Lección 28
“Nosotros somos testigos”
Hechos 1–5
Objetivo
Recordar a los miembros de la clase la responsabilidad que tienen de ser testigos de Jesucristo y ayudarles a entender cómo les ayuda en esa tarea el don del Espíritu Santo.
Preparación
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Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.
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Hechos 1. Después de ministrar entre Sus discípulos durante cuarenta días, el Señor resucitado asciende a los cielos. Matías es llamado a llenar la vacante que dejó Judas en el Quórum de los Doce Apóstoles.
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Hechos 2. El día de Pentecostés, los apóstoles son llenos del Espíritu Santo y hablan en muchas lenguas. Se convierten muchas de las personas que les escuchan.
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Hechos 3–4. Pedro y Juan sanan a un hombre cojo y testifican que lo hicieron por el poder de Jesucristo. Los apóstoles piden en oración gran poder y lo reciben a través del Espíritu Santo.
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Hechos 5:12–42. Los apóstoles continúan predicando y sanan con gran poder. Son arrestados y encarcelados pero un ángel los suelta de la prisión. Declaran a los principales sacerdotes que ellos obedecen a Dios, y no a los hombres. Gamaliel aconseja a los fariseos que no maten a los apóstoles.
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Lectura adicional: Marcos 16:19–20; Lucas 24:49–53; José Smith— Historia 1:21–25.
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Si tiene disponible la lámina La ascensión de Jesús (62497 002; Las bellas artes del Evangelio, 236), utilícela durante la lección.
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Si utiliza la actividad para despertar el interés, disponga que dos personas vayan al salón antes de que comience la clase, mientras los alumnos estén acomodándose. (Si es posible, deben ser personas que usualmente no asisten a la clase.) Dígales que deben entrar en el salón, hacer algo rápidamente (por ejemplo, hablar con usted o meter algo al salón) y después salir. No deben hablar con los miembros de la clase ni atraer la atención.
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Sugerencia didáctica: Los maestros deben testificar que lo que enseñan es verdad. Testifique de Jesucristo y de Su Evangelio cada vez que el Espíritu se lo indique, y no tan sólo al finalizar la lección. El dar testimonio da poder a la enseñanza. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 12–13, 118–121.)
Desarrollo que se sugiere para la lección
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Pregunte a los miembros de la clase si se fijaron en las dos personas que entraron en el salón y después partieron antes de que comenzara la clase (véase la sección “Preparación”). Si algunos de los alumnos se fijaron en esas personas, pídales que digan lo que observaron acerca de ellos, por ejemplo, quiénes eran, qué ropa llevaban y lo que hicieron. Señale que los miembros de la clase que vieron a esos visitantes son testigos. (Si nadie vio a los visitantes, diga lo que hicieron y explique que usted es un testigo.) Una persona que ve o experimenta un acontecimiento y lo relata a otras personas es un testigo.
A los miembros de la clase que no vieron a los visitantes, hágales las siguientes preguntas:
• ¿Creen ustedes lo que dicen estos testigos? ¿Por qué o por qué no?
Explique que en la lección de hoy se hablará de los primeros apóstoles, los cuales fueron testigos de Jesucristo después de Su resurrección. Cuando testificaron de Él, muchas personas les creyeron y se bautizaron en la Iglesia.
Análisis y aplicación de las Escrituras
Al enseñar los pasajes de las Escrituras que se hallan a continuación, recalque la fe y el poder con que los apóstoles testificaron del Señor resucitado. Analice con la clase la forma en que ellos también pueden ser testigos de Jesucristo.
Explique que el libro de Hechos contiene el relato de Lucas de acontecimientos importantes que tuvieron lugar en la Iglesia durante, aproximadamente, los treinta años que siguieron a la vida mortal de Jesucristo. Lucas relata el ministerio de cuarenta días del Señor resucitado y también Su ascensión. Después describe el gran derramamiento espiritual en el día de Pentecostés, el liderazgo de Pedro en la Iglesia, los esfuerzos misionales iniciales de los apóstoles y la dramática conversión de Pablo. La segunda mitad del libro se concentra en las labores misionales de Pablo entre los gentiles.
1. El Señor asciende al cielo. Matías es llamado a ser un apóstol.
Analicen Hechos 1. Pida a algunos miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado. Muestre la lámina de la Ascensión.
• Después de Su resurrección, Jesús permaneció con Sus discípulos por cuarenta días, “hablándoles del reino de Dios” (Hechos 1:3). Poco antes de regresar al lado de Su Padre Celestial, ¿qué prometió a Sus apóstoles que pronto recibirían? (Véase Hechos 1:4–5; véase también Lucas 24:49. Haga notar que aunque los apóstoles habían recibido manifestaciones del Espíritu Santo, aún no habían recibido el don del Espíritu Santo.)
• ¿Qué dijo Jesús a los apóstoles que debían hacer después de recibir el don del Espíritu Santo? (Véase Hechos 1:8.) ¿Cómo se compara esta instrucción con la responsabilidad que se da a los apóstoles en nuestros días? (Véase D. y C. 107:23, 35.) ¿Cómo cumplieron los apóstoles con esta responsabilidad en el período que siguió a la Resurrección? (Nótense, por ejemplo, algunos de los testimonios poderosos que se dieron, registrados en Hechos 2–5.) En la actualidad, ¿cómo están cumpliendo los apóstoles con esa responsabilidad?
• ¿De qué manera ayudó a los apóstoles el don del Espíritu Santo en su responsabilidad de ser testigos de Jesucristo? (Véase Juan 15:26–27; 1 Corintios 12:3.) ¿Qué papel desempeña el Espíritu Santo en nuestros esfuerzos por enseñar el Evangelio? (Véase 2 Nefi 33:1; D. y C. 42:14.)
• Mientras los apóstoles observaban a Jesús ascender al cielo, cerca de ellos estaban dos hombres vestidos de blanco. ¿Qué dijeron a los apóstoles esos hombres? (Véase Hechos 1:10–11.) Testifique que la segunda venida de Cristo será un acontecimiento literal. Cristo regresará a la tierra para dar inicio al Milenio y para gobernar la tierra.
• Después de la ascensión del Señor, se escogió a un nuevo apóstol para llenar la vacante que Judas había dejado en el Quórum. ¿Cómo se escogió a Matías como el nuevo apóstol? (Véase Hechos 1:21–26.) ¿Cómo se escoge en nuestros días a los apóstoles y a otros líderes de la Iglesia? (Véase Artículos de Fe Nº 5.)
2. El día de Pentecostés, los apóstoles son llenos del Espíritu Santo.
Lean y analicen los versículos de Hechos 2 que usted haya seleccionado. Explique que la fiesta de Pentecostés era una celebración de la cosecha que se llevaba a cabo cincuenta días después de la fiesta de la pascua. Para dicha fiesta llegaban a Jerusalén judíos de muchas naciones.
• ¿Qué acontecimiento significativo ocurrió el día de Pentecostés, una semana después de la ascensión del Salvador? (Véase Hechos 2:1–4. Señale cómo este acontecimiento cumplió las promesas del Señor que se encuentran registradas en Juan 14:26; 15:26; 16:7–14 y en Hechos 1:5.)
• ¿Qué hicieron los apóstoles cuando recibieron el Espíritu Santo? (Véase Hechos 2:4.) ¿Cómo reaccionó la gente cuando escuchó a los apóstoles hablar en diversas lenguas? (Véase Hechos 2:5–13.) ¿En qué son similares la prédica del Evangelio en nuestros días y la del día de Pentecostés? (Véase D. y C. 90:11; 100:5–8.)
• ¿Cómo respondió Pedro a los que se burlaron de los apóstoles por hablar en lenguas? (Véase Hechos 2:14–24, 36.) ¿Qué les llama más la atención de la respuesta de Pedro? ¿Por qué es importante tener un testimonio de Jesucristo y de Su divina misión? ¿Por qué es importante que compartamos nuestro testimonio con los demás? ¿Cómo puede el Espíritu Santo ayudarnos a compartir nuestro testimonio?
• ¿Cómo afectó el testimonio de Pedro a las personas que lo escucharon? (Véase Hechos 2:37.) ¿Qué enseñó Pedro a los que creyeron en su testimonio? (Véase Hechos 2:38.) Pida a los miembros de la clase que comparen Hechos 2:38 con el Artículo de Fe Nº 4 y con 3 Nefi 27:19–20. Haga notar que las ordenanzas y los principios básicos del Evangelio son los mismos en todas las dispensaciones.
• Aproximadamente tres mil personas creyeron en las palabras de Pedro y se bautizaron. ¿Cómo demostraron esas personas que se habían convertido al Evangelio de Jesucristo? (Véase Hechos 2:41–47. Anote en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase.) ¿Qué podemos aprender de su ejemplo?
3. Por el poder de Jesucristo, Pedro y Juan curan a un hombre cojo.
Lean y analicen los versículos de Hechos 3–4 que usted haya seleccionado. Si lo desea, puede pedir a un miembro de la clase que lea en voz alta Hechos 3:1–11.
• A pesar de que Pedro y Juan no tenían dinero para darle al hombre cojo en la puerta del templo, ¿qué tenían para ofrecerle? ¿Por medio de qué poder fue sanado el hombre? (Véase Hechos 3:6, 12–13, 16; 4:10.) ¿Cómo han sentido ustedes el poder sanador de Jesucristo?
• Pedro se valió de este milagro como una oportunidad de testificar de Jesucristo (Hechos 3:12–26; 4:5–12). ¿Qué oportunidades tenemos nosotros de testificar de Cristo? ¿Qué bendiciones han recibido al ser testigos de Jesucristo o al escuchar a otros ser testigos?
• ¿Cómo respondieron los sacerdotes y los saduceos al sermón de Pedro? (Véase Hechos 4:1–3. Hicieron que se arrestara a Pedro y a Juan.) ¿Cómo respondió la multitud al sermón? (Véase Hechos 4:4.) ¿Por qué piensan que esos dos grupos respondieron en forma tan diferente al mismo sermón? ¿Qué muestra nuestra respuesta a las palabras de los líderes de la Iglesia con respecto a la condición de nuestro corazón?
• Con el hombre sanado de pie ante ellos, los sacerdotes y los saduceos no pudieron negar que había ocurrido un milagro (Hechos 4:13–14, 16). Debido a que no tenían motivos para encarcelar a Pedro y a Juan, ¿qué fue lo que hicieron? (Véase Hechos 4:15–18. Señale que los líderes religiosos judíos tenían la esperanza de que después de la Crucifixión la gente olvidara a Jesús y también Sus enseñanzas. Cuando los apóstoles continuaron predicando el Evangelio de Jesucristo, los líderes judíos trataron de impedírselo.)
• ¿Cómo respondieron Pedro y Juan cuando los sacerdotes y los saduceos les exigieron que dejaran de enseñar el Evangelio? (Véase Hechos 4:19–20.) ¿Qué circunstancias en la vida de ustedes podrían requerir un valor similar para ser testigos de Jesucristo?
• Después que Pedro y Juan fueron liberados, regresaron al lado de los miembros de la Iglesia y oraron con ellos (Hechos 4:23–30). ¿Qué pidieron en su oración? (Véase Hechos 4:29–30.) ¿Qué ocurrió como resultado de esa oración y de las subsecuentes acciones de los apóstoles? (Véase Hechos 4:31–35; 5:12–16.)
4. Los apóstoles continúan predicando y sanan con gran poder.
Lean y analicen los versículos de Hechos 5:12–42 que usted haya seleccionado.
• Cuando los apóstoles continuaron predicando y obrando milagros, los sacerdotes y los saduceos los pusieron en la prisión (Hechos 5:17–18). ¿Cómo fueron liberados? (Véase Hechos 5:19–20.) ¿Qué hicieron después de quedar en libertad? (Véase Hechos 5:21, 25.) ¿Por qué continuaron los apóstoles predicando el Evangelio aún después de haber sido encarcelados? (Véase Hechos 5:29–32.)
• ¿Qué consejo dio Gamaliel a los líderes judíos que querían matar a los apóstoles? (Véase Hechos 5:33–39.) ¿Qué experiencias han tenido que les hayan demostrado la veracidad de las palabras de Gamaliel?
• ¿Qué cambio efectuó en los apóstoles el don del Espíritu Santo? (Compare Mateo 26:47–56, 69–75 con Hechos 4:5–21; 5:17–18, 26–42.) ¿Cómo puede el ejemplo de los apóstoles inspirarnos a ser testigos de la verdad?
Conclusión
Explique que después que los apóstoles recibieron el don del Espíritu Santo, llegaron a ser poderosos testigos de Jesucristo. Aunque los apóstoles tienen un llamamiento especial de ser testigos de Cristo, todo miembro de la Iglesia tiene también la responsabilidad de dar testimonio de Él. Exprese su propio testimonio en cuanto a que el Espíritu Santo puede ayudarnos a saber cuándo y cómo testificar de Cristo. Al obedecer los susurros del Espíritu, nuestra fe aumentará, nuestra sensibilidad al Espíritu crecerá y llegaremos a ser testigos más eficaces del Señor Jesucristo.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. Manifestación del Espíritu Santo en la dedicación del Templo de Kirtland.
Explique que el 27 de marzo de 1836, durante la dedicación del Templo de Kirtland, ocurrió un derramamiento del Espíritu similar al que se menciona en Hechos 2:1–4. Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta Doctrina y Convenios 109:36–37, la porción de la oración dedicatoria en la cual el profeta José Smith solicitó dicho derramamiento. Después pida a otro miembro de la clase que lea la declaración que se encuentra a continuación, la cual describe cómo se otorgó esa petición:
El profeta José Smith dijo que en una reunión que se llevó a cabo la tarde del día en que se dedicó el Templo de Kirtland, “El hermano George A. Smith se puso de pie y comenzó a profetizar, cuando se oyó un ruido como un viento fuerte que soplaba, el cual llenó el templo, y toda la congregación se levantó simultáneamente, impelida por un poder invisible; muchos empezaron a hablar en lenguas y a profetizar; otros vieron visiones gloriosas; y yo vi el templo lleno de ángeles, cosa que declaré a la congregación. La gente de la vecindad llegó corriendo (al escuchar un ruido extraordinario en el interior y al ver una luz brillante como una columna de fuego que descansaba sobre el templo), y se asombraron de lo que estaba aconteciendo” (citado en La Casa del Señor, de James E. Talmage, pág. 108; véase también History of the Church, tomo II, pág. 428).
2. “Los tiempos de la restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21).
Pida a un miembro de la clase que lea Hechos 3:20–21.
• ¿Qué previó Pedro cuando profetizó de una “restauración de todas las cosas”? (Previó la restauración, en los últimos días, del Evangelio de Jesucristo por medio del profeta José Smith.)
3. “Tenían todas las cosas en común” (Hechos 4:32).
Analicen Hechos 4:32–5:11 y explique que en aquellos tiempos los miembros de la Iglesia “tenían todas las cosas en común” (Hechos 2:44; véase también Hechos 4:32, 34–37). Consagraban todo lo que tenían, de modo que se satisficieran las necesidades de todos. (Si lo desea, puede comparar esto con la ciudad de Enoc [Moisés 7:18], con los descendientes de Lehi [4 Nefi 1:1–3] y con los miembros de la Iglesia a inicios de esta dispensación [D. y C. 42:30–34].)
• ¿Cómo respondió Bernabé al sistema de consagrar las posesiones? (Véase Hechos 4:36–37.) ¿Cómo violaron este sistema Ananías y Safira? (Véase Hechos 5:1–2.) ¿Qué dijo Pedro a Ananías y a Safira con respecto a sus hechos? (Véase Hechos 5:3–4, 8–9.) ¿Cómo podemos asegurarnos de ser honrados con Dios?
• Aunque nosotros no vivimos bajo un sistema formal de consagración, ¿qué se nos pide que demos a Dios o que compartamos con otras personas? (En Omni 1:26; Mosíah 4:16 y D. y C. 4:2; 119:4 se encuentran algunos ejemplos.) ¿De qué manera a veces retenemos “una parte”?
El élder Neal A. Maxwell comentó:
“Ananías y Safira… ‘sustrajeron del precio’ una parte en lugar de consagrar todo lo que tenían (véase Hechos 5:1–11). Algunos nunca venderían a Jesús por treinta piezas de plata, ¡pero tampoco desean darle todo de sí mismos!
“…nos inclinamos a pensar en la consagración sólo en términos de bienes y de dinero. De cierto, hay muchas otras formas de guardarse una parte. Es posible dar dinero y dedicar tiempo, y, no obstante, guardarse una parte considerable de sí mismo; es posible dejar que otros disfruten públicamente de un talento que se tenga, y, no obstante, retener en privado un particular orgullo. Es posible sustraerse de arrodillarse ante el trono de Dios, y, no obstante, inclinarse ante una galería determinada de conocidos sociales. Es posible aceptar un llamamiento de la Iglesia, pero tener el corazón más intensamente dedicado a conservar una cierta función en el mundo” (Liahona, enero de 1993, pág. 74).
• ¿Cómo podemos vencer la tendencia de retener “una parte”? ¿Qué bendiciones podemos recibir si damos todo lo que tenemos al Señor?
4. Actividad para los jóvenes.
Los maestros que enseñen a jóvenes tal vez deseen utilizar en partes de esta lección el “método por indagación” (el cual se describe en La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 163–164).