Introducción a 2 Pedro
¿Por qué debemos estudiar este libro?
El profeta José Smith comentó: “Pedro escribió el lenguaje más sublime de todos los apóstoles” (en History of the Church, tomo V, pág. 392). Sublime significa de grandeza y sencillez admirables, de valor excepcional.
Como testigo ocular de la transfiguración de Jesucristo (véase 2 Pedro 1:16–18), Pedro exhortó a sus lectores a aumentar su conocimiento del Salvador y a procurar obtener los atributos divinos, a fin de poder participar de la “naturaleza divina” (véase 2 Pedro 1:4–8). Aseguró a sus lectores que ese crecimiento espiritual les ayudaría a “hacer firme [su] vocación y elección” (2 Pedro 1:10). “Pedro reafirma que el Señor vendrá del cielo en gran gloria y en juicio sobre la tierra” (Bible Dictionary [Diccionario Bíblico de la versión SUD de la Biblia en inglés], “Peter, Epistles of”). Al estudiar la segunda epístola de Pedro, puedes desarrollar mayor fe en Jesucristo y recibir instrucción e inspiración que pueden ayudarte a ser más como Él.
¿Quién escribió este libro?
El autor de la Segunda Epístola Universal de Pedro es Simón Pedro, el apóstol principal de Jesucristo (véase 2 Pedro 1:1).
¿Cuándo y dónde se escribió?
No sabemos exactamente cuándo o dónde se escribió esta epístola. Se suele suponer que Pedro la escribió en Roma después de la epístola conocida como 1 Pedro, la cual probablemente se escribió alrededor del año 64d. C. (véase Bible Dictionary [Diccionario Bíblico de la versión SUD de la Biblia en inglés], “Peter, Epistles of”).
¿Para quién se escribió este libro y por qué?
Pedro declaró que escribía esta epístola “a los que [han] alcanzado una fe igualmente preciosa que la nuestra” (2 Pedro 1:1). Esto puede indicar que la audiencia de Pedro eran los mismos cristianos gentiles que recibieron su primera epístola (véase 2 Pedro 3:1). El contenido de 2 Pedro 1:12–15 muestra que Pedro tenía la intención de que esta epístola fuera un mensaje de despedida a sus lectores.
A diferencia de la primera epístola de Pedro, que ayudó a los santos a lidiar con la persecución externa, la segunda epístola de Pedro tocó el tema de la apostasía interna que amenazaba el futuro de la Iglesia. Los falsos profetas y maestros estaban difundiendo “herejías destructivas [enseñanzas falsas], y hasta [negando] al Señor que los rescató” (2 Pedro 2:1). Pedro escribió esta epístola para animar a los santos a crecer en su conocimiento del Señor y “hacer firme [su] vocación y elección” (2 Pedro 1:10).
¿Cuáles son algunas de las características distintivas del libro?
“Al parecer, la segunda epístola estaba dirigida a las mismas iglesias que la primera (3:1). Fue escrita ante la cercana posibilidad de sufrir la muerte (1:14) y su propósito era precaverse contra la apostasía” (Bible Dictionary [Diccionario Bíblico de la versión SUD de la Biblia en inglés], “Peter, Epistles of”). También contiene algunas de las palabras más enérgicas y los últimos testimonios de Pedro.
Un tema predominante de 2 Pedro es la importancia de obtener conocimiento acerca de Jesucristo. Pedro prometió a sus lectores que si procuraban obtener los atributos de Dios y desarrollar una naturaleza divina, “no [los dejarían] estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” (2 Pedro 1:8) y harían “firme [su] vocación y elección” (2 Pedro 1:10).
Pedro comparó el verdadero conocimiento de Jesucristo a las enseñanzas y el conocimiento falsos que difundían los apóstatas (véase 2 Pedro 2). Al final de esta epístola, Pedro extendió una invitación final a los santos a “[crecer] en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18).
Bosquejo
2 Pedro 1. Pedro explica que las promesas de Jesucristo permiten a los santos llegar a ser “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4). Los anima a “hacer firme [su] vocación y elección” (2 Pedro 1:10). Pedro recuerda su experiencia en el Monte de la Transfiguración, en donde él fue testigo del Cristo glorificado y oyó la voz del Padre. Pedro dice que “Tenemos… la palabra profética más segura” (2 Pedro 1:19).
2 Pedro 2. Pedro advierte a los miembros de la Iglesia sobre los falsos profetas y los falsos maestros que vendrán entre ellos y procurarán desviar a los santos. Esos maestros malvados negarán al Señor y hablarán mal del “camino de la verdad” (2 Pedro 2:2). Pedro enseña que es mejor no aceptar el Evangelio que hacer convenios y no vivir de acuerdo con ellos.
2 Pedro 3. Pedro afirma la certeza de que Cristo vendrá en Su propio tiempo, purificará la tierra por fuego y salvará a los diligentes y a los fieles. Pedro anima a los santos a “[crecer] en la gracia y en el conocimiento de… Jesucristo” (2 Pedro 3:18).