Lección de estudio individual supervisado
Marcos 10–Lucas 4 (Unidad 9)
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender una porción de lo que Jesucristo sufrió como parte de Su expiación. Además, pueden llegar a entender algunas de las razones por las que el Salvador sufrió por nosotros.
Sugerencias para la enseñanza
Marcos 14:10–16:20
Jesús comienza Su expiación al sufrir en Getsemaní por nuestros pecados; Judas Iscariote le traiciona y se le lleva ante los líderes judíos
Pida a los alumnos que mediten en silencio las preguntas siguientes:
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¿Has pensado alguna vez que nadie te entiende a ti o por lo que estás pasando?
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¿Has pensado alguna vez que no se te pueden perdonar tus pecados pasados?
Invite a los alumnos que a medida que estudien Marcos 14, busquen verdades que podrían ayudar a alguien que pudiera tener esos sentimientos.
Invite a un alumno a leer Marcos 14:32–34 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo se sintió el Salvador en el Jardín de Getsemaní.
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¿Cómo se sintió el Salvador en el Jardín de Getsemaní?
Después de que los alumnos respondan, escriba las siguientes palabras en la pizarra: afligido, angustiado, muy triste
Explique que esas son palabras que se refieren al sufrimiento por el que pasó Jesucristo como parte de Su expiación.
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¿Qué nos enseñan esas palabras en cuanto a la expiación de Jesucristo? (Después de que los alumnos respondan, anote la siguiente verdad en la pizarra: Como parte de Su expiación, Jesucristo sufrió y se afligió en el Jardín de Getsemaní).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender esa doctrina, invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“[En] Getsemaní, el Jesús atormentado empezó a ‘angustiarse’ (Marcos 14:33), o, según el griego, a estar ‘asombrado’ y ‘anonadado’.
“¿Podemos imaginar a Jehová, el Creador de este y otros mundos, ‘asombrado’? … ¡Nunca había sentido en carne propia el intenso y agotador proceso de una expiación! Por tanto cuando la angustia le sobrevino en toda su intensidad, era mucho, muchísimo peor de lo que aun Él, con su intelecto inigualable, pudo haber imaginado. ¡No es de extrañar que haya aparecido un ángel para fortalecerlo! (Véase Lucas 22:43).
“El peso acumulado de todos los pecados terrenales, pasados, presentes y futuros, cayó con toda su fuerza sobre aquella alma perfecta, inmaculada y sensible. De alguna manera, todas nuestras dolencias y enfermedades también formaron parte de la terrible aritmética de la Expiación. (Véase Alma 7:11–12; Isaías 53:3–5; Mateo 8:17 )…
“En esa adversidad, ¿esperaría Él que apareciera la zarza con el carnero del rescate? No lo sé. Su sufrimiento —que era intensidad multiplicada por infinidad— provocó más tarde el clamor de Su alma en la cruz, un clamor de desamparo. (Véase Mateo 27:46 )…
“La maravillosa y gloriosa Expiación ha sido el acto principal en toda la historia de la humanidad. Es el eje alrededor del cual gira todo lo demás que tenga importancia; pero empezó a girar gracias a la sumisión espiritual de Jesús” (Véase “Dispuestos a someternos”, Liahona, julio de 1985, págs. 69–70).
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Marcos 14:35–42. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que hizo el Salvador a causa de Su intenso sufrimiento.
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¿Qué hizo el Salvador debido a Su intenso sufrimiento? (Ayude a los alumnos a entender que el sufrimiento de Jesús era tan severo que pidió que si fuera posible, no lo tuviera que pasar).
Escriba la siguiente frase en la pizarra: Jesucristo sufrió… para poder…
Explique que otros pasajes de las Escrituras nos pueden ayudar a entender el sufrimiento de Jesucristo y por qué Él estaría dispuesto a sufrir por nosotros.
Escriba las siguientes referencias en la pizarra: Isaías 53:3–5 y Alma 7:11–13. Divida la clase en grupos de dos e invítelos a leer los versículos juntos y se fijen en lo que sufrió el Salvador y por qué sufrió. Pida a los alumnos que escriban en su cuaderno de clase o en su diario de estudio de las Escrituras cómo completarían la frase escrita en la pizarra basándose en lo que aprendieron en Isaías 53:3–5 y Alma 7:11–13. (Quizá tenga que explicar que la palabra socorrer, en Alma 7:12, significa brindar alivio o acudir en ayuda de alguien).
Después de darles suficiente tiempo, invite a algunos alumnos a comentar cómo terminaron la frase. Sus respuestas deberían ser parecidas a la siguiente: Jesucristo sufrió nuestros dolores, aflicciones, tentaciones, malestares, enfermedades y pesares, con el fin de que pudiera saber cómo socorrernos. Jesucristo sufrió por nuestros pecados para que pudiera eliminar nuestras transgresiones. Recuerde a los alumnos que el sufrimiento del Salvador por los pecados de la humanidad comenzó en Getsemaní y continuó hasta terminar en Su crucifixión en la cruz.
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¿Cómo te podría ayudar saber lo que el Salvador sufrió y por qué lo hizo al enfrentar pruebas, dolores y aflicciones? (Véase D. y C. 45:3–5).
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¿En qué oportunidades has sentido que el Señor te socorría en un momento de dolor, enfermedad o pesar?
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¿Qué sentimientos has tenido al arrepentirte y sentir que se eliminaban o borraban tus pecados mediante la expiación de Jesucristo?
Para resumir Marcos 14:43–16:20, explique que se llevó a Jesús a un juicio ilegal ante el sanedrín (líderes judíos) y se le condenó a morir. Después de que el Salvador murió en la cruz y resucitó, se apareció a Sus apóstoles y los mandó a predicar, prometiéndoles que las señales seguirían a los creyentes. (Nota: La muerte, el entierro y la resurrección de Jesucristo ya se cubrieron en detalle cuando los alumnos estudiaron Mateo 27–28).
Pida a un alumno que lea Marcos 16:15 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber qué encargó el Señor a Sus apóstoles.
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¿Cómo puedes ayudar a cumplir con el encargo de predicar el Evangelio a “todo el mundo” hoy en día y en el futuro?
Para terminar esta lección, podría testificar de las verdades que han analizado hoy.
Siguiente unidad (Lucas 5:1–10:37).
Pida a los alumnos que piensen si alguna vez se han preguntado si pueden ser perdonados de sus pecados. Explique que al estudiar Lucas 5:1–10:37 la semana entrante, aprenderán sobre la disposición del Salvador de perdonar sus pecados y lo que pueden hacer para ser perdonados.