Lección 45
“El que venciere heredará todas las cosas”
Apocalipsis 1–3; 12
Objetivo
Ayudar a los miembros de la clase a comprender algunas de las bendiciones que recibirán los que superen las pruebas de la mortalidad por su testimonio de Jesucristo.
Preparación
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Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.
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Apocalipsis 1:1–3, 9–20. A Juan se le instruye llevar un registro de la revelación que recibe del Señor a través de un ángel. Juan ve en revelación varios símbolos que representan partes de la Iglesia de Jesucristo.
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Apocalipsis 2–3. Por medio de Juan, el Señor enseña a las siete ramas de la Iglesia en Asia en cuanto a las grandes bendiciones que esperan a los que superen las pruebas y las tentaciones de la vida mortal.
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Apocalipsis 12. Juan ve una visión de la gran batalla en el cielo y la continuación de ella en la tierra. Aprende que los santos vencen a Satanás por medio de su propio testimonio y de la Expiación del Salvador.
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Lectura adicional: Apocalipsis 21:7; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Apocalipsis, El”, págs. 16–17.
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Si utiliza la actividad para despertar el interés, prepárese para usar las ilustraciones que aparecen en la página 220. Si lo desea, puede trazar dichas ilustraciones, pero más grandes, en la pizarra o en una hoja grande de papel, de manera que todos los miembros de la clase puedan verlas con claridad.
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Sugerencia didáctica: Los buenos maestros saben escuchar. El escuchar no sólo tiene que ver con el acto mecánico de oír; también consiste en comprender lo que se está diciendo. Los maestros que escuchan detenidamente comunican a los miembros de la clase que los comprenden y que valoran a cada uno de ellos. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 186–189.)
Desarrollo que se sugiere para la lección
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección.
Pida a los miembros de la clase que piensen en los símbolos que el Señor utilizó al enseñar durante Su ministerio mortal. (Entre las respuestas se podrían mencionar la sal, el trigo y la cizaña, el pan y los olivos.)
• ¿Por qué son útiles los símbolos en la enseñanza? (Ayudan al que aprende a comprender y recordar mejor al comparar conceptos u objetos no familiares con los que son más conocidos; tienen diferentes niveles de significado; pueden motivar al que aprende a pensar más detenidamente en lo que se está enseñando.)
Explique que se utilizan los símbolos en todas las Escrituras, pero en especial en el libro de Apocalipsis. Muestre las ilustraciones que se encuentran en la página 220 y señale que éstas representan algunos símbolos del capítulo 1 de Apocalipsis, de los cuales se hablará en esta lección.
Si lo desea, explique que el apóstol Juan, el autor del libro de Apocalipsis, venía de una cultura que usaba el simbolismo en forma extensa en su lenguaje y en su literatura. Con frecuencia se les dificulta a los lectores de nuestros días entender el simbolismo de los escritos de Juan. Si interpretamos las imágenes en forma literal, el libro de Apocalipsis nos puede parecer extraño y confuso; pero si recordamos que muchas de las imágenes son simbólicas y que representan personas, objetos o conceptos con los que ya estamos familiarizados, el libro es más fácil de entender.
Análisis y aplicación de las Escrituras
Considere, con la ayuda de la oración, los pasajes de las Escrituras y las preguntas de esta lección que mejor satisfagan las necesidades de los miembros de la clase. Dedique la mayor parte del tiempo de la clase a analizar dichos pasajes y preguntas. Ayude a los alumnos a comprender que el libro de Apocalipsis es pertinente y útil para nosotros en nuestros días.
1. Juan ve varios símbolos que representan partes de la Iglesia de Jesucristo.
Lean y analicen Apocalipsis 1:1–3, 9–20.
Repase con la clase la información general en cuanto al libro de Apocalipsis que aparece a continuación:
Juan fue uno de los apóstoles originales del Salvador. Por dar testimonio de Jesucristo, el gobierno romano lo había desterrado a Patmos, una pequeña isla al oeste de lo que hoy es el país de Turquía. Mientras estaba allí, lo visitó un ángel y recibió una revelación que escribió en forma de cartas dirigidas a las siete ramas de la Iglesia en Asia (Apocalipsis 1:1, 9–11). Esas cartas pasaron a ser el libro de Apocalipsis.
El libro de Apocalipsis se escribió principalmente en lenguaje simbólico. Su tema es que “al final Dios triunfará sobre el diablo en esta tierra; que habrá una victoria permanente del bien sobre el mal, de los santos sobre sus perseguidores, del reino de Dios sobre los reinos de los hombres y de Satanás… El simbolismo de las bestias, las guerras, los ángeles, los hombres, etc. aportan detalles al desarrollo de este tema. Con un poco de estudio, se puede percibir el tema aunque no se reconozcan completamente los detalles” (Bible Dictionary, “Revelation of John”, pág. 762).
Los tres capítulos de introducción del libro son un registro del testimonio de Juan en cuanto a la veracidad de la revelación, de las instrucciones que recibió del Señor y del consejo que da a las siete ramas de la Iglesia en Asia. En el capítulo cuatro se encuentra la visión que recibió Juan del cielo, y los capítulos del cinco al veinte son un registro de su visión del triunfal destino del reino de Dios. En esa visión se muestran las batallas libradas en contra del reino de Satanás, la destrucción de ese reino y las escenas finales de la historia del mundo. Después viene una visión de los nuevos cielos y de la nueva tierra: el mundo en su estado celestial (Apocalipsis 21:1–5). El libro de Apocalipsis concluye con el testimonio del ángel y con consejo adicional del Señor.
• ¿Cuál fue la primera imagen o símbolo que vio Juan en esta revelación? (Véase Apocalipsis 1:12.) ¿Qué representaban los candeleros? (Véase Apocalipsis 1:20.) ¿Por qué son apropiados los candeleros como símbolos de las ramas de la Iglesia? (Véase 3 Nefi 18:24 y la cita que aparece a continuación.) ¿Cómo pueden los barrios y las ramas de nuestros días funcionar como candeleros?
El élder Bruce R. McConkie dijo: “Los candeleros irradian luz, pero no la crean. Su función no es producir la luz, sino hacerla disponible. Y así, al utilizar los siete candeleros para representar las siete iglesias a las que Juan debe dar consejo, el Señor le está mostrando que Sus congregaciones sobre la tierra deben llevar Su luz al mundo” (Doctrinal New Testament Commentary, tomo III, pág. 442).
• ¿En dónde se encontraba el Salvador con relación a los siete candeleros? (Véase Apocalipsis 1:13.) ¿Cómo se encuentra el Salvador en medio de Su Iglesia en nuestros días? ¿Por qué es importante que sepamos que está en medio de Su pueblo?
• ¿Qué sostenía el Salvador en la mano derecha cuando estaba en medio de los siete candeleros? (Véase Apocalipsis 1:16.) ¿Qué representaban las siete estrellas? (Véase Apocalipsis 1:20; véase también Apocalipsis 2:1 y Apocalipsis 3:1. En toda la Traducción de José Smith de Apocalipsis 1–3, se cambió la palabra ángeles a siervos, aclarando de esa manera que las estrellas representan a los líderes de las siete ramas de la Iglesia.) ¿En qué se asemejan los líderes de la Iglesia y las estrellas? (Entre las respuestas se podría mencionar que son constantes y que dan dirección a los que la buscan.)
• En esta visión, ¿qué salió de la boca del Salvador? (Véase Apocalipsis 1:16.) ¿Qué representaba esa espada? (Véase D. y C. 6:2.) ¿En qué se parecen la palabra del Señor y una espada? (Véase Hebreos 4:12; Helamán 3:29.)
• ¿Qué otro símbolo tenía el Señor en esta revelación? (Véase Apocalipsis 1:18.) ¿Qué hará el Señor con esas llaves? (Librará a todas las personas de la muerte física, y a los justos los librará de la muerte espiritual. Véase 2 Nefi 9:10–13.)
2. El Señor habla a las siete ramas de Asia de las bendiciones prometidas a los que venzan.
Analicen Apocalipsis 2–3. Pida a varios miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado. Explique que los capítulos 2 y 3 contienen las palabras del Señor a cada una de las siete ramas de la Iglesia en Asia. El Señor repasó algunas de las virtudes y flaquezas de cada una de las ramas y amonestó a los santos a corregir sus debilidades.
• Así como el Señor elogió y corrigió a los miembros de la Iglesia de Asia, también nos elogia y nos corrige a nosotros en la actualidad. ¿Por qué aspecto podría elogiarnos el Señor? ¿Qué nos ha pedido el Señor que corrijamos?
Explique que en Sus instrucciones a las ramas de la Iglesia de Asia, el Señor también prometió grandes bendiciones a los que superaran las pruebas y las tentaciones de la vida mortal. Escriba en la pizarra Promesas a los que venzan. Al analizar cada una de las promesas, escríbala en la pizarra debajo de este encabezamiento.
A Efeso (Apocalipsis 2:1–7)
• El Señor advirtió a los efesios en cuanto a su necesidad del arrepentimiento, pero también les prometió: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida”. ¿Qué representa el árbol de la vida? (Véase 1 Nefi 11:21–22.) ¿Por qué es éste el más deseable de todas las bendiciones?
A Esmirna (Apocalipsis 2:8–11)
• El Señor advirtió a los santos de Esmirna que padecerían tribulaciones, pero también les prometió: “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”. ¿Qué es la segunda muerte? (Véase Alma 12:16, 32; Helamán 14:18.) ¿Cómo puede la promesa del Señor a los santos de Esmirna ayudarnos a considerar nuestras tribulaciones con la perspectiva correcta?
A Pérgamo (Apocalipsis 2:12–17)
• El Señor criticó a algunas de las personas de Pérgamo por seguir la doctrina de Balaam, profeta del Antiguo Testamento que deseaba los honores y las recompensas terrenales más que seguir la voluntad del Señor. ¿Qué honores y recompensas terrenales es posible que tengamos que sacrificar a fin de obedecer la voluntad del Señor?
• A los santos de Pérgamo, el Señor prometió: “Al que venciere, daré a comer del maná escondido”. (En este contexto, la palabra escondido significa sagrado, o sea, no evidente para todos.) ¿Qué podría representar el maná escondido? (Véase Juan 6:35, 49–51.)
A Tiatira (Apocalipsis 2:18–29)
• En Sus palabras a los santos de Tiatira, ¿qué prometió el Señor a los que venzan? (Véase Apocalipsis 2:26–28. Explique que estas promesas se refieren a las bendiciones de la exaltación y la vida eterna, cuando los justos regirán en los reinos celestiales.) ¿Cuál es la barra de hierro con la que los justos regirán a las naciones? (Véase 1 Nefi 11:25.) ¿Cómo podemos valernos de la palabra de Dios para regir nuestra propia vida?
• ¿Quién es la estrella de la mañana mencionada en Apocalipsis 2:28? (Véase Apocalipsis 22:16.) ¿Qué podría significar el que se nos dé la estrella de la mañana? (Entre las respuestas se podría mencionar el recibir a Cristo en nuestra vida y el recibir las bendiciones de Su Expiación.)
A Sardis (Apocalipsis 3:1–6)
• ¿Qué bendiciones prometió el Señor a los santos de Sardis? (Véase Apocalipsis 3:5.) El participar en las ordenanzas del templo, ¿cómo nos prepara para ser “vestidos de vestiduras blancas” eternamente? ¿Qué es el libro de la vida? (Véase D. y C. 128:7; véase también Éxodo 32:33; Alma 5:58; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Libro de la vida”, págs. 123–124.) ¿Qué sucederá con aquellos cuyos nombres estén inscritos en el libro y no sean borrados por causa de la iniquidad? (Véase Apocalipsis 21:10, 23–27; Alma 5:58; D. y C. 88:2.)
A Filadelfia (Apocalipsis 3:7–13)
• ¿Qué dijo el Señor que haría por los santos de Filadelfia porque habían “…guardado [su] palabra, y no [habían] negado [su] nombre”? (Véase Apocalipsis 3:8.) ¿Por qué es más fácil resistir la tentación cuando se vive una vida recta?
• El Señor prometió a los que vencieran: “…escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios” (Apocalipsis 3:12). ¿Qué significa el que se escriba en nosotros el nombre de Dios y el de Su ciudad? (Significa que llegamos a ser como Dios y que somos ciudadanos de Su reino eterno.)
A Laodicea (Apocalipsis 3:14–22)
• El Señor condenó a los santos de Laodicea porque eran tibios, “…ni frío ni caliente” (Apocalipsis 3:15–16). ¿Cómo podemos ser a veces “tibios” en lo espiritual? ¿Cómo podemos aumentar nuestra dedicación al Evangelio de Jesucristo?
• El Señor prometió a los santos de Laodicea: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21). La promesa de sentarse con el Señor en Su trono, ¿qué bendiciones simboliza? (Véase Romanos 8:16–17.)
Refiérase a la lista de promesas que escribió en la pizarra y explique que cuando se consideran en conjunto todas estas promesas, describen el destino eterno de los justos. Pida a los miembros de la clase que lean Doctrina y Convenios 132:20 como un resumen de dichas promesas.
3. Juan aprende que los santos vencen a Satanás por medio de su propio testimonio y por la Expiación de Jesucristo.
Lean y analicen algunos versículos de Apocalipsis 12 que usted haya seleccionado. Explique que como parte de su revelación, Juan vio una visión simbólica de la batalla en el cielo y de la continuación de ésta en la tierra.
Explique que la mujer descrita en Apocalipsis 12:1–2, 5 representa a la Iglesia de Dios. El hijo al que dio a luz representa el reino de Dios, el gobierno que existirá sobre la tierra durante el reinado milenario de Jesucristo. (Véase Traducción de José Smith, Apocalipsis 12:7, Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 235; véase también Doctrina de Salvación, tomo I, pág. 218.)
• ¿A quién representa el dragón del capítulo 12 de Apocalipsis? (Véase Apocalipsis 12:9.) ¿Qué sucedió con el dragón y sus seguidores en la batalla en el cielo? (Véase Apocalipsis 12:3–4, 7–9.) ¿Qué hizo el dragón después que fue echado fuera? (Véase Apocalipsis 12:17.) ¿Contra quién está luchando Satanás en nuestros días? (Véase Apocalipsis 12:12.)
El presidente Wilford Woodruff dijo: “Hay dos poderes en la tierra y en medio de los habitantes de la tierra: el poder de Dios y el poder del diablo… Cada vez que Dios ha tenido un pueblo sobre la tierra, no importa en qué época, Lucifer, el hijo de la mañana, y los millones de espíritus caídos que fueron lanzados fuera de los cielos, han hecho la guerra contra Dios, contra Cristo, contra la obra de Dios y contra el pueblo de Dios. Y no tienen reparos en seguir haciéndolo en nuestra época y generación. Cada vez que el Señor ha puesto su mano para efectuar cualquier obra, esos poderes se han puesto a trabajar para derribarla” (citado por Gordon B. Hinckley en Liahona, enero de 1987, pág. 43).
• Al final, ¿cómo vencerán a Satanás la Iglesia y el reino de Dios? (Véase Apocalipsis 12:11.) ¿Cómo puede la Expiación de Cristo y nuestro testimonio de ella ayudarnos en nuestra propia batalla contra Satanás?
Conclusión
Testifique que los que superen las tentaciones y las pruebas del mundo heredarán las bendiciones de la vida eterna. Recuerde a los miembros de la clase que la Expiación del Salvador provee el medio para que venzamos si nos arrepentimos y somos fieles.
Sugerencia adicional para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.
“He aquí, yo estoy a la puerta” (Apocalipsis 3:20).
Muestre la lámina de Jesús a la puerta (62170 002; Las bellas artes del Evangelio, 237).
• ¿Qué se enseña en Apocalipsis 3:20 en cuanto al Señor? (Véase también Apocalipsis 22:17.) ¿Cómo se han dado cuenta de que esto es verdad?