Lección 35
“Reconciliaos con Dios”
2 Corintios
Objetivo
Motivar a los miembros de la clase a poner en práctica el consejo de Pablo en 2 Corintios a fin de ser verdaderos discípulos de Jesucristo
Preparación
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Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.
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2 Corintios 1:3–11; 4; 6:1–10; 11:21–33; 12:1–10. Pablo enseña en cuanto a superar las tribulaciones.
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2 Corintios 2:5–11. Pablo amonesta a los santos a perdonarse unos a otros.
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2 Corintios 7:8–10. Pablo enseña acerca de sentir por los pecados la tristeza que es según Dios.
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2 Corintios 5:17–21. Pablo exhorta a los santos a reconciliarse con Dios.
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Si tiene disponible el videocasete Nuevo Testamento: Presentaciones en video (53914 002), muestre el segmento de once minutos “La tristeza según Dios” durante el transcurso de la lección.
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Si utiliza la actividad para despertar el interés, lleve a la clase un poco de arena.
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Sugerencia didáctica: Deje suficiente tiempo al final de la clase para resumir lo que se ha enseñado. Un resumen bien planificado puede ayudar a los miembros de la clase a organizar y aclarar lo que han aprendido y pensar en la manera de aplicarlo en su vida. (En La enseñanza: el llamamiento más importante, pág. 87, se encuentran algunos métodos para dar resúmenes.)
Desarrollo que se sugiere para la lección
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Muestre a los alumnos la arena que llevó a la clase.
• Si alguien en quien usted confía le entregara esta arena con la promesa de que contiene oro, ¿qué haría?
Permita que los miembros de la clase contesten la pregunta, y después lea la declaración del élder Henry B. Eyring, que se encuentra a continuación, en cuanto a recibir el consejo de los profetas:
“No descarten ese consejo, sino guárdenlo cerca del corazón. Si alguien en quien confían les diera lo que aparenta no ser más que una bolsa de arena con la promesa de que contiene oro, sabiamente la sostendrían en la mano por un tiempo, sacudiéndola con suavidad. Cada vez que he hecho eso con el consejo de un profeta, luego de un tiempo comienzan a aparecer las pepitas de oro y me he sentido agradecido” (Liahona, julio de 1997, pág. 29).
• ¿Qué significa la declaración del élder Eyring?
Explique que el libro de 2 Corintios contiene consejos proféticos que se aplican a nuestros días. Las enseñanzas de Pablo contenidas en esta carta son similares a las que escuchamos con frecuencia en la conferencia general. El élder Erying observó: “Cuando las palabras de los profetas parezcan repetitivas, deben captar nuestra atención” (Liahona, julio de 1997, pág. 27). Inste a los miembros de la clase a recibir el consejo de esta lección y a “[guardarlo]cerca del corazón”.
Análisis y aplicación de las Escrituras
Esta lección se divide en cuatro secciones que se concentran en temas importantes de 2 Corintios. Seleccione, con la ayuda de la oración, los temas que analizará con los miembros de la clase.
1. Cómo superar la tribulación.
Lean y analicen 2 Corintios 1:3–11; 4; 6:1–10; 11:21–33; 12:1–10. Pida a algunos miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado.
• La carta de Pablo a los corintios se escribió después de una época de gran persecución, en la que Pablo y Timoteo perdieron “la esperanza de conservar la vida” (2 Corintios 1:8). ¿Por qué pudieron Pablo y Timoteo evitar la desesperación a pesar de estar atribulados, en apuros, perseguidos y derribados? (Véase 2 Corintios 1:3–5; 4:5–15.) ¿Por qué son nuestro Padre Celestial y Jesucristo la mejor fuente de consuelo que tenemos?
El élder Neal A. Maxwell nos aseguró que Jesucristo nos ayudará a sobrellevar nuestras aflicciones:
“Si tomamos sobre nosotros el yugo de Jesús, eso nos conduce al fin a tener lo que Pablo llamó ‘participación de [los] padecimientos de Cristo’ (Filipenses 3:10). Ya sea que se trate de enfermedades o de soledad, de injusticias o de desprecios… nuestros sufrimientos, insignificantes en comparación, si somos mansos, afectarán las profundidades de nuestra alma. Por lo tanto, bien haríamos en apreciar no sólo los padecimientos de Jesús por nosotros, sino también Su carácter sin paralelo, dejando que nos impulsen a una adoración y emulación más profundas.
“Alma reveló que Jesús sabe cómo socorrernos en medio de nuestros dolores y enfermedades precisamente porque Él tomó sobre sí nuestros dolores y enfermedades (Alma 7:11–12). Él los conoce por experiencia propia, con lo cual ha obtenido una comprensión profunda de ellos. Por supuesto, nosotros no comprendemos plenamente Su sufrimiento ni entendemos tampoco cómo pudo llevar sobre sí todos los pecados de los seres mortales, pero Su Expiación sigue siendo la realidad que nos rescata y nos tranquiliza” (Liahona, julio de 1997, págs. 12–13).
• ¿Cómo les han ayudado nuestro Padre Celestial y Jesucristo durante la adversidad?
• Pablo expresó el deseo de ayudar a otros a recibir el mismo consuelo que él había recibido de Dios (2 Corintios 1:4). ¿Cómo podemos ayudar a otros a recibir el consuelo de Dios?
• Pablo agradeció a los santos que habían orado por él y por Timoteo en su adversidad (2 Corintios 1:11). ¿Por qué es importante que oremos unos por otros? ¿Cómo les han bendecido a ustedes o a algún conocido suyo las oraciones de los demás? ¿Cómo somos bendecidos cuando oramos por los demás?
• ¿Cómo pueden ayudarnos en nuestra tribulación las enseñanzas de 2 Corintios 4:17–18? (Véase también D. y C. 121:7–8.) ¿Cómo nos ayuda el ver nuestras pruebas desde el punto de vista de la eternidad? ¿Cómo podemos aprender a hacerlo?
• Pablo habló a los corintios de las pruebas que él y muchos de los santos habían soportado por su creencia en Jesucristo (2 Corintios 6:4–5; 11:23–33). ¿Qué características enseñó Pablo que debemos desarrollar para ayudarnos a soportar las pruebas? (Véase 2 Corintios 6:4, 6–7.) ¿Cómo les ha ayudado una o más de estas características durante una época de prueba?
• Pablo dijo que el Señor le había dado una enfermedad, un “aguijón en [su] carne” (2 Corintios 12:7). ¿Por qué dio el Señor esa enfermedad a Pablo? (Véase 2 Corintios 12:7.) ¿Qué aprendió Pablo cuando el Señor no le quitó su “aguijón en [la] carne”, como él se lo había pedido? (Véase 2 Corintios 12:8–10.) ¿Cómo pueden nuestras debilidades ayudarnos a recibir la fuerza que da Jesucristo? (Véase Éter 12:27.) ¿Cómo han llegado a comprender la veracidad de la afirmación de Pablo : “cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
2. El perdonar a los demás.
Lean y analicen 2 Corintios 2:5–11.
• Pablo amonestó a los santos a perdonarse unos a otros (2 Corintios 2:5–8). ¿Por qué es importante que nos perdonemos unos a otros? (Véase Mateo 6:14–15; 2 Corintios 2:7–8; D. y C. 64:9–10. Analicen cómo nos afecta a nosotros y cómo afecta a los demás cuando perdonamos y cuando no perdonamos.)
El presidente Gordon B. Hinckley dijo:
“Vemos [la necesidad de perdonar] en el hogar, en donde pequeños malos entendidos se transforman en grandes disputas. Es evidente entre vecinos, en donde insignificantes diferencias conducen a interminables muestras de desprecio. Lo vemos en el mundo de los negocios, que está plagado de aquellos que se niegan a claudicar y perdonar. En la mayoría de los casos, si hubiera existido la buena voluntad de conversar y de analizar las cosas con calma, bien se podrían haber evitado estas situaciones para provecho y bendición de todos, en vez de pasar los días alimentando rencores y planeando venganza…
“Si hubiera alguien que anidara en su corazón la ponzoña de la enemistad hacia otra persona, le ruego que pida al Señor la fuerza necesaria para perdonar. Ese deseo será la substancia misma del arrepentimiento. Tal vez no sea fácil, y no llegue en seguida, mas si buscan esto con sinceridad y lo cultivan, de seguro llegará…
“No existe paz en donde se albergan viejos resentimientos. No existe paz en donde se refleja el dolor de viejas heridas. La paz está únicamente donde existe el arrepentimiento y el perdón. Me refiero a la dulce paz de Cristo quien dijo: ‘Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios’ (Mateo 5:9)” (véase Liahona, noviembre de 1991, págs. 4, 5, 6).
• ¿Qué podemos hacer para desarrollar aún más la actitud del perdón?
3. El sentir por nuestros pecados la tristeza que es según Dios.
Lean y analicen 2 Corintios 7:8–10.
• Después de escuchar que una de sus epístolas había contristado a los corintios, Pablo se regocijó (2 Corintios 7:8–9). ¿Por qué respondió Pablo de esa manera a la tristeza de los corintios? (Véase 2 Corintios 7:9–10.) ¿Qué significa tener por nuestros pecados una “tristeza que es según Dios”?
Si va a utilizar la presentación en video “La tristeza según Dios”, muéstrela ahora.
• ¿Qué diferencia existe entre la tristeza que es según Dios y “la tristeza del mundo”? ¿Por qué es la tristeza que es según Dios una parte importante del arrepentimiento?
El presidente Spencer W. Kimball explicó:“Si uno se siente mal solamente porque alguien descubrió su pecado, el arrepentimiento no es completo. La tristeza que es según Dios hace que uno sienta el deseo de arrepentirse, aunque los demás no lo hayan descubierto, y le da la determinación de hacer lo correcto, no importa cuáles sean las consecuencias. Esa clase de tristeza produce la rectitud y obrará para lograr el perdón” (Repentance Brings Forgiveness folleto, 1984, pág. 8).
4. El reconciliarnos con Dios.
Lean y analicen 2 Corintios 5:17–21.
• Pablo y Timoteo aconsejaron a los corintios: “reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20). ¿Qué significa esa frase?
El élder Bruce R. McConkie enseñó: “La reconciliación es el proceso de rescatar al hombre de su estado pecaminoso y de la obscuridad espiritual y de restaurarlo a un estado de armonía y unión con Dios… El hombre, que una vez fue carnal e inicuo, que vivió a la manera de la carne, llega a ser una nueva criatura del Espíritu Santo; nace de nuevo; e incluso, tal como un niño pequeño, es vivificado en Cristo” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo II, págs. 422–423).
• ¿Cómo podemos reconciliarnos con Dios? (Véase 2 Corintios 5:17–19, 21; 2 Nefi 25:23; Jacob 4:10–11.)
Conclusión
Testifique de las verdades que se han analizado. Inste a los miembros de la clase a recordar y a seguir el consejo que Pablo da en 2 Corintios.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. El “hombre exterior” y el “interior” (2 Corintios 4:16).
• Pablo habló del “hombre exterior” y del “hombre interior” (2 Corintios 4:16). ¿Qué significan esas dos frases? ¿Cómo es que “se renueva de día en día” el “hombre interior”? (2 Corintios 4:16.)
2. “Embajadores en nombre de Cristo” (2 Corintios 5:20).
• Pablo dijo que él y Timoteo eran “embajadores en nombre de Cristo” (2 Corintios 5:20). ¿Qué es un embajador? (Un embajador es un representante oficial que habla en nombre de los líderes de un país o de una organización; trabaja para establecer buenas relaciones entre un pueblo y el pueblo al que representa.) ¿De qué manera eran Pablo y Timoteo embajadores de Jesucristo? ¿Cómo podemos cada uno de nosotros ser embajadores de Jesucristo?