Unidad 12: Día 2
Lucas 22
Introducción
Cuando Su ministerio terrenal llegaba a su fin, Jesús instituyó la Santa Cena, enseñó a Sus discípulos a servir a los demás y mandó a Pedro que fortaleciera a sus hermanos. El sacrificio expiatorio del Salvador comenzó en el Jardín de Getsemaní. Fue arrestado y juzgado ante Caifás. Mientras el Salvador estaba siendo juzgado, Pedro negó conocerle.
Lucas 22:1–38
El Salvador instituye la Santa Cena e instruye a Sus apóstoles
Imagina que tú y uno de tus familiares están sentados en el piso en tu casa. Tu familiar quiere ponerse de pie y te pide ayuda. ¿Qué tan bien puedes ayudarle si permaneces sentado en el suelo? ¿Qué diferencia haría si que tú te pararas primero?
Esta analogía puede ayudarte a comprender lo que podemos hacer para ayudar a los demás a estar mejor espiritualmente.
Al estudiar Lucas 22, busca verdades que te ayudarán a saber cómo ayudar a otras personas a levantarse espiritualmente.
En Lucas 22:1–30 aprendemos que, hacia el final de Su ministerio terrenal, el Salvador se reunió con Sus apóstoles para conmemorar la Pascua. Durante ese tiempo, anunció que uno de ellos lo traicionaría, instituyó la Santa Cena y mandó que se hiciera en memoria de Él, y les enseñó que los que sirven a los demás son los mayores de todos. El Salvador también elogió a Sus apóstoles por continuar con Él y les prometió que un día se sentarían en tronos y juzgarían a las doce tribus de Israel.
Lee Lucas 22:31–32 para ver lo que el Salvador dijo que deseaba Satanás.
La Traducción de José Smith hace la siguiente aclaración del versículo 31: “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandear a los hijos del reino como a trigo” (Traducción de José Smith, Lucas 22:31 [en la nota a al pie de página de Lucas 22:31]). En otras palabras, Satanás deseaba engañar a Pedro para poder engañar más fácilmente a los demás miembros de la Iglesia.
“El trigo se zarandea al separar los granos de trigo de la paja. El valioso trigo se conserva mientras que la paja corriente se descarta. Si los santos ceden a la tentación y participan de los pecados del mundo, pierden su carácter distintivo y se vuelven como paja” (Nuevo Testamento, Manual del alumno [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], pág. 183 [00]). En la analogía del Salvador, la fe y el testimonio de Pedro y de otras personas podría ser como el grano de trigo que Satanás deseaba separar o tomar de ellos.
Anota una o dos cosas que hayas aprendido acerca de Pedro que muestre que él ya tenía un testimonio de Jesucristo y de Su evangelio.
Podrías marcar en Lucas 22:32 lo que el Salvador dijo que Pedro todavía necesitaba experimentar antes de que pudiera fortalecer a sus hermanos.
Tener un testimonio del Evangelio significa que una persona ha recibido “conocimiento y confirmación espiritual que da el Espíritu Santo” (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Testimonio”, escrituras.lds.org). Conversión al Evangelio significa “cambiar las creencias, los sentimientos y la vida para aceptar la voluntad de Dios y hacerla” (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Conversión, convertir”, escrituras.lds.org).
De acuerdo con lo que el Señor le dijo a Pedro en Lucas 22:32, podemos reconocer la siguiente verdad: Cuando estamos convertidos al evangelio de Jesucristo, podemos fortalecer a otras personas.
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Cuando estamos convertidos, nuestras creencias y acciones están en armonía con la voluntad de Dios y somos capaces de ayudar o fortalecer a los demás. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cómo se relaciona con ese principio la analogía de ayudar a alguien a levantarse?
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¿Qué crees que ayudaría a una persona a estar más convertida al Evangelio?
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Lee Lucas 22:33–34 y presta atención a la manera en la que Pedro respondió a la admonición del Salvador, y lo que Él profetizó que Pedro haría. Si lo deseas, marca lo que encuentres.
Una versión más detallada de este relato se encuentra registrada en Mateo 26. Lee Mateo 26:35 para ver lo que Pedro le dijo al Salvador después de escuchar la profecía.
Lucas 22:39–53
El Salvador sufre en Getsemaní, suda grandes gotas de sangre y es traicionado por Judas
Después de la Pascua, Jesús y Sus apóstoles fueron al Jardín de Getsemaní. Lee Lucas 22:39–43 para ver qué hizo el Salvador allí. Si lo deseas, marca en el versículo 43 quién lo fortaleció.
De ese relato aprendemos que si estamos dispuestos a obedecer a nuestro Padre Celestial, Él nos ayudará a tener la fortaleza para hacer Su voluntad.
¿Cuáles son algunas de las maneras en las que nuestro Padre Celestial puede fortalecernos?
Reflexiona sobre una ocasión en la que te hayas sentido fortalecido por nuestro Padre Celestial cuando procuraste hacer Su voluntad.
El relato de Lucas del sufrimiento del Salvador en el Jardín de Getsemaní incluye un importante detalle que no figura en los relatos de Mateo y Marcos. Lee Lucas 22:44 y fíjate de qué manera describió allí Lucas el sufrimiento del Salvador. Podrías marcar las palabras que enseñan la siguiente verdad: Jesucristo sudó grandes gotas de sangre cuando sufrió en el Jardín de Getsemaní.
El Salvador describió Su propio sufrimiento en una revelación dada por medio del profeta José Smith. Lee Doctrina y Convenios 19:18 para ver de qué manera describió el Salvador Su sufrimiento. También lee Mosíah 3:7. Podrías escribir Doctrina y Convenios 19:18 y Mosíah 3:7 en tu ejemplar de las Escrituras, junto a Lucas 22:44, como pasajes correlacionados.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Qué pensamientos tienes al saber que Jesucristo sufrió tanto por ti?
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El conocer esa verdad, ¿de qué manera fortalece tu testimonio del amor que el Salvador tiene por ti?
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El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente en cuanto al sufrimiento del Salvador:
“No sabemos, no podemos decir, ni ninguna mente mortal puede concebir la plena importancia de lo que Cristo hizo en Getsemaní.
“Sabemos que sudó grandes gotas de sangre de cada poro mientras bebía las heces de aquella amarga copa que Su Padre le había dado.
“Sabemos que sufrió, tanto en cuerpo como en espíritu, más de lo que a un hombre le es posible sufrir, con excepción de la muerte.
“Sabemos que de alguna manera, incomprensible para nosotros, ese sufrimiento satisfizo las exigencias de la justicia, rescató las almas penitentes de los dolores y los castigos del pecado, y puso la misericordia al alcance de aquellos que creyeran en Su santo nombre.
“Sabemos que quedó postrado en el suelo a causa de los dolores y de la agonía de una carga infinita que lo hicieron temblar y desear no tener que beber la amarga copa.
“Sabemos que vino un ángel de las cortes de gloria para fortalecerlo en Su tribulación, y suponemos que fue el grandioso Miguel, quien inicialmente cayó para que el hombre fuese.
“Hasta donde nos es posible juzgar, esa agonía infinita, ese sufrimiento incomparable, continuó durante unas tres o cuatro horas” “El poder purificador de Getsemaní”, Liahona, abril de 2011, pág. 17).
En Lucas 22:45–48 aprendemos que después de que el Salvador sufrió en Getsemaní, fue traicionado por Judas Iscariote.
Lee Lucas 22:49–51 para ver lo que hizo Pedro (véase Juan 18:10) cuando los principales sacerdotes y otras personas llegaron para arrestar a Jesús. Podrías marcar lo que el Salvador hizo por el siervo del sumo sacerdote.
En Lucas 22:52–53 aprendemos que el Salvador preguntó por qué los principales sacerdotes y las otras personas lo arrestaban durante la noche, en lugar de hacerlo durante el día, cuando Él estaba en el templo.
Lucas 22:54–71
Jesús es juzgado ante el Sanedrín y Pedro niega conocerle
En Lucas 22:54 aprendemos que Pedro siguió al Salvador cuando fue llevado a la casa del sumo sacerdote para ser juzgado.
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Dibuja la tabla siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras. A medida que leas cada pasaje de las Escrituras, presta atención a quién le habló a Pedro y qué dijo este mientras el Salvador estaba siendo juzgado. Escribe tus respuestas en las columnas correspondientes. (Nota: Los cuatro Evangelios contienen el relato de la negación de Pedro, pero el relato de Juan es el que proporciona más detalles).
Referencia |
¿Quién le habló a Pedro? |
¿Qué dijo Pedro? |
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Cuando completes la tabla, contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué piensas que Pedro le negó conocer a Jesús a cada una de esas personas?
Lee Lucas 22:61–62 y averigua qué sucedió después de que Pedro negó conocer al Salvador.
Imagina que hubieras estado en la posición de Pedro después de que negó tres veces conocer a Jesús. ¿Qué pensamientos o sentimientos piensas que habrías tenido cuando el Salvador te mirara? ¿Por qué te habrías sentido de esa manera?
El élder Bruce R. McConkie dijo lo siguiente en cuanto a Pedro:
“Pedro es un clásico ejemplo de cómo el poder de la conversión actúa sobre las almas receptivas. Durante el ministerio terrenal de nuestro Señor, Pedro tenía un testimonio, proveniente del Espíritu, acerca de la divinidad de Cristo y del gran Plan de Salvación que estaba en Él. ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente’, dijo al recibir la inspiración del Espíritu Santo (Mateo 16:13–19). Mientras otros se alejaban, Pedro permanecía con su aseveración apostólica: ‘… hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente’ (Juan 6:69). Pedro sabía, y ese conocimiento lo recibió por medio de la revelación.
Pero Pedro no se había convertido, porque no había llegado a ser una nueva criatura del Espíritu Santo. Más bien, mucho después de que Pedro hubo obtenido un testimonio, y la misma noche en que Jesús fue arrestado, Él le dijo a Pedro: ‘… y tú, una vez vuelto [convertido], fortalece a tus hermanos’ (Lucas 22:32). Inmediatamente después, y a pesar de su testimonio, Pedro negó que conocía a Cristo (Lucas 22:54–62). Después de la Crucifixión, Pedro fue a pescar, pero el Señor resucitado lo llamó nuevamente al ministerio (Juan 21:1–17). Por fin, el día de Pentecostés se recibió el prometido don espiritual; Pedro y los fieles discípulos llegaron a ser nuevas criaturas del Espíritu Santo; se convirtieron verdaderamente y sus subsiguientes logros ponen de manifiesto la firmeza de su conversión (Hechos 3; 4)” (Mormon Doctrine, 2da.edición, 1966, págs. 162–163).
En Hechos aprendemos que después de que Pedro recibió el don del Espíritu Santo, llegó a estar completamente convertido y pasó el resto de su vida como un fiel discípulo de Jesucristo (véase Hechos 4:13–17; 5:25–29).
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Qué lecciones aprendemos de la experiencia de Pedro?
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¿A quién conoces que parezca estar verdaderamente convertido al evangelio de Jesucristo? ¿Qué ha hecho esta persona para mostrar que está convertida?
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Reflexiona sobre lo que puedes hacer para profundizar tu conversión al evangelio de Jesucristo. Actúa según las impresiones que recibas.
En Lucas 22:63–71 aprendemos que los principales sacerdotes se burlaron del Salvador y lo golpearon.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Lucas 22 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: