Mensaje de área
Bendición Patriarcal
A la edad de 16 años, mientras vivía en una ciudad en el norte de mi país, hice un viaje redondo de 1000 kilómetros por carretera a otro país para entrevistarme con un patriarca y recibir mi bendición patriarcal. Aquel era el patriarca más cercano a donde yo vivía. Sabía que cada una de esas horas de ese largo viaje valdría la pena, pues lo que buscaba era mucho más valioso que el sacrificio y el costo del viaje.
Esa fue una de las grandes fortalezas que recibí en mi juventud y para el resto de mi vida; y desde entonces ha sido una guía y luz en mi vida.
¿Qué es un patriarca?
La revelación indica que “es el deber de los Doce ordenar ministros evangelistas en todas las ramas grandes de la Iglesia, según les sea designado por revelación”1.
El profeta José Smith dijo: “El evangelista es un patriarca… Dondequiera que la Iglesia de Cristo se halle establecida sobre la tierra, allí debe haber un patriarca para el beneficio de la posteridad de los santos, tal como fue con Jacob cuando dio su bendición patriarcal a sus hijos”2.
Una de las bendiciones de pertenecer a una estaca es la de tener un patriarca; y una distinción de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con otras iglesias, es la de recibir bendiciones patriarcales. El tener el oficio de patriarca en la Iglesia es parte de la restauración de todas las cosas.
El espíritu de un patriarca
El élder Boyd K. Packer relató: “Recuerdo una conferencia en la que el patriarca era muy anciano, había llegado el momento de eximirle de dar bendiciones.
“El presidente de estaca había recomendado a un hermano que tenía mucha experiencia de liderazgo. Sin embargo, yo no tenía la sensación de que él debía ser el patriarca.
“Cuando la reunión de la noche estaba a punto de comenzar, un hombre mayor avanzó hasta la mitad del pasillo y, al no encontrar asiento, se fue a la parte de atrás de la capilla. No estaba tan bien vestido como la mayoría de las demás personas y era evidente que pasaba mucho tiempo al aire libre.
“Pregunté en voz baja al presidente de estaca: ‘¿Quién es ese hermano?’.
“Percibiendo lo que yo estaba pensando, me dijo: ‘Ah, no creo que él pudiese ser el patriarca. Vive en la periferia de un barrio distante y nunca ha sido miembro de un obispado ni del sumo consejo’.
“Se le invitó a ofrecer la primera oración y ni bien había él dicho unas pocas palabras cuando llegó la confirmación por revelación: ‘Este es el patriarca’.
“Según recuerdo, tenía seis hijos y una hija. El menor se hallaba entonces cumpliendo una misión, como lo habían hecho sus hermanos mayores que ya estaban casados y que vivían en diversas partes del país, y todos ellos servían fielmente en la Iglesia.
“‘¿Y su hija?’, le pregunté.
“‘Ah’, me dijo: ‘usted la conoce; es la esposa de uno de los consejeros de la presidencia de la estaca’.
“Yo pensé: ‘¡Un patriarca, este hombre es un auténtico patriarca!’”3.
¿Cuándo recibir una bendición patriarcal?
Nuestros jóvenes pueden recibir su bendición patriarcal mientras están en su adolescencia y eso les permitirá recibir la ayuda tan necesaria en estos días de gran peligro y conmoción. Invito a los líderes a que motiven a la juventud a tener su bendición patriarcal.
Especialmente cada misionero debería recibirla antes de entrar al campo misional, ya que durante su misión será una gran fuente de inspiración y revelación.
“Su obispo y sus padres las guiarán para decidir cuándo sea el momento indicado para recibirla, puesto que la edad y el estado de preparación para ello son diferentes para cada persona. A veces, las personas esperan un tiempo más prolongado para recibir esa bendición…, Es importante prepararse para recibir esta con ayuno y con oración”4.
¿Qué es una bendición patriarcal?
“Las bendiciones patriarcales constituyen una declaración inspirada del linaje de quien la recibe y, cuando así lo indica el Espíritu, proporcionan una guía inspirada y profética de la misión de la persona, además de las bendiciones, consejos y admoniciones que el patriarca se sienta inspirado a dar para la cristalización de esa misión”5.
“Una bendición patriarcal contiene literalmente capítulos extraídos de vuestro libro de posibilidades eternas. Lo que tal vez no se cumpla en esta vida, puede ocurrir en la venidera. Los mortales no somos dueños del tiempo de Dios”6.
¿Cómo recibirla?
Para poder recibir una bendición patriarcal, debemos obtener una recomendación de parte de un miembro del obispado o presidencia de rama y entonces presentarnos con el patriarca llevando dicha recomendación. Si en la estaca donde vivimos no hay un patriarca, o pertenecen a un distrito de la Iglesia, entonces la recomendación, además, debe ser aprobada por alguien en la presidencia de estaca o de misión.
Estos líderes que entrevistan, “se aseguran que el miembro tenga la edad y madurez suficientes para entender el significado y la naturaleza sagrada de tal bendición”7.
¿Cómo usarla?
No debe compartirla o compararla. Podrá compartirla con su familia muy cercana. Sus padres y su cónyuge podrían estar presentes cuando reciba su bendición patriarcal.
“Tu bendición patriarcal es tuya y de nadie más. Puede ser corta o larga, simple o profunda, la longitud y el lenguaje no hacen una bendición patriarcal. Es el Espíritu quien transmite el verdadero significado. Tu bendición no debe ser guardada y olvidada. Tampoco debe ser enmarcada o publicada. Más bien es para ser cuidada, leída, apreciada, consultada y comprendida. Tu bendición patriarcal será para ti como una Liahona personal…una Liahona de luz para guiarte infaliblemente al hogar celestial”8.
Estúdiela y actúe en consecuencia
Durante mi misión, leí frecuentemente mi bendición patriarcal, que puede definirse como una corta. Sin embargo la he estudiado muchas veces, de tal forma que esos pocos párrafos se convirtieron en más de 30 páginas en mi diario misional. Al estudiarla con espíritu de oración y ayuno, que fue en el mismo espíritu que la recibí, mi entendimiento se ensanchó.
Al escudriñar las bendiciones de Abraham, de Isaac y de Jacob, la revelación vino como rocío del cielo. Vino al revisar cada una de las propias bendiciones de los hijos de Jacob y entender más el derecho de la primogenitura; cómo se gana y cómo se pierde este sagrado derecho.
Entendí mi rol en la preexistencia como hijo de Dios. Ahora puedo sentir el intenso amor que mis Padres Celestiales me tienen, y por qué estoy en este estado terrenal; supe de mis dones espirituales para poder guardar este segundo estado. Aprendí que mis decisiones traen consigo consecuencias positivas y negativas que se extienden por la eternidad. Entendí que es por medio del sacerdocio que todas las familias de la tierra pueden ser bendecidas; que por medio de la descendencia de Abraham y su simiente el evangelio de Jesucristo se establece; y que la redención y salvación vendría por el hermoso linaje de Judá.
Aún ahora, leo mi bendición en forma frecuente; me fortalece, me ilumina, me dirige y me consuela. Ruego que cada miembro de la Iglesia valore el sagrado privilegio de tener patriarcas y reciba una bendición patriarcal.