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Unidad 29 de Estudio individual supervisado


Lección de estudio individual supervisado

Mormón 8:12Éter 3 (unidad 29)

Material de preparación para el maestro del curso de estudio individual supervisado

Resumen de lecciones diarias de estudio individual supervisado

El siguiente resumen de las doctrinas y los principios que aprendieron los alumnos al estudiar Mormón 8:12Éter 3 (unidad 29) no es para que lo enseñe como parte de su lección. La lección que enseñe se centra en sólo unos pocos de estas doctrinas y principios. Siga las impresiones del Espíritu Santo conforme considere las necesidades de sus alumnos.

Día 1 (Mormón 8:12–41)

Los alumnos descubrieron que Moroni vio nuestros días y que escribió una descripción profética de las circunstancias en las que vivimos. Entendieron por qué razón el Libro de Mormón es un don valioso del Señor que puede guiarlos durante los últimos días. De acuerdo con la descripción que Moroni hizo de los últimos días, los alumnos también aprendieron que Dios nos tendrá por responsables de cómo tratamos a los pobres y los necesitados.

Día 2 (Mormón 9)

Moroni terminó el registro de su padre proclamando que, si nos arrepentimos y acudimos a Dios, estaremos sin mancha al entrar en Su presencia. De Moroni, los alumnos aprendieron que, debido a que Dios es inmutable, Él dará milagros según la fe de Sus hijos, y que, si oramos con fe al Padre Celestial en el nombre de Jesucristo, Él nos dará bendiciones que nos ayudarán a labrar nuestra salvación.

Día 3 (Éter 1–2)

Los alumnos aprendieron que el libro de Éter es el compendio que hizo Moroni de las veinticuatro planchas de oro que descubrió el pueblo de Limhi, según se encuentra registrado en el libro de Mosíah. Esas planchas hacían una relación de los jareditas, quienes fueron guiados por el Señor a la tierra prometida. Al estudiar las experiencias de los jareditas, los alumnos aprendieron que, al actuar con fe en la guía que el Señor nos ha dado, podemos recibir guía adicional de Él. En cierto momento del viaje hacia la tierra prometida, el Señor reprendió al hermano de Jared por no haberse acordado de acudir a Él. Estudiando esta experiencia, los alumnos aprendieron la importancia de acudir al Padre Celestial en oración con regularidad. La experiencia que tuvo el hermano de Jared con el Señor mientras construía los barcos ayudó a los alumnos a darse cuenta de que, al acudir al Señor y hacer nuestra parte para solucionar nuestros problemas, podemos recibir la ayuda del Señor.

Día 4 (Éter 3)

Cuando el hermano de Jared trató de resolver el problema de dar luz a los barcos, demostró que, si acudimos con humildad al Señor, Él nos bendecirá de acuerdo con nuestra fe y Su voluntad. Los alumnos aprendieron que, al ejercer fe en el Señor, nos acercamos más a Él. El hermano de Jared vivió esos principios, vio el cuerpo del espíritu del Salvador y tuvo una maravillosa visión de todos los habitantes de la tierra.

Introducción

El libro de Éter es el compendio que Moroni hizo del registro jaredita. El profeta Éter confeccionó este registro en veinticuatro planchas de oro, las cuales fueron descubiertas por un grupo del pueblo del rey Limhi. La idea para la enseñanza que sigue a continuación ayudará a los alumnos a entender algunos principios que se enseñan en Éter 1 acerca de la oración.

Sugerencias para la enseñanza

Éter 1

Mediante las oraciones del hermano de Jared, él, su familia y sus amigos obtienen misericordia y guía

Comience la lección pidiéndoles a los alumnos que piensen en una situación en la que se hayan encontrado y que hayan sentido que realmente tenían que orar para pedir ayuda. Invite a unos pocos alumnos a compartir sus experiencias o comparta una usted.

Recuérdeles a los alumnos que el libro de Éter es el compendio que hizo Moroni del registro de los jareditas. Jared, su hermano, sus amigos y sus familias vivieron durante la época de la Torre de Babel (aproximadamente en 2200 a.C.), cuando Dios confundió el lenguaje de las personas. Invite a un alumno a leer Éter 1:33–35 en voz alta y pídales a los integrantes de la clase que busquen las razones por las que Jared y su hermano sentían la necesidad de orar para pedir ayuda. Antes de que el alumno lea, quizá desee explicar que la frase “suplica[r] al Señor” es otra forma de decir “orar”. Después hágales las siguientes preguntas:

  • ¿Qué ayuda del Señor necesitaban Jared y su hermano?

  • ¿Qué dicen esos versículos acerca de cómo se sentía Jared con respecto a la fe de su hermano?

Divida la clase en grupos de dos. Invite a cada grupo a turnarse para leer en voz alta Éter 1:35–42. Antes de leer, pídales que busquen (1) cada ocasión en la que el hermano de Jared suplicó al Señor y (2) cada vez que el Señor le mostró compasión al hermano de Jared como resultado de sus oraciones. Una vez que haya pasado tiempo suficiente, invite a algunos grupos a compartir un ejemplo de una ocasión en la que el Señor le haya mostrado compasión al hermano de Jared y a su familia por causa de sus reiteradas oraciones.

Pregunte: ¿Qué principios aprendemos acerca de la oración en estos versículos? (Cuando los alumnos compartan los principios que hayan encontrado, enfatice este principio: Si acudimos constantemente a Dios con fe, Él tendrá compasión de nosotros. Anote el principio en la pizarra.)

Explíqueles a los alumnos que es importante recordar que “la oración es la acción mediante la cual la voluntad del Padre y la voluntad del hijo que ora llegan a corresponderse la una con la otra. La finalidad de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino obtener para nosotros y para otras personas las bendiciones que Dios esté dispuesto a otorgarnos, pero que debemos solicitar a fin de recibirlas” (Bible Dictionary, “Prayer”).

Invite a los alumnos a repasar Éter 1:34, 36, 38 y a buscar qué era lo que el hermano de Jared pedía en sus oraciones. Pídale a un alumno que haga una lista de las cosas que los alumnos encuentren debajo de “suplicar a Dios”, en el principio que anotó en la pizarra.

Haga hincapié en que Jared y su hermano tenían fe y estaban dispuestos a obedecer al Señor. Sugiérales a los alumnos que marquen la frase “seámosle fieles al Señor”, al final de Éter 1:38.

Invite a los alumnos a repasar Éter 1:35, 37, 40–42 y buscar formas concretas en que Dios bendijo al hermano de Jared y a su familia y amigos. Mientras los alumnos encuentran esas bendiciones, pídale a uno de ellos que haga una lista debajo de la palabra compasión, en el principio que anotó en la pizarra. Señale que el Señor le dio al hermano de Jared las bendiciones por las que había orado.

Anote las siguientes preguntas en la pizarra o prepare copias para repartir. Pídales a los alumnos que tengan en cuenta el principio anotado en la pizarra y que, en grupos de dos, charlen acerca de las preguntas. Las preguntas los ayudarán a comprender y sentir la importancia del principio.

¿Qué diferencia creen que hay entre “suplicar a Dios” y “hacer una oración”?

¿En qué ocasiones tú o alguien que conoces han experimentado la compasión del Padre Celestial en respuesta a una oración?

¿Qué aprendes acerca del Señor por medio de Sus respuestas a las oraciones del hermano de Jared?

Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para analizar las preguntas, podría pedirles que compartan una experiencia sobre la cual hayan hablado en su grupo o que compartan ideas de la charla que tuvieron.

Exprese su testimonio acerca del amor que el Padre Celestial siente por nosotros y Su deseo de bendecirnos si nosotros acudimos a Él con regularidad. Invite a los alumnos a considerar cómo podrían aplicar el principio de la pizarra. Por ejemplo, podrían fijarse la meta de orar más seguido o podrían elegir una forma de hacer que sus oraciones sean más sinceras. Si lo desea, deles tiempo para que anoten lo que deseen hacer en su diario de estudio de las Escrituras.

Explique que el estudiar las oraciones del hermano de Jared puede ayudarnos a entender mejor el amor que el Señor siente por nosotros y las bendiciones que obtenemos por medio de la oración. Pida a un alumno que lea Éter 1:43 en voz alta. Pídale a la clase que siga la lectura y que busque la bendición adicional que Dios les prometió a Jared y a su hermano. Una vez que los alumnos hayan comentado lo que aprendieron, señale que el hermano de Jared no había orado específicamente por la bendición de que su posteridad llegara a ser una nación grande. Podría sugerirles a los alumnos que marquen en su ejemplar de las Escrituras la frase al final de Éter 1:43, que muestra por qué Dios respondió la oración del hermano de Jared de ese modo: “porque me has suplicado todo este largo tiempo”.

Pregunte: ¿Qué principios aprendemos de la generosidad del Señor para con Jared y su hermano, como se muestra en Éter 1:43?

Son muchos los principios que aprendemos de este pasaje de las Escrituras. Un principio importante es éste: Si oramos regularmente a Dios con fe, podemos recibir más bendiciones que las que pedimos.

Pregunte: ¿En qué ocasión han tenido una experiencia que pruebe que este principio es verdadero? ¿Conocen a alguien o se les ocurre un personaje de las Escrituras que haya tenido una experiencia así? (Dígales a los alumnos que les dará un momento para pensar en ejemplos antes de pedirles que contesten. Quizá también desee compartir una experiencia personal.)

Para dar fin a la lección, exprese su testimonio de que Dios escucha y contesta nuestras oraciones; Él está lleno de sabiduría y compasión, y se deleita en bendecir a Sus hijos; se complace cuando oramos a Él sincera y constantemente. Inste a los alumnos a esforzarse por orar con más fe y anímelos a recordar que el Padre Celestial está lleno de compasión y contestará sus oraciones según lo que Él sabe que traerá las mayores bendiciones a su vida.

Próxima unidad (Éter 4–12)

En la próxima unidad, los alumnos aprenderán más acerca de los jareditas. Si bien los profetas les advierten a los jareditas que no es bueno nombrar reyes, el pueblo lo hace y los reyes conducen al pueblo al cautiverio. Los hombres que desean poder mundano usan combinaciones secretas para lograr sus deseos egoístas. Moroni registra muchas cosas maravillosas que se llevaron a efecto porque algunas personas tenían mucha fe y enseña que quienes se humillen ante Dios y tengan fe en Él recibirán Su gracia para ayudarlos a vencer sus debilidades.