Unidad 21: Día 3
1 Corintios 1–2
Introducción
Después de leer acerca de algunos de los problemas por los que estaban pasando los miembros de la Iglesia en Corinto, Pablo les escribió y los exhortó a eliminar la contención y llegar a estar unidos. También explicó que Dios llama a los débiles y a los humildes para predicar Su evangelio y que las cosas de Dios solo se pueden conocer y comprender por medio del Espíritu.
1 Corintios 1:1–16
Pablo les escribe a los santos de Corinto y los exhorta a eliminar la contención y a ser unidos
Piensa en una familia, un equipo deportivo y un grupo de amigos.
¿Qué cosas podrían causar divisiones y contención en cada uno de esos grupos?
¿De qué manera dichas divisiones y contención podrían afectar a una familia, un equipo o a un grupo de amigos?
Reflexiona acerca de la manera en la que las divisiones y la contención entre los miembros puede afectar a la Iglesia.
Al estudiar 1 Corintios 1, busca una verdad que Pablo enseñó a los santos de Corinto acerca de las divisiones y la contención.
Ubica a Corinto en el siguiente mapa:
Durante su segundo viaje misional, Pablo viajó a la ciudad de Corinto, en Grecia, donde predicó el Evangelio. Muchas personas se bautizaron en esa ocasión (véase Hechos 18:1–18). Más tarde, cuando Pablo estaba predicando en Éfeso, se enteró que habían surgido problemas entre los miembros de la Iglesia de Corinto debido a que varios de los conversos estaban volviendo a sus creencias pasadas y a la adoración de ídolos. Pablo les escribió a los miembros de la Iglesia de Corinto para fortalecerlos y recordarles su compromiso de servir al Señor.
En 1 Corintios 1:1–9 leemos que Pablo les dijo a los santos de Corinto que le agradecía a Dios por parte de ellos, por la gracia que habían recibido por medio de Jesucristo, que los había bendecido en todas las cosas.
Lee 1 Corintios 1:10–11 y fíjate que exhortó Pablo a los santos corintios que hicieran.
Para reconocer una verdad que se halla en esos versículos, utiliza las siguientes palabras para llenar los espacios en blanco en la siguiente declaración: unidos, espera, contención, eliminemos.
El Señor ____________________ que como santos seamos ____________________ y que ____________________ las divisiones y la ____________________.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Qué bendiciones recibimos como miembros de la Iglesia cuando nos esforzamos por ser unidos y eliminar las divisiones y la contención?
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¿En qué ocasiones has sido bendecido como resultado de ser unidos en tu familia, clase, cuórum, o barrio o rama?
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¿Qué podemos hacer para eliminar las divisiones y la contención en la Iglesia?
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De acuerdo con 1 Corintios 1:12–16, los miembros de la Iglesia de Corinto se estaban dividiendo en grupos según las diferentes interpretaciones de la doctrina de la Iglesia, y apoyaban sus puntos de vista al citar a líderes prominentes de la Iglesia.
1 Corintios 1:17–31
Pablo enseña a los santos que Dios llama a los débiles para predicar Su evangelio
En la época de Pablo, Grecia estaba bajo el dominio de Roma y muchos griegos vivían en Corinto. Los griegos estimaban de gran valor las ideas filosóficas y la sabiduría del mundo.
Considera por qué a alguien que valora las filosofías mundanas podría resultarle difícil aceptar o vivir el Evangelio.
Al estudiar 1 Corintios 1:17–31, busca una verdad que pueda ayudarte a comprender la insensatez de confiar en la sabiduría del mundo.
Lee 1 Corintios 1:17–22 para ver lo que el apóstol Pablo enseñó acerca de la sabiduría del mundo en oposición a la sabiduría de Dios. Las expresiones “sabiduría de los sabios” (1 Corintios 1:19) y “sabiduría del mundo” (1 Corintios 1:20) hacen referencia a las tradiciones filosóficas erróneas de la época. También puede ser útil saber que Pablo utilizó la expresión “la cruz” (1 Corintios 1:17–18) para referirse a la vida, misión y expiación de Jesucristo.
¿Por qué piensas que los no creyentes consideraban que el mensaje de la expiación de Jesucristo era locura?
Lee 1 Corintios 1:25 y presta atención a lo que Pablo enseñó acerca de la sabiduría humana comparada con la sabiduría de Dios. Dios no es insensato ni tiene ninguna debilidad. Pablo utilizó las expresiones “lo insensato de Dios es más sabio que los hombres” y “lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” para transmitir la idea de que la sabiduría y el poder humanos no son nada comparados con la sabiduría y el poder de Dios.
Encierra en un círculo la verdad que describa mejor lo que Pablo enseñó a los corintios acerca de la sabiduría de Dios:
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La sabiduría de Dios es mayor que la sabiduría humana.
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Una persona es poderosa cuando es sabia.
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Las señales de los cielos son mayores que la sabiduría de los griegos.
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Lee 1 Corintios 1:26–27 para ver a quién elige Dios para predicar Su evangelio.
Reflexiona acerca de por qué Dios escoge a aquellos que el mundo considera insensatos y débiles para que prediquen Su evangelio.
En 1 Corintios 1:28–31 aprendemos que Pablo enseñó que Jesucristo es el ejemplo perfecto de “sabiduría, y justificación, y santificación y redención” (1 Corintios 1:30) y que debemos gloriarnos o regocijarnos en Él.
1 Corintios 2
Pablo explica la forma en la que aprendemos las cosas de Dios
Lee el siguiente relato que el presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, contó sobre una experiencia que sucedió antes de que él fuera llamado para ser una Autoridad General:
“… Estaba sentado en un avión junto a un ateo declarado que insistía con tanta vehemencia en su incredulidad en Dios que compartí mi testimonio con él. ‘Está equivocado’, le dije. ‘Hay un Dios. ¡Yo sé que Él vive!’
“Él protestó: ‘No lo sabe. ¡Nadie lo sabe! ¡No puede saberlo!’. Pero al ver que yo no cedía, ese ateo, que era abogado, formuló lo que quizá sea la gran pregunta en lo que respecta al testimonio. ‘Muy bien’, dijo con un tono despectivo y condescendiente, ‘usted dice que lo sabe. Dígame cómo lo sabe’.
“Cuando intenté responder, a pesar de que poseía títulos académicos superiores, no logré comunicarme…
“Cuando utilicé las palabras del Espíritu y testimonio, el ateo respondió: ‘No sé de qué me habla’. Las palabras oración, discernimiento y fe tampoco tenían ningún significado para él. ‘¿Lo ve?’, dijo, ‘no lo sabe de verdad. Si así fuera, sería capaz de decirme cómo lo sabe’.
“Tuve la impresión de que quizá había compartido mi testimonio con él de manera imprudente y no sabía qué hacer…” (“Lámpara de Jehová”, Liahona, octubre de 1983, págs. 27–28).
Si hubieras estado en esa situación, ¿qué le habrías dicho a ese hombre que no creía en Dios?
Al estudiar 1 Corintios 2, busca una verdad que te ayude a comprender por qué ese hombre no podía entender las palabras del presidente Packer y por qué puedes confiar en tu conocimiento de los asuntos espirituales.
En 1 Corintios 2:1–8 leemos que Pablo dijo a los santos de Corinto que él no utilizaba la sabiduría del mundo para convencerlos de la veracidad del Evangelio. Les explicó que él les enseñaba por medio del poder del Espíritu para que tuvieran fe en Dios. Pablo también les dijo que los incrédulos no pueden comprender los misterios de Dios.
Lee 1 Corintios 2:9–16 para ver por qué dijo Pablo que algunas personas pueden conocer y comprender las “cosas de Dios” (1 Corintios 2:10–11) mientras que otras no pueden hacerlo.
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Según 1 Corintios 2:9–10, ¿por qué podían Pablo y otras personas fieles entender las cosas de Dios?
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De acuerdo con 1 Corintios 2:14, ¿por qué algunas personas no pueden entender las cosas de Dios?
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De esos versículos aprendemos la siguiente verdad: Solamente podemos conocer y entender las cosas de Dios por medio de Su Espíritu. Podrías marcar en 1 Corintios 2:10–14 las palabras o frases que enseñan esa verdad.
Para concluir su relato, el presidente Packer explicó que se sintió inspirado a preguntarle al hombre que estaba sentado junto a él en el avión si sabía qué sabor tiene la sal.
“‘Claro que sí’, respondió él.
“‘¿Cuándo fue la última vez que probó sal?’.
“‘Acabo de cenar aquí en el avión’.
“‘Usted cree que sabe qué sabor tiene la sal’, le dije.
“Insistió él: ‘Conozco perfectamente el sabor de la sal’…
“‘Entonces’, dije, ‘suponiendo que yo nunca haya probado la sal, explíqueme exactamente cuál es su sabor’…
“Tras varios intentos, por supuesto, no pudo hacerlo. No logró expresar, solo con palabras, una experiencia tan común como la de sentir el sabor de la sal. Le expresé mi testimonio una vez más y le dije: ‘Sé que hay un Dios. Usted ha ridiculizado ese testimonio diciendo que si lo supiera de verdad, podría decirle exactamente cómo lo sé. Amigo mío, hablando en términos espirituales, he probado la sal; y no soy más capaz de expresar con palabras cómo he recibido este conocimiento que usted de explicarme qué sabor tiene la sal. Pero se lo digo una vez más: ¡Hay un Dios, y vive! Y solo porque usted no lo sepa, no pretenda convencerme de que yo no lo sé, porque sí lo sé’.
“Cuando nos separamos, lo oí refunfuñar: ‘¡No tengo por qué utilizar su religión como muleta! No la necesito’.
“A partir de aquella experiencia, nunca me he avergonzado por no saber explicar con palabras todo lo que sé espiritualmente” (véase “Lámpara de Jehová”, págs. 28–30).
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Haz una lista de las cosas de Dios que solo se pueden conocer y comprender por medio de Su Espíritu.
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¿Por qué es importante que creamos que podemos conocer y entender las cosas de Dios solamente por medio de Su Espíritu?
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Piensa en una ocasión en la que llegaste a saber y comprender por medio del Espíritu una de las cosas de Dios que anotaste en tu diario de estudio de las Escrituras. Considera lo que puedes hacer ahora para procurar la ayuda del Espíritu al esforzarte por conocer y comprender las cosas de Dios.
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He estudiado 1 Corintios 1–2 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: