Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Buscad primeramente el reino de Dios’


Lección 9

“Buscad primeramente el reino de Dios”

Mateo 6–7

Objetivo

Motivar a los miembros de la clase a llegar a ser más dedicados como discípulos de Jesucristo.

Preparación

  1. Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.

    1. Mateo 6:1–6, 16–21. Jesús enseña a Sus discípulos a dar limosna, a orar y ayunar en secreto y a hacerse tesoros en el cielo en lugar de la tierra.

    2. Mateo 6:7–13; 7:7–11. Él muestra a Sus discípulos cómo orar y enseña que nuestro Padre Celestial bendecirá a los que le pidan lo que necesiten.

    3. Mateo 6:14–15; 7:1–6, 12. Jesús enseña a Sus discípulos a perdonar a los demás, a juzgar con rectitud y a tratar a otros como les gustaría ser tratados.

    4. Mateo 6:22–34; 7:13–29. Él enseña a Sus discípulos que serán bendecidos por servir a nuestro Padre Celestial y por hacer Su voluntad.

  2. Lectura adicional: Lucas 6:37–49; 11:1–13, 34–36; 12:22–34; 16:13; 3 Nefi 13–14.

  3. Si tiene disponible la lámina El Sermón del Monte (62166 002; Las bellas artes del Evangelio, 212), utilícela durante la lección

  4. Si lo desea, puede prepararse para cantar con los miembros de la clase la canción “El sabio y el imprudente” (Canciones para los niños, pág. 281).

  5. Sugerencia didáctica: Los relatos pueden ilustrar los principios del Evangelio y mantener el interés de los miembros de la clase mejor que muchos otros métodos didácticos. Jesús a menudo usaba historias para enseñar lecciones importantes o para aclarar conceptos abstractos. Al preparar las lecciones, considere la manera de usar historias para ayudar a los miembros de la clase a entender los principios del Evangelio. Cuando relate una historia, asegúrese de que entiendan si es verídica o si es una historia ficticia que usted ha inventado para recalcar un punto. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 105–107, 138).

Desarrollo que se sugiere para la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Relate con sus propias palabras la historia que aparece a continuación:

El élder William R. Bradford, de los Setenta, una vez habló con el obispo de un barrio cuyos jóvenes habían trabajado para ganarse el dinero para una actividad. El obispo le preguntó al élder Bradford si podría intervenir para que se diera algún tipo de reconocimiento al esfuerzo de los jóvenes. El obispo se quedó asombrado cuando el élder Bradford le dijo que no. Dijo que estaba contento de que los jóvenes hubieran trabajado tanto, pero que no era importante que recibieran un reconocimiento público por ese esfuerzo.

Cuando los jóvenes decidieron donar el dinero al fondo general misional de la Iglesia en lugar de usarlo para la actividad, quisieron que se les tomara una fotografía con el élder Bradford al presentarle el dinero, y querían que se incluyeran en el periódico la fotografía y un artículo. De nuevo el élder Bradford les tomó de sorpresa cuando les dijo que no. Le dijo al obispo: “Tal vez convendría ayudar a sus jóvenes a comprender una ley mayor de reconocimiento. El reconocimiento que proviene de lo alto es silencioso; allá se llevan registros cuidadosa y discretamente. Permítales que sientan el gozo de prestar un servicio abnegado y discreto, y que lo atesoren en su alma y corazón” (Liahona, enero de 1988, pág. 73).

• ¿Qué lecciones podemos aprender de la respuesta que el élder Bradford dio a los jóvenes?

Haga notar que una lección que podemos aprender es que debemos hacer el bien por el amor que tenemos por Dios y por querer complacerle a Él, y no porque queramos recibir el reconocimiento de otras personas. Ésta es una de las características de un verdadero discípulo de Jesucristo.

Escriba en la pizarra Verdaderos discípulos. Al hablar acerca del Sermón del Monte, escriba las cualidades de un verdadero discípulo, las cuales enseñó el Salvador en este sermón.

Análisis y aplicación de las Escrituras

Al enseñar los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación, inste a cada uno de los miembros de la clase a considerar lo que necesita hacer para llegar a ser un discípulo más dedicado y sincero de Cristo. Anímeles a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios de ser un verdadero discípulo.

1. Los verdaderos discípulos hacen lo correcto por la razón correcta.

Lean y analicen Mateo 6:1–6, 16–21.

• ¿Por qué condenó Jesús a algunas personas por hacer cosas buenas, por ejemplo, dar limosna (a los pobres), orar y ayunar? (Véase Mateo 6:1–2, 5, 16. Lo hacían por la razón incorrecta.) Jesús se refirió a esas personas como hipócritas. ¿Qué es un hipócrita? (Una persona que finge tener ciertas cualidades pero que no las tiene; una persona que aparenta ser recta pero que no lo es. El vocablo griego que se tradujo como “hipócrita” también se puede interpretar como “una persona que finge”. Véase Mateo 15:8; Lucas 11:39.)

• ¿Cuál será la recompensa de las personas que hagan el bien para ser vistos por los demás? (Véase Mateo 6:2, 5, 16.) ¿Qué cosas hacemos para ser vistos por otros en lugar de hacerlas para complacer a Dios? ¿Cómo podemos purificar nuestra motivación de servir y de hacer otras obras buenas?

• En este sermón, ¿qué enseñó Jesús acerca de lo que debe tener mayor valor para nosotros? (Véase Mateo 6:19–21.) ¿Qué significa el hacerse “…tesoros en el cielo”? ¿Cuáles son algunos de los tesoros celestiales que debemos buscar? (En D. y C. 18:14–16 y 130:18–19 se encuentran dos ejemplos.)

• ¿Qué significa la frase “…donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”? ¿Cómo podemos saber qué es lo que atesoramos? (Una manera es evaluar la cantidad de tiempo, dinero y pensamientos que dedicamos a algo.) ¿Qué atesoran las personas en la actualidad? Pida a los miembros de la clase que piensen en lo que ellos atesoran y que en silencio consideren lo que ello les dice acerca de dónde está su corazón.

2. Los verdaderos discípulos siguen el ejemplo del Salvador en cuanto a la manera de orar.

Lean y analicen Mateo 6:7–13; 7:7–11. Haga notar que Mateo 6:9–13 se conoce como el Padre Nuestro.

• ¿Qué se nos enseña en el Padre Nuestro acerca de la manera de orar? (Véase Mateo 6:9–13.)

• ¿De qué manera muestra el Padre Nuestro reverencia y respeto por nuestro Padre Celestial? ¿Cómo podemos nosotros mostrar lo mismo por Él al orar?

El élder Dallin H. Oaks comentó en cuanto al lenguaje que debemos usar cuando oramos: “El lenguaje especial de la oración adquiere distintas formas de expresión en los diferentes idiomas, pero el principio es el mismo. Al dirigirnos a nuestro Padre Celestial en oración lo hacemos utilizando palabras que en ese idioma expresan amor, respeto, reverencia y cercanía… Los hombres y las mujeres que deseen demostrar respeto harán el esfuerzo por aprender el lenguaje especial de la oración” (Liahona, julio de 1993, págs. 17, 20).

• ¿Cómo podemos evitar el uso de “vanas repeticiones” al orar? (Véase Mateo 6:7.)

• Dado que nuestro Padre Celestial sabe lo que necesitamos aún antes de que oremos (Mateo 6:8), ¿por qué es necesario que lo hagamos? ¿Por qué son necesarios para nuestro progreso espiritual el pedir, el buscar y el llamar (Mateo 7:7)? ¿Cómo podemos ser más diligentes en buscar la ayuda de nuestro Padre Celestial?

• ¿Cómo debemos entender la promesa del Salvador de que “todo aquel que pide, recibe”? (Mateo 7:8.) ¿Por qué a veces no recibimos lo que pedimos en el momento o de la manera que quisiéramos? (Véase 3 Nefi 18:20.) ¿Cómo han aprendido que Dios sabe lo que es mejor para ustedes?

3. Los verdaderos discípulos tratan a los demás de manera bondadosa y equitativa.

Lean y analicen Mateo 6:14–15; 7:1–6, 12.

• ¿Por qué piensan que el Salvador nos manda perdonar a otros? ¿Cómo podemos volvernos más dispuestos a perdonar?

• En la Traducción de José Smith se hace un cambio a Mateo 7:1, y dice: “No juzguéis injustamente, para que no seáis juzgados; sino juzgad con justo juicio” (Guía para el Estudio de las Escrituras, Traducción de José Smith, Mateo 7:2). ¿Qué es un justo juicio? ¿Qué daño podemos hacernos a nosotros mismos y a las personas a las que juzguemos si lo hacemos injustamente (sin rectitud)? ¿Cómo podemos asegurarnos de juzgar con rectitud? (Véase Mateo 7:3–5; Moroni 7:14–18.)

• Jesús dijo que una persona que trata de corregir sin rectitud a otros es un hipócrita (Mateo 7:4–5). ¿Por qué es una señal de hipocresía el juzgar sin rectitud?

• La enseñanza en Mateo 7:12 se conoce como la Regla de Oro. ¿Qué experiencias han tenido que les han demostrado el valor de este principio? ¿Por qué seremos mejores discípulos de Jesucristo si seguimos la Regla de Oro?

El élder Marvin J. Ashton describió una reunión en la que un grupo de miembros de la Iglesia conversaban acerca de la pregunta: “¿Cómo se puede saber si alguien está convertido a Jesucristo?”:

“Durante cuarenta y cinco minutos los asistentes hicieron numerosas sugerencias [en respuesta a esta pregunta], y el discursante escribió cuidadosamente todas las respuestas en una pizarra. Todos los comentarios eran importantes y apropiados, pero al cabo de un rato, aquel gran maestro borró todo lo que había escrito. Después de reconocer que todo lo que se había dicho era importante y que apreciaba la participación del público, enseñó un principio vital: ‘Lo que nos indica mejor y más claramente si estamos progresando espiritualmente y acercándonos a Cristo es la forma en que nos tratemos los unos a los otros’”.

El élder Ashton agregó este comentario: “…la forma en que tratemos diariamente a los miembros de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo es tan importante como algunos de los más notables principios del Evangelio a los que nos gusta dar énfasis” (Liahona, julio de 1992, págs. 21–22).

4. Los verdaderos discípulos de Dios harán Su voluntad.

Lean y analicen los versículos de Mateo 6:22–34; 7:13–29 que usted haya seleccionado.

• ¿Por qué es imposible servir a Dios y a las riquezas (o lo del mundo)? (Véase Mateo 6:24.) ¿Qué bendiciones promete Dios a los que le sirven? (Véase Mateo 6:25–33; D. y C. 11:7.)

• Jesús prometió que si “…[buscamos] primeramente el reino de Dios”, se nos dará todo lo demás que necesitemos (Mateo 6:33). ¿Qué experiencias les han ayudado a obtener un testimonio de esta promesa?

• ¿Cómo nos aleja lo mundano de la lealtad y el servicio a Dios? ¿Cuáles son algunas formas en que podemos sentirnos tentados a buscar lo del mundo antes de buscar lo de Dios? (Entre las respuestas se podría mencionar el esperar a pagar los diezmos hasta después de comprar lo que necesitemos o queramos o el tomar la decisión de no servir en una misión por el deseo que sentimos hacia las cosas del mundo.)

• Casi al concluir Su sermón, ¿qué enseñó Jesús acerca de entrar en el reino de los cielos? (Véase Mateo 7:13–14, 21–23.) ¿Por qué tiene importancia el que el sendero que conduce a la vida eterna sea estrecho mientras que el que lleva a la destrucción sea espacioso?

• Al final del Sermón del Monte, Jesús relató la parábola del hombre prudente y el insensato (Mateo 7:24–27). ¿Cómo se aplica a nosotros esta parábola? ¿Cuál es la “roca” sobre la cual debemos edificar? (Véase Helamán 5:12.) ¿Sobre qué fundamento comparable a la arena edifican su vida muchas personas?

Si lo desea, puede pedir a los miembros de la clase que canten: “El sabio y el imprudente” (Canciones para los niños, pág. 281).

Conclusión

Testifique de la importancia de seguir a Jesucristo. Anime a los miembros de la clase a considerar lo que deben hacer para llegar a ser mejores discípulos de Cristo.

Sugerencias adicionales para la enseñanza

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. ”Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20).

• Jesús previno a Sus seguidores en cuanto a los falsos profetas —personas que enseñan doctrina falsa o que tratan de alejar a las personas de Cristo (Mateo 7:15). ¿Cómo podemos discernir entre los profetas falsos y los verdaderos? (Véase Mateo 7:16–20; véase también Moroni 7:5, 10–11.) ¿Cómo puede el pasaje de Mateo 7:20 aplicarse a nosotros así como a los profetas?

2. Presentación en video.

En el segundo segmento de “Costumbres del Nuevo Testamento”, una selección del videocasete Nuevo Testamento: Presentaciones en video (53914 002), se explica el uso de filacterias y de franjas por parte de los judíos. Si muestra este segmento, analicen la forma en que estos artículos, que alguna vez se usaron para mostrar obediencia a Dios, llegaron a ser símbolos de los deseos de los fariseos de ser “vistos de los hombres” cuando adoraban (Mateo 6:5).

3. Cómo buscar la viga en nuestro ojo.

Relate la historia que se halla a continuación acerca de la forma en que el profeta José Smith enseñó a una hermana a buscar la viga en su propio ojo en lo concerniente a una ofensa personal:

Una mujer acudió al profeta José Smith molesta por algunas cosas que había dicho acerca de ella otro miembro de la Iglesia. El Profeta le dijo que si lo que había dicho el hombre no era verdad, no debía hacer caso, porque la verdad sobreviviría pero la mentira no. La mujer sentía que los comentarios no eran verdad, pero no quedaba satisfecha con hacer caso omiso del asunto. Entonces el Profeta le dijo lo que hacía él cuando estaba en la misma situación:

“Cuando un enemigo relataba una historia de escándalo acerca de él, lo cual había sucedido con frecuencia, antes de juzgar a la persona, se detenía y permitía que su mente se remontara al lugar y a la hora y el ambiente de la historia para ver si había hecho o dicho algo sobre lo cual se pudiera haber elaborado dicha historia. Si se daba cuenta de que lo había hecho, decía que en su corazón perdonaba a su enemigo y se sentía agradecido de haber recibido una amonestación en cuanto a alguna debilidad que no sabía que tenía”.

El Profeta le dijo a esa hermana que debía pensar detenidamente y recordar si había inconscientemente dado lugar para que el hombre dijera lo que había dicho. Después de pensarlo mucho, ella decidió que así era, le dio las gracias al Profeta y partió. (Véase de Jesse W. Crosby, citado en They Knew the Prophet, recop. por Hyrum L. Andrus y Helen Mae Andrus, 1974, pág. 144.)

3. Actividad para jóvenes.

Escriba en tarjetas separadas cada una de las frases de Mateo 6 y 7 que aparecen a continuación:

No sepa tu izquierda (6:3)

Lo que hace tu derecha (6:3)

Tu Padre que ve en lo secreto (6:6)

Te recompensará en público (6:6)

No uséis (6:7)

Vanas repeticiones (6:7)

[Perdonad] a los hombres (6:14)

Sus ofensas (6:14)

Haceos (6:20)

Tesoros en el cielo (6:20)

No podéis servir (6:24)

A Dios y a las riquezas (6:24)

Buscad primeramente (6:33)

El reino de Dios (6:33)

Saca primero la viga (7:5)

De tu propio ojo (7:5)

Pedid (7:7)

Y se os dará (7:7)

Buscad (7:7)

Y hallaréis (7:7)

Guardaos (7:15)

De los falsos profetas (7:15)

Por sus frutos (7:20)

Los conoceréis (7:20)

Coloque las tarjetas hacia abajo sobre la mesa. Divida a los miembros de la clase en dos equipos, y permita que por turnos esos equipos escojan dos tarjetas; si éstas forman un par, el equipo las quita de la mesa, y toma otro turno. Si las tarjetas no forman un par, el equipo debe volver a colocarlas en su posición original y es el turno del otro equipo. Continúen hasta que se formen todos los pares.