Colosenses

Introducción

El apóstol Pablo enseñó acerca de la preeminencia (superioridad, grandeza o excelencia) de Jesucristo y advirtió en contra de la doctrina falsa. Animó a los santos colosenses a poner su mira en las cosas celestiales y a desarrollar las características de Cristo. Pablo también les instruyó que fueran amables y sabios en sus interacciones con los demás.

Colosenses 1–2

Pablo enseña acerca de la preeminencia de Jesucristo y previene contra la doctrina falsa

Imagina dos árboles del mismo tamaño, uno con raíces superficiales y otro con raíces profundas. Si se produjera una fuerte tormenta, ¿cuál de esos árboles sería más probable que cayera? ¿Por qué?

Lee la siguiente declaración del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y averigua a con qué tipo de torbellinos debemos tener cuidado: “Más inquietantes que los terremotos y las guerras [de los últimos días], son los torbellinos espirituales que pueden desarraigarlos de sus cimientos espirituales y lanzar su espíritu a lugares que nunca imaginaron posibles; a veces, incluso, sin que siquiera se den cuenta de que se han movido” (“Torbellinos espirituales”, Liahona, mayo de 2014, pág. 18).

¿Cuáles son algunos ejemplos de torbellinos espirituales que pueden desarraigarnos o separarnos de nuestra fe en Jesucristo?

¿Por qué esos torbellinos espirituales pueden causar mayor preocupación que los desafíos físicos, tales como los terremotos o las guerras?

Medita por un momento en los torbellinos espirituales que podrían estar afectándote.

El apóstol Pablo escribió una epístola a los miembros de la Iglesia de Colosas, después de enterarse de las influencias y falsas enseñanzas que allí había, que amenazaban con desarraigarlos de su fe en Jesucristo. A medida que estudies Colosenses, fíjate de qué manera procuró Pablo fortalecer la fe que los miembros de la Iglesia tenían en Cristo y en cuáles son las bendiciones de tener una fe profundamente arraigada en Cristo.

Colosas es un sitio que queda en la actual Turquía. Fíjate en Mapas bíblicos nro. 13, “Los viajes misionales del apóstol Pablo” y ubica en él la ciudad de Laodicea. Colosas se encontraba a aproximadamente 17,7 kilómetros al sudeste de Laodicea.

Tal como se registra en Colosenses 1:1–11, Pablo saludó a los santos de Colosas y reconoció la fidelidad de ellos. Explicó que el Evangelio da fruto, o trae bendiciones, en la vida de quienes lo aceptan y lo viven. Luego Pablo enseñó a los santos acerca de Jesucristo.

Lee Colosenses 1:12–19 para averiguar las verdades que Pablo enseñó sobre Jesucristo. Si lo deseas, marca o anota en tus Escrituras lo que encuentres. La palabra “trasladado”, en el versículo 13, significa “cambiado”; el término invisible del versículo 15 significa “no visto”.

Colosenses 1:12–19 enseña la siguiente verdad acerca de Jesucristo: Jesucristo es el Redentor, el primogénito de los hijos en espíritu de nuestro Padre Celestial, el Creador de todas las cosas, la cabeza de la Iglesia y el primero en resucitar.

Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
1. ¿Por qué crees que es importante que conozcamos y creamos esas verdades acerca de Jesucristo?
2. ¿En qué forma el conocer y creer esas verdades puede fortalecer nuestra fe en Él?

Pablo enseñó que Jesucristo es nuestro Redentor (véase Colosenses 1:14). Lee Colosenses 1:20–22 para ver lo que Pablo les enseñó a los santos colosenses acerca de la necesidad que ellos tenían de un Redentor.

Según el versículo 21, ¿cómo llega uno a alejarse o separarse de Dios?

La palabra reconciliar (véase Colosenses 1:20–21) significa poner de acuerdo o en armonía. Según Colosenses 1:20–22, ¿de qué forma nos reconcilia Jesucristo con Dios? (La frase “haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” [versículo 20] hace referencia a la expiación de Jesucristo).

La bendición de reconciliarse con Dios es condicional. Lee Colosenses 1:23 y busca qué es lo que se requiere para reconciliarse con Dios.

Permanecer “fundamentados y firmes en la fe” (Colosenses 1:23) significa permanecer firmes en nuestra fe en Jesucristo al guardar Sus mandamientos y arrepentirnos de nuestros pecados. En Colosenses 1:20–23 aprendemos la siguiente verdad: Si permanecemos fundamentados y firmes en nuestra fe, podemos reconciliarnos con Dios por medio de la expiación de Jesucristo.

Recuerda la condición en la que se hallaban los dos árboles al principio de la lección. Después contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
1. ¿A quién conoces que sea como el árbol con raíces profundas, fundamentado y firme en su fe en Cristo?
2. ¿En qué forma es el ejemplo de esa persona una bendición para ti?

Recuerda el torbellino que sacudía a esos dos árboles. Lee Colosenses 2:4, 8 para ver cuáles eran los torbellinos espirituales que amenazaban con desarraigar a los santos colosenses.

En esa época había varias filosofías y tradiciones que enseñaban algunas personas que trataban de disminuir la importancia de Jesucristo. Otras filosofías religiosas falsas que estaban ganando popularidad eran que los ángeles eran mediadores ante Dios a quienes se debía adorar, y la idea de que el cuerpo es maligno (véase Colosenses 2:16–23).

¿Por qué el creer en enseñanzas falsas, entre ellas las que disminuyen la importancia de Jesucristo, facilitan el que alguien se desarraigue espiritualmente?

Lee Colosenses 2:6–7 y busca el consejo que dio Pablo para ayudar a los santos a evitar que las filosofías y tradiciones mundanas los descarriasen.

De esos versículos, aprendemos la siguiente verdad: Al estar arraigados y edificados en Jesucristo, podemos evitar que las filosofías y tradiciones mundanas nos descarríen.

Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
1. ¿Cuál consideras que es una de las cosas más importantes que podemos hacer para arraigarnos y edificarnos en Jesucristo?
2. ¿Por qué crees que esa cosa en particular es tan importante?

Reflexiona sobre la siguiente declaración del élder Andersen, que continuó su discurso acerca de los torbellinos espirituales:

“Los peores torbellinos son las tentaciones del adversario. El pecado siempre ha formado parte del mundo, pero nunca ha sido tan accesible, tan insaciable y tan aceptable. Existe, desde luego, una poderosa fuerza que vencerá los torbellinos del pecado; se llama arrepentimiento.

“No todos los torbellinos de esta vida son consecuencia de lo que ustedes hacen; algunos sobrevienen como resultado de las malas decisiones de otras personas, y otros, simplemente porque ésta es la vida mortal…

“¿Cómo se preparan para los torbellinos que los azotarán? ‘… recordad… es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde debéis establecer vuestro fundamento, para que cuando el diablo lance sus impetuosos vientos… sus dardos en el torbellino… cuando todo su granizo y furiosa tormenta os azoten, esto no tenga poder para arrastraros… a causa de la roca sobre la cual estáis edificados’ [Helamán 5:12]. Ésa es la manera de mantenerse a salvo en los torbellinos” (“Torbellinos espirituales”, págs. 18–19).

Piensa nuevamente en los torbellinos espirituales en los que pensaste al comienzo de esta lección. En tu diario de estudio de las Escrituras, registra lo que harás para permanecer arraigado y edificado en Jesucristo y para evitar que te desarraiguen los torbellinos espirituales.

Colosenses 3–4

Pablo anima a los colosenses a poner la mira en las cosas celestiales y a ser sabios

Como se encuentra registrado en Colosenses 3–4, el apóstol Pablo instó a los santos colosenses a cesar en su iniquidad y a desarrollar las características de Jesucristo. También los animó a perseverar en la oración y a ser sabios, especialmente en sus interacciones con los que no eran cristianos. Luego, transmitió los saludos de varios de sus consiervos, entre ellos Lucas.

Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

He estudiado Colosenses y he terminado esta lección el (fecha).

Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: