Relatos de las Escrituras
Jonás y la ballena
Tomado de Jonás 1–4.
Dios le dijo a Jonás que saliera a una misión. Él debía ir a una ciudad llamada Nínive y decirles a las personas que se arrepintieran. Pero Jonás no quería ir allá. Se subió a un barco que iba a una ciudad diferente.
Vino una enorme tormenta. ¡Los marineros tenían miedo de que el barco se hundiera! Jonás sabía que Dios había enviado la tormenta porque Jonás había huido. Él les pidió a los marineros que lo echaran al mar y así la tormenta cesaría.
Dios envió una ballena para que salvara a Jonás. Estuvo en el vientre de la ballena tres días. Jonás oró. Decidió arrepentirse y seguir a Dios. Dios ordenó a la ballena que arrojara a Jonás en tierra firme.
Jonás fue a Nínive. Enseñó a la gente de allí, ¡y la gente de Nínive lo escuchó! Comenzaron a seguir a Dios de nuevo.
Cuando tomo una mala decisión, puedo arrepentirme e intentarlo de nuevo. Dios amaba a Jonás y ¡Dios me ama a mí!