siervos del Señor hayan sido sellados. Esto no podía ser efectuado mientras el evangelio no fuese restaurado y proclamado a todas las naciones de la tierra” (Smith, Church History and Modern Revelation, 1:301-2).
(55-15) Apocalipsis 7:3. ¿Cual es la interpretación del sellamiento de los siervos del Señor?
En la época de Juan era práctica común que los devotos de los distintos dioses paganos se marcasen la frente con el nombre o símbolo de su dios. Así los seguidores de Zeus marcaban su frente con el rayo; los de Poseidón, con un tridente, etc. las imágenes presentadas por Juan tenían que tener un impacto poderoso sobre los lectores de su época. Ser sellado o marcado en la frente, representaría una metáfora vívida de devoción y servicio a Dios —fuera que ese dios fuese el dios verdadero o la bestia salvaje adorada como un dios. (Véase Apocalipsis 13.)
En cuanto al significado real del sellamiento mismo, José Smith dijo: “Hay cuatro ángeles destructores que tienen dominio sobre las cuatro partes de la tierra hasta que los siervos de Dios reciban el sello en la frente, que significa la confirmación de las bendiciones sobre ellos, refiriéndose al convenio sempiterno, con lo cual queda confirmada su vocación y elección. Cuando se fija el sello sobre el padre y la madre, esto les asegura su posteridad, a fin de que no se pierdan, sino que sean salvos en virtud del convenio de su padre y su madre” (Smith, Enseñanzas, pág. 393).
(55-16) Apocalipsis 7:4-8. ¿Quiénes son los ciento cuarenta y cuatro mil de quienes habla Juan?
(Leer en D. y C. 77:11.)
(55-17) Apocalipsis 7:14. El lavamiento de nuestras vestiduras en la sangre del Cordero
El significado simbólico aquí es que uno acepta ia expiación de Cristo y guarda sus mandamientos, purificándose así mediante el poder divino, lavado de los pecados del mundo. (Alma 13:11, 12.)
(55-18) Apocalipsis 8:10. ¿Quién cayó del cielo?
A veces en las Escrituras se usa una estrella (amo símbolo de un personaje grande e importante. Una estrella que cayó del cielo es Satanás, o Lucifer, como era conocido en la existencia premortal. (Leer en Isaías 14:12; D. y C. 76:25-27.)
(55-19) Apocalipsis 8:10. ¿Cuál es el significado del ajenjo en relación a la estrella que cayó del cielo?
El ajenjo es símbolo de amargura y del estado terrible que vendrá a todos los que sigan al diablo. El ajenjo es una planta de gusto amarguísimo. Usarla como alimento o bebida era como comer aquello que acarreaba la muerte. En el caso de Satanás, todos los que siguen sus caminos perecerán en la muerte espiritual.
(55-20) Apocalipsis 9:4-10. Un tiempo de muchas guerras
“Durante este período particular de guerra y desolación, las fuerzas del mal serán dirigidas contra todos los hombres, salvo aquellos que están sellados para vida eterna, pues los de Sión serán preservados. Las plagas y tormentos de esta era afligirán de tal manera a los hombres que éstos desearán morir antes que sufrir más.
“En imágenes proféticas Juan aquí intenta describir la guerra que se peleará con armas y bajo circunstancias enteramente extrañas a toda experiencia de su propio pueblo o de los pueblos de aquella época. Joel, sujeto a las mismas limitaciones de habilidad descriptiva, intentó describir las mismas escenas en estas palabras: [Leer en Joel 2:1-11.]
“No es improbable que estos antiguos profetas estuviesen viendo cosas tales como hombres protegidos por fuertes armaduras; como tropas de caballería y compañías de tanques y lanzallamas; como aeroplanos y cohetes teledirigidos que explotan, municiones y bombas; y aun otras armas aún por diseñar en una época en la que la guerra es el deseo y amor de los hombres malvados” (McConkie, DNTC, 3:502-3).
(55-21) Apocalipsis 9:11. ¿Quién es Abadón o Apolión?
Juan nos dice que éste es el ángel del abismo sin fin. El da el nombre en hebreo y en griego y ambos nombres vienen de raíces que significan “destruir” o “destrucción”. Así tenemos que el nombre significa “el destructor”, un título apropiado para Satanás. Hay también otra palabra que se relaciona a estos dos nombres y que sirve como uno de los nombres del diablo, es Perdición (véase Moisés 5:24), y significa “pérdida total” o “destrucción”.
(55-22) Apocalipsis 10:10, 11. ¿Qué era el librito que comió Juan?
“A causa de su deseo Juan recibió una gran misión y ahora él está trabajando como ‘fuego ardiente y como ángel ministrante para aquellos que son herederos de salvación’. En el décimo capítulo del Apocalipsis leemos que Juan recibió un librito de parte de un ángel y se le mandó comerlo, cosa que hizo; y dijo: era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.’ Y por vía de interpretación de este hecho el ángel dijo: ‘Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.’ Cuando Juan recibió esta misión, era un hombre viejo de más de setenta años. En respuesta a una pregunta acerca del significado de esta visión del libro, el profeta José Smith dijo: Fue una misión y una ordenanza para Juan, recoger a las tribus de Israel. (D. y C. 77:14.) En una conferencia de la Iglesia, realizada en junio de 1831, José Smith dijo que ‘Juan el Revelador estaba entonces entre las diez tribus de Israel, que habían sido llevadas por Salmanasar, rey de Asiria, preparándolos para volver de su larga dispersión’” (Joseph Fielding Smith, Elementos de la historia de la Iglesia, pág. 130).
(55-23) Apocalipsis 11:3-13. Los dos testigos que profetizan en Jerusalén
Leer D. y C. 77:15.
“Baste decir que los judíos vuelven a su tierra y reconstruyen Jerusalén. Las naciones se reúnen contra ellos en batalla. Sus ejércitos rodean la ciudad y tienen más o menos poder sobre ella durante tres años y medio. Una pareja de profetas judíos, mediante sus poderosos milagros, impiden vencer completamente a los judíos; al fin esos profetas son muertos y la ciudad queda en gran medida a merced de sus enemigos durante tres días y medio. Los dos profetas entonces se levantan de entre los muertos y ascienden al cielo.
“El Mesías viene, convulsiona la tierra, rechaza al ejército de los gentiles, libera a los judíos, limpia a Jerusalén, destruye de la tierra toda maldad, levanta a los santos de entre los muertos, los trae consigo y comienza su reinado de mil años; durante ese tiempo su Espíritu se derramará sobre toda carne; los hombres y las bestias, las aves y las serpientes serán completamente inofensivos y la paz, el conocimiento y la gloria de Dios cubrirán la tierra como las aguas cubren la mar; y el reino y la grandeza del reino bajo el cielo, serán dados a los santos del Altísimo” (A Voice of Warning and Instruction to All People, págs. 49-50).
(55-24) Apocalipsis 12:1, 7. Importantes puntos de vista tomados de la Versión Inspirada
José Smith hizo muchos cambios significativos en el libro de Apocalipsis cuando trabajó en la Versión Inspirada. De los muchos capítulos en los cuales se efectuaron cambios, el capítulo doce es el que tiene más revisiones. Cada versículo, con la excepción del versículo 12, recibieron algún cambio. Dos versículos fueron cambiados de tal manera que el significado de todo el capítulo fue alterado significativamente. Esos versículos son el 1 y el 7.
“Apareció en el cielo una gran señal, a semejanza de cosas de la tierra: una mujer vestida de sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
“Y el dragón no prevaleció contra Miguel, ni el niño, ni la mujer que era la iglesia de Dios, la cual había sido librada de sus dolores y había dado a luz al reino de nuestro Dios y su Cristo” (Nota del Traductor: Esta traducción es literal y no oficial.)
(55-25) Apocalipsis 12:1, 4, 15. ¿Quiénes son la mujer y el niño que menciona Juan?
“Una mujer (’la iglesia de Dios’) da nacimiento a un niño (’el reino de nuestro Dios y su Cristo’, el cual mandará durante la era del Milenio, el reino que Juan ha visto en visión). Véase Apocalipsis 11:14-19. Tal es la interpretación inspirada dada por el Profeta. Entre los eruditos del mundo que estudian la Biblia, el niño es interpretado como Cristo, una conclusión especulativa que, aunque aparentemente persuasiva, es refutada por el hecho obvio de que la Iglesia no dio vida a Cristo; El es el Creador de la Iglesia. Entre los exégeta s Santos de los Ultimas Días no es raro decir que el niño es el sacerdocio, una especulación aparentemente persuasiva, la cual también tiene que ser rechazada por la misma línea de razonamiento. La Iglesia no trajo al sacerdocio, sino que el sacerdocio es el poder que trajo a la iglesia a su existencia”. (McConkie, DNTC, 3:511).
Aunque al principio parezca confuso hablar de la Iglesia y del reino como entidades separadas, una dando nacimiento a la otra, esto, de hecho, es la condición que existirá en el Milenio. La Iglesia es una organización espiritual gobernada por el sacerdocio y por la revelación. Solamente quienes hayan hecho convenio con Cristo en las aguas del bautismo, tienen el derecho de ser miembros de ella. El reino de Dios es el producto de la Iglesia. Es una organización política en la cual participarán todos los hombres que vivan en la era milenaria.
“Después que Cristo venga, todos los pueblos de la tierra estarán sujetos a El no obstante, habrá multitud de personas sobre la faz de la tierra que no serán miembros de la Iglesia; sin embargo, todas tendrán que ser obedientes a las leyes del reino de Dios, que tendrá dominio sobre toda la faz de la tierra. Estas personas estarán sujetas al gobierno político, aunque no sean miembros del reino eclesiástico, o sea la Iglesia.
“Este gobierno que abarca a todos los pueblos de la tierra, tanto dentro como fuera de la Iglesia, a veces es llamado también reino de Dios, porque la gente quedará sujeta al reino de Dios que Cristo mismo establecerá; pero esta misma gente tendrá su libre albedrío y miles no serán miembros de la Iglesia hasta que estén convertidos; sin embargo, estarán sujetos al mandato teocrático” (Smith, Doctrina de salvación, 1, pág. 218).
(55-26) Apocalipsis 12:4. ¿Quiénes son las estrellas del cielo que fueron arrojadas a la tierra?
Estos son los hijos espirituales del Padre que rechazaron el plan de salvación y siguieron a Lucifer en la vida premortal.
(55-27) Apocalipsis 12:7-9. “Hubo una gran batalla en el cielo”
Lucifer y sus seguidores pelearon una guerra en el cielo contra nuestro Padre Celestial y sus hijos fieles. “La contienda en los cielos fue provocada porque Jesús dijo que ciertas almas no podrían ser salvas; y el diablo dijo que salvaría a todos; y presentó sus planes ante el gran concilio, el cual votó a favor de Jesucristo. El diablo entonces se rebeló contra Dios, y fue expulsado con todos aquellos que lo apoyaron”. (Smith, Enseñanzas, pág. 443).
Lean en D. y C. 29:36, 37; Moisés 4:1-3; Abraham 3:24-28.
(55-28) Apocalipsis 12:14. ¿Cuál es el significado de la mujer que va al desierto?
La mujer es símbolo de la iglesia de Jesucristo, y en el versículo 13 aprendemos que el dragón (Satanás) persiguió a la mujer. La mujer huyendo al desierto, simboliza la expulsión de la iglesia hacia el desierto de la apostasía.
Lean en D. y C. 86:3.
(55-29) Apocalipsis 14:6, 7. “Vi volar por enmedio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno”
“En cuanto a la obra misma de la restauración: ¿qué ángel efectuó esta gran obra, la cual tiene que ver con la salvación de todos los hombres en la tierra en estos últimos días? ¿Quién restauró el evangelio sempiterno? ¿Fue un ángel o varios?
“Es tradicional (¡Y verdadero!) responder: ‘Moroni, hijo de Mormón, el que ahora es un profeta nefita resucitado, el que tiene las llaves del “palo de Efraín” (D. y C. 27:5), el que mediante su ministerio sacó a luz el Libro de Mormón’. El razonamiento es que el Libro de Mormón contiene ‘la plenitud del evangelio sempiterno’ (D. y C. 135:3); que en él está el mensaje de Dios para la salvación de todos los habitantes de la tierra; y que este mensaje del evangelio ahora está siendo llevado por los testigos del Señor a toda nación, tribu, lengua y pueblo…
“Pero otros ángeles tenían que venir: Moisés, Elías, Elías el Profeta, Gabriel, Rafael y ‘diversos ángeles. declarando todos su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdocio¡ dando línea tras línea, precepto tras precepto¡ un poco aquí y un poco allí’. (D. y C. 128:21).
“Así el ángel Moroni trajo el mensaje, esto es, la palabra¡ pero otros ángeles trajeron las llaves y el sacerdocio, el poder. Y en el análisis final la plenitud del evangelio sempiterno consiste en todas las verdades y poderes necesarios para permitir a los hombres obtener la plenitud de salvación en el cielo” (McConkie, DNTC, 3:528-30).
(55-30) Apocalipsis 16:1-21. Las siete plagas finales
“Dios en su misericordia derramará plagas destructivas sobre los malvados e infieles en los últimos días. Estas enfermedades y calamidades barrerán a grandes huestes de hombres de sobre la faz de la tierra, en preparación para aquella limpieza final Milenaria que preparará a nuestro planeta como una morada para los justos” (McConkie, DNTC, 3:539).
(55-31) Apocalipsis 16:16. “El lugar que en hebreo se llama Armagedón”
A unas sesenta millas al norte de Jerusalén hay un lugar que se llama Megido, un gran promontorio o cerro que vigila la entrada norte de la amplia llanura llamada el valle de Esdraelon. El cerro de Megido (Har Meggido, en hebreo, del cual Armageddon es la traducción griega) cuidaba el paso estratégico que corta a través de la cadena montañosa que separa las llanuras costeras de las del interior y de los cerros de Galilea. Por causa de esta fortaleza o Monte Megido, el valle y las zonas circunvecinas también han venido a ser conocidas como Armagedón.
Uno de los caminos más importantes del mundo antiguo —el que servía de unión entre Egipto y Asia— pasaba por este valle y cerca de la fortaleza de Megido. Por causa de su ubicación estratégica, Megido y el valle de Esdraelón han sido testigos de las batallas más sangrientas de la historia. Los faraones egipcios, las legiones romanas, las tropas británicas y los tanques israelíes, todos han luchado en el valle de Megido. Antes de la segunda venida de Cristo, todas las naciones de la tierra serán reunidas para guerrear contra Jerusalén. Esta inmensa guerra, uno de los grandes acontecimientos finales antes de la segunda venida del Salvador, ha sido anunciada y descrita en detalle por muchos de los antiguos profetas del Señor. (Véase, por ejemplo, Ezequiel 38, 39; Joel 2, 3; Isaías 34; Jeremías 25; Daniel 11, 12; Zacarías 12-14).
Jerusalén estará bajo sitio y gran sufrimiento será la suerte de sus moradores. Evidentemente, Armagedón, que está al norte de Jerusalén, será el sitio de la gran batalla decisiva de esta guerra. “Durante el sitio, cuando las naciones estén reunidas y venga el Señor, habrá una gran destrucción. Los ejércitos estarán tan confundidos que pelearán entre sí. Habrá una gran carnicería. Entonces el Señor vendrá a los judíos; se mostrará a ellos y los llamará para que examinen sus manos y sus pies y pregunten: ‘¿Qué son estas heridas?’ Y El les contestará: ‘Estas son las heridas con que fui herido en la casa de mis amigos. Yo soy Jesucristo’.
“Entonces ellos lo aceptarán como su Redentor, lo cual nunca han querido hacer” (Smith, Signs of the Times, pág. 171).
(55-32) Apocalipsis 16-20. “Y toda isla huyó”
“Cuando llegue ese día ocurrirán grandes cambios sobre la superficie de la tierra. Creemos que este es un día de restauración, y que la tierra será renovada. (Décimo Artículo de Fe¡ Lección 40) En esta renovación se nos ha dicho que el Señor ‘mandará al gran mar, y será arroiado hacia los países del aquilón, y las islas serán una sola tierra. Y el país de Jerusalén y el de Sión volverán a sus propios lugares, y la tierra será como en aquellos días antes de que fuera dividida’. (Génesis 10:25). Generalmente prevalece el concepto que la división de la tierra en los días de Peleg fue una división política entre la gente, pero por esta palabra del Señor podemos saber que fue dividida y que cuando Cristo venga será reunida en las mismas condiciones, físicamente hablando, que prevalecían antes de ocurrir aquella división. El mar será llevado hacia el norte. La tierra volverá a ser como era originalmente y las tierras de Sión (América) y Jerusalén (Palestina y toda la tierra que le pertenece) serán restauradas a su propio lugar tal como al principio. El Salvador estará en medio de su pueblo y reinará sobre toda carne. Hemos descubierto en nuestro estudio, que los malvados, o todas las cosas que son corruptibles (Sección 101:23-35), serán consumidas y por lo tanto no se les permitirá estar en la tierra cuando llegue ese momento” (Smith, Church History and Modern Revelation, 1:264).
(55-33) Apocalipsis 17:1. La imagen de la gran ramera de la tierra
Una de las cosas más indiscutibles acerca del Apocalipsis es la claridad del simbolismo y de las imágenes usadas por Juan. El reino de Satanás, en todo su esplendor malvado y opulento, es presentado como una ramera, vestida pródigamente y cabalgando en una bestia. La obvia representación es de impureza, de mal, de iniquidad. Pero el símbolo es mucho más profundo que eso. La figura de una ramera como metáfora de los dominios de Satanás, es adecuada pues Satanás prostituye todo lo que es noble y bueno.
La relación ideal entre el hombre y Dios a menudo ha sido simbolizada en las Escrituras con el matrimonio. En el Antiguo Testamento, Jehová es el esposo e Israel la novia. En el Nuevo Testamento Cristo es el esposo y la iglesia la desposada. (Mateo 25:1-13; Apocalipsis 19:7-9). Siempre que su pueblo ha demostrado ser infiel a sus convenios, ha sido comparado a la mujer infiel que se ha vendido a la inmoralidad y al pecado.
(55-34) Apocalipsis 17:1-6. La iglesia del diablo
“Los títulos de iglesia del diablo e iglesia grande y abominable son usados para identificar a todas las iglesias u organizaciones de cualquier nombre o naturaleza —sea política, filosófica, educativa, económica, social fraternal, cívica o religiosa— que esté planeada para llevar a los hombres por un curso que los aparte de Dios y de sus leyes y por tanto de la salvación en el reino de Dios” (McConkie,Mormon Doctrine, págs. 137-38).
(55-35) Apocalipsis 17:14. “Y el Cordero los vencerá”
Después de hacer la descripción de la ramera y de la bestia en todo su poder e iniquidad, Juan testifica que serán vencidas por el poder superior del Cordero de Dios. La revelación dada en los últimos días confirma esto. Justo antes de la organización de la Iglesia en esta dispensación, el Señor dijo que por causa de su obediencia a la voluntad del Padre él sojuzgará todas las cosas, incluyendo ‘guardando todo poder, aun el de destruir a Satanás, y sus obras al fin del mundo’ (D. y C. 19:3).
PUNTOS A CONSIDERAR
Como han leído, Juan describió en palabras gráficas los esfuerzos de Satanás en los últimos tiempos para desviar al reino de Dios. ¿Cómo responderían ustedes a alguien que dijera: “El mundo no es tan malo hoy en día. De hecho, con todos los avances sociales y científicos, estamos viviendo en un verdadero Jardín de Edén?”
(55-36) Actualmente existe en el mundo mayor maldad que en cualquier otra época desde el Diluvio
“Hay más pecado y maldad en el mundo ahora que lo que ha habido desde la época de Noé cuando el Señor se sintió dispuesto a destruir el mundo mediante un Diluvio a fin de poder enviar a sus hijos espirituales a la tierra en un medio más justo y mejor…
“…En todos nosotros hay cierto grado de mundanalidad y vencemos al mundo gradualmente” (Joseph Fielding Smith, Servicios de Bachillerato del Ricks College, 7 de mayo de 1971, citado en Church News el 15 de mayo de 1971, pág. 3).
(55-37) Los Profetas han recomendado la única cura para un mundo enfermo, pero la misma ha sido rechazad
“Nuestro mundo está en un torbellino. Está llegando a la senilidad¡ está muy enfermo. Nació hace mucho tiempo con brillantes perspectivas¡ fue bautizado en agua y sus pecados fueron lavados. Nunca fue bautizado en fuego, pues eso todavía está por acontecer. Ha tenido breves periodos de buena salud, pero los mayores han sido de enfermedad. La mayor parte del tiempo ha habido dolores y pesares en alguna parte de su anatomía, pero ahora que está envejeciendo han surgido complicaciones y todos los males parecen estar en todas partes.
“El mundo ha sido analizado y han sido catalogadas algunas complejas enfermedades. Los médicos han tenido consultas de alto nivel y le han aplicado ungüentos temporales sobre las partes afectadas, pero eso solamente ha pospuesto el día fatal, y más no lo ha curado del todo. Parece que aunque se han aplicado medicamentos, la infección se ha extendido y se ha intensificado el sufrimiento del paciente. Su mente flaquea. No puede recordar sus enfermedades anteriores ni el remedio que se ha aplicado. Los médicos políticos han rechazado a través del tiempo los remedios sugeridos por considerarlos carentes de respaldo profesional por provenir de profetas humildes. El hombre, siendo lo que es con tendencias tales como las que tiene, hace que los resultados puedan ser pronosticados con cierto grado de exactitud” (Spencer W. Kimball, CR, oct. de 1961, pág. 30).
(55-38) Satanás tiene el control de la mayor parte del mundo
“Satanás ejerce el dominio ahora. No importa dónde miréis, él tiene el mando, aun en nuestra propia nación. El está dirigiendo a los gobiernos hasta donde el Señor se lo permite. A eso se debe que haya tanta disensión, agitación y confusión por toda la tierra. Una mente superior está gobernando a las naciones. No es el presidente de los Estados Unidos; no es Hitler; no es Mussolini; no es el rey o gobierno de Inglaterra ni de cualquier otro país es el propio Satanás” (Smith, Doctrina de Salvación 3:414).
¿Cuál entonces, es la esperanza de la generación actual, de los que vivimos en la noche del sábado de los tiempos? ¿Qué vio Juan? Repasen Apocalipsis 17:14. ¿Cuál será el destino de Satanás y de sus seguidores? ¿Quiénes estarán con Cristo?
LO MAS IMPORTANTE QUE PODEMOS HACER ES VENCER Al MUNDO GUARDANDO LOS MANDAMIENTOS Y CONVENIOS DE DIOS
¿Qué pueden hacer los Santos para ser parte de aquel reino que existirá cuando Satanás y sus huestes sean vencidos? (Véase Apocalipsis 18:1-4). ¿Qué significa “salid de en medio de las naciones’,? (Véase D. y C. 133:14). ¿En qué forma los Santos justos serán protegidos en el periodo de tiempo cuando caiga Babilonia la grande? (Véase 1 Nefi 14:14, 15.)
(55-39) Nuestra parte en el mundo debería consistir en edificar el Reino y guardar los mandamientos
“Si estamos viviendo la religión que el Señor ha revelado y que hemos recibido, no pertenecemos al mundo. No debemos tomar parte en las locuras del mundo, ni participar de sus pecados y sus errores —errores de filosofía y errores de doctrina, errores en relación al gobierno, y cualquier tipo de error que sea— no debemos tomar parte en ello.
“Lo que sí nos corresponde es guardar los mandamientos de Dios. Eso es todo, ser fieles a cada convenio y obligación que hemos aceptado y tomado sobre nosotros…
“Si yo a veces, y de vez en cuando lo hago, vaya un partido de fútbol o béisbol, o a algún otro lugar de diversión, invariablemente estoy rodeado de gente que está fumando cigarrillos, puros o pipas. Se convierte en una molestia y yo me siento perturbado. En esos casos generalmente algo le digo a la hermana Smith y ella siempre me dice: “Tú sabes lo que me has enseñado. Tú te acercas al mundo de ellos; este es su mundo.’ Y ese tipo de advertencia me hace reflexionar; sí, estamos en el mundo de ellos, pero no tenemos que ser parte de él.
“De manera que estamos viviendo en el mundo de ellos y ellos prosperan, pero, mis buenos hermanos y hermannas su mundo, el mundo de ellos está llegando al final. No pasarán muchos años. Puedo asegurarlo…
“Vendrá el día cuando no tendremos este mundo. Será cambiado. Tendremos un mundo mejor. Tendremos un mundo justo, porque cuando Cristo venga, El limpiará la tierra’ (Joseph Fielding Smith, en CR, abril de 1952, pág. 28).
(55-40) La destrucción no viene al mundo a causa de los santos justos
“Nuestro mundo es ahora muy semejante a como era en los días del profeta nefita que dijo: ‘…si no fuera por las oraciones de los justos…ahora mismo os sobrevendría una destrucción completa’ (Alma 10:22). Naturalmente, hay muchas personas rectas y fieles que viven todos los mandamientos y cuyas vidas y oraciones evitan la destrucción del mundo.
“Estamos viviendo en los últimos días y son precarios y causan temor. las sombras se hacen más profundas y la noche se acerca sigilosa para envolvernos” (Spencer w. Kimball, CR, abril de 1971, pág. 7).
¿QUE PUEDE SIGNIFICAR ESTO PARA USTEDES?
¿Están ustedes viviendo en tal forma que el Señor pueda bendecir/os con su poder? ¿Están contados entre los fieles que están ayudando a evitar que el mundo sea destruido? ¿Qué promesa y desafío les ha dado el Señor? (lean en D. y C. 103:5-10)
“Nuestro desafío de hoy…es ser una luz para el mundo…Si los tres millones de miembros de la iglesia vivieran los principios del evangelio, todos los errores del mundo desaparecerían. El mundo vendría a nosotros y cambiaríamos la frustración del mundo por la paz del evangelio” (Spencer W. Kimball, Church News, 26 de febo de 1972, pág. Z13.)