Historia de la Iglesia
Capítulo 30: Valiosísimas bendiciones


Capítulo 30

Valiosísimas bendiciones

Imagen
cuadro genealógico, microfilme y discos compactos

En la noche del 4 de octubre de 1997, durante la sesión general del sacerdocio de la conferencia general, el presidente Gordon B. Hinckley anunció el nuevo diseño del templo y habló del plan de la Iglesia para adoptar ese esquema en varios templos nuevos en todo el mundo.

“Hemos tomado la resolución”, declaró él, “de hacer llegar los templos a las personas y brindarles así todas las oportunidades de recibir las valiosísimas bendiciones que brinda la adoración en el templo”.

Richard “Rick” Turley, director administrativo del Departamento de Historia Familiar de la Iglesia, comprendía que estos templos nuevos bendecirían a la Iglesia y ayudarían a los santos de todo el mundo a venir a Cristo. Sin embargo, el departamento apenas podía proporcionar nombres suficientes para la obra de ordenanzas vicarias en los cincuenta templos operativos. Con la construcción de templos en aumento, la Iglesia tenía que cambiar la forma de hacer la historia familiar.

Rick y otros líderes de la Iglesia sabían que parte del problema era que preparar nombres para la obra del templo era un proceso lento y costoso. En algunos países, los miembros de la Iglesia tenían que viajar largas distancias para encontrar los nombres de sus antepasados en los registros de los archivos. Otros miembros tenían que realizar una búsqueda larga y ardua para encontrar la información que necesitaban. Si el microfilme correcto no estaba en su centro de historia familiar local, tenían que pagar para que se les enviara, esperar varias semanas a que llegara y, entonces, volver al centro para verlo. Un rollo típico contenía alrededor de mil imágenes, y escudriñar cada imagen podía ser laborioso. Pocas personas tenían tiempo para todo eso y no todos vivían cerca de un centro de historia familiar.

Las computadoras personales aceleraron este proceso en la década de los ochenta. A comienzos de esta década, los desarrolladores de software de la Iglesia crearon Personal Ancestral File (PAF), un programa de computadora que permitía a las personas registrar, almacenar y compartir información sobre sus antepasados y crear árboles genealógicos. Además, el programa facilitó a cientos de miles de usuarios enviar nombres al templo a través de TempleReady.

Sin embargo, el proceso de envío aún podía ser complicado, en especial para las personas que no estaban acostumbradas a utilizar computadoras personales. Los usuarios de PAF creaban su propia base de datos personal, lo que a menudo daba como resultado registros duplicados cuando alguien enviaba los nombres de su familia a la Iglesia. Debido a que estos archivos no se actualizaban de forma automática después de que alguien hiciera la obra en el templo por un antepasado, diversos miembros de la Iglesia podían realizar ordenanzas por la misma persona sin saberlo.

Esos problemas también le preocupaban al presidente Hinckley. Dos años antes, cuando Rick se incorporó al Departamento de Historia Familiar, el profeta lo había llamado a una reunión. Él quería saber si la Iglesia estaba haciendo todo lo posible por cumplir su misión de redimir a los muertos.

—Rick —le dijo el profeta—, ¿puedes garantizarme que todos los recursos que estamos invirtiendo en la historia familiar están liberando a los espíritus de la prisión de los espíritus?

—Me gustaría pensar que así es —respondió Rick. Sin embargo, él creía que se podía mejorar el sistema.

El presidente Hinckley estuvo de acuerdo y le pidió que lo arreglara.

Con esta orden, el Departamento de Historia Familiar debía crear una manera más sencilla de enviar nombres para la obra del templo; debía ser un proceso lo suficientemente simple como para que más personas participaran. Las computadoras podían acelerar el proceso de extracción de la información familiar de los registros y organizarla en una base de datos en la que se podían hacer búsquedas. Sin embargo, para evitar las duplicaciones, las computadoras debían comunicarse entre sí; y eso era algo que el sistema que utilizaban no podía hacer. La base de datos tendría que estar en internet.

En ese momento, la red informática mundial tenía menos de una década de antigüedad y la Iglesia tenía solo una pequeña presencia en línea. En 1996, había lanzado un sitio web de una manera discreta, y algunos líderes de la Iglesia seguían escépticos respecto a la nueva tecnología y tenían poca experiencia con ella. El Departamento de Historia Familiar carecía de la experiencia técnica para crear el tipo de plataforma en línea necesaria para alojar la base de datos. Necesitaban ayuda, y necesitaban tiempo.

Y el reloj seguía corriendo. En la Conferencia General de abril de 1998, el presidente Hinckley anunció que la Iglesia construiría treinta templos siguiendo el nuevo esquema, además de los diecisiete templos que ya se encontraban en construcción.

“Con eso se alcanzará un total de cuarenta y siete templos nuevos, además de los cincuenta y uno que se encuentran en funcionamiento”, dijo el profeta. “Pienso que sería una buena idea que agregáramos dos más con el fin de llegar a los cien para el fin del siglo, dado que se cumplirán dos mil años ‘[…] desde la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la carne […]’”.

“En este programa estamos avanzando a una velocidad nunca vista antes”, dijo él.

El anuncio inspiró a Rick. Sin embargo, ahora había una urgencia aún mayor por acelerar la obra de Historia Familiar de la Iglesia.

El año 2000 no estaba lejos.


A principios de abril de 1998, Felicindo y Verónica Contreras visitaron el Templo de Santiago, Chile. Felicindo recién había sido llamado a servir como el obispo de su barrio y estaba preocupado por los santos a su cuidado. La asistencia a las reuniones del barrio aún era baja. Quería pedir la ayuda del Señor para volver a traer a los miembros de su barrio a la Iglesia.

En oración, Felicindo expresó el anhelo especial de ayudar a los jóvenes. Eran pocos los que asistían a la iglesia con regularidad y, aunque catorce de ellos eran lo suficientemente adultos como para salir a la misión, ninguno se estaba preparando para servir. Esa situación reflejaba una tendencia generalizada en Chile, donde menos del diez por ciento de los hombres jóvenes aptos estaban sirviendo en misiones, siendo este el porcentaje más bajo de cualquier Área a nivel mundial. En su corazón, Felicindo deseaba que los jóvenes regresaran a la Iglesia y se prepararan para el campo misional.

Poco después, un joven llamado Juan, de dieciocho años, asistió a las reuniones del domingo luego de no haber asistido por un tiempo. Juan era miembro del cuórum de presbíteros, pero solía faltar a las reuniones para poder ir a jugar fútbol. Era un jugador talentoso, lo suficientemente bueno como para que algunos pensaran que podía jugar de forma profesional; el deporte significaba todo para él. No obstante, últimamente se había sentido solo, inquieto y confundido. El Espíritu lo estaba inspirando a volver a la Iglesia y a servir en una misión. Sin embargo, sentía que necesitaba un guía que lo ayudara a hacer cambios en su vida. En la Iglesia, pidió hablar con Felicindo.

—He decidido volver a ser un miembro activo —dijo él.

—Te estaba esperando —le dijo Felicindo. Invitó a Juan a su oficina para tener una entrevista. Hablaron sobre el deseo de Juan de prepararse para una misión. Dado que Felicindo sabía que la obra misional requería que los hombres y las mujeres jóvenes cumplieran con ciertos estándares espirituales, morales, emocionales y físicos, lo ayudó a elaborar un plan.

—Primero, nos prepararemos para que recibas tu bendición patriarcal —le dijo a Juan—, para que sepas lo que el Señor quiere decirte. Después de eso, trabajarían en su solicitud misional. Felicindo también lo invitó a leer el Libro de Mormón y a pagar su diezmo. Juan aceptó el desafío y, desde ese momento, él y Felicindo conversaron con regularidad sobre la preparación para servir en una misión.

Felicindo también trabajó con otros miembros del barrio. Le había impresionado el consejo de la Primera Presidencia de que cada miembro debía tener un amigo, una responsabilidad y debía ser nutrido por la “buena palabra de Dios”. Siguiendo las nuevas pautas de las Oficinas Generales de la Iglesia, él y los misioneros de tiempo completo se aseguraron de que las personas asistieran a la reunión sacramental antes de unirse a la Iglesia. Él y otros miembros del barrio también se aseguraron de que todos los que asistieran a la iglesia se sintieran bienvenidos y regresaran a sus hogares con el espíritu fortalecido.

Cuando Felicindo invitaba a las personas a regresar a las reuniones de la iglesia, las alentaba a prepararse para tomar la Santa Cena y renovar sus convenios bautismales. Pidió a los miembros que regresaban a la actividad, que asistieran a la clase de Introducción al Evangelio de la Escuela Dominical para ayudarlos a recordar las enseñanzas básicas sobre la Creación, la Expiación de Jesucristo, el arrepentimiento y otros principios del Evangelio. También encontró maneras para que prestaran servicio en el barrio.

Además, hizo los arreglos necesarios para que el centro de reuniones estuviera abierto durante la semana. Recibió permiso para iluminar la cancha detrás del edificio para que los jóvenes pudieran jugar fútbol y otros juegos por la noche. Los miembros del barrio comenzaron a utilizar el centro de reuniones para hacer noches de hogar y otras actividades, como obras de teatro y programas culturales chilenos. Felicindo ayudó a organizar un coro de barrio y sus voces contribuyeron para que se sintiera el Espíritu en las reuniones sacramentales.

A medida que los miembros del barrio pasaban más tiempo en el centro de reuniones, comenzaron a cuidarlo mejor y su amor por el edificio creció. Pronto, Felicindo vio una mejora en la asistencia a las reuniones sacramentales. Sintió que estos cambios eran respuestas a su oración en el templo.


Unos meses después, a mediados de 1998, Mary McKenna, una exmisionera de Brisbane, Australia, viajó a Provo, Utah, con el objetivo de aprender más sobre la conferencia “Especially for Youth” [Especialmente para la juventud], o EFY (por sus siglas en inglés): una conferencia de cinco días para los jóvenes Santos de los Últimos Días en los Estados Unidos. Mary había escuchado mucho sobre la conferencia EFY el año anterior, que había asistido a la Semana de la Educación: una serie de clases, devocionales y otras actividades para adultos y adolescentes que se realiza cada año en el campus de la Universidad Brigham Young.

En aquella ocasión, ella había asistido a una clase impartida por Brad Wilcox, un popular orador y autor entre los jóvenes Santos de los Últimos Días de habla inglesa. Después de la clase, Mary se había detenido para hablar con él sobre la Semana de la Educación.

—Quizá esto suene muy loco —le había dicho—, pero soy líder de los jóvenes en Australia y nosotros necesitamos lo que ustedes tienen.

En el siglo y medio desde que se había organizado la primera rama en Australia, la Iglesia había crecido allí hasta llegar a casi 100 000 miembros. Había estacas en casi todas las ciudades australianas más importantes y un templo en Sídney. Sin embargo, muchos jóvenes tenían dificultades y algunos de ellos no servían en misiones, no se casaban en el templo ni se mantenían activos en la Iglesia. Se sentían desconectados entre sí y necesitaban modelos de comportamiento que pudieran mostrarles cómo mantenerse cerca de Dios y vivir Sus mandamientos.

Después de haber escuchado a Mary hablar sobre los desafíos de los jóvenes en Australia, a Brad se le habían llenado los ojos de lágrimas, y le explicó más sobre la conferencia EFY. Al igual que las típicas conferencias para la juventud en las estacas, EFY se concibió con el objeto de fortalecer la fe de los jóvenes. Sin embargo, en lugar de ser administrada por las estacas locales, era patrocinada por BYU y supervisada por consejeros que eran adultos solteros. Al escuchar cómo Brad describía el gozo que experimentaban los jóvenes, Mary sintió que una experiencia como la conferencia EFY podría ayudar a los hombres y a las mujeres jóvenes en Australia.

Ella había dedicado los meses siguientes a trabajar para hacer de esa idea una realidad. Los líderes de la Iglesia en Brisbane y sus alrededores le habían dado su apoyo y formaron un comité de santos de las estacas locales para organizar un evento como la conferencia EFY en su área.

Ahora, un año después, Mary había vuelto a Provo para reunirse con Susan Overstreet, directora de la conferencia EFY, en el campus de la Universidad Brigham Young. La universidad no podía patrocinar sesiones de la conferencia EFY fuera de Norteamérica, sin embargo, Susan había estado ayudando a Mary y al comité de Brisbane. Susan llevó a Mary a un evento de capacitación de consejeros y le presentó a otros líderes de la conferencia EFY. Mientras tanto, Brad Wilcox y otro orador de la conferencia EFY, Matt Richardson, acordaron ir a Australia y hablar en el evento.

Mary regresó a Australia y, durante los meses siguientes, el comité se reunió con regularidad para planificar el evento. Cada estaca participante tomó la iniciativa en las tareas de planificar la comida, el alojamiento, los devocionales, la música y otras responsabilidades. Los presidentes de estaca recomendaron oradores adicionales y Mary encontró jóvenes adultos para que sirvieran como consejeros. Algunos eran exmisioneros, otros se estaban preparando para servir en misiones y otros no tenían planes de servir en una misión. Mary organizó cursos de capacitación para todos.

El comité esperaba dar la bienvenida a la conferencia EFY a todos los jóvenes en la zona de Brisbane, no solo a los Santos de los Últimos Días. A diferencia del programa en Estados Unidos, el cual cuesta cientos de dólares para los participantes, el evento EFY australiano sería subvencionado por las estacas locales, para que las personas pudieran asistir a un bajo costo. Y, si bien se esperaba que todos los participantes respetaran las normas de la Iglesia en la conferencia, el comité alentó a las estacas a invitar a jóvenes que no eran miembros.

En abril de 1999, Mary y su comité iniciaron la primera conferencia EFY fuera de Norteamérica en un centro de estaca en Brisbane. Asistieron casi 1000 adolescentes de la ciudad y de los alrededores. Cuando Brad y Matt se ubicaron frente a la multitud, lo primero que hicieron fue animarlos a dar cantos de vítores. Los jóvenes se sorprendieron un poco, pero se unieron con entusiasmo. De inmediato quedó claro que EFY no era una típica conferencia de la Iglesia.

Durante los siguientes días, los jóvenes aprendieron de los oradores, cantaron canciones, disfrutaron de bailes y espectáculos de talentos, y compartieron sus testimonios. Mientras tanto, los fotógrafos tomaban fotografías para una presentación de diapositivas que se mostraría el último día.

Mary se emocionó al ver lo mucho que los jóvenes y sus consejeros disfrutaron la EFY. Parecía que todos los que formaron parte del evento volvían a casa con una fe más fuerte en Jesucristo. Los consejeros que no habían planeado servir en misiones cambiaron de opinión y enviaron sus solicitudes misionales. Algunos de los jóvenes que no eran miembros de la Iglesia al momento de asistir al evento, se reunieron con los misioneros y aceptaron ser bautizados. Y los consejeros adultos solteros regresaron a sus barrios deseando servir en las organizaciones de las Mujeres Jóvenes y los Hombres Jóvenes.

“Especially for Youth” (EFY) había salido increíblemente bien en Brisbane, y tanto Mary como el comité estaban listos para hacerlo de nuevo.


Mientras tanto, en la isla de Fiyi, en el Pacífico, Juliet Toro y su esposo, Iliesa, nunca habían tenido mucho interés en la Iglesia. Eso cambió cuando sus hijos mayores, impulsados por la madre de Juliet, una mujer Santo de los Últimos Días, comenzaron a asistir a reuniones dominicales y a clases de Seminario durante la semana. Juliet decidió que era el momento de invitar a los misioneros a que les enseñaran. Cuando lo hicieron, a ella le gustó lo que escuchó.

Los chicos de la familia Toro se unieron a la Iglesia en marzo de 1999 y Juliet los siguió dos semanas después. Sin embargo, Iliesa seguía mostrando poco interés. Juliet temía que su esposo fuera el único miembro de la familia que no aceptara el Evangelio restaurado de Jesucristo, por lo que comenzó a orar con fervor para que él también se uniera a la Iglesia.

Para cuando se efectuó el bautismo de Juliet, la Iglesia en Fiyi tenía cuatro estacas y alrededor de 12 000 miembros. Los santos fiyianos esperaban con entusiasmo la construcción de un templo en Suva, la ciudad capital donde vivían Juliet y su familia. Desde que la Iglesia había llegado a Fiyi a mediados de la década de los cincuenta, los miembros a menudo hacían inmensos sacrificios económicos para asistir a la Casa del Señor en Hawái o en Nueva Zelanda. Esta carga se redujo en 1983, cuando la Iglesia dedicó templos en Samoa, Tonga y Tahití. Aun así, viajar al Templo de Nuku‘alofa, Tonga, el más cercano de los tres, seguía siendo costoso.

Cuando el presidente Gordon B. Hinckley nombró a Fiyi como el sitio donde se construiría uno de los treinta templos nuevos, los santos fiyianos se regocijaron. Tener una Casa del Señor en Suva les permitiría a ellos, y a los santos de las naciones de las islas Vanuatu, Nueva Caledonia, Kiribati, Nauru y Tuvalu, asistir al templo con más frecuencia y con costos de viaje mucho más bajos.

La construcción del templo comenzó en mayo de 1999, dos meses después del bautismo de Juliet. En esa época, ella se enteró de que la Universidad Brigham Young estaba probando un programa de aprendizaje a distancia en Fiyi, en LDS Technical College, una escuela secundaria propiedad de la Iglesia ubicada en Suva. El eslogan de BYU era “El mundo es nuestro campus” y la administración de la escuela estaba buscando formas asequibles de llevar oportunidades educativas a más miembros de la Iglesia en todo el mundo. Internet permitía que los profesores en Provo se comunicaran con los alumnos en Fiyi casi al instante.

El programa inscribía a graduados de la escuela secundaria en varias clases de nivel universitario. Los facilitadores expertos de la Universidad Brigham Young impartían las clases en persona, mientras que los profesores de la universidad, quienes crearon los cursos, proporcionaban apoyo en línea a unos 9700 km (6000 millas) de distancia. Pagando una pequeña tarifa de matriculación, los alumnos podían obtener créditos para obtener un título universitario.

Juliet se interesó en el programa. Ella e Iliesa eran alumnos universitarios cuando se conocieron, sin embargo, habían dejado los estudios para trabajar y, finalmente, formaron una familia. Durante más de una década, Juliet se había dedicado a criar a sus hijos en el hogar. Quería seguir estudiando, así que habló con Iliesa sobre eso. Él estuvo de acuerdo en que ella debía inscribirse.

El primer día de clase, Juliet y los otros alumnos se presentaron ante los demás. Muchos eran miembros jóvenes de la Iglesia que apenas habían salido de la escuela secundaria o que recién regresaban de misiones de tiempo completo. Solo algunos alumnos estaban en sus treinta, como Juliet.

Cuando comenzaron las clases, a Juliet le preocupaba ser demasiado mayor como para volver a la universidad. Las clases se centraban principalmente en el desarrollo de habilidades empresariales prácticas. En el transcurso de dos semestres, ella y sus cincuenta y cinco compañeros de clase tomarían cursos de contabilidad, gestión de negocios, economía, inglés, comportamiento organizacional y el libro de Doctrina y Convenios. Juliet no creía que supiera tanto como los alumnos más jóvenes y estaba nerviosa de que alguien pudiera notar lo poco que sabía. Lo último que ella quería era hacer el ridículo en clase.

Un jueves por la tarde, no mucho después de que comenzaran las clases, James Jacob, director del programa, le dijo a Juliet que debía asistir a una reunión esa noche en un edificio cercano a la Iglesia.

Confundida, siguió a James al edificio. Cuando llegaron, encontró a la mitad de su barrio esperando por ella en la capilla. Entonces vio a Iliesa vestido con la ropa bautismal blanca. Él había estado recibiendo las charlas misionales en secreto, y ahora estaba listo para unirse a ella y a sus hijos en la Iglesia.

Los ojos de Juliet se llenaron de lágrimas de gozo. Sabía que Dios había escuchado sus oraciones. Finalmente, su familia estaba unida en la fe. Y un día, esperaba ella, se sellarían en la Casa del Señor.


Cuando la Iglesia comenzó con la rápida construcción de templos, los líderes autorizaron al Departamento de Historia Familiar para crear una base de datos de historia familiar en la que se podían hacer búsquedas en línea. El departamento contrató a una empresa de tecnología para elaborar una plataforma y una interfaz en línea, y el personal de Historia Familiar preparó los datos para el nuevo sitio web. En septiembre, la empresa de tecnología había creado un prototipo en funcionamiento, lo que le dio a Rick Turley y a su equipo la esperanza de tener la base de datos lista para realizar pruebas en cuestión de pocos meses.

Mientras tanto, el equipo pensó en nombres como Ancestors, RootSearch y KindredQuest para la base de datos. Finalmente, el Departamento de Historia Familiar se decidió por un nombre que ya estaban utilizando para la recopilación de bases de datos distribuidas en CD-ROM: FamilySearch.

Como se había anticipado, la base de datos estuvo lista para realizar pruebas a principios de 1999. El nuevo sitio web proporcionaba acceso a los registros de 400 millones de personas fallecidas y permitía a los usuarios compartir información con otras personas. Nadie sabía con certeza qué tan bien los miembros de la Iglesia se adaptarían al uso de una base de datos en línea para realizar su obra de historia familiar. No obstante, el equipo creó el sitio para que admitiera a 5 millones de visitantes a la vez.

Durante las pruebas, alguien filtró la dirección web y FamilySearch.org tuvo más de tres millones de visitas. Unos días después, tuvo once millones de visitas. Sorprendidos, Rick y su equipo, aumentaron la capacidad del sitio web a fin de asegurarse de que estuviera listo para uso público en la fecha de lanzamiento.

En mayo, Rick voló a Washington D. C., para uno de los dos eventos de lanzamiento simultáneos. Mientras que el élder D. Todd Christofferson, de la Presidencia de los Setenta, realizaba el evento en la Biblioteca de Historia Familiar en Salt Lake City, Rick y el élder Russell M. Nelson realizaron un evento en National Press Club, en Washington. Rick se sintió satisfecho con la atención que ya estaba recibiendo el sitio web. Para la mañana del lanzamiento, el sitio estaba recibiendo unos 30 millones de visitas al día, todo esto sin haber sido publicitado. Personas de todos los continentes, incluso de la Antártida, lo estaban visitando.

“¡Gracias por ponerlo a disposición a través de internet!”, escribió un usuario. “Me ahorra mucho tiempo. Puedo trabajar en casa, incluso cocinar la cena y lavar la ropa, ¡todo al mismo tiempo!”.

“No tengo palabras para elogiar su sitio web”, escribió otro. “Si comienzo aquí, mientras estoy en casa, me ahorrará mucho tiempo en el Centro de Historia Familiar”.

Al día siguiente, Rick representó a la Iglesia en Today, un programa matutino de televisión popular en Estados Unidos. Se sentó en una silla de director frente a las cámaras con la anfitriona Katie Couric. Entre ellos se hallaba una computadora que mostraba el nuevo sitio web de FamilySearch.

—Rastrear las raíces de nuestras familias se ha convertido en un pasatiempo muy popular —dijo Katie cuando presentó a Rick ante el público—. Ahora la colección de registros genealógicos más grande del mundo está disponible en línea.

La primera pregunta de Katie era sobre la Iglesia. —¿Por qué los mormones tienen registros genealógicos tan extensos?— preguntó ella.

—Creemos que las familias pueden ser eternas —dijo Rick—; recopilamos registros de todo el mundo para permitir que nuestros miembros realicen sus investigaciones.

Rick utilizó los nombres de uno de sus antepasados y de uno de los antepasados de Katie, y le mostró al público televisivo cómo acceder a las bases de datos del sitio y encontrar información sobre sus antepasados. Katie quedó impresionada por la facilidad con que las personas podían realizar su obra de Historia Familiar gracias al sitio web.

—¿Debes pagar para usar esto? —preguntó ella.

—Es totalmente gratuito —respondió Rick.

En unos pocos días, FamilySearch.org estaba saturado con alrededor de 100 millones de visitas. El sitio web tuvo un notable comienzo.

  1. Gordon B. Hinckley, “Pensamientos sobre los templos, la retención de conversos y el servicio misional”, Liahona, enero de 1998, pág. 58.

  2. Turley, entrevista de historia oral, págs. [2], [4]; Baunchand, entrevista de historia oral, pág. 12.

  3. Turley, entrevista de historia oral, págs. [3]–[4].

  4. Allen, Embry and Mehr, Hearts Turned to the Fathers, págs. 324–326; Joseph Walker, “Digging Family Roots with Home Computers”, Church News, 1 de abril de 1984, pág. 3; Guía para los miembros sobre la obra del templo y de historia familiar, págs. 8–9; FamilySearch, sección C, glosario; Russell M. Nelson, “El Espíritu de Elías”, Liahona, enero de 1995, pág. 98.

  5. Turley, entrevista de historia oral, págs. [4]–[6].

  6. Turley, entrevista de historia oral, págs. [4]–[5].

  7. Turley, entrevista de historia oral, págs. [5]–[7], [14]–[15]; Mehr,“Dawning of the Digital Age”, págs. 53–54; Sarah Jane Weaver, “Church Enters World Wide Web ‘Carefully and Methodically’”, , Church News, 1 de marzo de 1997, pág. 6; Departamento de Historia Familiar, minutas de la reunión del director ejecutivo, 3 de marzo de 1998. Tema: Era informática

  8. Gordon B. Hinckley, “Nuevos templos para proporcionar ‘las bendiciones supremas’ del Evangelio”, Liahona, julio de 1998, pág. 95; Doctrina y Convenios 20:1.

  9. Turley, entrevista de historia oral, págs. [4]–[6], [14]. Temas: Historia familiar y genealogía; Construcción de templos

  10. Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2 de octubre de 2020], pág. 9; Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2022], págs. 10–11, 14; Missionary Department Executive Directors to Missionary Executive Council, Memorandum, 6 de mayo de 1998, Missionary Executive Council, Meeting Materials, BHI; Felicindo Contreras, obispo del barrio El Manzano, 29 de marzo de 1998, directorio de Organizaciones y Líderes de la Iglesia, LaIglesiadeJesucristo.org. Tema: Chile

  11. Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2 de octubre de 2020], pág. 9; Molina, entrevista de historia oral, págs. 1–3; Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2022], págs. 14–15; First Presidency to General Authorities and others, 19 de junio de 1998, First Presidency, Circular Letters, BHI. Tema: Bendiciones patriarcales

  12. Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2 de octubre de 2020], pág. 24; First Presidency to General Authorities and others, 15 de mayo de 1997; First Presidency to General Authorities and others, 19 de junio de 1998, First Presidency, Circular Letters, BHI; Gordon B. Hinckley, “Los conversos y los hombres jóvenes”, Liahona, julio de 1997, pág. 53; Moroni 6:4; Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [16 de octubre de 2020], pág. 9; Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [diciembre de 2023], págs. 2–3, 9. Tema: Escuela Dominical

  13. Contreras and Contreras, entrevista de historia oral [2022], págs. 16–17, 21–22. Tema: Barrios y estacas.

  14. McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], págs. 3–4; McKenna, entrevista de historia oral [29 de junio de 2023], págs. 4–6; Wilcox, entrevista de historia oral, págs. 25–27; Catherine Lanford, “Education Week Grows in Size, Popularity”, Daily Universe (Provo, Utah), agosto de 1997, edición para exalumnos, pág. 4; Denise Palmer, “Youth Fill Many Roles in Education Week”, Daily Universe, del 19 al 22 de agosto de 1997, edición de Semana de la educación, pág. 5; Wilcox, “Taking the Dead out of Dedication”, págs. 120–131; Wilcox, “Filling Your Testimony Tank”, págs. 262–269.

  15. Newton, Southern Cross Saints, págs. 23–25, 195, 199; Deseret News 1997–98 Church Almanac, págs. 285–286; Deseret News 1999–2000 Church Almanac, págs. 272–274; McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], pág. 5; Wilcox, entrevista de historia oral, pág. 25; Scott, diario, 24 de agosto de 2000. Tema: Australia

  16. McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], págs. 4–5; Wilcox, entrevista de historia oral, págs. 1–4, 24–26; Bytheway, “History of ‘Especially for Youth’”, págs. 1–6; Perry, notas de la entrevista a Mary McKenna, pág. 1; Carl Maurer to Jed Woodworth, correo electrónico, 27 de febrero de 2024, correos electrónicos de Carl Maurer, Jed Woodworth y Bradley R. Wilcox, BHI.

  17. McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], págs. 6–9; McKenna, entrevista de historia oral [29 de junio de 2023], págs. 6–8; Wilcox, entrevista de historia oral, pág. 3; Perry, notas de la entrevista a Mary McKenna, pág. 2; Carl Maurer to Brad Wilcox, correo electrónico, 12 de febrero de 2024, correos electrónicos de Carl Maurer, Jed Woodworth y Bradley R. Wilcox, BHI; primera edición de “Especially for Youth” en Queensland.

  18. Wilcox, diario, 11 de abril de 1999; McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], págs. 9–10; Wilcox, entrevista de historia oral, págs. 4, 26–27.

  19. McKenna, entrevista de historia oral [1 de junio de 2023], pág. 9; Wilcox, entrevista de historia oral, págs. 5–6; McKenna, entrevista de historia oral [29 de junio de 2023], págs. 12–15; Wilcox, diario, 11 de abril del 1999. Temas: Organizaciones de Hombres Jóvenes; Organizaciones de Mujeres Jóvenes

  20. Toro, entrevista de historia oral, págs. 2–4; Juliet Toro, “Cuestionario previo a la entrevista”, [alrededor de febrero de 2023], pág. 1, Juliet Toro, entrevista de historia oral, BHI; Juliet Toro to James Perry, correo electrónico, 6 de noviembre de 2023, Juliet Toro, entrevista de historia oral, BHI.

  21. Meli U. Lesuma, “Members in Fiji ‘Bask in Joy’ after Temple Announcement”, Church News, 26 de diciembre de 1998, pág. 10; Alan Wakeley, “‘Warm Spirit’ Prevails in Fiji”, Church News, 22 de mayo de 1999, pág. 3; “Cares of the World ‘Melt Away’ in Temple”, Church News, 24 de junio de 2000, pág. 4; Deseret News 2001–2002 Church Almanac, págs. 322–323; Balenagasau, entrevista de historia oral, pág. 16; Gordon B. Hinckley, “Nuevos templos para proporcionar ‘las bendiciones supremas’ del Evangelio”, Liahona, julio de 1998, pág. 95. Temas: Fiyi; Samoa; Tonga; Vanuatu; Kiribati

  22. Alan Wakeley, “‘Warm Spirit’ Prevails in Fiji”, Church News, 22 de mayo de 1999, pág. 3; Toro, entrevista de historia oral, pág. 4; Jacob and Hansen,“Fiji Distance Learning Program”, págs. 110–121; Jacob, “Fiji Distance Learning Program”, págs. 67–74, 85, 113, 258; Wilkinson, Universidad Brigham Young, tomo IV, pág. 425; Board of Education, Church Board of Education Meeting Minutes, 23 de febrero de 1994; 18 de diciembre de 1996; 23 de abril de 1997; 23 de diciembre de 1997. Temas: Universidades de la Iglesia; Era informática

  23. Toro, entrevista de historia oral, págs. 3–6; Juliet Toro, “Cuestionario previo a la entrevista”, [alrededor de febrero de 2023], pág. 1, Juliet Toro, entrevista de historia oral, BHI; Jacob, “Fiji Distance Learning Program”, págs. 208, 278.

  24. Balenagasau, entrevista de historia oral, págs. 3, 6, 9; Toro, entrevista de historia oral, pág. 8; Jacob and Hansen, “Fiji Distance Learning Program”, págs. 110, 114–115, 117.

  25. Jacob and Hansen, “Fiji Distance Learning Program”, págs. 110–111, 118; Balenagasau, entrevista de historia oral, pág. 4; Jacob, “Fiji Distance Learning Program”, págs. 105–111, 133–138, 270–273; Toro, entrevista de historia oral, págs. 8–9.

  26. Toro, entrevista de historia oral, pág. 2; Balenagasau and Toro, entrevista de historia oral, pág. 2; Juliet Toro, “Cuestionario previo a la entrevista”, [alrededor de febrero de 2023], pág. 1, Juliet Toro, entrevista de historia oral, BHI; Juliet Toro to James Perry, correo electrónico, 6 de noviembre de 2023, Juliet Toro, entrevista de historia oral, BHI.

  27. Temple and Family History Executive Council, Minutes, 15 y 29 de abril de 1998; 13 de mayo de 1998; 3 de junio de 1998; 16 de septiembre de 1998; Family History Department, Executive Director’s Meeting Minutes, 28 de abril y 15 de septiembre de 1998; Turley, entrevista de historia oral, págs. [6], [15]; Mehr, “Dawning of the Digital Age”, pág. 53.

  28. Nikki Miller to Marilyn Foster, Memorandum, 29 de mayo de 1998, Family History Department, Executive Director’s Meeting Minutes, BHI; Family History Department, Executive Director’s Meeting Minutes, 8 de septiembre de 1998; Mehr, “Dawning of the Digital Age”, pág. 54; Turley, entrevista de historia oral, pág. [6]; Temple and Family History Executive Council, Minutes, 9 de septiembre de 1998.

  29. Family History Web Site Launched”, Ensign, agosto de 1999, págs. 74–75; R. Scott Lloyd, “Today We Are Taking a Historic Step”, Church News, 29 de mayo de 1999, págs. 3, 8–9; Turley, entrevista de historia oral, págs. [6]–[7].

  30. Turley, entrevista de historia oral, pág. [7]; Family History Department, Executive Director’s Meeting Minutes, 11 de mayo de 1999; “Family History Web Site Launched”, Ensign, agosto de 1999, págs. 74–75; R. Scott Lloyd, “Today We Are Taking a Historic Step”, News Church, 29 de mayo de 1999, págs. 3, 8.

  31. R. Scott Lloyd, “Today We Are Taking a Historic Step”, Church News, 29 de mayo de 1999, págs. 3, 8; Turley, entrevista de historia oral, pág. [7].

  32. “Summary of FamilySearch Internet Compliments”, 13 de mayo de 1999, págs. 1, 3, Family History Department, Executive Director’s Meeting Minutes, BHI. Se modificó la cita por motivos de legibilidad; “GRACIAS” en el original se estandarizó a “Gracias” y “ponerlo en disposición” se cambió por “ponerlo a disposición”.

  33. Turley, entrevista de historia oral, pág. [7]; Richard E. Turley Jr., entrevista por Katie Couric, Today, NBC, 25 de mayo de 1999.

  34. Bob Mims, “LDS Web Site Undergoes Major Upgrades to Accommodate Millions of Family-History Buffs”, Salt Lake Tribune, 28 de mayo de 1999, pág. A1; Turley, entrevista de historia oral, pág. [7]. Tema Historia Familiar y Genealogía