Alma 34–35

Introducción

Después de que Alma enseñó a los zoramitas a creer en el Hijo de Dios, Amulek expresó su propio testimonio de Jesucristo y proporcionó así un segundo testigo. Amulek, el compañero de Alma, hizo hincapié en que la expiación de Jesucristo es necesaria para la salvación de toda la humanidad y que las personas pueden recibir todas las bendiciones de la Expiación conforme ejerzan la fe para arrepentimiento. Muchos zoramitas prestaron atención a la invitación de Amulek de arrepentirse. Cuando los zoramitas arrepentidos fueron expulsados de la tierra por los gobernantes y sacerdotes inicuos, los nefitas y el pueblo de Ammón les dieron alimento, ropa y tierras para su herencia. Como resultado, los lamanitas y los zoramitas impenitentes comenzaron a hacer preparativos para la guerra contra los nefitas y el pueblo de Ammón.

Sugerencias para la enseñanza

Alma 34:1–14

Amulek enseña a los zoramitas en cuanto a la expiación de Jesucristo

Escriba las siguientes afirmaciones en la pizarra antes de que comience la clase. Pida a los alumnos que escriban en su cuaderno de apuntes o en una hoja de papel si creen que cada afirmación es verdadera o falsa.

Cuando Jesucristo expió los pecados de la humanidad, sólo sufrió por la gente justa.
Todas las personas necesitan la Expiación para ser salvas.
Cualquier persona puede expiar o pagar los pecados de otra persona.

Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para registrar sus respuestas, recuérdeles que Alma enseñó a un grupo de zoramitas la forma de recibir la palabra de Dios y de ejercer la fe en Jesucristo (véase Alma 32–33). Resuma Alma 34:1–7 y, para ello, explique que después de Alma, Amulek compartió su propio testimonio sobre el Salvador. Pida a los alumnos que lean en silencio las enseñanzas de Amulek que se encuentran en Alma 34:8–9, 11 y que busquen las frases que indican si cada afirmación de la pizarra es verdadera o falsa; luego repasen las afirmaciones como clase. Las respuestas correctas son:

Falso—“Expiará los pecados del mundo” (Alma 34:8).
Verdadero—“Debe efectuarse una expiación, o de lo contrario, todo el género humano inevitablemente debe perecer” (Alma 34:9).
Falso—“No hay hombre alguno que sacrifique su propia sangre, la cual expíe los pecados de otro” (Alma 34:11).

Una vez que los alumnos hayan analizado la respuesta de la afirmación 3, pregunte:

¿Por qué piensan que Jesucristo es el único que podía expiar los pecados del mundo?

A fin de ayudar a los alumnos a responder la pregunta, pídales que lean Alma 34:10, 14 en silencio. Luego lea las siguientes palabras del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles:

“Su expiación es infinita: no tiene fin. También es infinita en el sentido de que todo el género humano se salvará de la muerte sin fin, y es infinita en el sentido del intenso sufrimiento del Salvador… Es infinita en lo que abarca, porque se hizo una sola vez por todos. Y la misericordia de la Expiación se extiende no sólo a una cantidad infinita de personas, sino también a un número infinito de mundos creados por Él. Es infinita más allá de cualquier escala de dimensión humana y de comprensión mortal.

“Jesús fue el único que pudo haber ofrecido esa Expiación infinita, dado que había nacido de madre mortal y de Padre inmortal. Debido a ese nacimiento singular, Jesús era un Ser infinito” (véase “La Expiación”, Liahona, enero de 1997, págs. 38–39).

“De acuerdo con la ley eterna, la Expiación exigía que un Ser inmortal, no sujeto a la muerte, se ofreciera en sacrificio; pero también debía morir y volver a tomar Su cuerpo. El Salvador era el único que podía llevar esto a cabo, pues había heredado de Su madre la facultad de morir y de Su Padre el poder sobre la muerte” (“La constancia en medio del cambio”, Liahona, enero de 1994, pág. 39).

¿En qué forma nos ayudan las enseñanzas de Amulek y las palabras del élder Nelson a entender por qué Jesucristo era el único que podía expiar los pecados del mundo?
¿De qué manera podrían resumir lo que han aprendido hasta ahora en Alma 34 en cuanto a la expiación de Jesucristo? (Los alumnos quizá sugieran otros principios verdaderos, pero asegúrese de que entiendan que la expiación infinita y eterna de Jesucristo hace posible la salvación para toda la humanidad.)

A fin de ayudar a los alumnos a apreciar más la necesidad de la Expiación en el Plan de Salvación del Padre Celestial, considere utilizar la siguiente actividad. Quizá desee adaptarla para satisfacer las necesidades y los intereses de los alumnos a quienes enseña.

Escriba la siguiente frase en la pizarra: Imaginen la vida sin…

Sostenga en alto un objeto que muchos jóvenes valoren (tal como un teléfono celular) y pregunte:

¿Cómo se imaginan que sería la vida sin este objeto?

En seguida, sostenga en algo una botella o vaso de agua (o algo más que sea esencial para subsistir).

¿Cómo sería la vida si no tuviéramos agua?

Una vez que los alumnos hayan analizado la necesidad del agua, complete la afirmación de la pizarra para que diga lo siguiente: Imaginen la vida sin la expiación de Jesucristo.

¿En qué formas sería diferente la vida sin la expiación de Jesucristo? (Antes de pedirles respuestas, conceda a los alumnos un momento para que mediten la pregunta. Si hubiera suficiente tiempo, quizá desee pedirles que escriban las respuestas a la pregunta.)

Alma 34:15–41

Amulek enseña a los zoramitas la forma de ejercer fe para arrepentimiento

Señale que aun cuando Jesucristo llevó a cabo la Expiación para toda la gente, no recibimos todas sus bendiciones automáticamente. Amulek enseñó lo que debemos hacer para recibir todas las bendiciones que están disponibles mediante la Expiación. Pida a los alumnos que lean Alma 34:15–17 en silencio y que descubran una frase que Amulek dijo cuatro veces. (“Fe para arrepentimiento”.)

¿Qué podemos aprender en Alma 34:15–17 en cuanto a lo que debemos hacer para recibir todas las bendiciones de la Expiación? (Asegúrese de que los alumnos entiendan que a fin de recibir todas las bendiciones de la Expiación, debemos ejercer fe para arrepentimiento.)
¿Qué piensan que significa ejercer fe para arrepentimiento?

Para ayudar a los alumnos a entender lo que significa ejercer fe para arrepentimiento, lea las siguientes palabras del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia:

“Para arrepentirnos, debemos tener una fe firme en Cristo … La fe en Cristo cambiará nuestros pensamientos, nuestras creencias y nuestro comportamiento que no estén en armonía con la voluntad de Dios … El arrepentimiento significa un cambio en la mente y en el corazón; dejar de hacer lo incorrecto y comenzar a hacer lo correcto” (“El punto de retorno seguro”, Liahona, mayo de 2007, pág. 100).

¿Por qué es importante entender que el arrepentimiento requiere que no sólo dejemos de hacer lo que es incorrecto, sino que comencemos a hacer lo que es correcto?
Según Alma 34:16, ¿qué resulta de ejercer fe para arrepentimiento?
¿Qué sucede si no ejercemos fe para arrepentimiento? (Quizá desee explicar que “queda[r] expuesto a las exigencias de toda la ley de la justicia” significa sufrir todas las consecuencias de nuestros pecados y perder las bendiciones de la vida eterna.)
Según Alma 34:17, ¿qué cosa podemos hacer para ejercer fe para arrepentimiento?

Pida a los alumnos que lean Alma 34:17–28 en silencio y que busquen lo que Amulek enseñó a los zoramitas en cuanto a la oración, incluso cuándo orar y por qué cosas orar.

¿Qué enseñó Amulek en cuanto a la oración que se relacione con la vida de ustedes? ¿Por qué piensan que la oración es una parte importante de ejercer fe para arrepentimiento?
Amulek dijo que nuestras oraciones no nos valdrán nada, o serán inútiles, si no ayudamos a los que están a nuestro alrededor (véase Alma 34:28). ¿Por qué creen que esto es así?

A fin de ayudar a los alumnos a considerar formas adicionales en que podemos ejercer fe para arrepentimiento, pídales que respondan a los siguientes ejemplos:

Un jovencito ha desarrollado el hábito de usar vocabulario inapropiado. ¿Cuáles son algunas de las formas en que podría demostrar fe para arrepentimiento para librarse de ese hábito? (Entre las respuestas se podría incluir orar pidiendo ayuda, pedir ayuda a los amigos y a los miembros de la familia, y participar en actividades que inviten al Espíritu.)
Un joven y una jovencita llevan una relación inapropiada. Han sentido al Espíritu Santo inspirarles que terminen la relación inmediatamente. ¿De qué manera seguir esa impresión representa fe para arrepentimiento? ¿Qué otras medidas quizá sea necesario que tomen para asegurar que estén en el camino al arrepentimiento completo? (Entre las respuestas se podría incluir procurar la guía del obispo o del presidente de rama, y orar pidiendo fuerza y perdón.)

¿Qué significa postergar o demorar? ¿Cuáles son algunas razones por las que las personas postergan o demoran las cosas?

Pida a los alumnos que lean Alma 34:33 en silencio y que busquen algo que Amulek advirtió a los zoramitas que no debían demorar hacer. Pida a algunos alumnos que se turnen para leer Alma 34:32–35 en voz alta. Conforme vayan leyendo, pida a la clase que busquen consecuencias de demorar el arrepentimiento. A medida que vayan diciendo lo que aprendieron, escriba la siguiente verdad en la pizarra: Esta vida es cuando debemos prepararnos para comparecer ante Dios.

¿De qué manera explicarían esa verdad a otra persona?
Imaginen que tienen un amigo que está desobedeciendo algunos mandamientos a sabiendas pero que planea arrepentirse después. ¿Qué le enseñarían a ese amigo basándose en lo que aprendieron en Alma 34:32–35?

Explique que Amulek no sólo advirtió en cuanto a las consecuencias de demorar el arrepentimiento; también enseñó en cuanto a las bendiciones de decidir arrepentirse ahora. Pida a los alumnos que lean Alma 34:30–31 en silencio y que descubran esa bendición.

En Alma 34:31, ¿qué se promete a quienes se arrepientan ahora? (“Inmediatamente obrará para vosotros el gran plan de redención”.)

Lea las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles:

“No es necesario que sepan todo para que el poder de la Expiación surta efecto en ustedes. Tengan fe en Cristo, ¡y empezará a surtir efecto el mismo día que lo pidan!” (véase “Lavados y purificados”, Liahona, julio de 1997, pág. 10).

¿De qué manera nos ayuda el entender esa promesa? ¿En qué formas han sentido que la Expiación comienza a surtir efecto en ustedes cuando han comenzado a confiar en ella?

Lea las siguientes palabras del presidente Harold B. Lee y pida a los alumnos que presten atención para descubrir lo que el presidente Lee llama “el más importante de todos los mandamientos”.

“Si han cometido errores, hagan del día de hoy el comienzo de un cambio en su vida. Apártense de lo malo que hayan estado haciendo. El más importante de todos los mandamientos de Dios es aquel que les resulte más difícil de guardar hoy. Si se trata de falta de honradez, de falta de castidad, de falsedad, de no decir la verdad, hoy es el día para comenzar a esforzarse por vencerlo hasta que puedan superar esa debilidad … Corrijan ese problema y en seguida encárguense del siguiente mandamiento que les resulte más difícil de cumplir” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, 2001, pág. 34).

Según el presidente Lee, ¿cuál es el mandamiento más importante? ¿Por qué?

Escriba las siguientes afirmaciones incompletas en la pizarra y pida a los alumnos que las completen en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras.

El día de hoy, el mandamiento más importante para mí es…

Empezaré desde ahora a ejercer fe para arrepentimiento al…

Alma 35

Los zoramitas arrepentidos van a habitar entre los justos

Resuma Alma 35 y, para ello, explique que muchos zoramitas se arrepintieron de sus pecados. Fueron expulsados de la tierra por los gobernantes y sacerdotes inicuos, y se fueron a vivir a la tierra de Jersón con el pueblo de Ammón. El pueblo de Ammón les dio tierras y los nefitas enviaron sus ejércitos para protegerlos.

Testifique que podemos recibir bendiciones de la expiación del Salvador en cuanto ejerzamos fe para arrepentimiento. Inste a los alumnos a seguir el ejemplo del pueblo de Ammón y de los nefitas al mostrar bondad y al apoyar a los que procuren arrepentirse.