Lección de estudio individual supervisado
Juan 11–15 (Unidad 15)
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a entender lo que debemos hacer para regresar al Padre Celestial. Además, conforme los alumnos estudien el consejo del Señor que está escrito en Juan 14, podrán considerar cómo pueden seguir mejor el camino del Salvador.
Sugerencias para la enseñanza
Juan 14:1–14
El Salvador enseña a Sus apóstoles cómo regresar al Padre Celestial
Si es posible, muestre un mapa de su ciudad e invite a los alumnos a buscar su ubicación actual en él. En el mapa, busquen otro lugar que los alumnos conozcan. Pídales que escriban en una hoja de papel cómo llegar de su ubicación actual a dicho sitio. Invite a uno o dos alumnos a comentar sobre lo que escribieron.
Escriba Reino Celestial en la pizarra. Pida a los alumnos que consideren las indicaciones que darían a alguien que desee saber cómo llegar al reino celestial.
Recuerde a los alumnos que, al estudiar Juan 14 en sus lecciones diarias, aprendieron una verdad que podría ayudarles a saber cómo regresar al Padre Celestial y entrar en el reino celestial. Explique que en esa lección aprenderán más sobre esa verdad.
Para ayudar a los alumnos a entender el contexto de Juan 14, recuérdeles que el Salvador celebró la Pascua con Sus apóstoles en un aposento alto de Jerusalén. Tras la cena de la Pascua, Jesús dijo a Sus discípulos que pronto partiría (véase Juan 13:33).
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Juan 14:1–5, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer lo que Jesús enseñó a Sus apóstoles para consolarlos.
Explique que en la Traducción de José Smith Juan 14:3 [en inglés] se afirma: “Y cuando me vaya, prepararé un lugar para vosotros, y vendré otra vez y os recibiré para mí mismo; para que donde yo esté, vosotros también estéis”.
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¿Qué enseñó Jesús a Sus apóstoles para consolarlos?
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¿Qué creen que signifique la expresión “En la casa de mi Padre muchas moradas hay” (Juan 14:2)?
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del profeta José Smith. Pida a la clase que preste atención a lo que la expresión significa.
“[La declaración] ‘En la casa de mi Padre muchas moradas hay’… Debería decir: ‘En el reino de mi Padre muchos reinos hay’, a fin de que sean herederos de Dios y coherederos conmigo… Hay moradas para aquellos que obedecen una ley celestial, y hay otras moradas para aquellos que no cumplen con la ley, cada cual en su propio orden” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 231).
Si lo desea, sugiera a los alumnos que escriban las palabras reino y reinos en las Escrituras, encima de las palabras casa y moradas, en Juan 14:2.
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¿Qué enseñanzas de Juan 14:1–4 habrán sido de consuelo para los apóstoles?
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Según el versículo 5, ¿cómo respondió Tomás cuando el Salvador enseñó que Sus apóstoles conocían el camino al reino del Padre Celestial?
Invite a un alumno a leer en voz alta Juan 14:6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar cómo respondió Jesús la pregunta de Tomás. Recuérdeles que se trata de un pasaje de dominio de las Escrituras.
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¿Cómo respondió Jesús la pregunta de Tomás?
Dibuje un camino en la pizarra. En un extremo del camino, escriba Nosotros, y en el otro, El reino del Padre Celestial. Escriba El Camino debajo de la senda, e indique que esas palabras se refieren al camino que lleva de un lugar a otro.
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¿De qué forma es el Salvador el Camino? (Los alumnos quizás respondan que el Salvador nos muestra cómo vivir a fin de llegar a ser semejantes a Dios y cómo ser dignos de morar en la presencia del Padre Celestial).
Escriba La Verdad y La Vida en la pizarra, debajo de “El Camino”.
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¿De qué modo es Jesucristo la Verdad? (Es la fuente de toda verdad y vivió toda la verdad de manera perfecta).
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¿De qué forma es Jesucristo la Vida? (Él hace posible que venzamos la muerte física y resucitemos con un cuerpo físico inmortal, y venzamos la muerte espiritual para obtener la vida eterna. Él es “la luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas” [D. y C. 88:13]).
Debajo del dibujo de la senda de la pizarra, escriba Jesucristo es junto a “El Camino”.
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Según lo que hemos analizado y lo que han aprendido en sus lecciones diarias, ¿cómo resumirían el significado de la afirmación del Salvador de que “nadie viene al Padre sino por mí”? (Juan 14:6). (Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero deben reconocer una verdad parecida a la siguiente: Solo mediante la expiación de Jesucristo y al seguir Su camino podemos entrar en el reino del Padre Celestial).
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¿Qué sucederá si intentamos seguir un camino que no sea el del Salvador?
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Lawrence E. Corbridge, de los Setenta. Pida a la clase que preste atención a lo que sucederá si tratamos de seguir un camino que no es el del Salvador.
“Jesucristo es el Camino. Él es la Luz y la Vida, el Pan y el Agua, el Principio y el Fin, la Resurrección y la Vida, el Salvador del mundo, la Verdad y el Camino.
“Sólo hay un Camino a la felicidad y a la realización. Él es el Camino. Cualquier otro camino, cualquiera que sea, es locura…
“El camino del Señor no es difícil; la vida es difícil, no el Evangelio. Hay ‘oposición en todas las cosas’ [2 Nefi 2:11], en todo lugar, para todos. La vida es difícil para todos nosotros, pero también es sencilla. Tenemos dos opciones solamente: O podemos seguir al Señor y ser investidos con Su poder y tener paz, luz, fuerza, conocimiento, confianza, amor y gozo, o seguimos otro camino, cualquier otro, cualquiera que fuera y lo seguimos solos, sin Su apoyo, sin Su poder, sin guía, en oscuridad, tribulación, duda, angustia y desesperación. Entonces pregunto, ¿qué camino es más fácil?…
“Hay sólo un camino a la felicidad y a la realización. Jesucristo es el Camino”(“El camino”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 34, 36).
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Según el élder Corbridge, ¿qué sucederá si no seguimos el camino del Salvador?
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¿Qué sucederá si seguimos el camino del Salvador?
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¿Cuál es el camino del Salvador? (De ser necesario, recuerde a los alumnos que el camino del Salvador incluye cultivar la fe en Él y en el Padre Celestial; arrepentirse; recibir las ordenanzas de salvación, tales como el bautismo y las ordenanzas del templo; y perseverar hasta el fin con fe y obediencia).
Pida a los alumnos que mediten en las experiencias que puedan haber tenido en las que se les haya bendecido por seguir el camino del Salvador. Invite a algunos de ellos a compartir sus experiencias.
Invítelos a meditar en lo bien que están siguiendo el camino del Salvador. Pídales que piensen en alguna forma en que puedan seguir mejor al Salvador y que establezcan la meta de poner en práctica esa acción.
Para resumir Juan 14:7–14, explique que el Salvador enseñó a Sus apóstoles que uno de Sus propósitos en venir a la tierra era revelar por medio de Sus palabras y hechos la verdadera naturaleza del Padre Celestial. También prometió a Sus apóstoles que tendrían poder para hacer grandes obras.
Próxima unidad (Juan 16–21)
Invite a los alumnos a buscar respuesta a las siguientes preguntas conforme terminen de estudiar el Evangelio de Juan: ¿Qué dijo Jesús a Su madre mientras colgaba en la cruz? ¿Quién fue la primera persona a quien se apareció Jesucristo después que resucitó? ¿Quién se negó a creer el testimonio de los demás de que Jesús había resucitado? Invite a los alumnos a imaginar lo que diría el Salvador a los discípulos que habían sido testigos de Él y de Su resurrección, pero que después decidieron volver a sus antiguos oficios en vez de predicar el Evangelio. Pídales que busquen en la próxima unidad lo que el Salvador dijo a aquellos discípulos.