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Introducción a 2 Corintios


Introducción a 2 Corintios

¿Por qué debemos estudiar este libro?

Esta epístola del apóstol Pablo a los miembros de la Iglesia de Corinto se destaca por sus temas de consuelo en medio de la aflicción, de fortaleza en medio de la debilidad (tal como lo ejemplificó Pablo mismo), y discernir entre maestros verdaderos y falsos. El ejemplo y las enseñanzas de Pablo que figuran en 2 Corintios pueden inspirarte a mantenerte leal y fiel a los convenios eternos que has hecho con Dios, el Eterno Padre, sin importar las circunstancias ni consecuencias.

¿Quién escribió este libro?

Pablo escribió esta epístola a los santos de Corinto (véase 2 Corintios 1:1).

¿Cuándo y dónde se escribió?

Poco después que Pablo escribió la epístola que conocemos como 1 Corintios, se produjo un alboroto en Éfeso en contra de sus enseñanzas (véase Hechos 19:23–41), y Pablo partió a Macedonia (véanse Hechos 20:1; 2 Corintios 2:13; 7:5). Al parecer, escribió 2 Corintios mientras se hallaba en Macedonia, probablemente alrededor de 55–57 d. C. (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, epístolas de”, scriptures.lds.org).

¿Para quién se escribió este libro y por qué?

La epístola que conocemos como 2 Corintios estaba dirigida a los miembros de la Iglesia de Corinto. Mientras Pablo se hallaba en Macedonia en su tercer viaje misional, Tito le llevó noticias de Corinto, según las cuales los santos de allí habían recibido bien una carta que Pablo les había enviado anteriormente (véase 2 Corintios 7:6–13). La rama de Corinto de la Iglesia progresaba, aunque Pablo también se enteró de que había maestros falsos que corrompían las doctrinas puras de Cristo. En algún momento después de la primera visita de Pablo a Corinto, y una probable segunda visita (véase 2 Corintios 1:15–16), en que este parece haber reprendido a algunos de los santos (véase 2 Corintios 2:1; 12:21), habían llegado a Corinto algunos predicadores de la región de Jerusalén y comenzaron a enseñar a los santos que debían adoptar costumbres judías, contradiciendo las enseñanzas de Pablo. Gran parte de 2 Corintios trata de los problemas que causaron aquellos maestros falsos.

La carta de Pablo se dirigía tanto a quienes deseaban recibir más de sus palabras (véase 2 Corintios 1–9) como a quienes eran reacios a aceptar sus enseñanzas (véase 2 Corintios 10–13). En general, el texto de 2 Corintios revela varios de los propósitos de esa carta:

  • Expresar agradecimiento y fortalecer a los santos que habían recibido bien su carta anterior

  • Advertir sobre los falsos maestros que corrompían las doctrinas puras de Cristo

  • Defender su carácter personal y la autoridad que tenía como apóstol de Jesucristo (véase 2 Corintios 10–13)

  • Alentar a los santos de Corinto a dar una generosa ofrenda económica para los santos pobres de Jerusalén (véase 2 Corintios 8–9)

¿Cuáles son algunas de las características distintivas de este libro?

Aunque muchas de las cartas de Pablo se centran en la doctrina, gran parte de esta carta recalca su relación con los santos de Corinto, así como su amor e interés por ellos. Aunque Pablo era firme en su oposición a quienes lo criticaban, a lo largo de 2 Corintios vemos que era un líder del sacerdocio amoroso que se preocupaba por la felicidad y el bienestar de los santos. Pablo también dio algunos detalles autobiográficos y escribió sobre un “aguijón en [su] carne” (2 Corintios 12:7).

En una sagrada experiencia que se encuentra en 2 Corintios 12:2–4, Pablo se describió a sí mismo como “un hombre en Cristo” que “fue arrebatado hasta el tercer cielo”, donde vio y oyó cosas inefables. Aquella visión, junto con la anterior declaración doctrinal sobre las diferencias de gloria de los cuerpos resucitados (véase 1 Corintios 15:35–44), puede considerarse como la contrapartida bíblica de la visión que se registra en Doctrina y Convenios 76.

Bosquejo

2 Corintios 1–5. Pablo testifica que Dios consuela a Sus hijos en todas las tribulaciones que sufren. Exhorta a los santos a amarse y perdonarse los unos a los otros. El Evangelio y las impresiones del Espíritu del Señor son más gloriosas que la letra de la ley de Moisés. Pablo alienta a los lectores en sus momentos de adversidad y les recuerda la naturaleza eterna del amor y de la gloria de Dios. Además, ayuda a los lectores a comprender la necesidad de reconciliarse con Dios mediante la expiación de Jesucristo.

2 Corintios 6–13. Mientras afronta las críticas y la oposición de los falsos maestros, Pablo defiende su sinceridad como siervo del Señor e invita a sus lectores a apartarse del mundo. Enseña sobre la “tristeza que es según Dios” (véase 2 Corintios 7:10). Pablo agradece a los santos de Corinto sus contribuciones a los pobres de Jerusalén y los insta a seguir dando generosamente. Habla enfáticamente contra los “falsos apóstoles” (2 Corintios 11:13). Se gloría en el Señor y da detalles biográficos de sus tribulaciones y de su fe en Jesucristo. Escribe acerca de su visión del tercer cielo, e invita a los santos a examinarse a sí mismos y ser fieles.