Lección 32
“[Vivamos] por el Espíritu”
Hechos 18:23–20:38; Gálatas
Objetivo
Animar a los miembros de la clase a buscar las indicaciones del Espíritu Santo y evitar las actitudes y los hechos que impedirán que reciban su guía.
Preparación
-
Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.
-
Hechos 18:23–19:41. Pablo inicia su tercer viaje misional. Aquila y Priscila enseñan el Evangelio a Apolos. Pablo enseña, bautiza a los creyentes de Efeso y les confiere el don del Espíritu Santo. Demetrio y los demás artífices agitan al pueblo de Efeso en contra de Pablo.
-
Hechos 20. Pablo parte de Efeso y predica en Macedonia y en Grecia. De regreso a Jerusalén, da un discurso de despedida a los líderes de la Iglesia de Efeso, advirtiéndoles de la apostasía.
-
Gálatas. Pablo escribe una carta amonestando a los gálatas por volver a la ley de Moisés. Les recuerda la necesidad de la fe en Jesucristo y les insta a procurar los frutos del Espíritu.
-
-
Lectura adicional: Guía para el Estudio de las Escrituras, “Espíritu Santo”, págs. 67–68; “Pablo, Epístolas de: 1 y 2 Corintios, Gálatas y Romanos”, págs. 156–157.
-
Si tiene disponible un mapa del tercer viaje misional de Pablo (mapa 7 en la Guía para el Estudio de las Escrituras), lo puede usar durante la lección.
-
Sugerencia didáctica: Algunos de los mejores relatos y ejemplos son producto de su propia experiencia. Dependa del Espíritu para ayudarle a saber cuáles sería apropiado y útil compartir con los miembros de la clase. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 94–95, 138.)
Desarrollo que se sugiere para la lección
Actividad para despertar el interés
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
Pida a los miembros de la clase que piensen en un talento o en una habilidad (como el tocar un instrumento, coser, escribir composiciones o jugar un deporte) que en alguna época desarrollaron pero que no han usado por algún tiempo. Pregúnteles:
• ¿Se sentirían cómodos de usar ese talento o esa habilidad hoy? ¿Cuánto éxito tendrían? ¿Qué tendrían que hacer para usar ese talento o habilidad con la misma destreza que lo hicieron en el pasado? (Si ninguno de los alumnos puede pensar en un talento o una habilidad, hable de un ejemplo de su propia vida.)
Haga notar que el reconocer las indicaciones del Espíritu Santo puede considerarse un talento o una habilidad espiritual. Entre más lo usemos, más hábiles nos volveremos en su uso.
• ¿Cómo podemos desarrollar la habilidad de reconocer los susurros del Espíritu Santo? (Entre las respuestas se podría mencionar el vivir con rectitud, el buscar la inspiración por medio del Espíritu Santo y el obedecer las indicaciones cuando las recibamos.) ¿Qué sucederá si desarrollamos esa habilidad y después la desatendemos?
Explique que al analizar hoy el tercer viaje misional de Pablo y su carta a los gálatas, se hablará de las situaciones en que debemos seguir las indicaciones del Espíritu Santo y de las bendiciones que recibiremos como resultado.
Análisis y aplicación de las Escrituras
Con la ayuda de la oración, seleccione los pasajes de las Escrituras y las preguntas que mejor satisfagan las necesidades de los miembros de la clase. Hable con los miembros de la clase acerca de la manera de aplicar esos pasajes en el diario vivir. Anímeles a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios contenidos en las Escrituras.
1. Pablo enseña, bautiza y confiere el Espíritu Santo a los creyentes de Efeso.
Analicen Hechos 18:23–19:41. Pida a algunos miembros de la clase que lean los pasajes que usted haya seleccionado. Explique que después que Pablo regresó de su segunda misión, pasó algún tiempo en Antioquía y después partió en una tercera misión (Hechos 18:22–23), durante la cual dedicó la mayor parte de su tiempo, casi tres años, a predicar en Efeso. (Si utiliza el mapa, al hablar del tercer viaje misional de Pablo señale su ubicación en el momento apropiado.)
• Apolos era un varón judío que sabía del bautismo por las enseñanzas de Juan el Bautista pero que no sabía del don del Espíritu Santo. Cuando Aquila y Priscila, dos miembros de la Iglesia que estaban en Efeso, escucharon la prédica de Apolos, le enseñaron “más exactamente el camino de Dios” (Hechos 18:26). ¿Qué cualidades tenía Apolos que permitían que fuera enseñable? (Véase Hechos 18:24–28.) ¿Por qué hacían esas mismas cualidades que fuera un maestro eficaz? ¿Cómo podemos desarrollar esas cualidades?
• ¿Qué manifestación espiritual tuvo lugar cuando algunos efesios recibieron el don del Espíritu Santo? (Véase Hechos 19:6.) ¿En qué otras ocasiones había ocurrido este tipo de manifestación? (Véase Hechos 2:1–4; 10:44–46. Los apóstoles hablaron en lenguas cuando recibieron el don del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Varios gentiles de Cesarea también hablaron en lenguas después que Pedro recibió una visión indicándole que el Evangelio debía enseñarse a los gentiles.) ¿Qué manifestaciones del Espíritu Santo se experimentan con frecuencia en nuestros días? (En D. y C. 6:15, 23; 8:2 se encuentran algunos ejemplos; véase también 1 Reyes 19:12.)
• ¿Por qué dejó Pablo la sinagoga de Efeso y comenzó a enseñar en la escuela de Tiranno? (Véase Hechos 19:8–9. Nótese que en estos versículos la palabra discutiendo significa predicando o razonando.) ¿Cómo debemos responder a las personas que critiquen el Evangelio o se opongan a él? (Véase 3 Nefi 11:29–30.)
El élder Marvin J. Ashton enseñó: “Cuando haya quienes estén en desacuerdo con nuestra posición, no debemos discutir, contraatacar, ni contender con ellos… Tenemos el deber de explicar nuestra posición mediante el razonamiento, la persuasión amigable y los hechos; debemos permanecer firmes, inamovibles en los asuntos morales de esta época y en los principios eternos del Evangelio, sin entrar en polémicas con ningún individuo ni organización. La contención levanta muros y pone obstáculos; el amor abre puertas… La contención nunca fue ni será aliada del progreso” (Liahona, agosto de 1978, págs. 9–10).
• ¿Por qué estaban molestos Demetrio y los demás artífices por la enseñanza de Pablo? (Véase Hechos 19:23–28. Estaban creando y vendiendo templecillos de Diana, una diosa falsa, y les preocupaba perder clientes por las personas que Pablo ayudaba a convertirse al Evangelio de Jesucristo.) ¿Cómo puede la preocupación por la riqueza material u otros intereses mundanales afectar nuestra lealtad hacia Dios? ¿Cómo pueden esas preocupaciones afectar nuestra capacidad para escuchar los susurros del Espíritu?
• Comparen la actitud de Demetrio y los artífices con la de los efesios que destruyeron sus libros de magia cuando comenzaron a seguir a Jesucristo? (Hechos 19:18–19.) ¿Qué podemos hacer para mantener una perspectiva correcta con respecto a las posesiones terrenales?
2. Pablo da un discurso de despedida a los líderes de la Iglesia de Efeso.
Lean y analicen los versículos de Hechos 20 que usted haya seleccionado. Explique que Pablo partió de Efeso y viajó por Macedonia y por Grecia predicando el Evangelio; él planeaba regresar a Jerusalén para asistir a la fiesta de Pentecostés, y en su viaje de regreso envió un mensajero para pedir que los líderes de la Iglesia de Efeso se reunieran con él en Mileto. Dio un emotivo discurso de despedida y después prosiguió su jornada.
• Creyendo que ésta sería la última vez que se dirigiría a los élderes efesios, ¿qué fue lo que Pablo recalcó en su discurso de despedida? (Véase Hechos 20:28–35.) ¿Quiénes eran los “lobos rapaces” contra los que Pablo les advirtió? (Véase Hechos 20:29. Los enemigos de la Iglesia.) ¿Contra quién más les advirtió Pablo? (Véase Hechos 20:30. Los miembros de la Iglesia que apostatarían y tratarían de desviar a otros miembros.) ¿Cómo podemos cuidarnos de la apostasía en nuestra vida?
• ¿Qué dijo Pablo a los élderes efesios que debían hacer para ayudar a proteger a los miembros de la Iglesia de los que tratarían de alejarlos de la Iglesia? (Véase Hechos 20:28; véase también Juan 21:15–17.) ¿Cómo podemos ayudar a proteger al rebaño de Dios en contra de los “lobos rapaces”?
• Pablo concluyó su discurso a los hermanos efesios recordándoles la enseñanza del Señor: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20.35). ¿Cómo se han dado cuenta ustedes de esto en su propia vida?
3. Pablo reprende y aconseja a los santos gálatas.
Lean y analicen los versículos que usted haya seleccionado de la epístola de Pablo a los gálatas. Explique que mientras hacía su tercer viaje misional, Pablo escribió una carta a los santos de Galacia, muchos de los cuales habían vuelto a vivir la ley de Moisés. Reprendió a los que creían que se recibiría la salvación en base a las obras requeridas por la ley de Moisés y no por la fe en el Señor Jesucristo.
• ¿Cuál fue el objetivo de la ley de Moisés? (Véase Gálatas 3:23–26; Jacob 4:4–5; Mosíah 13:29–30. El Señor dio esta ley a los israelitas para ayudarles a recordarlo a Él y para prepararles para recibir la salvación por medio de la Expiación.) ¿Cómo se cumplió la ley de Moisés? (Véase 3 Nefi 15:2–5; Alma 34:10; 3 Nefi 9:19. Jesús cumplió la ley de Moisés con su propia Expiación, simbolizada por muchas de las ordenanzas de dicha ley.)
• Pablo quedó asombrado al enterarse de que los santos gálatas habían regresado a la ley de Moisés tan pronto después de haber aprendido el Evangelio de Jesucristo (Gálatas 1:6; 4:9). ¿Por qué mostró ese hecho una falta de fe en el Señor? (Véase Gálatas 2:16; 3:1–5; 5:1–6.)
• En los tiempos de Pablo, algunas personas trataron de pervertir, o cambiar, el Evangelio de Jesucristo (Gálatas 1:7–8). Mencione la evidencia de ello en nuestro días. ¿Cómo debemos responder ante el esfuerzo de algunos por pervertir el Evangelio?
• ¿Qué podemos aprender en Gálatas 1:11–12 acerca de la manera en que se recibe un testimonio del Evangelio? ¿Por qué es importante que nuestro testimonio se base en la revelación de Jesucristo? (Si lo desea, pueden analizar el hecho de que los testimonios que se basan en otras cosas, tales como las relaciones sociales o el análisis intelectual, a menudo no soportan la prueba de la fe.)
• Pablo advirtió a los gálatas que no hicieran “obras de la carne” (Gálatas 5:19). ¿Cuáles son las obras de la carne? (Véase Gálatas 5:19–21.) ¿Cuáles son las consecuencias de hacer esas obras? (Véase Gálatas 5:21.) A pesar de la preponderancia de las obras de la carne en el mundo de nuestros días, ¿qué pueden hacer esta semana para mejorar el entorno espiritual en el que viven?
• Pablo instó a los Gálatas a buscar los frutos, o resultados, de vivir por el Espíritu (Gálatas 5:16, 25). ¿Cuáles son algunos de esos frutos? (Véase Gálatas 5:22–23.) ¿Cómo se han manifestado esos frutos en su vida? ¿Qué debemos hacer si sentimos la ausencia de esos frutos en nuestra vida?
• ¿Qué enseñó Pablo a los santos gálatas en cuanto a la manera de tratar a sus semejantes? (Véase Gálatas 5:14; 6:2; véase también Mosíah 18:8–10.) ¿Cómo podemos “[sobrellevar] los unos las cargas de los otros”? ¿Cómo nos ayuda el hacerlo a acercarnos más a Jesucristo?
• ¿Qué quiso decir Pablo cuando dijo que “Dios no puede ser burlado”? (Véase Gálatas 6:7; véase también D. y C. 63:58. Un significado es que los que desobedecen a Dios y no se arrepienten se están burlando de Él y serán castigados.) ¿Cómo se burla la gente de Dios en nuestros días?
• ¿Qué significa “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”? (Véase Gálatas 6:7–9.) ¿Cómo se aplica este principio a nuestra capacidad para escuchar y seguir los susurros del Espíritu Santo? ¿Cómo se aplica a nuestras relaciones con otras personas? ¿Cómo se aplica a otras situaciones en nuestra vida?
Conclusión
Testifique que las actitudes y los hechos injustos, tales como la contención, el ser mundanos y la apostasía, evitarán que recibamos los susurros del Espíritu Santo, pero si vivimos una vida recta y seguimos las indicaciones que recibamos, aumentará nuestra capacidad de reconocer y seguir esos susurros. Inste a los miembros de la clase a buscar y a seguir las indicaciones del Espíritu Santo.
Sugerencia adicional para la enseñanza
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.
El enseñar el Evangelio a la manera de Pablo.
• ¿Qué podemos aprender de Pablo en cuanto a la enseñanza del Evangelio? (Véase Hechos 19:8–10, 21; 20:7–12, 18–24, 27, 31, 35–36. Véase también el análisis de 1 Tesalonicenses 1:5 y 2:2–12 en la lección 31.)
Escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase y analicen la manera de seguir el ejemplo de Pablo cuando enseñemos.