Lección 37
“Jesús, el autor y consumador de la fe”
Hebreos
Objetivo
Recordar a los miembros de la clase que la salvación se recibe mediante la fe en Jesucristo y la obediencia a Sus mandamientos.
Preparación
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Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.
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Hebreos 1–4. Pablo testifica que Jesucristo, el Hijo Unigénito del Padre Celestial, es nuestro Salvador.
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Hebreos 5; 6:20; 7. Pablo explica que el Sacerdocio de Melquisedec es una parte de la plenitud del Evangelio.
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Hebreos 8:1–10:18. Pablo enseña que la ley de Moisés conformaba el antiguo pacto (o convenio) entre Dios y Sus hijos, mientras que el Evangelio de Jesucristo es el nuevo convenio. El antiguo pacto era un tipo, o modelo, del nuevo convenio, pero este último es el único que tiene el poder para salvar.
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Hebreos 10:19–11:40. Pablo exhorta a los santos a ejercer la fe en Jesucristo a fin de heredar un lugar en el reino de Dios.
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Lectura adicional: Hebreos 6; 12–13; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, Epístolas de: Filipenses, Colosenses, Efesios, Filemón y Hebreos”, pág. 157.
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Sugerencia didáctica: Tenga cuidado de no limitarse a presentar disertaciones. En ocasiones será necesario hacerlo para dar información, pero este método pierde su efectividad cuando es el único que se utiliza. Después de dar información o de explicar un principio, asegúrese de brindar oportunidades para que los miembros de la clase respondan y aporten a la clase. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, pág. 137.)
Desarrollo que se sugiere para la lección
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Describa las situaciones que aparecen a continuación y pida a los miembros de la clase que busquen un pasaje de las Escrituras que pudiera usarse para resolver cada una de ellas. (Entre paréntesis se sugieren algunos pasajes.)
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Un niño al que ustedes conocen acaba de aprender en la Primaria que Jesucristo creó el mundo y quiere saber en dónde se explica esto en las Escrituras. (Hebreos 1:2; Juan 1:1–3, 10; Efesios 3:9; Mosíah 3:8.)
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Una amiga suya está pasando por unos problemas personales y se pregunta cómo puede el Salvador estar interesado en ella personalmente y comprender lo que ella está viviendo. (Hebreos 2:6–8; 18; 2 Nefi 1:15; Alma 7:11–12.) 3. Un amigo no miembro se pregunta si realmente es necesario poseer el sacerdocio para realizar bautismos y otras ordenanzas. (Hebreos 5:1, 4; Éxodo 28:41; Juan 15:16.)
Pida a uno o dos miembros de la clase que lean los pasajes que hayan escogido para resolver cada una de las situaciones. Señale que la carta de Pablo a los Hebreos contiene pasajes que podrían utilizarse en cada una de estas tres situaciones. Pida a los alumnos que escuchen esos pasajes al hablar del libro de los Hebreos.
Análisis y aplicación de las Escrituras
Al enseñar los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación, hable con los miembros de la clase acerca de la manera de aplicarlos en el diario vivir. Anímeles a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios que se encuentran en las Escrituras.
Explique que en el transcurso de sus viajes misionales, Pablo trató de convencer a los miembros de la Iglesia de que ya no debían practicar la ley de Moisés. Aunque a los judíos cristianos se les había enseñado que la salvación se recibe mediante la fe en Jesucristo, muchos seguían creyendo que la obediencia a la ley de Moisés era esencial para la salvación. Pablo escribió la epístola a los hebreos con el fin de recalcar que la ley de Moisés se había cumplido en Cristo.
1. Jesucristo, el Hijo Unigénito del Padre Celestial, es nuestro Salvador.
Analicen Hebreos 1–4. Pida a algunos miembros de la clase que lean los versículos que usted haya seleccionado.
• En Hebreos 1, ¿qué aprendemos acerca de Jesucristo? (Escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase, entre las cuales se podría mencionar lo siguiente:)
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Él creó el mundo (versículos 2, 10).
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Él es a imagen de Dios el Padre (versículo 3).
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Él expió nuestros pecados (versículo 3).
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Él es el Hijo Primogénito de Dios el Padre (versículos 5–6).
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Su gloria y Su poder son eternos y no cambian (versículos 8, 12).
• Pablo dijo que el Hijo de Dios, que fue “hecho tanto superior a los ángeles” (Hebreos 1:4), también “fue hecho un poco menor que los ángeles” (Hebreos 2:9). ¿En qué sentido fue Jesús “hecho un poco menor que los ángeles”? (Véase Mosíah 13:34–35. Vino a la tierra como un ser mortal y estuvo sujeto al dolor y a la muerte.) ¿Por qué fue necesario? (Véase Hebreos 2:9–10, 16–18; 4:15–16; véase también Mateo 23:10–11.)
• Pablo instó a los santos a vivir con rectitud para que entraran en el reposo de Dios (Hebreos 3:7–19; 4:1–11). ¿Qué significa entrar en el reposo de Dios? (Véase D. y C. 84:23–24; 3 Nefi 27:19.) ¿Qué explicación dio Pablo en cuanto al motivo por el cual algunos de los hijos de Israel de la época de Moisés no pudieron entrar en el reposo de Dios? (Véase Hebreos 3:7–11, 16–19; 4:1–2.) ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a ser dignos de entrar en el reposo de Dios? (Véase Hebreos 3:13–14; 4:11; Alma 13:12–13, 16.)
2. El Sacerdocio de Melquisedec es parte de la plenitud del Evangelio.
Lean y analicen los versículos de Hebreos 5; 6:20; 7 que usted haya seleccionado.
• ¿Qué enseñó Pablo en cuanto a la forma en que un hombre debe recibir y usar la autoridad del sacerdocio? (Véase Hebreos 5:1–4.) ¿Por qué debe un poseedor del sacerdocio ser “llamado por Dios” y no “[tomar] para sí esta honra”?
• ¿Qué autoridad del sacerdocio acompañaba a la ley de Moisés? (El Sacerdocio Aarónico, también llamado el Sacerdocio Levítico, menor o preparatorio. Véase D. y C. 84:25–27.) ¿Qué autoridad del sacerdocio posee Jesucristo? (Véase Hebreos 5:5–6; 6:20.) Explique que cuando Jesús vino y cumplió la ley de Moisés, también restauró el Sacerdocio de Melquisedec. ¿Por qué fue necesario que se hiciera esto? (Hebreos 7:11. El Sacerdocio Aarónico no tiene la autoridad para efectuar todas las ordenanzas necesarias para recibir la salvación.)
“Ni la ley de Moisés ni el sacerdocio de Aarón que la administraba, eran capaces de llevar a la perfección a los hijos de Dios. El Sacerdocio Aarónico es una autoridad menor y administra el Evangelio preparatorio solamente. El Sacerdocio de Melquisedec es el sacerdocio mayor comisionado para oficiar en las ordenanzas del Evangelio en su plenitud y es capaz de purificar nuestras vidas a fin de que podamos entrar de nuevo en la presencia del Señor” (La vida y enseñanzas de Cristo y Sus Apóstoles [manual del Sistema Educativo de la Iglesia], 1979, pág. 406; véase también D. y C. 107:18–20).
• ¿Por qué llamamos Sacerdocio de Melquisedec al sacerdocio mayor? (Véase D. y C. 107:2–4.) ¿Qué bendiciones reciben en nuestros días los miembros de la Iglesia como resultado de tener el Sacerdocio de Melquisedec y también el Sacerdocio Aarónico? ¿Cómo les ha bendecido a ustedes el sacerdocio?
3. El Evangelio de Jesucristo es el nuevo pacto (o convenio) entre Dios y Sus hijos.
Lean y analicen los versículos de Hebreos 8:1–10:18 que usted haya seleccionado. Explique que Pablo recordó a los miembros de la Iglesia que la adoración bajo la ley de Moisés había señalado hacia el Señor Jesucristo.
• Según lo que dice en Hebreos 8:5, ¿qué dijo el Señor a Moisés que debía hacer mientras construía el tabernáculo que usarían los israelitas para la adoración? (Explique que las ceremonias del tabernáculo eran simbólicas de “las cosas celestiales”, tal como se define a continuación.)
Ordenanza en el tabernáculo:
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Los sacerdotes ofrecían animales como sacrificios a Dios (Hebreos 10:1–4, 11).
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Los sacerdotes colocaban la sangre de los animales sacrificados sobre el altar para simbolizar la limpieza y la purificación del pueblo (Hebreos 9:6–7, 19–23).
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El sumo sacerdote atravesaba el velo y pasaba al Lugar Santísimo (Hebreos 9:1–7).
Lo que simbolizaba:
Jesús se ofreció como sacrificio por nuestros pecados (Hebreos 9:26–28; 10:4–12).
La sangre de Jesús, derramada durante la Expiación, nos limpia y nos purifica del pecado (Hebreos 9:11–15).
Jesús, el gran sumo sacerdote, pasó por el velo y entró en el cielo mismo (Hebreos 9:24).
• Pablo explicó que la ley de Moisés era el antiguo pacto (o convenio) entre Dios y Su pueblo (Hebreos 8:9; véase también Gálatas 3:24–25). ¿Cuál es el nuevo convenio que trajo Jesucristo? (Véase Hebreos 8:6–8, 10–13. La plenitud del Evangelio.) Señale que el antiguo pacto (o convenio) se describe en el Antiguo Testamento de la Biblia, mientras que el nuevo convenio se describe en el Nuevo Testamento.
• ¿Por qué no pudo el antiguo pacto hacer perfectos a sus participantes? (Véase Hebreos 10:1–4.) ¿Por qué nos da el nuevo convenio una mayor esperanza de lograr la perfección? (Véase Hebreos 10:9–18.)
4. Los que ejerzan la fe en Jesucristo heredarán un lugar en el reino de Dios.
Lean y analicen los versículos de Hebreos 10:19–11:40 que usted haya seleccionado. Haga notar que después que Pablo explicó las formas en que la plenitud del Evangelio es una ley mayor y más completa que reemplaza la ley de Moisés, exhortó a los santos a depositar su fe en Jesucristo, para seguir de esa manera este “camino nuevo y vivo” (Hebreos 10:19–22).
• ¿Cuál es el primer principio, y el más básico, del Evangelio? (Véase Artículos de Fe Nº 4.) ¿Qué es la fe? (Véase Hebreos 11:1; Alma 32:21; Éter 12:6.) ¿Por qué es la fe mucho más que una creencia? ¿Por qué es la fe en Jesucristo esencial para nuestra salvación?
• Pablo dio muchos ejemplos de personas que lograban grandes cosas por medio de la fe en Jesucristo. ¿A quiénes mencionó? (Véase Hebreos 11:4–12, 17–34.) Escriba en la pizarra los nombres de las personas mencionadas y analicen la razón por la que los hechos de cada una de ellas requerían fe.)
Si lo desea, divida a los miembros de la clase en grupos pequeños para este análisis. Asigne a cada grupo que considere unas cuantas personas mencionadas en Hebreos 11. Déles unos minutos para hablar de la razón por la que los hechos de esas personas requerían fe, y después pida a cada grupo que brevemente presente a la clase las conclusiones a las que haya llegado.
• Pablo también enseñó que la fe nos puede ayudar durante épocas de adversidad o de oposición (Hebreos 11:32–38). ¿Cómo les ha ayudado la fe a superar la adversidad? ¿Qué otras bendiciones han recibido ustedes (o algún conocido suyo) al ejercer la fe en Jesucristo?
Conclusión
Señale que tenemos la bendición de vivir en una época en que está disponible la plenitud del Evangelio. Testifique que la salvación se recibe mediante la fe en Jesucristo y la obediencia a Sus mandamientos. Inste a los miembros de la clase a guardar los convenios y los mandamientos del Evangelio restaurado.
Sugerencias adicionales para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. Dios cumplirá Sus promesas.
• ¿Qué se enseña en Hebreos 6:10–19 en cuanto a las promesas de Dios a Sus hijos? ¿Qué se enseña en el versículo 15 en cuanto a la relación entre soportar las pruebas y recibir las promesas de Dios? (Véase también D. y C. 82:10.) ¿Qué experiencias han tenido en las que Dios cumplió Sus promesas?
2. “El Señor, al que ama disciplina” (Hebreos 12:6).
Pida a los miembros de la clase que lean Hebreos 12:5–11.
• ¿Cómo nos disciplina el Señor? ¿Por qué es provechosa la disciplina del Señor? (Véase Hebreos 12:10; D. y C. 61:8; 95:1; 101:5.) ¿Cómo podemos valernos de esa disciplina como una oportunidad de aprender y crecer? Pida a los miembros de la clase que hablen de las ocasiones en que el Señor los haya disciplinado y lo que aprendieron de esa experiencia.