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Hebreos 11: El poder de la fe en Jesucristo


Hebreos 11

El poder de la fe en Jesucristo

Esta vida mortal requiere que vivamos por la fe. La Biblia contiene muchos ejemplos de personas que ejercieron la fe, y Pablo nombra a varias de ellas en Hebreos 11. Al igual que esos grandes hombres y mujeres de las Escrituras, nosotros procuramos por la fe comprender y seguir el plan de nuestro Padre Celestial. Cuando centramos nuestra fe en Jesucristo, adquirimos fortaleza para sobrellevar las tribulaciones y las tentaciones, y podemos progresar espiritualmente para encaminarnos a nuestro hogar celestial.

El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Tal como lo he dicho anteriormente, en realidad, la única riqueza de la Iglesia es la fe de sus miembros” (“La situación de la Iglesia”, Liahona, julio de 1991, pág. 63). Cuando leas Hebreos 11, reflexiona en cómo puedes aplicar los grandes ejemplos de fe de los hombres y de las mujeres de los cuales escribe Pablo y añadir tu fe a la riqueza verdadera del reino de Dios.

La comprensión de las Escrituras

Hebreos 11

Constituido (vers. 3)—Creado.

Heredero (vers. 7)—El que tiene derecho de recibir o heredar algo.

Concebir (vers. 11)—Tener hijos.

El vituperio de Cristo (vers. 26)—Crítica desfavorable por seguir a Cristo.

Ejércitos extranjeros (vers. 34)—Enemigos.

Hebreos 11:1—La definición que hace Pablo de la fe

El élder Howard W. Hunter, cuando era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó Hebreos 11:1 al decir: “La fe nos infunde confianza con respecto a lo que esperamos y nos brinda el convencimiento de lo que no vemos… Los que buscan fervientemente a Dios no le ven, pero saben de Su realidad por la fe. La fe es más que la esperanza. La fe la convierte en certeza: la convicción de lo que no se ve” (en “Conference Report”, octubre de 1974, pág. 138). Si deseas, también puedes leer la definición de la fe que dan otros profetas en Alma 32:21 y Éter 12:6.

Hebreos 11:5—Enoc fue trasladado

Enoc fue trasladado, lo cual significa que Dios hizo que se produjese un cambio en su cuerpo para que no experimentara el dolor ni la muerte hasta el tiempo de su propia resurrección. (Para leer otro ejemplo, véase 3 Nefi 28:4–9.)

Hebreos 11:10–16—¿Qué “ciudad” o “patria” anhelaban los profetas antiguos?

Dicho en palabras sencillas, la ciudad o la patria que los profetas antiguos anhelaban era el cielo, el reino celestial, el lugar donde Dios mora. En tanto la tierra permanezca bajo los efectos de la Caída, el cielo no se encontrará en la tierra. Sin embargo, cuando los del pueblo de Dios hacen convenios sagrados con Él y los guardan totalmente, establecen ciudades de rectitud llamadas Sión (véase Moisés 7:18). Los habitantes de Sión tienen el privilegio de disfrutar de la presencia de Dios en la tierra. Al establecer Sión, los santos fieles pueden obtener la ciudad que anhelaron los profetas que Pablo menciona: una ciudad “cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:10). Las Escrituras profetizan que en los últimos días Sión será nuevamente edificada sobre la tierra, incluso una ciudad central de Sión llamada la Nueva Jerusalén (véase D. y C. 45:65–67; 84:2–5).

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Hebreos 11, realiza las actividades A y B.

  1. Ejemplos de fe

    1. Haz en tu cuaderno una gráfica con una lista de personas de fe. Utiliza lo que has aprendido en Hebreos 11 y el ejemplo que se da en la gráfica que sigue a continuación.

    Nombre

    Hebreos 11

    Cómo demostró su fe

    Bendiciones que recibió

    Abel

    vers. 4

    Ofreció a Dios “más excelente sacrificio”.

    Un testimonio de Dios de que era justo ante Sus ojos.

    1. Escoge una de las personas que fue un ejemplo de fe. Escribe en forma breve cómo se aplica a ti el ejemplo de esa persona y la fe que debes tener para hacer frente a los desafíos con que te enfrentes en la actualidad. ¿Qué semejanza hay entre los desafíos de esa persona y los tuyos?

  2. “Por la fe”

    Se nos dice muchas veces en Hebreos 11 que esos grandes hombres y mujeres de antaño obtuvieron bendiciones de Dios “por la fe”.

    1. Da por lo menos tres ejemplos de personas que consideres podrían incluirse en este capítulo si éste se escribiera en tu época y donde tú vives.

    2. Emplea el modelo que utiliza Pablo en Hebreos 11 y escribe acerca de las tres personas que hayas escogido. Comienza cada ejemplo con las palabras “por la fe”, y, en seguida, anota el nombre de la persona, indica lo que haya hecho mediante lo cual haya puesto de manifiesto gran fe, explica por qué evidenció gran fe y anota algunas de las bendiciones que Dios ha prometido a una persona así tanto en esta vida como en la venidera.