Lección de estudio individual supervisado
Mateo 6:1–13:23 (Unidad 3)
Introducción
Como está registrado en Mateo 7, para continuar Su Sermón del Monte, Jesucristo enseñó a Sus discípulos a juzgar con justo juicio. También enseñó acerca de recibir revelación personal y de hacer la voluntad de nuestro Padre Celestial.
Sugerencias para la enseñanza
Nota: Durante la lección de estudio individual supervisado para la unidad 1 y la lección del día 3 de esta semana, los alumnos estudiaron el pasaje de dominio de las Escrituras de Mateo 11:28–30. Considere la posibilidad de dedicar unos momentos a repasar ese pasaje con los alumnos.
Mateo 7:1–5
Como parte del Sermón del Monte, Jesucristo enseña a Sus discípulos acerca de juzgar con justo juicio.
Antes de que empiece la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Debemos juzgar a los demás o no? Al comenzar la clase, invite a algunos alumnos a responder esa pregunta.
Muestre la lámina El Sermón del Monte (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 39; véase también LDS.org). Explique que al continuar Su Sermón del Monte, Jesús enseñó a Sus discípulos acercar de juzgar.
Invite a un alumno a leer Mateo 7:1 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor enseñó acerca de juzgar. Indique que el versículo 1 a menudo se malentiende, en el sentido de que nunca se debe juzgar. Pida a un alumno que lea la nota a al pie de página de Mateo 7:1.
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¿Qué enseñó el Salvador acercar de juzgar?
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¿Qué piensan que significa juzgar con justo juicio?
Invite a un alumno a leer Mateo 7:2 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que nos sucederá, según la manera de juzgar a los demás. Pídales que den un informe de lo que encuentren. (Si lo desea, explique que la expresión “la medida con que medís” significa la forma en la que miden o juzgan).
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¿Qué sucederá si juzgamos a los demás con justo juicio? (Después de que los alumnos respondan, ayúdeles a reconocer el siguiente principio: Si juzgamos a los demás con justo juicio, Dios tendrá la misma misericordia y justicia hacia nosotros).
Si es posible, distribuya una copia a cada alumno de la siguiente declaración tomada de Leales a la fe. Invite a un alumno a leerla en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que preste atención a los tipos de juicios que debemos o no debemos hacer y cómo podemos juzgar con justo juicio.
“A veces la gente piensa que es incorrecto juzgar de cualquier manera a otras personas. Aunque es verdad que no debes condenar a los demás ni juzgarlos injustamente, será necesario que en el transcurso de su vida juzgues conceptos, situaciones y personas…
“El juzgar es un empleo importante del albedrío y requiere gran cuidado, en especial al formar juicios acerca de otras personas. Todos tus juicios deben ser guiados por las normas de rectitud. Recuerda que solo Dios, que conoce el corazón de todos, puede hacer el juicio final de las personas (véase Apocalipsis 20:12; 3 Nefi 27:14; D. y C. 137:9 )…
“En lo posible, juzga las situaciones de las personas en lugar de juzgar a las personas mismas. Siempre que sea posible, evita juzgar hasta tener un buen conocimiento de los hechos y sé siempre sensible al Espíritu Santo, que puede guiarte en tus decisiones” (véase Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, págs. 110–111).
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¿Qué tipos de juicios debemos hacer?
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¿Cómo podemos juzgar con justo juicio?
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¿Cuáles son algunos ejemplos de ocasiones en las que una persona tendría que emitir un juicio justo?
Muestre una pequeña astilla y una pieza larga y gruesa, ambas de madera. Explique que cuando el Salvador enseñó a Sus discípulos acerca de juzgar, hizo referencia a una pequeña astilla de madera como una paja y a un gran trozo de madera como una viga (véase la nota b al pie de página de Mateo 7:3). Invite a un alumno a leer Mateo 7:3 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor enseñó acerca de juzgar a los demás.
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¿Qué pueden representar la paja y la viga en la analogía del Salvador? (Representan las faltas, las debilidades o los pecados pequeños y los grandes).
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¿Cómo replantearían la enseñanza del Salvador del versículo 3?
Invite a dos alumnos a pasar al frente del salón de clases y dé instrucciones a uno de ellos para que sostenga la viga por delante de sus ojos. Pregunte al otro alumno:
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¿Te gustaría que el compañero de clase que tiene la viga quitara una astilla de tu ojo? ¿Por qué no?
Pregunte al alumno que tiene la viga:
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¿Qué tendrías que hacer para ver con la claridad suficiente como para quitar la astilla de madera del ojo de tu compañero?
Invite a los dos alumnos a sentarse. Pida a un alumno que lea en voz alta Mateo 7:4–5, e invite a la clase que siga la lectura en silencio para ver las faltas de quién dijo el Salvador que debemos preocuparnos.
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¿Debe nuestra preocupación y corrección centrarse en las faltas de los demás o en las nuestras? ¿Por qué?
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¿Qué principio podemos aprender de esos versículos que pueda ayudarnos a evitar juzgar injustamente a los demás? (Los alumnos quizás utilicen diferentes palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Si nos centramos en la eliminación de nuestros propios pecados y debilidades, entonces seremos menos propensos a juzgar injustamente a los demás. Anote ese principio en la pizarra).
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¿De qué manera puede ayudarnos ese principio cuando vemos una falla en alguna otra persona?
Podría dar a los alumnos un pequeño trozo de madera para que lo conserven y les recuerde ese principio. Invite a los alumnos a reflexionar acerca de los pecados o las debilidades que podrían eliminar de sus propias vidas. Anímelos a pedir al Señor que los ayude a eliminar sus propios defectos en lugar de juzgar injustamente a los demás.
Mateo 7:24–27
El Salvador promete la salvación a quienes hagan la voluntad del Padre
Muestre una piedra y una bandeja con arena. Pregunte a los alumnos si preferirían edificar su casa sobre roca o sobre arena. Invítelos a explicar por qué.
Pida a un alumno que lea Mateo 7:24–27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver qué dijo Jesús que es como edificar una casa sobre la roca y qué es como edificar una casa sobre la arena.
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Según el versículo 24, ¿qué acciones dijo el Salvador que harían que alguien fuera como el hombre prudente que edificó sobre la roca?
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Según el versículo 26, ¿qué acciones dijo el Salvador que harían que alguien fuera como el hombre insensato que edificó sobre la arena?
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¿Qué creen que representan la lluvia, los ríos y los vientos en esas analogías (véase el versículo 27; véase también Helamán 5:12)?
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¿Qué principios acerca de actuar según las enseñanzas del Señor podemos aprender de esas analogías? (Los alumnos quizás utilicen diversas palabras, pero deben reconocer los siguientes principios: Si oímos las enseñanzas del Señor y actuamos según ellas, Él nos fortalecerá para soportar nuestras pruebas. Si oímos las enseñanzas del Señor pero no las seguimos, no tendremos el apoyo que necesitamos cuando lleguen las pruebas).
Invite a los alumnos a ser como el hombre prudente al decidir actuar según los principios que enseñó el Salvador. Si lo desea, conceda tiempo a los alumnos para que escriban de qué manera aplicarán uno o más de los principios de esta lección o de su estudio del resto del Sermón del Monte del Salvador.
Próxima unidad (Mateo 13:24–17:27)
Diga a los alumnos que durante la próxima semana va a leer acerca del plan malvado que condujo a la muerte de Juan el Bautista. También aprenderán respuestas a las siguientes preguntas: ¿Porqué mandó Herodes decapitar a Juan? ¿Por qué se hundió Pedro en el agua después de haber caminado sobre ella con éxito? Pida a los alumnos que reflexionen sobre lo que se siente cuando un amigo cercano o un familiar muere. Invítelos a que, conforme estudian la siguiente unidad, presten atención a la forma en la que el Salvador reaccionó ante la muerte de un ser querido y a lo que sucedió en el Monte de la Transfiguración.