Lección 140
Mormón 7–8:11
Introducción
Tras la batalla final entre los nefitas y los lamanitas, Mormón les escribió a los futuros descendientes del pueblo del Libro de Mormón acerca de la importancia de saber quiénes son y qué deben hacer para ser salvos. Con un gran amor por los futuros descendientes de sus enemigos, Mormón enseñó la importancia de seguir el evangelio de Jesucristo a fin de que “[les fuera] bien en el día del juicio” (Mormón 7:10). Después de que Mormón murió, su hijo Moroni quedó solo para escribir acerca de la destrucción de su pueblo.
Sugerencias para la enseñanza
Mormón 7
En su testimonio final, Mormón exhorta a los descendientes de los lamanitas a creer en Jesucristo y seguir Su evangelio
Anote la cifra 230.000 en la pizarra. Pregúnteles a los alumnos si recuerdan qué relación hay entre ese número y la destrucción de los nefitas. (Es la cantidad de soldados nefitas que murieron en la última batalla, como está registrado en Mormón 6. Quizá sea bueno que haga hincapié en que, al parecer, las cifras de Mormón 6:10–15 se refieren sólo a los que lucharon en la batalla y no a los muchos otros que fueron muertos como resultado de la batalla.) Pida a los alumnos que se imaginen que sobrevivieron a una gran batalla en la que sus familiares y amigos murieron y su nación fue conquistada. Deles un momento para pensar en lo que dirían si les escribieran un mensaje a los descendientes del pueblo que mató a sus seres queridos y conquistó su nación.
Invite a los alumnos a leer Mormón 7:1–4 en silencio y a buscar algunas de las últimas palabras de Mormón a los descendientes de los lamanitas.
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¿Qué deseaba Mormón que supieran los descendientes de los lamanitas?
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¿Qué atributos del Salvador se reflejan en las palabras de Mormón a sus enemigos?
Ayude a los alumnos a comprender que Mormón les enseñó a los descendientes de los lamanitas lo que debían hacer para ser salvos. Tenía caridad hacia todas las personas, incluso hacia sus enemigos.
Pida a los alumnos que lean Mormón 7:5, 8, 10 en silencio y que determinen qué fue lo que Mormón les enseñó a sus lectores que debían hacer. Pídales también que comenten lo que hayan encontrado y haga una lista de sus respuestas en la pizarra. Quizá sea bueno que mencione que lo que enseñó Mormón eran los mismos principios del Evangelio que podrían haber salvado a los nefitas de la destrucción (véase Mormón 3:2).
Pida a un alumno que lea Mormón 7:6–7 en voz alta. Pida a los demás que sigan la lectura en silencio y que busquen lo que el Señor les ofrece a todos los que crean en Él y acepten Su evangelio. Cuando hayan comentado lo que hayan encontrado, anímelos a anotar la siguiente verdad junto a Mormón 7:6–7: El Señor ofrece la salvación a todos y redimirá a cada uno de los que acepten los principios y las ordenanzas de Su evangelio.
Escriba esta pregunta en la pizarra. Invite a los alumnos a redactar sus respuestas a la pregunta en su cuaderno o diario de estudio de las Escrituras.
Invite a algunos alumnos a compartir lo que hayan escrito.
Mormón 8:1–11
Después de la muerte de Mormón, su hijo Moroni queda solo para escribir acerca de la destrucción de su pueblo
Pida a los alumnos que piensen en una ocasión en la que han estado solos al hacer frente a una situación que ponía a prueba su fe, como una ocasión en la que podrían haber hecho algo malo sin que nadie los viera. Invítelos a considerar si su determinación de seguir al Salvador y guardar Sus mandamientos en ese momento aumentó, permaneció igual o disminuyó.
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¿Por qué algunas personas podrían escoger no ser fieles cuando se encuentran solas en una situación que pone a prueba su fe?
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¿Por qué algunas personas podrían permanecer fieles en esa misma situación?
Explique que a Mormón lo mataron después de la última batalla entre los nefitas y los lamanitas, y que su hijo Moroni quedó solo, sin ningún familiar ni nadie de su pueblo. Invite a los alumnos a leer en voz alta las palabras de Moroni que se encuentran en Mormón 8:1–9 y pídale a la clase que busque las descripciones de las circunstancias de Moroni. Dígales que comenten lo que hayan encontrado.
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¿Cómo creen que se sentirían si se encontraran en las circunstancias de Moroni?
Haciendo uso de las fechas que aparecen en la parte inferior de las páginas o en los encabezados de los capítulos, ayude a los alumnos a ver que pasaron aproximadamente dieciséis años entre las últimas palabras escritas de Mormón y la ocasión en que Moroni comenzó a escribir en las planchas. Luego invite a los alumnos a echar un vistazo nuevamente a Mormón 8:1–4 para ver qué estaba determinado a hacer Moroni, a pesar de que había estado tanto tiempo solo. Dígales que comenten lo que hayan encontrado. (Deben entender que estaba determinado a obedecer a su padre y escribir en las planchas.)
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¿Qué principios aprendemos de la obediencia de Moroni a pesar de sus circunstancias? (Cuando los alumnos compartan sus ideas, haga hincapié en esta verdad: Incluso cuando estamos solos, podemos escoger permanecer fieles. Tal vez desee invitar a los alumnos a que escriban esa explicación en sus Escrituras junto a Mormón 8:1–4.)
Señale que Moroni tenía una misión especial: “[quedó] solo para escribir el triste relato de la destrucción de [su] pueblo” (Mormón 8:3). Aunque los alumnos no se enfrentarán con esas mismas circunstancias, sí podrían encontrarse en situaciones en las que estén solos y tengan que permanecer fieles. Además, quizá se hallen en situaciones en las que se sentirán solos, incluso estando con otras personas, como al estar con personas que no vivan las normas que han establecido el Señor y Sus profetas.
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¿A quién conocen que haya sido fiel, aun al estar solo en circunstancias difíciles?
Cuando los alumnos contesten esta pregunta, haga algunas o todas estas preguntas complementarias:
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¿Cómo se comportó esa persona en esas circunstancias?
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Al final de cuentas, ¿qué bendiciones recibió la persona por hacer lo que Dios le había mandado que hiciera?
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¿Qué efecto tienen esos ejemplos en ustedes?
Pida a los alumnos que lean Mormón 8:10–11 en silencio. Pídales que determinen en qué forma el Señor sostuvo a Moroni y a Mormón durante las circunstancias difíciles a las que hicieron frente. (El Señor envió a los tres nefitas para que ministraran a Mormón y a Moroni; véase también 3 Nefi 28:25–26.) Haga hincapié en que, si somos fieles a Dios en ocasiones difíciles o de soledad, Él nos ayudará a permanecer fieles. Válgase de las siguientes preguntas para analizar esta verdad:
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¿En qué ocasiones han sido obedientes a alguno de los mandamientos del Padre Celestial en alguna circunstancia particularmente difícil? ¿Qué bendiciones recibieron por haber sido obedientes?
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¿Por qué creen que es importante prepararnos ahora para ser fieles en futuras circunstancias difíciles?
A fin de animar a los alumnos a permanecer fieles en situaciones en las que tengan que estar solos, comparta esta cita del presidente Thomas S. Monson:
“Al vivir nuestro día a día, es casi inevitable que nuestra fe se ponga en tela de juicio. A veces estaremos rodeados de otras personas y, sin embargo, seremos la minoría o incluso seremos los únicos con un criterio distinto en cuanto a lo que es aceptable y lo que no lo es. ¿Tenemos el valor moral para defender nuestras creencias aunque tengamos que hacerlo solos? … Que siempre seamos valientes y estemos preparados para defender lo que creemos, y si tenemos que estar solos en el proceso, que lo hagamos con valor, con esa fortaleza que viene del conocimiento de que en realidad nunca estamos solos cuando estamos con nuestro Padre Celestial” (“Atrévete a lo correcto aunque solo estés”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 60, 67).
Concluya contando una experiencia en la que el Señor le haya bendecido por ser fiel en una situación difícil o de soledad.