Unidad 8: Día 4
Marcos 9:30–50
Introducción
Jesús les dijo a sus discípulos que se acercaba Su muerte y resurrección y les enseñó quién será el mayor en el reino de Dios. Advirtió de las consecuencias de conducir a los demás hacia el pecado e instruyó a Sus discípulos a separarse de las influencias que los conducirían a pecar.
Marcos 9:30–37
Jesús predice Su muerte y resurrección y enseña acerca de quién será el mayor en el reino de Dios
Después de echar a un espíritu inmundo fuera de un joven (véase Marcos 9:17–29), el Salvador viajó con Sus discípulos a través de Galilea. Lee Marcos 9:31–32 para conocer los acontecimientos de los que el Salvador profetizó.
Observa en esos versículos que después de que Jesús les dijo a Sus discípulos que sería muerto y que se levantaría nuevamente al tercer día, una vez más no comprendieron a lo que Él se refería y tuvieron temor de preguntárselo.
En Marcos 9:33–37 aprendemos que cuando Jesús fue a Capernaúm, enseñó a Sus discípulos que aquellos que sirven humildemente a los demás serán considerados los mayores, o tendrán la posición más honorable, en el reino de Dios. Él también los instruyó para recibir en la Iglesia a personas que se humillan como niños y que lo reciben a Él (véase Traducción de José Smith, Marcos 9:34–35 [en Marcos 9:37, nota a al pie de página]).
Marcos 9:38–50
Jesús advierte en contra de influir en los demás para pecar y no apartarse de las malas influencias
Si te encontraras con un grupo de personas que estuviesen mirando y señalando algo, ¿cómo reaccionarías? ¿Levantarías también la mirada para ver lo que están mirando?
El comportamiento de las personas con frecuencia influye en los demás, llevándolos a adoptar palabras, acciones o actitudes similares. ¿En qué ocasiones has visto a alguien cambiar sus palabras, acciones o actitudes a causa de la influencia de los demás?
Conforme estudies Marcos 9:38–50, busca las verdades que puedan ayudarte a considerar la influencia que tienes en los esfuerzos de los demás para seguir al Salvador así como la influencia que los demás tienen en ti.
Lee Marcos 9:38 para conocer la situación de la que el apóstol Juan le habló al Salvador.
El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que los apóstoles le prohibieron a ese hombre que echara fuera demonios porque él no era un compañero de viaje de los Doce Apóstoles: “Él no se encontraba en el grupo cercano de discípulos que viajaban, comían, dormían y conversaban continuamente con el Maestro… Pero a causa de la respuesta del Señor, es evidente que él era miembro del reino, un administrador legal que actuaba con la autoridad del sacerdocio y el poder de la fe” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, pág. 417).
El Salvador les dijo a los apóstoles que no impidieran al hombre y enseñó que las personas que ayudan a Sus representantes serán recompensadas (véase Marcos 9:39–41).
Lee Marcos 9:42 en busca de la advertencia del Salvador. En ese contexto, tropezar significa conducir o influir en alguien para pecar.
Los “…pequeñitos que creen en [Jesús]” incluye a los humildes discípulos del Salvador de cualquier edad. Eso también incluye a aquellos que son jóvenes en la fe, tales como los jóvenes o los nuevos conversos.
El élder McConkie explicó que “es mejor morir y que se nos nieguen las bendiciones de la existencia mortal, que vivir y desviar almas de la verdad, y tener que experimentar un sufrimiento intenso y la separación de Dios como consecuencia de nuestras acciones” (Doctrinal New Testament Commentary, tomo I pág. 420).
Un principio que aprendemos de la advertencia del Salvador en Marcos 9:42 es que si influimos para que las personas que creen en Jesucristo pequen, se nos hará responsables ante Dios.
Medita en maneras en las que alguien podría influir en las personas que creen en Jesucristo para que pequen.
Considera la influencia que tienes en las personas que creen en Jesucristo. ¿Estas influyendo en ellas para que dirijan sus vidas hacia Él o para que se alejen de Él?
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En tu diario de estudio de las Escrituras haz una lista de maneras en las que puedes influir en los demás para creer en Jesucristo y para evitar el pecado. Encierra en un círculo una de tus ideas y ponte la meta de actuar al respecto.
Trata de atar y desatar un zapato, una corbata o un nudo usando solamente una mano.
¿Qué desafíos enfrentarías si perdieras una mano? ¿En qué ocasiones sería mejor perder una mano que mantener ambas?
La amputación es la extirpación intencional de una parte del cuerpo, tal como una mano o pierna, que está seriamente herida, enferma o infectada. Aunque la amputación y la recuperación subsiguiente pueden ser muy dolorosas y traumatizantes, evita que la enfermedad o infección se extienda y cause mayores daños o la muerte.
Lee Marcos 9:43 para localizar lo que el Salvador enseñó acerca de cuándo sería mejor perder una mano que mantener ambas.
El Salvador enseñó figurativamente que sería mejor perder una mano que mantener ambas cuando una de las manos haya influido en nosotros para pecar y continuaría influyendo para que pequemos. Él no estaba diciendo que debemos cortar literalmente una de nuestras manos; usó lenguaje figurado para enfatizar la importancia de lo que Él estaba enseñando. Jesús usó la imagen de cortar una mano para mostrar cuán importante y difícil sería separarnos de algunas malas influencias.
La Traducción de José Smith aumenta nuestro entendimiento de las enseñanzas del Salvador en Marcos 9:43–48. En esos versículos aprendemos que el Salvador usó la mano, el pie y el ojo para simbolizar influencias en nuestras vidas que nos pueden llevar a pecar.
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Haz un dibujo de una persona en tu diario de estudio de las Escrituras. En el dibujo que hiciste, encierra en un círculo una mano, un pie y un ojo. Lee la Traducción de José Smith, Marcos 9:40–48 (en el apéndice de la Biblia), en busca de lo que el Salvador comparó a una mano, un pie y un ojo que han hecho “tropezar” a alguien, o influido para que alguien peque. Indica lo que representan la mano, el pie y el ojo que encerraste en un círculo en tu dibujo. La palabra vida en esos versículos se refiere a la vida eterna.
Como el Salvador enseñó, la mano representa a los miembros de nuestra familia y amigos, el pie representa a las personas que vemos como un ejemplo de cómo pensar y actuar, y el ojo representa a nuestros líderes. Medita en maneras en las que el apartarnos de las malas influencias, o de las que nos llevan a pecar o a perder la fe, pueden ser similares a quitarnos una mano o un pie. De acuerdo con los versículos que leíste, ¿qué puede pasar si no nos apartamos de las malas influencias?
Podrías escribir la siguiente verdad en tu ejemplar de las Escrituras junto a Marcos 9:43–48: Es mejor apartarnos de las malas influencias que terminar alejados de Dios.
El élder Walter F. González, de los Setenta, enseñó acerca de otras influencias de las que debemos apartarnos: “Por extensión, este cortar no solo se aplica a los amigos sino a toda influencia mala, ya sean programas de televisión, sitios de internet, películas, publicaciones, juegos o música indebidos. Grabar ese principio en nuestra alma nos ayudará a resistir la tentación de ceder ante cualquier mala influencia” (véase “Hoy es el momento”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 55).
El apartarnos de las malas influencias no significa tratar a los demás de manera descortés, condenar a los demás ni negarse a relacionarse con personas que no sean miembros de la Iglesia. Más bien, debemos apartarnos del pecado, o evitar interactuar de manera cercana con personas que nos llevarán a pecar. Aunque posiblemente no podamos quitar o evitar toda influencia que nos pudiera conducir al pecado, el Señor nos bendecirá a medida que tratemos de apartarnos de toda influencia maligna posible al tratar de desarrollar autocontrol para evitar las influencias que no podemos eliminar por completo.
Considera los desafíos que podemos enfrentar al apartarnos de las malas influencias. ¿Cómo podemos saber la manera apropiada de apartarnos de las malas influencias?
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Lee las siguiente situaciones. Contesta en tu diario de estudio de las Escrituras las preguntas que las acompañan.
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Tengo amigos que frecuentemente me animan a participar en actividades que quebrantan los mandamientos de Dios. Sin embargo, pienso que puedo ser una buena influencia si continúo pasando tiempo con ellos. ¿Qué tipo de relación debo tener con ellos? ¿Qué debo decir y hacer para separarme apropiadamente de esos amigos?
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He admirado a un grupo musical por muchos años. En algunas de sus entrevistas musicales recientes ellos han alentado comportamientos e ideas que se oponen a las normas y enseñanzas del Señor. Solo se trata de música y palabras, ¿no es así? Entonces, ¿cuál es el peligro de continuar escuchando su música y seguirlos en las redes sociales?
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Sigo oyendo acerca de un programa popular y estoy interesado en verlo. Me han dicho que en partes tiene malas palabras y es inmoral y violento, pero no es como si fuera a ir e imitar las cosas malas que vea o escuche. Entonces, ¿cuál es el problema con verlo?
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Aunque en ocasiones puede ser difícil apartarnos de las influencias que nos llevan a pecar, ¿por qué las recompensas, que incluyen la vida eterna, valen la pena el sacrificio?
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿En qué ocasiones tú o alguien a que conoces han elegido apartarse de las malas influencias? (Evita escribir cosas que sean muy personales o privadas).
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¿Qué bendiciones recibiste por hacerlo?
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Medita si alguna influencia en tu vida te puede estar conduciendo al pecado. En una hoja de papel por separado escribe cómo te vas a apartar de esas influencias. Coloca el papel donde puedas verlo con frecuencia.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Marcos 9:30–50 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: