Lección 120

3 Nefi 11:1–17

Introducción

Tras la destrucción y los tres días de obscuridad que marcaron la muerte del Salvador, unos 2.500 hombres, mujeres y niños nefitas se reunieron alrededor del templo en la tierra de Abundancia (véase 3 Nefi 17:25). Al estar hablando unos con otros, escucharon la voz del Padre Celestial que presentaba a Su Hijo, Jesucristo, el cual entonces se les apareció. Jesucristo invitó a las personas a ser testigos personalmente de que Él había sido muerto por los pecados del mundo. Uno por uno se le acercaron y sintieron la herida de Su costado y las marcas de los clavos de Sus manos y pies.

Controlar el ritmo de la lección

Controle el ritmo de cada lección de manera que dedique suficiente tiempo a los elementos más importantes. Por ejemplo, al final de esta lección, los alumnos tendrán la oportunidad de dar testimonio de Jesucristo. Aun cuando las otras partes de la lección son importantes, asegúrese de que quede suficiente tiempo para los testimonios.

Sugerencias para la enseñanza

3 Nefi 11:1–7

Los nefitas escuchan la voz del Padre que anuncia la aparición de Su Hijo

Conforme los alumnos vayan entrando a la clase, tenga una grabación de música sagrada o de la conferencia general tocando en el fondo, apenas lo suficientemente alto como para que se escuche. Pare la grabación cuando sea el momento de hacer la oración y de tener el devocional. Después de la oración, pregunte a los alumnos si escucharon la grabación. (Si no contara con los recursos para llevar a cabo esta actividad, considere pedir a un alumno que lea 3 Nefi 11 con voz suave conforme los alumnos entren al aula. Si elige esta opción, funcionará mejor si hace la asignación con un día de anticipación, quizá a un alumno que por lo general llegue temprano.)

• ¿Qué debe hacer una persona para escuchar y entender una voz suave?

• ¿Cuál fue el mensaje de la canción (o del discurso de conferencia general, o del pasaje de las Escrituras) que estaba tocando cuando entraron al aula el día de hoy?

• ¿Fue fácil o difícil escuchar y entender las palabras a medida que todos estaban entrando a la clase? ¿Por qué?

Pida a un alumno que lea 3 Nefi 11:1–3 en voz alta y a la clase que siga la lectura con la vista y que busque lo que los nefitas tuvieran dificultad para entender.

• ¿Cómo se describe la voz en 3 Nefi 11:3? (Quizás desee sugerir que los alumnos marquen la descripción de la voz en su propio ejemplar de las Escrituras.)

• ¿Qué efecto tuvo la voz en aquellos que la escucharon?

Pida a los alumnos que lean 3 Nefi 11:4–7 en silencio y que busquen lo que los nefitas hicieron que fue diferente a fin de entender la voz la tercera vez que la oyeron.

• ¿Qué fue lo que hicieron diferente los nefitas la tercera vez que escucharon la voz?

• Según lo que leyeron en 3 Nefi 11:7, ¿de quién era la voz que escuchó la gente? (Escucharon la voz del Padre Celestial, la cual presentaba a Su Hijo, Jesucristo.)

Considere pedir a los alumnos que lean Helamán 5:30 y que busquen otra descripción de la voz del Señor.

• ¿De qué manera fue similar la voz que escucharon los nefitas a las impresiones que recibimos del Espíritu Santo? (Los alumnos posiblemente utilicen palabras diferentes, pero deben detectar la siguiente verdad: El Espíritu Santo con frecuencia nos habla por medio de los sentimientos.)

• ¿Por qué es importante prestar atención a la inspiración que recibimos del Señor por medio del Espíritu Santo?

Invite a los alumnos a compartir experiencias que hayan tenido en las que hayan sentido la inspiración del Espíritu Santo entrar a su mente o a su corazón, y pídales que describan cómo se sintieron. Quizá sea bueno que comparta alguna experiencia propia.

Pida a un alumno que lea las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, en cuanto a lo que debemos hacer para escuchar y entender la voz del Señor por medio del Espíritu Santo:

“El Espíritu no atrae nuestra atención por medio de gritos ni de sacudidas bruscas; más bien, nos habla apaciblemente. Nos acaricia con tanta suavidad que si nos encontramos demasiado absortos en otros asuntos, quizás no lo percibamos en absoluto.

“En algunas ocasiones tendrá bastante firmeza como para que le pongamos atención. Pero la mayoría de las veces, si no hacemos caso a esa suave impresión, el Espíritu se alejará y esperará hasta que acudamos en su busca y lo escuchemos… según nuestra propia manera de expresarnos” (citado en Predicad Mi Evangelio, 2004, pág. 99).

• ¿Qué principio podemos aprender de 3 Nefi 11:1–7 y del presidente Packer? (Es posible que los alumnos den una variedad de respuestas, pero asegúrese de que detecten la siguiente verdad: Conforme aprendamos a escuchar la voz del Señor por medio del Espíritu Santo, podremos entender la comunicación que nos da).

• ¿Qué les ayuda a preparar la mente y el corazón para escuchar y entender los susurros del Espíritu Santo?

3 Nefi 11:8–17

Jesucristo se aparece a los nefitas y los invita uno por uno a sentir las heridas de Sus manos, pies y costado

Pida a un alumno que lea 3 Nefi 11:8–10 en voz alta y a la clase que siga la lectura con la vista y que se imagine cómo hubiera sido estar entre los nefitas en ese momento. Muestre la lámina Jesús enseña en el hemisferio occidental (62380; Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, Nº 82) y pregunte:

• ¿Qué pensamientos y sentimientos creen que habrían tenido si hubieran estado entre los nefitas cuando los visitó el Salvador?

Recuerde a los alumnos en cuanto a la obscuridad y a la destrucción que los nefitas habían experimentado justo antes de que el Salvador se apareciera. Luego pida a un alumno que lea las siguientes palabras del élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, sobre la importancia de la aparición del Salvador a los nefitas:

“Esa aparición y esa declaración constituyeron el punto central, el momento supremo, de toda la historia del Libro de Mormón… Fue la manifestación y la proclamación que había iluminado e inspirado a todos los profetas nefitas durante los anteriores seiscientos años, y no digamos ya de sus antepasados israelitas y jareditas durante miles de años antes de eso.

“Todos habían hablado de Él, cantado sobre Él, soñado con Él y pedido en oración que Él apareciese, hasta que efectivamente estuvo allí. ¡Oh, día de días! El Dios que cambia cada noche tenebrosa en mañana luminosa había llegado” (Christ and the New Covenant: The Messianic Message of the Book of Mormon, 1997, págs. 250–251).

Explique a la clase que la siguiente parte de la lección está diseñada para permitirles que mediten por su cuenta en cuanto a la visita del Salvador. Antes de la clase, prepare las siguientes instrucciones y preguntas en un volante para cada alumno (o escríbalas en la pizarra o en un póster). Conceda a los alumnos suficiente tiempo para leer 3 Nefi 11:11–17 y para seguir las instrucciones del volante. Ínstelos a meditar concienzudamente en cuanto al significado de esos versículos conforme los estudien.

1. Lee 3 Nefi 11:11–12 en silencio y busca lo que Jesucristo deseaba que la gente supiera en cuanto a Él y lo que había hecho durante Su ministerio terrenal. Medita las siguientes preguntas:

   • ¿Qué palabras del Salvador de 3 Nefi 11:11 son más significativas para ti? ¿Por qué?

   • ¿Qué quiso decir el Salvador cuando dijo: “He bebido de la amarga copa que el Padre me ha dado”? ¿Por qué es importante saber que Jesucristo siempre se ha sometido a la voluntad del Padre Celestial?

2. Lee3 Nefi 11:13–15 y medita las siguientes preguntas:

   • ¿Qué les invitó a hacer el Salvador a los nefitas? ¿Qué deseaba que supieran como resultado de esa experiencia?

   • Las personas se acercaron al Salvador “uno por uno, hasta que todos hubieron llegado” (3 Nefi 11:15). Considerando que había unas 2.500 personas en la multitud (véase 3 Nefi 17:25), ¿qué te enseña en cuanto a lo que el Salvador siente por cada uno de nosotros?

3. Responde las siguientes preguntas en un cuaderno de apuntes o en un diario de estudio de las Escrituras:

   • ¿Por qué piensas que el Señor quería que las personas lo vieran y lo tocaran “uno por uno”?

   • ¿De qué manera crees que te afectaría poder tocar las heridas que el Salvador recibió cuando expió tus pecados?

4. Considera escribir la siguiente verdad al margen de tus Escrituras cerca de 3 Nefi 11:11–15. Jesucristo me invita a recibir un testimonio personal de que Él es mi Salvador. Responde las siguientes preguntas en un cuaderno de apuntes o en un diario de estudio de las Escrituras:

   • ¿Qué experiencias te han llevado a obtener tu propio testimonio de que Jesucristo es tu Salvador?

   • ¿Qué piensas que le gustaría al Salvador que hicieras para fortalecer tu testimonio de Él?

   • ¿En qué ocasiones has sentido que el Salvador te conoce y que te ha bendecido en forma individual?

Una vez que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para completar la actividad, pida a un alumno que lea 3 Nefi 11:16–17 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura con la vista y que busque lo que las personas hicieron después de haber tenido esa experiencia personal con el Salvador. Quizá desee explicar que hosanna es una palabra hebrea que significa “sálvanos” o “por favor sálvanos” y que se utiliza en las Escrituras como exclamación de alabanza y súplica (véase Bible Dictionary, “Hosanna”, Guía para el Estudio de las Escrituras, “Hosanna”, escrituras.lds.org).

• ¿Por qué piensan que las personas exclamaron “hosanna” después de la experiencia que tuvieron con el Salvador?

Pida a los alumnos que lean 3 Nefi 11:15 con mayor detenimiento y que descubran lo que las personas hicieron después de haber visto y sentido las heridas del Salvador. (Las personas testificaron que era Jesucristo.)

• ¿Es necesario que veamos y toquemos al Salvador para saber que vive? (véase Moroni 10:5). ¿De qué manera podemos testificar de Jesucristo?

• ¿De qué forma podemos aplicar 3 Nefi 11:15 a nosotros mismos? ¿Qué debe hacer cada uno de nosotros tras recibir un testimonio de Jesucristo? (Al recibir un testimonio personal de Jesucristo, tenemos la responsabilidad de testificar de Él.)

Para concluir la clase, invite a los alumnos a hablar de ocasiones en que hayan compartido su testimonio de Jesucristo con los demás. Según el tiempo lo permita, invite a todos los que deseen hacerlo a compartir un testimonio breve del Salvador y, quizás, indicar lo que han hecho para obtener su testimonio. Si el tiempo lo permite, quizá también desee pedirles que compartan algo de lo que escribieron o sintieron durante su estudio de 3 Nefi 11 el día de hoy.

Comentarios e información de contexto

3 Nefi 11:3. “Una voz suave”

El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la forma en que la voz del Espíritu Santo funciona en nuestra mente y corazón:

“… la voz del Espíritu viene como un sentimiento más que como un sonido. Ustedes aprenderán, como yo lo he hecho, a ‘escuchar’ esa voz que se siente en vez de oírse…

“El don del Espíritu Santo, si ustedes lo permiten, los guiará y los protegerá, e incluso corregirá sus acciones. Se trata de una voz espiritual que acude a la mente como una idea o un sentimiento que les llega al corazón…

“No se espera que vayan por la vida sin cometer errores, pero no cometerán un error grave sin que primeramente reciban una advertencia mediante los susurros del Espíritu” (“Consejo a los jóvenes”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 17).