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Lección 4: Portada, introducción y testimonios de los testigos


Lección 4

Portada, Introducción y Testimonios de los Testigos

Introducción

A medida que vaya enseñando el Libro de Mormón, ayudará a los alumnos a descubrir verdades que les acercarán más a Dios. Desde el principio del libro, queda claro que la intención de los autores del Libro de Mormón era testificar que Jesús es el Cristo. El libro también reafirma el convenio de Dios con la casa de Israel y demuestra la necesidad de que todos los hijos de Dios hagan y guarden convenios sagrados. Al estudiar el Libro de Mormón con espíritu de oración, los alumnos obtendrán un testimonio mayor del evangelio de Jesucristo y de la restauración de Su Iglesia en los últimos días. También aprenderán a ejercer más fe en Jesucristo y en Su expiación.

Sugerencias para la enseñanza

Posiblemente las sugerencias para enseñar esta lección requieran más tiempo del que usted tiene disponible para la clase. Considere con oración qué porciones son más necesarias para su clase.

Portada

Pida a los alumnos que abran el Libro de Mormón en la portada. Esa página comienza con las palabras “El Libro de Mormón, un relato escrito por la mano de Mormón sobre planchas, tomado de las planchas de Nefi”. El profeta José Smith explicó el origen de la portada:

“La portada del Libro de Mormón es una traducción literal de la última hoja, del lado izquierdo [del]… libro de planchas, en las cuales se encerraba la historia que se ha traducido… y… dicha portada en ningún sentido es composición moderna, ni mía ni de cualquier otro hombre que ha vivido o viva en esta generación” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 64).

Invite a los alumnos a leer la portada del Libro de Mormón en silencio. Dígales que busquen frases que declaren los propósitos del Libro de Mormón. (Si lo desea, puede dar una pista a los alumnos de que esos propósitos se expresan como cosas que el Libro de Mormón “mostrará” a los que lo lean.) Invite a varios alumnos a que escriban sus respuestas en la pizarra. Cuando hayan terminado, pídales que vuelvan a leer el segundo párrafo en silencio, insertando su propio nombre en lugar de “al resto de la casa de Israel”.

  • Al leer el Libro de Mormón, ¿cuáles de sus propósitos se han cumplido en la vida de ustedes? ¿Cómo se han cumplido?

  • ¿Cómo les ayuda el saber que los que hagan convenios con el Señor no serán “desechados para siempre”?

Diga a los alumnos que tal vez haya ocasiones en que se sientan solos o sientan que han sido “desechados”.

  • ¿Por qué es importante saber en esos momentos que no son “desechados para siempre”?

  • ¿En qué sentido es esta promesa una expresión del amor de Dios por ustedes?

A fin de ayudar a los alumnos a apreciar el propósito primordial del Libro de Mormón, pida a un alumno que lea la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson:

Presidente Ezra Taft Benson

“La misión principal del Libro de Mormón, según está registrada en su primera página descriptiva, es ‘para convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones’.

“Aquel que sinceramente esté buscando la verdad puede obtener el testimonio de que Jesús es el Cristo si medita con espíritu de oración en las palabras inspiradas del Libro de Mormón.

“Más de la mitad de los versículos que componen el Libro de Mormón se refieren a nuestro Señor. El nombre de Cristo, en alguna de sus formas, se menciona en ellos con mayor frecuencia que en el Nuevo Testamento.

“En el Libro de Mormón se le dan más de cien nombres diferentes, los cuales describen en forma particular Su naturaleza divina” (véase “Venid a Cristo”, Liahona, enero de 1988, pág. 82).

Comparta su testimonio de que el Libro de Mormón es un testigo de que Jesús es el Cristo.

Introducción al Libro de Mormón

En la pizarra dibuje un arco (véase la ilustración) o haga una maqueta de un arco usando madera u otros materiales.

arco de piedras

Pida a un alumno que lea en voz alta la declaración de José Smith que se encuentra en la introducción al Libro de Mormón (véase el párrafo 6). Si lo desea, sugiera que los alumnos marquen esa declaración en sus Escrituras.

  • ¿Cuál es el propósito de la piedra clave?

Explique que la piedra clave es la piedra central que está en la parte de arriba del arco. Cuando se construye un arco, se construyen los dos lados con soportes para sostenerlos. El espacio en la parte superior del arco se mide cuidadosamente, y se corta una piedra clave para que encaje perfectamente. Cuando se coloca la piedra clave en su lugar, el arco se sostiene sin soportes.

  • ¿Qué le sucede al arco si se quita la piedra clave? (Si está usando una maqueta, demuéstrelo quitando la piedra clave.)

  • ¿En qué sentido funciona el Libro de Mormón como la piedra clave con relación al Evangelio restaurado?

Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson. (Si lo desea, prepare la declaración en una hoja para que los alumnos la inserten en sus Escrituras. Como alternativa, podría pedirles que escriban la declaración en sus Escrituras, en la parte superior o inferior de la primera página de la introducción.)

“Hay tres formas en que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión. Es la piedra clave de nuestro testimonio de Jesucristo; es la piedra clave de nuestra doctrina y es la piedra clave del testimonio en general” (“El Libro de Mormón: La [piedra] clave de nuestra religión”, Liahona, octubre de 2011, pág. 54).

A fin de ayudar a los alumnos a entender de qué manera el Libro de Mormón es la piedra clave del testimonio, pida a un alumno que lea la siguiente declaración del presidente Benson:

“El Libro de Mormón es la piedra clave del testimonio… Al igual que el arco se derrumba si se le quita la piedra clave, así también toda la Iglesia permanece o cae en base a la veracidad del Libro de Mormón. Si el Libro de Mormón es verdadero… entonces uno debe aceptar las afirmaciones de la restauración y todo lo que la acompaña” (“El Libro de Mormón: La [piedra] clave de nuestra religión”, Liahona, octubre de 2011, pág. 55).

  • ¿Cómo ha influido el testimonio del Libro de Mormón que ustedes tienen en su testimonio de las doctrinas y los principios del Evangelio?

  • ¿Cómo les ha acercado más a Dios El Libro de Mormón?

Si le parece conveniente, hable de cómo su propio estudio del Libro de Mormón ha fortalecido su testimonio y le ha acercado más a Dios.

Pida a los alumnos que presenten una situación imaginaria. Dígales que se figuren que están regalando un ejemplar del Libro de Mormón a una persona que no es miembro de la Iglesia. Ayúdeles a prepararse para la dramatización dividiéndolos en dos grupos. Pida a los del primer grupo que lean los párrafos 2–4 de la introducción al Libro de Mormón, y a los del segundo grupo, los párrafos 5–8. Pida a los dos grupos que busquen información que consideren importante compartir a la hora de enseñar acerca del Libro de Mormón.

Después de darles tiempo de estudiar y de prepararse, pida a un alumno que venga al frente de la clase para representar el papel del que no es miembro de la Iglesia. Pida también a un alumno de cada uno de los dos grupos que pase al frente de la clase. Explique que estos dos alumnos actuarán como misioneros. Usarán el material que los de su grupo hayan descubierto en la introducción para enseñar al primer alumno acerca del Libro de Mormón.

Cuando los alumnos hayan terminado la dramatización, tal vez desee preguntar al resto de la clase si hay otras ideas de la introducción que podrían haber compartido si se les hubiera escogido a ellos para enseñar.

Si lo desea, señale que el Libro de Mormón no afirma categóricamente que contiene la historia de todos los pueblos que vivieron en el Hemisferio Occidental en la antigüedad, sino que es un registro únicamente de los descendientes de Lehi (los nefitas y los lamanitas) y del pueblo de Jared. Es posible que haya habido otros pueblos que hayan habitado el territorio del Hemisferio Occidental antes, durante y después de los acontecimientos registrados en el Libro de Mormón.

Invite a los alumnos a leer Moroni 10:3–5 en silencio.

  • Según Moroni, ¿cómo podemos saber que el Libro de Mormón es verdadero?

Pida a los alumnos que lean los párrafos 8–9 de la introducción al Libro de Mormón. Dígales que identifiquen tres verdades adicionales de las cuales obtendrán un testimonio si aceptan el desafío de Moroni.

Testifique a los alumnos que al leer, meditar y orar acerca del Libro de Mormón, el Espíritu Santo testificará que es verdad, que Jesús es el Cristo, que José Smith fue un profeta de Dios y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el reino del Señor sobre la tierra.

El Testimonio de Tres y de Ocho Testigos

Pida a los alumnos que se imaginen que fueron testigos de que alguien sacó algo valioso de la casa de un vecino.

  • ¿Por qué es valioso tener un testigo para esclarecer un delito?

  • ¿Por qué sería útil tener más de un testigo?

Pida a los alumnos que lean en silencio “El Testimonio de Tres Testigos” Dígales que busquen frases que sean particularmente significativas para ellos. Tal vez desee sugerir que marquen esas frases.

  • ¿Qué frases marcaron? ¿Por qué les resultan significativas? (Si lo desea, señale que la voz de Dios declaró a los Tres Testigos que las planchas fueron traducidas por el don y el poder de Dios.)

Pida a un alumno que lea “El Testimonio de Ocho Testigos” en voz alta. Pida al resto de la clase que escuche para detectar las diferencias entre el testimonio de los tres y el de los ocho testigos.

  • ¿Qué diferencias notaron?

Pida a los alumnos que escriban su propio testimonio o sentimientos acerca del Libro de Mormón. Si lo desean, podrían escribir en su diario de estudio o en una hoja en blanco de sus Escrituras. Es posible que algunos alumnos piensen que aún no saben que el Libro de Mormón es verdadero. Aliéntelos a esforzarse por obtener un testimonio este año.

Comentarios e información de contexto

Portada

Las siguientes definiciones podrían serle útiles al estudiar la portada del Libro de Mormón.

Casa de Israel se refiere a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Jacob, el nieto de Abraham, cuyo nombre fue cambiado a Israel, tuvo doce hijos. Sus descendientes se han llegado a conocer como las doce tribus de Israel. Siendo la posteridad de Abraham, la casa de Israel era también el pueblo del convenio del Señor. Hoy en día, la casa de Israel incluye a los que hacen convenios con el Señor de guardar Sus mandamientos. “El nombre Israel por tanto se usa para indicar (1) al hombre Jacob, (2) a los descendientes literales de Jacob y (3) a los verdaderos creyentes en Cristo, sin importar su linaje ni ubicación geográfica” (Bible Dictionary, “Israel”).

Judíos originalmente se refería a cualquier persona de la tribu de Judá (una de las doce tribus de Israel). Su significado ha llegado a ser cualquier persona del reino de Judá (en la época del Antiguo Testamento, la parte sur del reino dividido de Israel), aunque no sea de la tribu de Judá. También se refiere a “los que practican la religión, el estilo de vida y las tradiciones del judaísmo pero que pueden o no ser judíos de nacimiento” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Judíos”, escrituras.lds.org).

Gentiles significa “las naciones”. Se refiere a los que (1) no son de la casa de Israel, (2) no creen en el Dios de Israel o no tienen el Evangelio, sea cual fuere su linaje, y (3) no son de la tierra de Judá ni viven en ella. Por ejemplo, a los peregrinos y a los colonos se les llama gentiles en 1 Nefi 13:3–13. Aquellos que sacaron a la luz el Libro de Mormón se les llama gentiles 1 Nefi 13:34. Los gentiles también sacaron a la luz a Doctrina y Convenios y a la Perla de Gran Precio (véase 1 Nefi 13:39). A los Estados Unidos de América se le llama una nación gentil en 1 Nefi 13:34, 39.

Un compendio es una versión corta de algo.

Un resto es un remanente o una parte que queda de algo. En la portada del Libro de Mormón, la frase “al resto de la Casa de Israel” se refiere al pueblo de Israel esparcido y su posteridad. Cuando Moroni finalizó su registro y selló las planchas de oro para que salieran a luz en los últimos días, quedó particularmente preocupado por los lamanitas sobrevivientes y sus descendientes, quienes eran un “resto de la casa de Israel”, según se lo había dicho su padre (Mormón 7:1). Moroni anticipaba el día en que los lamanitas conocerían y abrazarían una vez más el evangelio de Jesucristo (véase Moroni 1:4).

Introducción. Los descendientes de los lamanitas en nuestros días

Los lamanitas son algunos de los antepasados de los amerindios. No obstante, el Libro de Mormón no afirma que todos los amerindios sean descendientes de los lamanitas. El presidente Anthony W. Ivins, de la Primera Presidencia, declaró:

“Debemos tener cuidado con las conclusiones a las que llegamos. El Libro de Mormón enseña la historia de tres pueblos distintos… que llegaron del Viejo Mundo a este continente. No nos dice que no había nadie aquí antes de ellos. No nos dice que no vinieron otros pueblos después de ellos. Entonces, si se hacen descubrimientos que sugieran diferencias en el origen de las razas, eso se puede explicar de forma sencilla y razonable, pues nosotros sí creemos que otros pueblos vinieron a este continente” (en Conference Report, abril de 1929, pág. 15).

El Testimonio de Tres Testigos. “Traducidas por el don y el poder de Dios”

El élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles, reconoció que aunque el Libro de Mormón se tradujo por el don y el poder de Dios, no conocemos los detalles del proceso de traducción:

“Muchos de los que leen el Libro de Mormón desean saber (y se entiende que lo deseen) más acerca de la forma en que salió a la luz, incluso el proceso de traducción en sí. Ese fue el caso del fiel y leal Hyrum Smith. Cuando preguntó, el profeta José Smith le dijo a Hyrum que ‘la intención no era que se informara al mundo de todos los detalles de la salida a luz del Libro de Mormón’, y que ‘no era conveniente que él relatara esas cosas’ (History of the Church, tomo I, pág. 220). Por tanto, lo que ya sabemos de la salida a luz del Libro de Mormón es suficiente, pero no sabemos todos los pormenores…

“Únicamente el profeta José Smith conocía el proceso entero, e intencionalmente tendía a no describir los detalles. Reconocemos las palabras de David Whitmer, Joseph Knight y Martin Harris, quienes fueron observadores, mas no traductores. David Whitmer indicó que conforme el Profeta usaba los instrumentos divinos que se le habían proveído para ayudarle, ‘los jeroglíficos aparecían junto con la traducción al idioma inglés… en letras brillantes y luminosas’. Entonces José le leía las palabras a Oliver (citado en James H. Hart, “About the Book of Mormon”, Deseret Evening News, 25 de marzo de 1884, pág. 2). Martin Harris relató lo siguiente en cuanto a la piedra vidente: ‘Aparecían oraciones, el Profeta las leía y Martin las escribía’ (citado en Edward Stevenson, “One of the Three Witnesses: Incidents in the Life of Martin Harris”, Latter-day Saints’ Millennial Star, 6 de febrero de 1882, págs. 86–87). Joseph Knight hizo observaciones similares (véase Dean Jessee, “Joseph Knight’s Recollection of Early Mormon History”, BYU Studies 17, otoño de 1976, pág. 35).

“Se informó que Oliver Cowdery testificó en un tribunal que el Urim y Tumim permitió que José ‘leyera en inglés los caracteres de egipcio reformado que estaban grabados en las planchas’ (“Mormonites”, Evangelical Magazine and Gospel Advocate, 9 de abril de 1831). Si esos informes son correctos, sugieren un proceso que indica que Dios le dio a José ‘la visión y el poder’ para traducir (D. y C. 3:12)…

“El proceso revelador aparentemente no requería que el Profeta llegara a ser un experto en el idioma antiguo. La constancia de la revelación era más crucial que la presencia constante de las planchas abiertas, que de todas maneras, por instrucción, debían mantenerse alejadas de ojos no autorizados.

“Aunque el uso de instrumentos divinos también puede explicar la velocidad de la traducción, es posible que en ocasiones el Profeta haya usado un procedimiento menos mecánico. Simplemente no conocemos los detalles.

“Sin embargo, sí sabemos que ese proceso lleno de fe no fue fácil. Ese hecho fue claramente demostrado en el intento del mismo Oliver Cowdery por traducir. Oliver fracasó porque no continuó ‘como al comienzo’ y porque, faltándole fe y obras, ‘no [pensó] sino en [pedir]’ (D. y C. 9:5, 7). Él no estaba debidamente preparado para hacerlo…

“Sean cuales hayan sido los detalles del proceso, requería el esfuerzo personal e intenso de José, junto con la ayuda de los instrumentos reveladores. El proceso puede haber variado conforme iba creciendo la capacidad de José, usando el Urim y Tumim pero quizás dependiendo menos de esos instrumentos en la obra posterior de traducción del Profeta. El élder Orson Pratt, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que José Smith le dijo que usó el Urim y Tumim cuando le faltaba experiencia en la traducción, pero que posteriormente ya no lo necesitaba, lo cual fue el caso en la traducción de José de muchos versículos de la Biblia (véase Latter-day Saints’ Millennial Star, 11 de agosto de 1874, págs. 498–499)” (“By the Gift and Power of God”, Ensign, enero de 1997, pág. 39).